Para los amantes de las plumas italianas, la hecatombe de su industria durante los años 2008-2015 constituyó todo un golpe. La desaparición de grandes marcas como Omas y Delta y las enormes dificultades de otras como Visconti o Marlen, fueron muy malas noticias. Pero por uno de esos giros del destino que a veces nos sorprende, asistimos en los últimos tiempos a un nuevo amanecer de la industria italiana en el que marcas como Tibaldi, Leonardo y, sobre todo, Maiora, nos han devuelto la esperanza.
Delta estuvo dirigida por dos grandes personalidades del mundo de la estilográfica, Ciro Matrone y Nino Marino. Tras la disolución de la sociedad, los hijos de Matrone, Mariafrancesca y Salvatore, crearon la marca Leonardo, y Nino Marino creó Maiora. La nueva marca se ha centrado en la producción de plumas que reúnen lo mejor de la experiencia de su fundador. Es fácil encontrar reminiscencias de Delta en ciertos detalles de sus productos, en su presentación, en el cuidado con que tratan sus materiales y en la indesmayable belleza de sus diseños. Italia siempre produjo estilográficas hermosas y es casi inevitable que sus actuales protagonistas lo sigan haciendo. El estilo, la delicadeza, los exquisitos detalles y el cuidado en la producción artesanal, forman parte de lo mejor de esta tradición a la que se ha añadido, para tranquilidad de los usuarios, una tecnología moderna que garantiza la funcionalidad de estas estilográficas.
La empresa Maiora de Nino Marino rescató la marca Nettuno en 2018, un sello de calidad y tradición que tenía a gala ser la primera marca italiana de estilográficas, pero que desapareció del mercado a mediados de los años 50 del pasado siglo. El modelo 1911 que la hizo famosa corresponde, se dice, al año de su primera producción. Hoy, Maiora fabrica las plumas Nettuno en Nápoles y lo hace de la manera más tradicional: resinas torneadas y vaciadas a mano, metales preciosos y acabados artesanales. Además, son productos con una relación calidad/precio francamente asombrosa dada su excelencia y rendimiento.
La empresa española Cruzaltpens, siempre atenta al mercado y a las necesidades de los estilófilos, se puso en contacto con Maiora para diseñar una serie especial de la Nettuno 1911. La idea consistía en crear cuatro estilográficas bajo el tema común de los elementos, aportando rasgos exclusivos y manteniendo la calidad esencial de las piezas originales y, sobre todo, su carácter asequible. Así nació la colección que hoy presento: los Cuatro Elementos, una edición especial de 50 ejemplares por modelo, limitada y numerada, pero con precios de estilográfica de serie. Yo no he sido muy amigo de las tradicionales ediciones limitadas que, a la postre, apenas servían para otra cosa que inflar la factura. Esta colección, sin embargo, ofrece al aficionado un producto exclusivo a precios asombrosamente reducidos.
Las plumas se presentan en una elegante caja de cartón.
En el interior, aparece una caja negra, de plástico y goma, que recuerda, en su estilo, a algunos de los últimos modelos usados por Delta.
En el interior, la 1911 se presenta perfectamente protegida, acompañada por una cajita accesoria con un par de cartuchos de tinta y espacio para el recambio roller del que hablaremos más adelante.
Las plumas son cuatro: Aire, Tierra, Agua y Fuego. Cada una exhibe una gama cromática acorde con su inspiración: azul, marrón, rojo y azul-verdoso.
Las plumas tienen una belleza espectacular. Las resinas utilizadas, torneadas a mano, captan la luz con una enorme cantidad de matices. Quitando el capuchón y descubriendo los generosos plumines, se aprecian unas proporciones típicas de los cánones mas clásicos de la estilográfica.
La pluma Fuoco exhibe una majestuosa resina roja con irisaciones plateadas.
La pluma Aria muestra una riquísima gama de delicados colores azules y verdes, traslúcidos, con trazas de plata. Derrocha profundidad y belleza.
La Aqua, en lugar de resina irisada, presenta una pieza de colores sólidos con la que juega a dibujar ondas en dos gamas de azules. Recuerda a las mejores ebonitas.
Finalmente, la Terra se adorna con una espectacular resina de colores marrones y azules, semitransparentes con irisaciones de plata.
La gran calidad de la resina, su exquisita combinación de colores, profundidad y riqueza de matices, pueden apreciarse con mayor detalle si nos acercamos al material.
El diseño de las plumas es perfectamente clásico, con extremos planos y formas geométricamente armoniosas.
Tienen un tamaño regular, ni muy grande ni muy pequeño, pues miden 134 mm de largo. Son plumas ligeras aunque se dejan sentir. Permiten una escritura prolongada, sin cansancio, porque son muy equilibradas. Eso sí, no aconsejo escribir con el capuchón colocado porque el equilibrio desaparece cargando el peso excesivamente atrás.
El capuchón, un verdadero flat top, es una pieza tradicional, cilíndrica, con diversos adornos. El remate superior es totalmente negro. En otros modelos anteriores de la 1911, se adorna con un disco metálico en forma de olas que aquí no aparece. Cierra a rosca.
