lunes, 10 de junio de 2019

Punto y Seguido



Queridos amigos: Hace ya algún tiempo que no recibís noticias mías. Ante todo, como Twain, me apresuro a declarar que los rumores sobre mi muerte han sido muy exagerados. En realidad, se trata únicamente de una época de intenso trabajo y numeroso viajes transcontinentales que hacen muy difícil mantener la regularidad a la que os tenía acostumbrados.

Mantener un blog no es solo sentarse a escribir. Eso se puede hacer de vez en cuando. Lo fundamental es lo que ocurre antes de cada entrada y, sobre todo, el tiempo que uno le dedica a la afición. Mantener al día una fuente de información determinada obliga a leer mucho, explorar más y condensarlo todo en pequeños capítulos, o entradas, que reflejan, en realidad pálidamente, la enorme cantidad de tiempo que un apasionado, como cualquiera de nosotros, dedica a su afición.

Ese tiempo es el que me falta. Hace ya algún tiempo que mi trabajo se ha ido complicando cada vez más. Mis viajes se han multiplicado y la dedicación que todo ello me exige es cada vez mayor. No puedo quejarme de algo con lo que me gano la vida y de lo que, además, disfruto profundamente. Las relaciones internacionales procuran enormes satisfacciones; entre otras, conocer a fondo gentes y países que de otra manera no habría sido posible. Puedo decir con orgullo que tengo amigos desde la Patagonia hasta China y he podido conocer ciudades de una manera que los meros turistas ni siquiera sospechan.

El precio de todo ello es el escaso tiempo libre que, al cabo del día, le queda al pobre viajero para dedicarse a sus otras aficiones. Por si fuera poco, no me gusta abaratar el trabajo y hacer faenas de aliño o entradas de relleno. Creo que si algo ha mostrado este blog a lo largo de los años ha sido la seriedad de sus contenidos y la utilidad que reportaron a sus cualificadísimos lectores. No sería jugar limpio transformarlo en otra cosa.

Por todo ello, voy a hacer una pequeña parada. Espero que no sea muy larga aunque nunca se sabe. La incertidumbre es algo asociado a mi trabajo y, por tanto, es posible que todo cambie de la noche a la mañana y vuelva a disponer de tiempo suficiente, en cuyo caso volveré a la carga con renovados bríos. Mientras tanto, me parece más honrado hacer un punto y seguido. Todo quedará en su lugar de manera que cualquiera podrá seguir consultado el material expuesto. Procuraré contestar las consultas y seguiré disponible para quien lo desee.

Una vez más, no puedo dejar de agradecer a todos los lectores y queridos amigos su presencia, su colaboración y su ayuda en todo este tiempo. Gracias a ellos nació esté blog, se desarrolló y, sin duda, seguirá vivo.

Un fuerte y fraternal abrazo para todos.




lunes, 14 de enero de 2019

Moonman M100: Pulcritud y conitinuismo

Moonman es una de las nuevas marcas chinas de estilográficas que están revolucionando el mercado. Sus modelos son de gran belleza y están fabricados con una pulcritud que se materializa en plumas perfectamente homologables con marcas tradicionales europeas o americanas.

El fabricante chino ha dado un paso que ya tomó en su día, por ejemplo, la industria india; a saber, incorporar material europeo de calidad para garantizar una escritura sin problemas. Moonman utiliza para este modelo un conjunto plumín/alimentador alemán, lo que elimina del comprador cualquier duda sobre el desempeño de la pluma y le permite concentrarse en sus otras cualidades, que no son pocas.

Claro que esta perfección mecánica tiene un precio y los modelos de Moonman, incluidos éste, no pueden considerarse baratos, al modo, al menos, en que se entiende la producción general china del segmento inferior.

La M100 es una pluma simple, eficaz y dispuesta a competir con una gran cantidad de modelos que utilizan la misma fórmula: mecánica eficaz, escritura perfecta, ligereza basada en el buen uso del acrílico y belleza del conjunto.


