jueves, 30 de abril de 2020

Platinum Curidas: Incierta Complejidad

La tanto tiempo esperada Platinum Curidas ha provocado una interminable cascada de análisis y opiniones dado que esta pluma constituye, sin lugar a dudas, una verdadera novedad en el técnicamente abotargado panorama actual. Los fabricantes bombardean el mercado con infinidad de colores, variaciones, acabados y ediciones especiales pero, en en el fondo, apenas hay modelos nuevos o diseños interesantes que nos aparten de la adormecida inventiva de la industria estilográfica de nuestros días.

Por esta razón, la Curidas ha sido todo un revulsivo. No sólo porque compite de lleno con la incombustible y maravillosa Pilot VP sino porque aporta un conjunto de soluciones técnicas y de diseño francamente originales y complejas. Lo que no está claro para los especialistas es si esta originalidad ha dado como resultado una pluma eficaz y bien resuelta. Me propongo dar mi punto de vista sobre cuestión tan debatida.

Curidas significa "curiosidad", con esa extraña manera que tiene en Japón de usar el inglés para crear acrónimos o portmanteau. Viene de Kuridatsu y Curiosity.

No es la primera vez que Platinum pone en el mercado una pluma retráctil. En1965 comercializó la llamada Platinum Knock cuya parte inferior se parecía mucho a la Pilot Capless que la había precedido un par de años antes, pero que, al mismo tiempo, conservaba un indudable aire de familia con las Platinum Pocket Pen de la época.

(foto: Platinum) 

Hay que reconocer que la Curidas es una pluma enormemente atractiva. No solo por sus modernísimas lineas sino porque, para un estilófilo de pro, ofrece la ocasión de experimentar nuevas emociones en el técnicamente aburrido mercado de la estilográfica. Su diseño es novedoso, sus soluciones únicas y su complejo mecanismo, sumamente interesante. Para colmo, tiene un precio aceptable y un rendimiento digno de la marca.


La pluma se presenta en una lujosa y elegante caja de cartón con funda.


En el interior, la pluma yace sobre una superficie aterciopelada que esconde un departamento con la documentación y la herramienta para desmontar el clip. Debo puntualizar que el convertidor no viene de serie sino que ha de comprarse aparte.


La Curidas es una pluma grande, 154 mm. Notablemente mayor que una Safari.


Hay una primera impresión que no me ha abandonado desde que la ví: mucho plástico para una estilográfica con un mecanismo tan complejo y soluciones tan novedosas. No quiero decir que el material sea frágil, que no lo es, sino que la percepción general del instrumento resulta algo insustancial. Comparada con la solidez y los materiales de una Pilot VP, la Curidas recuerda a una Preppy desarrollada.


Pese a todo, el plástico translúcido con el que está construida la pluma es de evidente calidad y cuenta con nervaduras interiores que refuerzan su solidez.  Pero salvo el clip y el pequeño anillo central, todo en el exterior es plástico, incluido el pulsador.


La Curidas es una estilográfica con plumín retráctil , exactamente igual que la Pilot VP. También lo es la Lamy Dialog, aunque el mecanismo de apertura de la alemana sea muy distinto y el segmento de precio, muy superior. En las japonesas, el plumín permanece oculto en la boquilla y se descubre mediante la acción de un pulsador que se apoya en un muelle interior, como un bolígrafo. En esencia, este sistema aplicado a la estilográfica consiste en una pieza interior extraíble, que podríamos denominar conjunto funcional,  que contiene el plumín y un depósito de tinta solidariamente unidos, el cual se desplaza hacia delante y hacia atrás gracias al mecanismo de impulso.

