La industria china de la estilográfica ya ha dedicado algún producto a personajes o hechos históricos. Hace años, incluso, que hubo marcas que se dedicaron piezas a personajes como Confucio (Hongdian), la Ópera (Duke), el Palacio de Buckinham (también Duke) o la Dinastia Qin (Hongdian D5). Pero que una estilográfica china homenajee a un personaje extranjero resulta algo sumamente extraño, por no decir insólito. Mucho más si ése personaje es, nada menos, el Papa Francisco, cabeza de un Vaticano con el que la República Popular China mantuvo relaciones, digámoslo así, manifiestamente mejorables.
Pero es que, además, la nueva Junlai 930 Jorge Mario Bergoglio es una edición limitada, algo también insólito en una industria que nos sorprende cada día. En este blog ya advertimos, hace ya años, de que la industria china de la estilográfica, tanto tiempo denostada y despreciada por los aficionados, era un gigante dormido cuyo despertar solo teníamos que aguardar para, al igual que ocurre en otros sectores como el del automóvil o el de la inteligencia artificial, confirmar que la industria china de la estilográfica se haya convertido en un verdadero referente. Podrá gustarnos o no, pero es un hecho que la descomunal potencia y la portentosa dinámica de China constituyen el motor actual de las mayores innovaciones tecnológicas y creativas en el mundo de la estilográfica. Quedan pasos por dar, sin duda, pero a medida que el tiempo pasa, se confirma lo que hace mucho tiempo dijimos. La relación calidad/precio de sus productos no deja de crecer y ofrece al aficionado (que no quiere arruinarse) inmensas posibilidades de disfrute.
La Pluma que nos ocupa se denomina oficialmente Jorge Mario Bergoglio y es una versión truncada de la Junlai 930 estándar. No dedicaré mucho tiempo a cuestiones técnicas que ya fueron tratadas en la entrada sobre la 930. Aquí quiero mostrar, sobre todo, su estética. Se dice también que la rosca del capuchon ha sido modificada para darle más firmeza y evitar que se desenrosque accidentalmente. Lo cierto es que no he podido verificar esta novedad de manera fehaciente así que me limito, simplemente, a divulgar el dato.
Por encima de todo, estamos ante una enorme pluma de incontestable belleza.
Al ser truncada es, lógicamente, algo más corta que su hermana estándar. Pierde, también, la clara referencia visual a las Montblanc Meisterstück. Ahora se parece mucho más al diseño de la Pilot Urushi.
Ya he tenido ocasión de decir que este tipo de plumas oversize son extraordinariamente cómodas. Deberíamos arrumbar definitivamente el prejuicio, básicamente estadounidense, de que "pluma grande= pluma no utilizable". La presencia general de la pluma, con su resplandeciente resina de color marfil, es realmente formidable, y la combinación del color marfil con los remates en negro, muy atractiva. No es un juego de colores novedoso, desde luego (recuerdo varias Pilot, Delta, Montegrappa, Laban y Sailor...), pero el resultado es soberbio dado su impresionante tamaño.
La parte superior del capuchón está coronada por un disco de metal, acabado mate, que contiene el logo de la marca.
Los acabados generales y el mecanizado de esta estilográfica son, como los de la 930 estándar, de una calidad excepcional. El tipo de resina utilizada, espléndido.
El grabado del cuerpo reza "Jorge Mario Bergoglio 1936-2025". Está impecablemente inciso en el cuerpo, longitudinalmente. Hay otra versión normal sin ella, algo más barata, que solo se sirve con plumín F y M y sin grabado. Siendo ésta una edición limitada, no lo está en ejemplares sino en tiempo de producción, que será el año 2025. La versión normal, por contra, permanecerá indefinidamente en el catálogo de la casa de Shanghai.
Las ventanas para ver el nivel de tinta que hay en el cuerpo, son más visibles aquí, sobre fondo blanco, que sobre el negro de la versión original.
Tanto el plumín como el alimentador son los del modelo matriz, pero hay que resaltar que se sirve en medida B y que el tallado del plumín es redondo, en forma de gota, al estilo occidental estándar. Los F y M que se ofrecen con el modelo normal, no limitado, tienen un tallado de tipo Montblanc, en forma apuntada, que se supone mejor para escribir caracteres chinos.
Junlai ya puso en el mercado en 2024 una pluma de gran tamaño con plumín de oro nº 9 y muy buenos acabados. Era la 900 y costaba más de 500 euros porque solo un plumín de oro de aquél tamaño suponía más de la mitad de su coste. No tuvo el éxito esperado y, lo que para un fabricante europeo habría supuesto un drama y la pérdida de enormes cantidades de tiempo en el desarrollo de alternativas, para la marca china no fué nada: cambió rápidamente la 900 por la 930, una nueva versión mucho más asequible, con plumín de acero y la misma calidad. La industria china aprende a una velocidad de vértigo. Junlai comprendió que el aficionado internacional de hoy en día busca estilográficas no demasiado caras, de buena calidad y desempeño y que satisfagan su curiosidad de coleccionista, incluyendo ediciones limitadas. En otros fabricantes, esto significa mucho tiempo de desarrollo, enormes desembolsos y precios desorbitados. Para China, un suspiro de rápida reflexión. La industria oriental es capaz de ofrecer ahora calidad y exclusividad a precios razonables, sumado a una capacidad de distribución inigualable. De sus nuevos lanzamientos, vende millones de ejemplares, principalmente en China. Su servicio técnico es inexistente, desde luego, pero ya hemos entendido por qué: el fabricante ha aprendido que la alternativa a un servicio técnico lento y caro, es fabricar plumas fáciles de desmontar y reparar por el usuario, poniendo en el mercado todo tipo de accesorios y herramientas para el aficionado. El repuesto que para una pluma china es facilísimo de encontrar, resulta imposible para una japonesa, y eso que la industria japonesa exporta más del 60% de su producción. Este nuevo concepto es sumamente interesante desde el punto de vista económico y se concreta en decir al usuario: "no le hará falta un servicio técnico porque le daremos las herramientas para reparar sus plumas usted mismo y, en todo caso, le habrán costado tan poco que podrá reponerlas a menor precio que repararlas". Este es un nuevo paso en el desarrollo de un sector productivo, moderno y dinámico, que no para de darnos sorpresas. La calidad de la 930 y su belleza estética son la mejor prueba.
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