lunes, 4 de marzo de 2024

Majohn A1, Alternativa para curiosos y solución económica para aficionados.

 Antes de que el amable lector pierda la templanza, conviene aclarar aquí que si Majohn (o Moonman) ha comenzado a fabricar esta pluma es porque la patente de Pilot sobre la Vanishing Point ha caducado. Por tanto, siendo la A2, como es, una reproducción del modelo japonés, ello no constituye infracción alguna. Salvando las diferencias, es como si a Porsche le reprocháramos usar un motor de combustión como el que inventó el ingenioso Niepce en 1807 y cuya patente recibió de manos del mismísimo Napoleón. O sea, que el uso de modelos, mecanismos o diseños sin patente en vigor, es patrimonio mundial y cualquier puede utilizarlos. Otra cosa es lo que podemos denominar derechos morales del autor, que permiten atribuirle a él en exclusiva, el honor o el privilegio de su creación.

Dicho lo anterior, procede ahora constatar  que los recientes modelos de Majohn remedando a la VP de Pilot han supuesto toda una revolución en el mundo de la estilográfica. Han pasado casi tres años desde su lanzamiento y ya han conseguido colocarse en el punto de mira de infinidad de aficionados que han descubierto, no solo las bondades del diseño y la calidad del producto sino la oportunidad de disfrutarlo a un precio increíblemente asequible.

La industria estilográfica china tiene algunas características notables: su increíble capacidad de distribución, su masiva producción y sus reducidísimos precios comparados con la competencia. Añadiré algo más de especial importancia: una desconcertante facilidad para la innovación, la adaptación y el desarrollo que les permite, partiendo de algo preexistente, ofrecer productos evolucionados, mejorados e ingeniosos que resultan muy atractivos para los compradores, precisamente, porque constituyen una incontestable novedad. Y cuando la industria china de la estilográfica se fija en un modelo, lo vuelve del revés: lo replica, lo modifica y agota las posibilidades ofreciendo numerosas versiones como en este caso en que existe una A1, con y sin clip, una A2 y una A3, todas con la misma base de diseño, a precios muy asequibles y con una oferta de colores y acabados para todos los gustos.

En este sentido, resulta chocante el contraste entre los algunos modelos en los que se inspira la industria china, y las novedades que suelen introducir en ellos, hasta el punto de que los convierten en productos nuevos o, por decirlo mejor, en soluciones nuevas a productos viejos. Así pasa, por ejemplo, con las recreaciones de la Parker 51 con carga a pistón, las Sailor transformadas en vacumáticas o  las Pilot con capacidades de tinta reforzadas. Todas ellas se parecen a sus modelos, pero aportan soluciones técnicas  o mecánicas que a los fabricantes originales no se les habían ocurrido. No hablo aquí de la calidad de los materiales ni de otros aspectos como la durabilidad, sino, únicamente, de la capacidad de innovación.

La A1 es una reproducción de la Pilot Vanishing Point, una pluma revolucionaria que ofrece al usuario la misma experiencia que la de un bolígrafo, a saber, su puesta en uso mediante un pulsador que hace aparecer o desaparecer el plumín. La VP fué, y sigue siendo, un verdadero icono en el mundo estilográfico, un diseño único y rompedor que, a lo largo de las décadas, ha demostrado su eficacia y su atractivo.

La A1 es, pues, un clon, una copia o un remedo. Pero es mucho más. Para empezar, un desafío, porque conseguir emular la precisión técnica de la VP no es algo fácil. Pero también es un trabajo arriesgado porque la VP es una pluma única que ofrece al mercado un producto de alta calidad, magnífica producción y espléndidos materiales, incluso con ediciones limitadas. Finalmente, es una misión titánica porque superar el éxito de un modelo tan especial como la VP podía acabar en desastre. Sin embargo, pasado algún tiempo desde su lanzamiento, podemos decir hoy que la A1 ha sido un éxito que Majohn ha aprovechado para ampliar la gama y corregir los pocos defectos iniciales de su modelo. hoy, la A1 y sus variantes, se han convertido en objeto de deseo para casi todo el mundo estilófilo. Se han sucedido las pruebas, los análisis y las comparativas y, de manera prácticamente unánime, el producto se califica de gran calidad. 