La pluma mide 142 mm, un tamaño generoso,  muy adecuado y de uso cómodo. Sus formas nos resultan muy familiares porque replican, en realidad, las de la Sheaffer Balance y, ya dentro de la industria moderna, la de varios modelos de Edison como la Herald, la Premiere, plumas que, a su vez, participan de líneas clásicas perfectamente reconocibles por su forma de torpedo con extremos ojivales.


La pluma resulta de buen tamaño; cómoda de usar, bien equilibrada y muy ligera, gracias a sus materiales


El cuerpo y el capuchón de la pluma están fabricados, también como el de sus ilustres precedentes, en un  acrílico de gran calidad y belleza. En nuestro caso, se trata de una preciosa mezcla de azules con detalles terrosos y líneas perladas.


La belleza y profundidad de las aguas salta a la vista.


Aquí puede verse, al lado de la anterior, otro ejemplar construido en una sugerente gama de granates digna de los mejores productos italianos.



La mecanización de la resina es muy buena, a lo que contribuye un buen generoso de paredes que otorga solidez y seguridad al conjunto.


La pluma es sencilla y elegante. Apenas aparece adornada por otra cosa que no sea un clip muy sobrio y de buen funcionamiento.


La boquilla también cuenta con un anillo dorado. El agarre es fácil porque la rosca queda por encima de manera que no molesta al usuario.


La pluma se alimenta por cartucho/convertidor. Se trata de un conjunto Schmidt de gran calidad.


El cartucho se inserta en un soporte metálico con la rosca y la marca Moonman grabada a láser.


Como se ha anticipado, el plumín es un Schmidt de tamaño 5 fino. su desempeño es correcto teniendo en cuenta las limitaciones de la medida. Es un alivio dejar de ver el Iridium Point Germany en las plumas chinas.



El plumín alemán viene acompañado por un alimentador de calidad  que hace del conjunto un equipo muy eficaz.


La escritura con la Moonman M100 es correcta. Se trata de un plumín fino, no excesivamente húmedo, y, por tanto, no se puede esperar demasiada generosidad ni variación en el trazo. Pero, sin ser excepcional, se trata de un plumín con un desempeño muy bueno en su categoría.


La Moonman M100 es una buena pluma, continuista en sus formas, que no sorprende por sus líneas ni sus soluciones técnicas o estéticas, pero, lo que hace, lo hace a un nivel equivalente al de cualquiera de sus competidoras, con la ventaja de un precio que, si bien no es bajo, sigue resultando comparativamente atractivo.















miércoles, 9 de enero de 2019

Qué regalar y a quién. Una guía práctica.

Aunque ya hemos rebasado la fecha de los Reyes Magos, nunca es mal momento para reflexionar sobre regalos. Muy frecuentemente, me preguntan acerca de qué plumas son las mejores para regalar y qué modelos serían los más adecuados para cada caso. La solución es tan amplia como las posibilidades que nos ofrece le mercado, como es lógico, pero me ha parecido útil hacer un pequeño resumen de las plumas más adecuadas para ser regaladas en función de quién sea el destinatario. Se trata aquí de ofrecer algo útil y práctico, quedando al margen, como es lógico, otras opciones basadas en la estética, el lujo o los meros gustos personales. Como se verá, la abrumadora mayoría de las plumas elegidas es japonesa. En el ámbito funcional y, sobre todo, en relación calidad/precio, siguen sin  admitir comparación.


El artista

No es una categoría funcional específica pero sí creo que cuando se trata de un pintor, dibujante o ilustrador, es aconsejable usar un tipo de pluma que, por un lado, sea práctica y, por otro, permita cierta versatilidad capaz de, llegado el caso, realizar algún bosquejo o dibujo. Para mi gusto, la variación en el trazo es esencial y, por ello, optaría por un plumín music como el que luce la espléndida Platinum Century Music Nib, uno de los mejores del mundo (a partir de unos 100 euros). Como alternativa, optaría por un plumín fude. Los hay muy baratos, pero uno de los mejores es el Sailor Naginata Fude de Mannen





El escritor

Para largas sesiones de escritura con una pluma ergonómica,  que no se seque nunca y que cuente con una gran capacidad, mi favorita es la Pilot Custom Urushi, una formidable estilográfica con todas las comodidades y la perfección técnica de la casa japonesa. La suavidad de su escritura y su indesmayable tenacidad, la convierten en una elección segura. Sobre 1.000 euros. Otra pluma soberbia para uso continuado en escritorio, es la Sailor 1911 Realo, más pequeña y manejable pero igualmente idónea.





