La Havanna fue, desde su nacimiento, una pluma extraordinaria. Estaba construida de aluminio, un material que ha sido usado masivamente y llevado a la cima, años después, por la mayoría de los fabricantes. Sus líneas, purísimas, eran fiel reflejo de la estética japonesa pero, al mismo tiempo, un anticipo de proyectos tan similares como lo fueron algunas Lamy, algunas Twsbi, y muchas otras hijas de la simplicidad y el minimalismo tan de moda hoy en día.
La Havana obtuvo el Rot Design Award en 1989 y el premio de diseño IF en 1990. Todo un récord para una pluma de precio asequible y modesta distribución.
La Tombow Havanna se llamó, años después, Zoom 505 aunque, en esencia, se trataban de la misma pluma con ligeras actualizaciones. Más adelante veremos algunas diferencias.
La Havanna se presentaba en un precioso estuche metálico de lata con una cama de espuma negra, un prodigio de simplicidad y belleza que hoy no resulta tan llamativo, pero que lo era tanto en 1989.
El diseño de la Tombow está inspirado en un cigarro habano, de ahí su nombre, aunque no es una pluma ancha. Tiene, es cierto, un buen cuerpo pero nada exagerado ni mucho menos incómodo. La pluma se asienta en la mano con mucha facilidad y confort.
La Havanna es una prodigiosa combinación de aluminio cepillado y piezas de goma que facilitan el uso y otorgan a la pieza una inconfundible presencia.
El cuerpo está íntegramente realizado en acero. Está rematado por arriba en forma de cúpula de medio punto y la boca permite ver una pieza independiente que configura la rosca. Un sistema fuerte y muy fiable.
El capuchón es también de aluminio cepillado. Se remata por arriba con un círculo de goma embutido en un anillo de acero que, a su vez, soporta el clip. La goma que hace juego con las de la banda inferior y con la boquilla.
En el labio inferior del capuchón puede leerse la leyenda "Zoom 505 fp". En el modelo original, solo se veía el logotipo de la casa Tombow.
En el reverso de la original, solo se leía super pen. En la Havanna, se dice Tombow, Japan
El clip es muy fuerte y fiable. Se trata de una pieza plana en acero pulido. El modelo original, como se ha visto, tenía un remate inferior distinto, con anchura rebajada.
El cierre del capuchón es a presión pero con una gran fuerza y una estanqueidad absoluta. No hay riesgo alguno de que la pluma se abra por accidente. Incluso cuesta un poco abrirla. Las roscas y el mecanizado de la pieza son de gran calidad.
La boquilla es metálica recubierta de goma. Tiene un diseño anatómico y, en efecto, ofrece un agarre muy cómodo y una asombrosa facilidad de uso. No hay bordes afilados ni accidente alguno que estorbe al usuario.
El plumín, típico de Tombow, es una pieza ligeramente curvada, de tamaño contenido. Carece de agujero de ventilación. Luce la leyenda Tombow y la M de la medida.
Se trata de un plumín durísimo pero con un rendimiento excepcional. Está asistido por un pequeño pero efectivo alimentador que lo mantiene muy bien hidratado. En medidas finas, el plumín de la Havanna ofrece un flujo seguro pero algo contenido. En medida M el flujo es mucho mayor y el desempeño, verdaderamente intachable.
Es un plumín suave aunque no excesivo. Conserva cierto mordiente ante el papel que no hay que cargarlo al catálogo de defectos sino a un estilo muy japonés.
La pluma se alimenta por cartuchos universales. Caben dos: uno en el interior del cuerpo y otro en servicio. No lo he comprobado aún, pero diría que admite cartuchos universales largos.
La pluma no se ofrece en otros acabados o colores y, aunque sigue a la venta, no resulta demasiado fácil de encontrar en tiendas físicas. tiene un precio de unos 75 dólares que me parecen justos por una herramienta de esta calidad.
Varias décadas después de su salida al mercado, la Havanna/Zoom, sigue siendo una incansable escritora revestida de una de las líneas más agraciadas de su categoría. La belleza es un valor que perdura y Tombow ha sido una pionera en cultivarla. Los afortunados que la descubrimos en su día seguimos disfrutando de su reconfortante compañía.