La A1 es una pluma metálica, como la VP. Sus formas son muy parecidas aunque no idénticas. La china es ligeramente más pesada, más larga y más delgada. Transcribo aquí las medidas obtenidas por mi muy querido colega Bruno Taut y su extraordinario blog Crónicas Estilográficas.

.Moonman A1.

.Pilot Capless.
Length closed (mm)142141
Length open (mm)139137
Max diameter (mm)12.913.2
Weight, dry (g)33.730.0
Ink deposit (ml)0.9 (cart)
0.4 (conv)
0.9 (cart)
0.5 (CON-40)

Tampoco las líneas de la A1 son  idénticas a la VP. hay ligerísimas variaciones siendo la más apreciable la de parte superior donde se aprecia que la A1 es más estrecha y afilada, con un remate diferente del anillo superior. Con todo, es prácticamente imperceptible.

Las versión de la A1 que aquí presento es la estándar, aunque que hay otras versiones que citaremos más adelante. La que nos ocupa es metálica, con un magnífico guilloqueado que se extiende por todo el cuerpo de la pluma. El adorno general contrasta perfectamente con los detalles cromados de la punta, el pulsador y el clip.

El tono del metal es gris mate, un color que irradia elegancia y discreción, sin brillos ni excesos. Las formas y la estética de la A1, como las de su modelo la VP de Pilot, están sobradamente contrastadas con el paso del tiempo, hasta convertirse, hoy en día, en todo un clásico.


Resulta sorprendente que la pluma no muestre ningún texto o logo de marca. El único elemento que permite saber el nombre del fabricante es el plumín, como veremos más adelante.


El mecanizado del guilloqueado es, sencillamente, soberbio. Las incisiones son perfectas, las curvas, impecablemente ejecutadas y la apariencia general, sumamente atractiva. Ha de subrayarse que, en lo que se me alcanza, se trata de un diseño original.

Hay tres elementos no guilloqueados: la boquilla con el clip, el anillo central y el pulsador. El anillo central está fabricado en un metal plateado brillante, con un dibujo grabado en forma de líneas rectas inclinadas entre dos anillos exteriores. Contrasta muy bien con el cuerpo y aporta una llamada de atención, aunque el mecanizado resulta algo tosco.


El pulsador es ligerísimamente más grueso que el de la Pilot aunque es difícil apreciarlo a simple vista. Los cromados son de gran calidad.

La boquilla integra el clip. El diseño es idéntico al de las VP de Pilot.


El clip se sujeta a la boquilla con un par de aletines laterales insertados en ella. El ajuste es perfecto y su operatividad, absoluta.

El conjunto boquilla/clip de las VP ha sido siempre motivo de controversia. Muchos usuarios protestan por su incomodidad y por la extraña manera de agarre que el diseño impone. Esta queja tiene fundamento cuando hablamos de estilográficas para uso intenso, largas sesiones de escritura con horas de trabajo sedentario y en condiciones normales de escribanía u oficina.

Pero la gran ventaja de las plumas retráctiles es la facilidad y el ahorro de tiempo que supone disponerlas para su uso. Una pluma normal, cuando se dispone para escribir, requiere retirar el capuchón, guardarlo o colocarlo y, si éste es roscado, llevar a cabo la operación correspondiente. Una pluma retráctil, en cambio, está dispuesta para su uso inmediato con una simple presión del pulsador, y para guardarla, otro igual. Esto la convierte en un instrumento idóneo para un uso esporádico, rápido e inmediato; especialmente útil para viajeros o personas que desean utilizar una estilográfica fuera de su escritorio o mientras deambulan por un entorno dinámico de trabajo.

Para mí, el diseño de las VP no representa ningún problema, aunque reconozco que prefiero las boquillas totalmente lisas. Pero para un uso portátil y dinámico, nada supera la rapidez, limpieza y comodidad de una pluma retráctil.

Para responder a las quejas de quienes no gustan del clip, Majohn ha resuelto eliminarlo en otra versión de este modelo, la denominada V1 clipless. en esta versión, la ausencia de clip se sustituye por una pieza rectangular soldada al capuchón, que sirve para que la pluma no ruede sobre la mesa. la boquilla, por su parte, es totalmente lisa.

Es posible que para muchos, la clipless resulte más cómoda de usar por la ausencia de clip, pero me parece menos agraciada que el diseño tradicional de la VP normal. Confieso que el sistema antirrodadura, me resulta algo tosco.