El contable

Aunque ya sea casi una figura del pasado, aún hay profesiones o trabajos que necesitan hacer numerosas anotaciones en casilleros. Para ello se precisa una pluma de punto fino pero que no falle nunca y en esto, como en tantas cosas, las marcas japonesas constituyen la referencia. Para mi gusto, una incombustible Platinum 3776 con pluma F o EF será una gran elección a un precio inmejorable (sobre los 75 euros con plumín de oro). Para fanáticos de la finura SEF, la Sailor Saibi Togi será su favorita (a partir de 250 euros aprox.)



El oficinista

El tamaño no tiene aquí demasiada importancia y tampoco la capacidad del depósito porque la comodidad y el espacio que confiere el escritorio permiten cualquier opción. Puestos a jugar con las posibilidades, yo buscaría una pluma versátil que admita variación en el trazo y permita hacer firmas con personalidad. Mi elección es la Sailor KOP, una espléndida pluma que, si se elige con un plumín especial, ofrecerá gran variedad en el trazo y enormes satisfacciones a su afortunado poseedor. La segunda opción es una pluma de escritorio, algo olvidada hoy en día, pero siempre útil y fascinante. Un juego de Platinum Deskpen saldrá por menos de 75 euros, incluido el soporte.




El calígrafo

Sin duda alguna, yo optaría por el juego de las  Pilot Parallel que, con su contenidísimo precio (15 euros cada una aprox.) y enorme versatilidad, permiten hacer casi cualquier cosa. Para ciertas manos caligráficas, como la copperplate, optaría por una pluma flexible antigua, preferentemente Waterman y, si tiene que ser una pluma moderna, por una siempre fascinante Pilot Falcon (a partir de unos 125 euros).





El estudiante

Los estudiantes necesitan plumas ligeras, rápidas, seguras y con gran capacidad de carga. Lo mejor es usar una pluma de pistón como la Pilot  Heritage 92, una fabulosa estilográfica de contenido precio y gran calidad. Sobre los 120 euros. En un rango de precios más barato, la Twisbi Go hará el papel por unos 25 euros aproximadamente.



El profesor

Para tomar notas esporádicas, hacer correcciones y subrayar textos, una de las mejores opciones es la Pilot Capless, o Vanishing Point, con su plumín retráctil. Cómoda como un bolígrafo y agraciada con un desempeño perfecto, la Capless se presenta con una oferta para todas las necesidades. A partir de 80 euros. No hay muchas alternativas a este modelo así que, si no queremos pulsador, podemos optar por el modelo Fermo que es prácticamente igual, pero con el plumín accionado por una corona rotatoria (sobre los 125 euros)



El viajero

Lo ideal es contar con una pluma segura, ligera, y que resulte fácil de recargar. Además, no debe ser cara para no desesperarse en caso de posible pérdida durante el viaje. Para todo ello, el cartucho suele ser la opción más cómoda y, dentro de las piezas que lo usan, una de las mejores es la Pilot Urban con medida universal. Es una pluma muy barata (unos 15 euros) así que, si se quiere hacer un regalo algo más aparente, se puede regalar un juego de colores. Otra opción recomendable es, desde luego, la incombustible Lamy Safari aunque su cartucho no es universal (a partir de 18 euros aproximadamente).



Esto es todo. Como se puede apreciar, hay plumas para todos los gustos y precios. Recuérdese que todas estas sugerencias son finalistas, es decir, que se basan en el uso del instrumento y su utilidad, más que en la belleza o el lujo del regalo. Para eso, será precisa otra entrada. ¡Feliz Año Nuevo para todos!

(todas las fotografías pertenecen a las marcas)


jueves, 3 de enero de 2019

Tres alemanas con un pasado común, Parte III

La tercera entrega de las tres alemanas con pasado común, prometía revelar un misterio que, estoy seguro, para muchos ya era conocido. Esta entrada esta dedicada a una marca menos conocida pero apreciada por muchos, en el mundo de las estilograficas. Les invito a viajar por este trabajo.