Siendo ésta la esencia, el mecanismo de la Curidas presenta varias novedades respecto a la Pilot VP. La primera es el alojamiento interior del plumín. A diferencia de lo que ocurre con un bolígrafo, el plumín de una estilográfica no debe estar demasiado tiempo expuesto al aire puesto que ello provocaría el secado de la tinta depositada en el conjunto plumín/alimentador y,  consecuentemente, la interrupción del flujo. Para evitarlo, la Curidas cuenta con un pequeño alojamiento interior, o nib pocket como lo denomina Platinum, que guarda el plumín. Se trata de una pieza de elastómero insertada en la boquilla.

(foto: Platinum) 

Esta pieza tiene dos características muy especiales: por un lado, es móvil y, por otro, estanca. Puede apreciarse perfectamente que, cuando el plumín se retrae en su interior, el alojamiento adopta una posición más atrasada que cuando se extrae, en cuyo momento la pieza se acerca a la boquilla por la que sale, finalmente, el plumín.

La razón de esta movilidad tiene que ver con el largo recorrido que debe hacer el plumín para salir (bastante más de lo que hace, por ejemplo, la Pilot VP) y, al mismo tiempo, capacidad de retroceder lo bastante como para alojarse en el interior del recipiente que lo protege. Adviértase la diferencia de exposición exterior de la Curidas y de la Pilot y las distintas dimensiones de los pulsadores respectivos.



Esto indica que el desplazamiento interior del conjunto funcional de la Platinum es mucho mayor que el de la Pilot. Así se justifica que el alojamiento interior del plumín deba moverse para acompañar el recorrido del plumín desde su posición de reposo hasta la de escritura.



En la Pilot VP, que no cuenta con alojamiento interior móvil, el plumín está protegido por una portezuela unida a la boquilla por un pequeño muelle pero no se aloja en ningún compartimento estanco. Por el contrario, la estanqueidad del alojamiento interior móvil de la Curidas, segunda característica muy especial de esta pluma, la proporciona una pequeña pieza de cierre, o escotilla, que se abre cuando éste es impulsado hacia adelante por el pulsador. Cuando el plumín se retracta, ésta escotilla cierra el alojamiento interior en torno al conjunto plumín/alimentador. De esta manera se garantiza la estanqueidad del plumín que, como vimos, es uno de los problemas a resolver en este tipo de mecanismos abiertos. Adviértase cómo la escotilla se abre cuando sale el plumín.




La escotilla de la Platinum abre y cierra empujada por el pulsador y guiada por un ingenioso mecanismo de gestión que puede apreciarse en una abertura inferior de la boquilla coronada por dos pequeñas aletas.


Si se mira con cuidado, se aprecia perfectamente que la escotilla cuenta con un pequeño resalte o nervadura que, durante el proceso de salida del plumín, se introduce automáticamente en el referido hueco y guía la pieza hasta su posición final de apertura.


Al retraer el plumín, la pieza vuelve a su posición de cierre siguiendo este resalte. Véase lo que ocurre:




 El mecanismo es sumamente complejo e interesante y, en principio, garantiza la estanqueidad del plumín así como un funcionamiento impecable del sistema de apertura y cierre.


El plumín de la Curidas, como ya hemos visto, es notablemente más grande que el de la Pilot VP si bien  no se ofrece en otro material que nos sea el acero. La morfología del plumín y su inserción en el alimentador se asemeja a los de la Preppy, con dos pestañas latero/inferiores que aseguran el ajuste entre ambas piezas. El alimentador es también similar en forma y tamaño.


El conjunto funcional de la Platinum opera insertado en un mecanismo más complejo que el de la Pilot. Así como en ésta solo es necesaria una operación para extraerlo, en la Curidas son necesarios tres. Cuando se desenrosca la pluma, se ve el conjunto insertado en la pieza metálica que une el cuerpo con la boquilla, donde aparece la rosca.


También se aprecia el muelle que sirve para accionar el pulsador y descubrir el plumín


Pero el conjunto funcional no puede extraerse directamente sino que hace falta, en primer lugar, apretarlo en dirección a la boquilla para que el tetón que lo enclava se mueva siguiendo la acanaladura paralela izquierda hasta salir por el hueco que permite liberarlo.