Otro punto en que la A1 se diferencia de la Vp de Pilot es el anillo central. La solución de la china la hace claramente distinguible de la japonesa. El grabado del anillo es simple y, en general, bien ejecutado. El conjunto está enrasado con el cuerpo de la pluma, lo que facilita la comodidad de uso. Sin embargo, para mi gusto, no resulta tan atractivo como el doble anillo tradicional de la Pilot.


Las plumas retráctiles, por definición, cuentan con un mecanismo interior que permite que el plumín se esconda en el interior del cuerpo dejándolo a salvo de cualquier daño y evitando, en gran medida, las manchas inesperadas de tinta relativamente frecuentes en las plumas tradicionales. en el caso de la Pilot, el plumín se esconde tras una trampilla metálica con muelle que acciona el plumín al presionar hacia afuera y se cierra al retraerse. Reproduzco aquí el diagrama de su funcionamiento.

foto:Pilot

Adviértase cómo todo el mecanismo interior queda sellado cuando la pluma se cierra. Por delante, con la trampilla que queda en su lugar por la presión del muelle exterior; en la parte central, por la junta tórica que asegura el capuchón y el cuerpo; y, en la parte trasera, por el sellado de resina que llega hasta el extremo por el que se introduce el pulsador. 

Al abrir la pluma, se advierte que, al contrario que la Pilot,  la rosca que une el cuerpo con la parte superior, aunque muy bien ejecutada, no cuenta con una junta tórica que garantice el aislamiento del interior de la estilográfica.

Las roscas de cierre entre ambas piezas exteriores son robustas y bien mecanizadas. Perfectamente homologables con las de la Pilot.


Para abrir la pluma solo es preciso desenroscar el cuerpo superior del inferior. Así podremos ver las tres piezas básicas de las que consta.

Lo primero que salta a la vista es que el conjunto interior de la estilográfica china, en reposo, no descansa con el tetón insertado en la rosca como hace la Pilot. Por el contrario, el muelle de la Majohn lo mantiene fuera de la acanaladura prevista en la rosca para su ajuste perfecto. Esto hace que, al cerrar la pluma, debamos sostener el cuerpo interior alineado con la acanaladura para que, al roscar, se introduzca correctamente. En la Pilot el sistema es más sencillo, porque el cuerpo interior, al colocarse sobre la boquilla, descansa ya en posición de rosca.

El bloque interior de la estilográfica constituye su elemento estilográfico esencial ya que contiene el plumín, el alimentador y el depósito. El resto de la pluma es, en esencia, un mecanismo para hacer que este conjunto sea retráctil, como el de un bolígrafo.

En lo que se me alcanza, toda la mecánica interior de la Majohn es, básicamente, idéntica a la de Pilot.

El conjunto es totalmente metálico excepto el cartucho/convertidor. al extraer el capuchón que cubre el depósito, se accede al mismo. El capuchón sirve para que el mecanismo que acciona el pulsador no actúe sobre el plástico del cartucho provocando su deterioro.

El plumín es una copia casi exacta del Pilot. Se trata de una pieza de acero muy bien manufacturada, sin que sean visibles defectos de ejecución o de pulido. Carece de orificio de ventilación.

El plumín es idéntico a los Pilot aunque se aprecian varias diferencias: la más obvia es que el chino es de acero mientras que el Pilot, al menos en las versiones de gama media o alta, es de oro. La morfología de ambos plumines es idéntica, salvo detalles apenas perceptibles como la citada ausencia de agujero de ventilación en la Jinhao. El plumín es el única pieza de la pluma en la que aparece la marca del fabricante.

La sujeción posterior se hace con dos patillas en lugar de una, más ancha, en el caso de la Pilot.

El alimentador es de plástico, igualmente parecido a la japonesa. Su rendimiento es bueno aunque, como se ha apuntado más arriba, de un cuerpo tan reducido no es razonable esperar un flujo de tinta excesivo.

Desarmar el sistema de alimentación de las VP es una operación muy delicada, algo que se aplica igualmente a la Majohn. Extraer el plumín no suele presentar mayor dificultad ya que se consigue simplemente tirado hacia fuera, pero ir más allá es peligroso. Hay una herramienta especial para conseguirlo sin romper nada, pero el sistema es muy complejo, y sobre, todo sumamente frágil cuando se refiere al alimentador, muy largo y estrecho, de manera que es muy fácil de romper. Aquí se pueden ver la herramienta en cuestión y la rosca que sujeta el cartucho y el alimentador.

foto: FPN

El plumín se extrae fácilmente con la ayuda de una simple tirita de papel adhesivo. Aquí se ve la pieza ya desmontada.