“GUERRA FRIA SIN PISTONES”

Por: Leonardo Izaguirre Barrios
Una búsqueda en internet de la palabra Melbi, les referirá automáticamente a la ciudad australiana de Melbourne. Encontrar algo relacionado a estilográficas con ese nombre resulta verdaderamente difícil.

Como recordarán, en la entrada anterior se vieron dos Pelikan 100N, cuya historia les hizo un recorrido por Hungría. Quizá por eso y el hecho de que estas fueron vendidas en el mercado húngaro como demuestran varias investigaciones y la historia que les conté en esa segunda entrada. Además el hecho de que estaban destinadas al comercio entre los países de dentro de la cortina de hierro.

Eso y mi ignorancia de la marca, hicieron que al principio pensase que “Melbi” era una marca húngara. Pero afortunadamente obtuve la información correcta y aunque ciertamente se vendió mucho en ese país durante la post-guerra, se trata de una marca alemana.

Hoy mostraré dos estilográficas de esta marca con un interesante pasado y que, como verán, guarda puntos en común, tanto con las “Senator” de la primera entrada, como con las “Pelikan” de la segunda de esta trilogía.


Son piezas muy distintas. Una, es una estilográfica troncocónica y la otra es ahusada, en forma de torpedo. Pero ambas tienen un rasgo en común y es ése hermoso y particular clip que casi siempre usó la marca en sus estilográficas. Es un ramo de roble con hojas y dos bellotas.


Como ya sabemos, hacia el final de la segunda guerra mundial y durante la época de la guerra fría muchas fabricas alemanas quedaron con parte de sus estructuras divididas en los dos trozos de Alemania: RDA y RFA. 

Aparentemente, pasó con esta empresa algo similar. Marcas como Heiko, Ric-Lei, Imperial, We-gu entre otras quedaron en la RDA y otras más asentadas en Berlín como Argument, Stern, Herlitz, Weltpen y varias más quedaron separadas y esto determinó, junto con su apego o no al colaboracionismo, su caída, al punto que hoy poco se conoce de ellas.

Estas estilográficas, adicionalmente, tienen en común el sistema de carga que aunque no es de pistón, se trata de un sistema de ballesta o barra activado por botón terminal, o “Button Filler”, muy eficiente y tremendamente funcional.



Senator/Pelikan/Melbi 

Prometí revelar el misterio del punto en común de estas tres estilográficas y como estoy seguro que muchos ya saben de que se te trata, voy sin más preámbulos.

En 1884 nació Friedrich Merz un ávido farmaceuta que había inventado varias cremas tópicas solubles en agua y artículos cosméticos. Pronto Merz puso en producción una fábrica en 1908 llamada Merz Pharma, asentada en Frankfurt. Friedrich junto con su hermano Georg Merz en 1920, se interesan en los artículos de escritura y asociados con el maquinista de torno, Justus Krell, fundaron Merz & Krell GmbH & Co. KGaA, con sede en Gross-Bieberau.


Foto web: Fábrica de Merz & Krell hacia 1920 (Foto cortesía de Merz Pharma GmbH & Co. KGaA)

Con un modesto comienzo, más bien parecido al de un pequeño taller, y poco más de diez empleados inician su producción, pero cae sobre Europa la sombra de la segunda guerra mundial y Merz & Krell tiene que cerrar. Apenas terminada la guerra inician actividades y la empresa empieza pronto a prosperar. 

Muchos de ustedes y más aun los coleccionistas de Pelikan saben, que Pelikan contrató a Merz & Krell en la década de 1970, dos modelos de plumas bajo licencia de Pelikan. Esos fueron las famosas Pelikan 120 tipo II y las raras Pelikan 400NN Merz & Krell. Además Merz & Krell Pen Company fue famoso por la fabricación de piezas y partes para muchas empresas de estilográficas alemanas como Montblanc, Reforma, la misma Pelikan y muchas otras.

Para entones ya Merz & Krell tenía una larga trayectoria en el diseño y fabricación de sus propios instrumentos de escritura, y era conocida sobre todo, por sus estilográficas Senator, Diplomat y la famosa Melbi, que tomo notoriedad con el modelo Spezial 332.