Una vez conseguido, se extrae el conjunto, lo que constituye la segunda operación. Aquí se advierte cómo, mientras sale, aparece el muelle que acciona el pulsador para impulsar uy recoger el plumín.


Aquí se ve el conjunto funcional con el muelle extraído de su alojamiento.


Pero aún es necesario llevar a cabo una tercera operación puesto que el conjunto extraído no es propiamente el bloque sino que aún muestra la camisa metálica que lo contiene. Aquí podemos ver perfectamente las dos piezas, aún sin desmontar, donde se aprecian los dos tetones operativos


Para acabar de extraer el conjunto funcional, tenemos que volver a girar la camisa metálica sobre el tetón que la mantiene en posición.


Aquí vemos ya las dos piezas  y el conjunto funcional con su convertidor (o, en su caso, cartucho) y la camisa metálica ya desmontada


Este es el conjunto desmontado junto con los dos sistemas de carga que pueden elegirse.


Como vemos, no es posible instalar un cartucho ni operar el convertidor hasta que no se llevan a cabo estas tres operaciones. Esto complica en cierta medida la carga de la pluma aunque aporta esa agradable complejidad que algunos estilófilos apreciamos tanto pero no estoy muy seguro de si lo será por parte de un usuario normal o por alguien que desee una estilográfica simple y fácil.

Hay otro elemento sumamente original en el diseño de la Curidas y es su clip. Una de las mayores quejas contra la Pilot VP es la posición del suyo que queda, inevitablemente, entre los dedos del usuario. Para mí no es un problema especial aunque reconozco que no deja de ser una limitación al libre movimiento de los dedos. Pues bien, la Curidas pretende resolver la cuestión de dos maneras: por un lado, haciendo que el clip sea desmontable y, por otro, alejándolo del extremo de la boquilla donde deberían colocarse los dedos.


El desmontaje del clip no puede llevarse a cabo con las manos sino que requiere el auxilio de una pieza que se incluye en la caja. Esta pequeña herramienta se coloca en la parte inferior de la pluma, empuja hacia afuera los brazos del clip y, cuando se mueve hacia adelante, los libera de los pequeños resaltes donde se sujeta. Platinum acompaña un pequeño manual de instrucciones


La operación no resulta complicada aunque tampoco es excesivamente fácil.


Como se pueede apreciar, incluso sin clip, la boquilla muestra elementos protuberante que podrían estorbar la libertad de agarre a la hora de escribir.


Volver a montar el clip es más difícil. Hay que embocar la muesca superior con el resalte de la boquilla, volver a colocar la herramienta de apertura y empujar el clip con cuidado de no forzar demasiado y provocar la ruptura de cualquiera de los resaltes de plástico donde encaja.


Es de suponer que el usuario normal escribirá, o no,  con el clip, según sus gustos, pero no parece cómodo ni aconsejable, quitarlo y ponerlo a menudo. No resulta fácil ni parece demasiado seguro para la integridad de la pluma.

La boquilla es muy ancha lo que, en teoría debería  suponer mayor comodidad para el agarre. Sin embargo, como hemos visto, la existencia de las aletas que coronan la abertura inferior, constituye un elemento intrusivo en sus líneas y, si desinstalamos el clip, es cierto que se facilita la libertad de movimientos del usuario, pero aún quedarían los resaltes de sujeción.  En definitiva,  considero más práctico usar la pluma como viene, con el clip, puesto que su posición retrasada no estorba excesivamente el gesto de agarre y, en todo caso, tampoco se gana demasiado quitándolo a causa de las protuberancias que serán inevitables.


El plumín de la Curidas es, como la pluma, totalmente nuevo y no es posible intercambiarlo con ningún otro de la marca. Es un plumín de acero que solo se sirve en grosores F, EF y M. Adviértase que, a diferencia de lo que ocurre con el de la Preppy, éste cuenta con agujero de ventilación.