El plumín, ya extraído, se puede cambiar por cualquier otro de los que Majohn vende separadamente. También se puede cambiar por un Pilot puesto que la forma y medida de ambos es exactamente la misma.

El plumín es de acero, como el de las versiones más asequibles de la Pilot, aunque ésta ofrece plumines de oro en sus modelos inmediatamente superiores, sin un incremento excesivo del precio final. solo se sirve en medida EF. 

Plumines tan estrechos y con un alimentador tan pequeño, dan por resultado una cierta tendencia al secado prematuro de la tinta si la pluma no se usa. Esto ocurre tanto en la Jinhao como en la Pilot. Las plumas retráctiles no son las mejores para ser guardadas con su carga de tinta. Requieren uso continuado y máxima limpieza.

El mecanismo de cierre de la boquilla es muy parecido al Pilot. Se trata de una trampilla metálica que, en fase de apertura, es accionada por la parte baja del alimentador y que, en fase de cierre, recupera gracias a un pequeño muelle. El funcionamiento del mecanismo es perfecto y parece robusto.

El hueco de la boquilla es ligeramente más grande que el de la VP de Pilot, con un diseño más del arco más apuntado y con los bordes de remate más gruesos.

La A1 se ofrece con tres piezas accesorias: un cartucho de recambio con tapón, un cuentagotas para rellenarlo y un convertidor. Me apresuro a decir que las medidas del cartucho y el convertidor son idénticas a las usadas por Pilot, lo que los hace perfectamente intercambiables, especialmente el convertidor que resulta así una versión asequible del CON-40 de la casa japonesa.

La oferta de plumas retráctiles de Jinhao no se limita a la A1 y a la A1 sin clip. También existe la versión A2 que es, en esencia, una versión china de la Pilot VP Décimo, más delgada y mucho más ligera que la A1, puesto aquí Majohn utiliza plástico como material para el cuerpo. La A1 es una pluma muy atractiva que, además, es más barata que la A1 y que, funcionalmente, resulta idéntica. También se ofrece en numeroso colores.

El cuerpo de la A2 es facetado, como las primeras Capless de Pilot. Esto le añade un atractivo muy especial para los aficionados.

Con estos tres modelos, Majohn ofrece una buena capacidad de elección a los amantes de las plumas retráctiles. 

Junto a la A1 y la A2, Majohn ofrece una versión de esta pluma con accionamiento giratorio desde el capuchón y una estética más desenfadada.

El rendimiento de la A1 es excelente. Para ser un plumín extra fino, genera un trazo estable, firme y jugoso, sin cortes ni titubeos a la hora de comenzar a escribir. No es un prodigio de suavidad, pero resulta sumamente cómodo y eficaz. Su rendimiento general es magnífico.

La A1, junto con su versión sin clip y la A2, ofrecen al aficionado una solución formidable para un uso portátil y de uso rápido de una estilográfica. La comodidad del sistema retráctil, su seguridad y su disponibilidad inmediata, la convierten en un instrumento utilísimo para quien necesita una pluma en actividades dinámicas que requieren un uso muy rápido, ágil y generalmente breve de la herramienta. La retráctil de Majohn es una pluma con unos acabados, una estética y una mecánica extraordinarios, apenas un par de escalones por debajo de su modelo nipón. Sus plumines, si bien no de oro, poco variados y tampoco equiparables a los soberbios Pilot, tienen un desempeño muy bueno para una pluma que, en su versión más cara, no supera los 25 euros envío incluído. La A2, por apenas 20 euros, es una fantástica alternativa a las Pilot, que no son fáciles de encontrar por menos de 150.

Majohn ha vuelto a hacer algo a lo que nos tiene acostumbrados últimamente la industria china: tomar un modelo clásico y, manteniendo en esencia su originalidad, redefinirlo y complementarlo con prestaciones nuevas. Cuando esto se hace con un alto nivel de calidad, como en este caso, la iniciativa empresarial consigue un éxito rotundo. Tanto la A1 como sus parientes, ofrecen una muy buena alternativa para que los curiosos de las plumas retráctiles puedan probarlas a placer sin tener que hacer un desembolso exagerado. Al mismo tiempo, los aficionados a este tipo de instrumento consiguen una alternativa de muy bajo coste a las VP de Pilot, plumas fantásticas pero que se ofrecen a precios ya elevados y que pueden resultar disuasorios. La creciente calidad de estos productos siempre constituye un revulsivo para la industria y, sobre todo, un beneficio para el aficionado.




