lunes, 5 de enero de 2015

Cómo desmontar, limpiar y lubricar un convertidor

El uso del convertidor se ha generalizado de tal manera que conviene tener algún conocimiento básico sobre cómo cuidarlo y tenerlo a punto. Es un mecanismo sencillo y versátil al que, no obstante y de vez en cuando, precisa de una limpieza a fondo y de una lubricación mínima que facilite su funcionamiento y garantice un adecuado desempeño de la pluma.

Hoy vamos a ver cómo se hace de la manera más sencilla y práctica. El modelo será un Sailor que es un convertidor específico de la marca pero que está muy extendido y sirve perfectamente para ilustrar el funcionamiento de muchos otros convertidores estándar.

Aquí vemos el convertidor colocado correctamente en la pluma


Se extrae de la boquilla tirando hacia afuera, simplemente, puesto que los convertidores Sailor -como la mayoría aunque no todos- se colocan a presión.


Una vez extraído, debemos comenzar por desenroscar la pieza metálica que une el pistón y el depósito.


Una vez desenroscado el conjunto, vemos lo siguiente:


Podemos ver el pistón y su rosca, el depósito, con su soporte para la rosca del pistón y el pomo para accionar el mecanismo. El pomo se extrae girándolo sobre la rosca del pistón. Así queda una vez extraído:


A continuación, tirando levemente del pequeño soporte de plástico que sujeta la rosca al depósito, extraemos el pistón.


Aquí arriba vemos, en sentido de las agujas del reloj y comenzando por arriba,  las seis piezas que forman el mecanismo. El depósito, el pomo para accionar el pistón, la pieza de sujeción del conjunto y el pistón roscado con su pieza de soporte.

A continuación, se procede a la limpieza del conjunto para lo cual ha de usarse abundante agua fría, eliminando cualquier resto de tinta seca sobre las piezas. Para la limpieza del depósito podemos ayudarnos de un bastoncillo de algodón.


Una vez limpio y seco todo, vamos a proceder a un ligero engrasado. Para ello utilizaremos grasa de silicona. Hace falta muy poca.


Con el dedo, depositamos un poco de grasa en tres puntos: comenzamos por los bordes del pistón para garantizar su estanqueidad.


Depositaremos otro poco en la rosca y en la pieza de soporte.


Finalmente, en la rosca del depósito.



Una vez engrasado, se vuelven a colocar las piezas en sentido contrario al de su desmontaje y se rosca finalmente la pieza metálica de sujeción con lo que tendremos nuestro convertidor perfectamente limpio y dispuesto para una larga temporada de trabajo.

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