El plumín M como el que porta el ejemplar que muestro, tiene un tallado singular; se puede advertir una terminación algo cuadrada, tipo stub.


La Curidas es una pluma de líneas extraordinariamente originales que, en unión a la profusión de plástico traslúcido y los interesantes colores en que se ofrece, le confiere una modernidad incuestionable.

(foto: Platinum) 

El gran tamaño, la contundente presencia y la belleza del diseño, atraerán a muchos compradores. Su desempeño funcional, típico de la marca, es otro valor seguro.

Por otro lado, el mismo tamaño y el enorme recorrido del pulsador serán inconvenientes para usuarios de manos pequeñas o que gusten de instrumentos más recogidos. Finalmente, la inusitada complejidad de su mecanismo será, al mismo tiempo, un irresistible atractivo para la mayoría de los estilófilos y un cierto inconveniente para usuarios menos exquisitos.


En cuanto al precio, la Curidas es la más barata de las plumas retráctiles actualmente en fabricación. Ronda los 75 euros, lo que le confiere una relación muy favorable dada su calidad y originalidad. ¿Será una competidora para la Pilot VP?. Lo dudo; ante todo, porque la Pilot está en un segmento de precios superior, dado que la más barata ronda los 100 euros y puede llegar a los 400 o más en ciertas ediciones especiales o limitadas. Por otro lado, la Pilot es una pluma muy distinta en todos los aspectos, que cuenta con un público consolidado y que difícilmente la cambiará por la Platinum. Creo que la Curidas abrirá un nuevo nicho en el mercado y, desde luego, satisfará a los aficionados de toda condición, pero no a costa de Pilot.

Concluyo esta larguísima reseña con unas palabras de agradecimiento a Inktraveler, la modélica tienda española online donde he adquirido este ejemplar. Su director no es sólo un estilófilo de raza, sino un gran amigo que hace lo imposible para satisfacer las peticiones de todos quienes acudimos a él.









lunes, 27 de abril de 2020

Wing Sung 3013: Las razones del equilibrio

De entre las marcas chinas con mejor relación calidad/precio suele destacar Wing-Sung. Ya hemos tenido ocasión de hablar de sus productos que, por regla general, constituyen un magnífico ejemplo de eficiencia industrial. Sus estilográficas son decentes, en muchos casos buenas y en todos ellos, ofrecidas a precios asombrosamente bajos.

La 3013 es un clon de la Twisbi Vac 700, una pluma consistente y de gran tamaño que utilizaba, por vez primera en la marca taiwanesa, el sistema de carga por bomba de vacío. La 700 no tuvo el éxito que se esperaba de ella y dio lugar a una versión más reducida y mejor recibida que de nominó Vac-Mini. La Vac 700 tiene un precio relativamente alto para la marca pues ronda los 70 euros. La forma de ambas plumas es, como puede apreciarse, prácticamente idéntica aunque la Wing Sung es más pequeña y menos gruesa.


La 3013 también carga por bomba de vacío aunque veremos que el sistema de la china es algo diferente y, obviamente, de inferior calidad.


Cuando dos plumas como estas se comparan, es preciso recordar que las diferencias de precio en este segmento son, inevitablemente, producto de una mayor o menor calidad, lo cual no solo se refiere al mero rendimiento sino a otros intangibles que forman parte del producto. La Twsbi, por ejemplo, tiene una presentación mucho más cara: embalaje, caja y documentación, que cuestan dinero al fabricante. También ofrece una garantía y un servicio de mantenimiento que la china no tiene. Finalmente, los materiales que usa la taiwanesa son de muchísima mayor calidad que los de la china. Vayamos por partes.


La 3013 se presenta envuelta en un celofán de plástico como único embalaje. Su nivel de acabado es bueno para su precio. Es una pluma de plástico inyectado y no torneado como la Twisbi pero también  aparenta solidez y contundencia. Tiene un buen peso y en la mano se percibe robusta. El modelo que presento es transparente adornado con unas pequeñas motas brillantes que añaden notable atractivo al instrumento.


