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Personajes con Estilográfica: Mark Twain

Mark Twain, o Samuel Clemens que era su verdadero nombre, es, probablemente, el primer ejemplo de contrato publicitario relacionada con la estilográfica.


Entre 1876 (Las Aventuras de Tom Sawyer) y 1885 (las Aventuras de Huckleberry Finn), la fama del genial escritor se había disparado hasta convertirle en una figura de enorme éxito y popularidad.  En los albores del Siglo XX, cuando Twain ya era todo un personaje nacional, fue contratado por Conklin para ser la imagen de la marca.



No es posible saber si Twain hablaba bien de las Conklin por haber sido contratado al efecto, o porque verdaderamente lo pensaba. Teniendo en cuenta la grandísima calidad de aquellas estilográficas, es probable que, además de cumplir con sus obligaciones publicitarias, lo creyera de verdad. Esta era su famosa frase referida a la Crescent Filler:

“Prefiero una sola Conklin a otras diez plumas cualesquiera, porque lleva su cargador en el estómago y no puedo extraviarlo ni queriendo. También la prefiero porque me ahorra blasfemias dado que no puede rodar al suelo desde la mesa."


Lo cierto es que las Conklin se hicieron tan famosas y se vendieron tan bien como los artículos y o ras de ficción del genial escritor, periodista y humorista. No es de extrañar dada la extraordinaria calidad de estas plumas y su belleza, derivada en gran medida de la técnica del guilloqueado que se introdujo para adornar la anodina ebonita negra típica de las primeras estilográficas.


La relación de Twain con Conklin se mantiene hasta hoy en día en que la marca continúa comercializado un modelo con su nombre y, naturalmente, con el clásico crescent filler que la hizo famosa.

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