10 comentarios:

  1. Hola, Tengo una A1 noclip y dos problemas con ella, el primero el resalte para evitar su rodadura, que no esta totalmente soldado, tiene un hueco en tres de sus caras, la soldadura esta realizada solamente por su arista superior, con lo que me pego unos tirones al engancharse mis barbas en el hueco que queda que son bastante desagradables, la segunda puñetita es que a través del orificio por el que sale el plumín, se me acumulan hilillos o pelotillas de la ropa, y estas cuando asoman, por capilaridad me crean manchurrones en las camisas y los pantalones, por lo demás me encanta. Es mas tengo otra en reserva.
    Esperan ansioso su próxima reseña Maestro.

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    1. Muchas gracias por compartir tu experiencia, amigo Ignaki. Creo que te han enviado una pluma con un defecto de acabado. La mía está bien soldado, aunque creo que deberíamos decir más bien pegada. Un cordial saludo

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  2. La verdad es que nunca me habría arriesgado a comprarme una Pilot retráctil, pero, con el precio de la Majohn/Moonman, me arriesgué y, la verdad, estoy muy satisfecho (mi modelo es uno de color naranja). Tiempo después, opté por una Platinum Curidas -que también merecería su tratamiento en estas páginas- y de nuevo me gustó. En el fondo hay una cierta contradicción "per se" en estos modelos: son útiles para la ajetreada vida de quien tiene que tomar notas en reuniones y lleva una vida muy atareada... cuando, de hecho, siempre asocio la pluma con la escritura relajada (incluso aunque sea profesional). Sea como sea, las dos me han parecido modelos sumamente interesantes y útiles. Y me alegra ver aparecer la Pilot y su reflejo chino en este grato rincón. Un cordial saludo, Capitán.

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    1. Los fantasmas acechan. He borrado uno de los comentarios duplicados y he borrado también sus respuestas. Reitero aquí mi agradecimiento por tus palabras que comparto plenamente. un saludo muy cordial amigo Nauta.

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  3. Felicidades por su vuelta al blog, siempre es un placer leer sus artículos.
    Tengo una Pilot Capless y la verdad es que para mi es de las estilográficas más cómodas de usar.
    Me surge una duda con los cartuchos de las Moonman, por lo que entiendo han optado por usar el mismo sistema de cartuchos que usa Pilot y los cartuchos standard o europeos no son compatibles con las estilográficas de la «familia A».

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    1. Muchas gracias por su comentario. Los cartuchos de la A1 y de Pilot son idénticos y, en consecuencia, perfectamente intercambiables. Ello significa, al mismo tiempo, que son incompatibles con el estándar universal o europeo. Un cordial saludo

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  4. En lo personal no me gustan este tipo de plumas. Pero no puedo negar la elegancia de este diseño. Siempre me había preguntado acerca de la solución técnica que lograba el sellado una vez retraído el plumín. Nuevamente me parece que las marcas icónicas y tradicionales, tienen un reto frente a estos modelos, porque aunque la calidad es inferior, en algunos casos, es poco perceptible. Por consiguiente, los otros dos factores a considerar será el prestigio de la marca y el precio. No sé si hay alguna evidencia de la reacción de dichas marcas a estas "novedades", pero sería interesante ver cómo ha afectado el mercado tradicional en la actualidad. Como siempre agradecido a Pedro sus esmerados análisis que a la vez que nos ilustran, nos hacen cuestionarnos el "ser o no ser" estilográfico. Muchos saludos.

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    1. Es un placer saludarte amigo Nelson. Gracias por tus siempre interesantes reflexiones. Un cordial saludo

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  5. Buenas tardes. Estaba un poco remiso a adquirir una de estas pero igual me animo... aprovecho para saludar y celebrar que haya vuelto a la carga con sus disfrutables entradas. Voy a hacer una jornada de reflexión...

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  6. Gracias por su comentario, amigo Joker, un cordial saludo.

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