Algunas de las fornituras de la WingSung son metálicas aunque no todas y no las más importantes. El cartucho de la boquilla y el soporte del pistón son de plástico cromado.


En cambio, los anillos, el remate del capuchón, el clip y la varilla del pistón son metálicas.  Tampoco el metal es de la máxima calidad ni presenta el mejor acabado, pero resulta aceptable.


El plumín es un WingSung F de acero. La calidad es razonable aunque debe recordarse que puede sustituirse por los Pilot de gama baja como los de la Kakuno.


El alimentador es un número 5 de sección estrecha y de plástico.


Todo el conjunto está inserto en la boquilla mediante un contenedor de plástico cromado.


El sistema de carga es el de bomba de vacío, pero con alguna particularidad. El conjunto operativo no es de acero salvo la varilla. Esto hace que no pueda asegurarse su duración si no se usa con cuidado. Tampoco quiere decirse que sea un defecto, pues todos conocemos multitud de piezas del hogar realizadas en este tipo de plástico cromado, especialmente en la fontanería y decoración. No obstante,  es obvio que el acero ofrece mayor durabilidad.


El mecanismo de lleno funciona perfectamente y es de muy fácil accionamiento. Se desenrosca la tapa superior del cuerpo, se extrae el pistón con ayuda de la varilla, se introduce el plumín en la tinta y se empuja de nuevo el pistón hasta el fondo. Al rebasar el pistón la parte cilíndrica del cuerpo y llegar a la tronconónica, el aire comprimido en aparte superior del cuerpo recuerda su presión normal y absorbe la tinta. En una próxima entrada explicaré con detalle este mecanismo.


En la WingSung, a diferencia de otras plumas de bomba de vacío, el pistón no llega hasta el fondo del cuerpo lo que significa que la tinta fluye constantemente del cuerpo hacia el alimentador. En otros modelos, como la TWISBI y la Pilot 823, el pistón obtura por completo este camino y el flujo solo se garantiza desenroscando ligeramente el culote cuando se escribe.


Ambos sistemas tienen ventajas e inconvenientes. El de la WingSung (que es el mismo que utiliza Visconti), evita tener que desenroscar el culote cada vez que se escribe pero, a cambio, no garantiza la estanqueidad del cuerpo, lo que podría provocar,  por ejemplo, pérdidas de tinta por diferencias de presión o fisuras accidentales de la boquilla y sus piezas. Todo el sistema se puede desmontar muy fácilmente ya que el soporte de la varilla va simplemente apoyado sobre el cuerpo y se asegura allí mediante la anilla roscada. Adviértase la rebaba longitudinal del plástico cromado.


Aquí aparece la pluma totalmente desmontada; puede llevarse a cabo sin herramienta alguna. El clip del capuchón también puede desmontarse dado que cuenta con un tornillo interior practicable.


La WingSung es una pluma con muchas piezas de plástico de no excesiva calidad, lo que alcanza al propio mecanismo de carga por bomba de vacío. Esto abarata su precio, sin duda, pero va en detrimento de su fortaleza y durabilidad. Si a ello unimos su pobre presentación y su falta absoluta de garantía o mantenimiento, tendremos una pluma eficaz, divertida y avanzada por su mecanismo de carga pero que puede fallar en cualquier momento.

Ahora bien, he dejado para el final la cuestión de su relación calidad/precio que, sorprendentemente, es más que equilibrada. La 3013 cuesta la increíble cifra de 4,50 euros. Por ello, el equilibrio entre coste y rendimiento es espléndido y, me atrevería decir, insuperable para una estilográfica con este mecanismo de carga. Es el precio, por tanto, el que determina un equilibrio fantástico, pues el ínfimo valor de reposición de esta pluma es tan bajo que justifica cualquier alternativa al mantenimiento tradicional. La TWISBI Vac 700 cuesta doce veces más que la china lo que explica sus diferencias.