Finalmente en 2006, la compañía cambió su nombre a SENATOR GmbH & Co. KGaA y ha permanecido hasta el día de hoy fabricando plumas y es una de las casas lideres y más solidas en la producción de bolígrafos POP y artículos relacionados. 

Así pues, han podido ver como estas tres marcas (Senator, Pelikan y Melbi), están entrelazadas por el tiempo, la historia y las circunstancias.

El primero de los dos modelos en esta entrada es la “Melbi Spezial 63”, cuyas características veremos de inmediato.



Melbi Spezial 63

Fabricada enteramente en ebonita negra que alterna bandas lisas y bandas con patrón de escamas de pescado, es una pieza troncocónica de mediano tamaño. Adecuada para manos medianas y pequeñas. 


El trabajo de Merz y Krell (M&K), de este material en este modelo, es absolutamente espléndido y se puede apreciar mejor aun en el capuchón, aunque muestra el paso del tiempo tanto en el clip como en la banda central enmarcada en dos aros cerca del labio. 


La restauración de la filigrana en la cenefa tomó varias horas de trabajo bajo la lupa 30X y técnica de escarificación con aguja hipodérmica, pues los pulimentos actuales hubieran arruinado el trabajo laborioso de los fabricantes.

Pero M&K era famosos por producir excelentes plumines. En de la Spezial 63, no obstante no ser tan grande, está absolutamente proporcionado. Es fantástico, un flexible de 14 K, muy generoso que arranca a la primera y se mantiene escribiendo partiendo desde un F o XF hasta un BBB con separación máxima de los gavilanes y con mucha suavidad. 


Pero “honor a quien honor merece”, no se puede dejar de mencionar un muy bien calibrado alimentador de ebonita con gran capacidad de entrega y sin titubeos.


La segunda es una Melbi que, aunque más joven que la Spezial 63, resulta algo más rara de encontrar, es la Melbi 302.


Melbi N° 302

La buena costumbre de colocar en agua cada estilográfica y vigilar a intervalos cortos al inicio, salvó a esta estilográfica de su desaparición, pues está hecha en Galalita (Caseína-Formaldheído), excepto la boquilla y el alimentador que son de ebonita.


El material y acabado es muy brillante y de gran belleza, que ha resistido perfectamente al paso del tiempo, quizá por el cuidado con que fueron guardadas. 


En este caso, si puede verse de manera prístina los acabados de los adornos que comparten en el clip y aro del labio, así como el brillo muy especial del material con que está realizada.


Lado a lado con el icono de las plumas en forma de torpedo, presenta dimensiones algo más holgadas que la 146 de Montblanc. 


La calidad de su confección se detalla en el culote que se separa a rosca para dar paso al botón que activa la barra de compresión. No hay escalones ni rebabas que hagan sospechar que está allí.

Pero la mejor característica de esta estilográfica, de seguro, es el plumín.


Como ya mencione la compañía no escatimaba a la hora de montar tremendos plumines, y en esta 302 queda en evidencia con un muy bueno, grande, atractivo y cabal plumín de 14 k, flexible de grandes prestaciones y un gran alimentador de ebonita que dan una escritura fluida, generosa y que responde confiablemente a cualquier nivel de compresión aplicado al mismo.

Hasta aquí amigos este paseo estilográfico por la historia de una compañía poco mencionada de estilográficas alemanas. La “Senator Merz & Krell Pen Company” es una de las más antiguas de Europa, con casi 100 años de tradición. Uno de los hechos menos conocidos acerca de Merz & Krell es que produjeron muchos de los plumines para las empresas antes mencionadas y quizá gracias a esta colaboración mutua se impidió que desapareciera en aquellos difíciles años de la guerra fria. 

Espero les haya gustado este largo paseo por el mundo estilófilo que cierra la trilogía “Tres alemanas con un pasado común”.

Gracias especiales a Pedro y a su maravilloso Pajarete, pero sobre todo a ese ya más de 1,5 millón de visitantes. Merecen nuestro mejor trabajo.


Todas las fotos excepto donde se indica, son del autor