Sin embargo, el tridente está pulido, y resalta sobre el clip con su acabado brillante. El clip se engarza al capuchón adornándose con un anillo en idéntica resina a la del cuerpo, rematado por dos anillos metálicos. Hay otro anillo igual en la parte baja del capuchón.
El cuerpo se compone visualmente de tres partes bien diferenciadas: la boquilla, el cuerpo propiamente dicho y el remate superior.
La boquilla y el remate superior son negros, fabricados, como el capuchón, en una resina torneada a partir de barras macizas. El material transmite finura y posee una altísima densidad.
La boquilla tiene forma ligeramente cóncava y, en su parte superior, se aprecia la rosca para el cuerpo y el encaje para el convertidor. La ejecución de la rosca, realizada a mano, es impecable.
El cuerpo, donde más luce la resina, constituye una sola pieza, ya que el remate superior no es practicable. En su parte inferior se encuentra la rosca para el capuchón.
La pieza de resina está rematada, en su parte superior, por una cenefa decorativa con arquería gótica, tallada en plata maciza, contrastada. Es un detalle elegante y discreto que no desentona con la imagen general de la pluma.
En el centro del cuerpo, longitudinalmente, aparece la inscripción correspondiente a la marca y al modelo en particular. En este caso: Nettuno, Terra Special Edition, made in Italy. También consta el número de la pieza, en este caso la 50 de un total de 50 unidades.
La inscripción incisa en el cuerpo es una vieja tradición de la industria de la estilográfica que, a mi juicio, resulta sumamente atractiva para el estilófilo. Hoy no es fácil encontrarla, de manera que hallarla aquí es muy agradable.
La pluma carga por cartucho/convertidor. Hubiera sido mejor disponer de un pistón pero el costo habría sido claramente superior.
El convertidor no está colocado a presión sino que se enrosca a la boquilla, al estilo Delta. Atención, pues, al desmontarlo.
El plumín de esta pieza es un Bock número 6, de acero rodiado, o dorado, en cada caso. Es una pieza de gran tamaño, lo que hace que resalta y destaque en el conjunto de la pluma. La imagen general es poderosa y evocadora de grandes modelos clásicos.
Los modelos Aqua y Aire cuentan con fornituras y plumín plateados, mientras que la Terra y la Fuoco, cuentan con elementos dorados.
El plumín está exquisitamente decorado con un interior cepillado mate sobre extremos pulidos. En lugar de la usual combinación de colores se ha optado por una de texturas, lo que resulta muy original, En el centro del plumín aparece la letra N coartada, logotipo de la marca; la medida, en este caso M, y el número 1911.
El plumín está acompañado por un alimentador de plástico estándar.
El conjunto se contiene en un cartucho extraíble, al estilo Pelikan. Esta es una característica típica de plumas de segmento superior que dotan a esta pieza de gran versatilidad.
El plumín se extrae fácilmente por simple tracción. Es perfectamente sustituible por otros plumines de la casa, la cual ofrece ejemplares de todos los tamaños incluido un extra fino y un stub.
Para colmo de virtudes, la colección Elementos cuenta con las posibilidad de transformar la estilográfica en un roller. Para ello, no hace falta más que sustituir la boquilla de la pluma por un conjunto alternativo completo que acompaña a cada estilográfica.
El desempeño de esta pluma es excelente. Los plumines Bock no necesitan demasiada presentación y su buen funcionamiento es proverbial. Siendo de acero, ofrecen una escritura firme y perfecta en todos sus grosores. No hay titubeo ni problema de arranque en ninguno de los modelos.
Aquí vemos un ejemplo de escritura en medida F
Otro ejemplo en medida M:
Y otro en medida B, extremadamente jugoso:
El trazo es, en todos los casos, firme y seguro, con un extraordinario flujo y una sensibilidad que permite sentir el papel. Los plumines se deslizan suavemente y con grandísima facilidad sobre cualquier soporte. Escribir con estas plumas es un verdadero placer.
En conclusión, la colección limitada Cuatro Elementos de Nettuno, dirigida por Cruzaltpens, constituye un conjunto enormemente atractivo por su belleza, la recuperación de valores casi olvidados y un desempeño digno de una pluma moderna de la mejor clase. Para ser una edición limitada de calidad, tiene un precio de 149 euros que considero más que adecuado para un producto de su categoría. Hace años, algo parecido habría costado más del doble en casi cualquier casa italiana; hoy, no hay nada semejante.
Quiero expresar mi agradecimiento a Paco Cruz, director de Cruzaltpens y enorme estilófilo, que ha tenido la amabilidad de hacerme llegar la colección completa para su revisión y análisis sin, como siempre, pedir nada a cambio.
Me he quedado extasiado. Hacia tiempo que no veía unas plumas tan hermosas. No sé si en la tiendas habituales de Madrid las podremos encontrar. Me gustaría verlas al natural. Me ha llamado la atención que no las comercialicen con plumín de oro aunque, por lo que dices, no hace falta por la suavidad de los de acero que vienen con ellas.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, amigo Fausto. Me alegra que te haya gustado. EL plumín de oro encarecería la pluma más de 100 euros aunque el comprador puede hacerlo por sí mismo en cualquier momento ya que el sistema de intercambio de plumines es muy fácil. Un cordial saludo
EliminarHola. Pues me he pedido una. Tus recomendaciones siempre han sido muy acertadas. A ver que número me toca. Gracias por descubrirnos estas cositas. Un abrazo y que tengáis todos un gran año lleno de luces para olvidar un poco las sombras que arrastramos.
ResponderEliminarEs un plscer saludarte, querido Fran. Me alegra que te haya gustado. Feliz Navidad para ti y los tuyos con un fuerte abrazo
EliminarMe parece muy bién que algunas marcas italianas se bajen de la nube y comiencen a fabricar modelos de calidad y a precios más o menos ajustados a la realidad.
ResponderEliminarLa verdad es que la Nettuno es muy bonita y está muy bién fabricada, amén de sus buenos materiales.Aunque creo que los Reyes Magos vienen de Oriente y se van a comer el pastel tarde o temprano.
Sin ir más lejos,acabo de ver una pluma Asa india,de ebonita tallada a mano y con un pedazo de plumín Jowo de 18 Kt por 150 €.Así que no veo yo mucho futuro a la industria de estilográficas italianas.
Gracias por tu comentario, amigo Antonio. Es cierta la competencia que mencionadas y por eso yo creo que la nueva estrategia de las plumas europeas pasa por rebajar precios y aumentar calidad, como ocurre con este Nettuno. En el caso de la ASA, piensa que solo el plumín JOWO les ha costado 114 euros. El resto es lo que corresponde a la manufactura y al resto del material. Un cordial saludo
EliminarTengo la suposición, quizás alimentada por mi desconocimiento, de que ese precio es verdaderamente fenomenal. He leído entradas previas y he notado precios más elevados por marcas italianas. En todo caso, son muy llamativos sus colores y diseños.
ResponderEliminarMuchos saludos.
F. Nelson Cabrera.
Gracias por tu comentario, amigo Nelson. yo también creo que es una relación calidad/precio muy buena. Me alegro que te hayan gustado. un cordial saludo
EliminarCiertamente una preciosidad de estilográficas y a un precio muy razonable. Dado que, como dice la canción, "yo nací en el Mediterráneo" la Aqua y la Fuoco son las que más me llaman la atención (ya se sabe: la cabra tira al monte), pero son los detalles los que marcan la diferencia. El plumín en doble tono me parece un diseño exquisito,su tamaño muy acorde con el cuerpo que lo soporta; el detalle del anillo en el capuchón, con el mismo color del cuerpo, rompe la monotonía del negro y el anillo de los soportales es una nota que da personalidad. Resumiendo una auténtica belleza italiana.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Me alegra que te haya gustado, Un cordial saludo
EliminarMe da la impresión de que no son plumines especialmente gruesos. ¿Me equivoco si el plumin B viene a ser un medio clásico europeo al estilo Lamy Safari? Gracias
ResponderEliminarNO lo son, en efecto, pero es difícil establecer comparaciones porque, como sabes, cada marca usa sus medidas., Me parece que los de la Nettuno son bastante estándar, ni tan gruesos como los Pelikan, por ejemplo, ni tan finos como los Caran D'Ache. Gracias por tu comentario y un saludo
EliminarHola! Tras leer el artículo, esta misma mañana me he acercado a Cruzaltpens y me he quedado con la Fuoco... Me ha sorprendido enormemente, ¡qué acabados y qué materiales! Desprende calidad por los cuatro costados y, en mi humilde opinión, creo que pocas plumas de su segmento le pueden hacer sombra en cuanto a calidad/precio. Y la sensación que transmite al escribir es muy buena, la manera en la que se desliza el plumín, F en mi caso, y el flujo constante hacen que usarla sea un placer continuo. Por último, quisiera agradecer desde aquí el trato tan exquisito que ha tenido Paco Cruz conmigo. Un saludo y gracias.
ResponderEliminarJose P.
Me alegra que te hayan gustado. La roja es espectacular y su rendimiento, como has podido comprobar, magnífico. Un saludo muy cordial, amigo Jose.
EliminarMaravilloso trabajo. Bellas estilográficas.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, querido Leonardo. un fuerte abrazo
EliminarInmejorable el artículo y espectaculares las fotografías, como siempre Pedro!
ResponderEliminarY que bien que su desempeño sea tan bueno.
Ver la belleza de esta Nettuno 1911 me recordó algo que leí en algún foro o blog cuyo detalle he olvidado con los años, pero que más o menos decía: “si la pluma es italiana, puede funcionar muy bien, o no, pero en ningún caso será fea!”
Gracias por tu comentario, amigo Julián. En efecto, el punto débil de la industria italiana ha sido su fiabilidad. Me atrevería a decir que es lo mismo que pasa con casi todos sus productos, como los automóviles, por ejemplo,. Bellos como pocos, problemáticos como casi ninguno. Afortunadamente, los productos modernos han evolucionado mucho y han resuelto muchos de los viejos problemas. Un cordial saludo
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