Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2014

Los plumines y sus medidas; ése permanente misterio.

Hay dos medidas referidas a los plumines que son fuente permanente de confusión. La primera se refiere al tamaño de la pieza y la segunda a la del punto. El tamaño En cuanto al tamaño del plumín, se usan generalmente ciertos guarismos que, en realidad, no corresponden a ningún estándar ni, que yo sepa, a una referencia métrica concreta. Se habla de plumines #5, #10 ó #15 que dan una idea relativa de su tamaño. A mayor numero, más grande la pieza. Pero no hay, en realidad, un catálogo objetivo. Esos números suelen ser usados por algunas marcas, concretamente las japonesas y más específicamente Pilot, que numera así sus plumines. Por analogía suelen usarse para otras marcas, pero no existe un criterio normalizado. (foto: Penporium) Las medidas exactas las suelen dar los grandes fabricantes y, para ilustrarnos, tomaremos el ejemplo de Bock. El catálogo de Bock describe con total precisión sus piezas y distingue dos medidas básicas: el largo total y la anchura de espalda, o sea,

Plumas de invierno

Con los primeros fríos se siente la llegada del invierno y sus colores pálidos, blancos y desnudos como los campos helados. Nuestras amigas también se visten de blanco.

Personajes con estilográfica (IV): Marilyn Monroe

No creo ni que sea la pluma de Marilyn, pero la foto es magnífica y la actriz brilla con naturalidad en la plenitud de su belleza. Un admirador se acerca a pedirle un autógrafo y, junto con el papel, le facilita una pluma. Se trata de una Sheaffer, probablemente una Snorkel (1952-1959) que la estrella apunta con decisión hacia el cuadernillo mientras sonríe con franqueza a su propietario preguntándole el nombre que luego podrá en la dedicatoria. Qué fascinantes elementos confluyen en esta fotografía; el contraluz, la actriz, el cuaderno, la sonrisa, el autógrafo y, sobre todo, esa pluma cuya historia daría algo por conocer y no digamos por conseguir.

Monteverde Invincia Stealth

Yafa es un gran distribuidor norteamericano de instrumentos de escritura. Es el representante en USA de, por ejemplo, las italianas Delta , Napkin y Estipula y es el titular de dos marcas americanas: Conklin y Monteverde. Conklin se fabrica en USA y una de sus frases promocionales es el " all american ". Sin embargo, uno de los secretos mejor guardados de Yafa es el lugar donde fabrica las Monteverde aunque me parece evidente que se trata de China.  Gran parte de sus virtudes y también de sus defectos provienen de su origen. Hace algunos años que se puso de moda el acabado negro-negro, al estilo de las herramientas militares o armas que buscan la mayor discreción o indetectabilidad. Las estilográficas han recogido esta moda y puede verse ahora que muchas marcas ofrecen modelos con este tipo de acabado. Monteverde fue, si no la primera, una de las que comenzaron. Su Invincia Stealth fue muy bien acogida desde el principio y se mantiene en el catálogo de la marca en var

Hablando de precios...

Creo que ya no hay duda de que internet y el comercio global son dos factores que han alterado las estructuras comerciales del mundo. No sé si se podría hablar de revolución pero sí de que nuestro modelo mercantil está cambiando a pasos agigantados. En varios lugares de este blog me he referido a la tristeza que provoca ver cómo las viejas tiendas de siempre, las papelerías de toda la vida, van desapareciendo poco a poco como antes lo hicieron los cines de barrio, los restaurantes económicos o las tiendas de ultramarinos. Pero al mismo tiempo, me congratula ser capaz de conseguir los objetos que me gustan a menos de la mitad de lo que me hubieran costado de no existir internet. Con el dinero que invertí en plumas en los años 90 podría comprar hoy el triple de piezas. Lo que lamenta mi corazón lo agradece mi bolsillo. El precio de las plumas suele ser a menudo objeto de polémica. Frecuentemente recibo mensajes preguntando dónde se pueden conseguir los precios a los que suelo hacer r

Madrid, Capital de la Estilográfica

Junto al creciente interés por la estilográfica y su metamorfosis en adicción, discurre una terrorífica y creciente desertización de tiendas físicas. Ciudades que contaban con centenares de papelerías donde encontrar libros y material de escritura, son testigos ahora de su implacable desaparición, un fenómeno común en otros sectores comerciales pero especialmente doloroso cuando se refiere a las entrañables papelerías de nuestra infancia, aquellas que rodeaban nuestros viejos colegios y en las que nos surtíamos de aquellas herramientas esenciales para nuestros primeros años de aprendizaje. Papelerías que olían a tinta, a plásticos extraños y a resmas de papel cortado. Papelerías repletas de estantes de madera y cajas misteriosas de donde los empleados extraían todo tipo de tesoros. La desaparición de las papelerías tradicionales es un fenómeno universal. En ciudades inmensas como Londres, Nueva York, o París, hay que buscarlas expresamente y, a veces, solo hay un puñado. Especializad

¡Feliz Navidad!

La presente es para felicitar las Fiestas a todos los que forman parte de esta gran y apasionada familia de estilófilos. Mis mejores votos para todos con la esperanza de que el nuevo año nos traiga los mejores de nuestros deseos.

Delta Dolce Vita: Morir de éxito

Delta es una pequeña compañía italiana fundada en Napoles en 1982. Fue, junto con Stipula y Visconti, un intento por reverdecer las viejas glorias de la estilográfica clásica italiana. Ninguna de las tres tenía la historia de Omas, Aurora, Montegrappa o Ancora, pero su modelo eran los grandes éxitos  de primeros de siglo y, sobre todo, el uso de materiales y sistemas absolutamente clásicos. Las Delta son plumas totalmente italianas salvo por sus plumines que son Bock. (Delta Colosseum demonstrator. Foto: Delta) En el aspecto mecánico, el signo distintivo de Delta fue el uso de la palanca lateral y el depósito interior de goma como sistema de carga estándar para sus ediciones limitadas. Sus modelos evocaban grandes momentos culturales en la historia de Italia que es como decir la historia del arte. Optó enseguida por la producción de ediciones especiales conmemorativas que no sólo hacían referencia a aspectos culturales o históricos sino también a eventos actuales como los modelo

Omas: Maestra absoluta del celuloide.

Aunque la globalización ha desdibujado muchos de los antiguos atributos que cada nación o cada fabricante podían aportar a una determinada industria, aún hay grandes bastiones que defienden su identidad y aún su historia. Así como Japón es la cuna de las mejores plumas, Italia sigue siendo un referente en diseño y, sobre todo, en hermosura. Italia es un país fascinante en el que el cultivo de la belleza forma parte de su cultura. Cualquiera que pasee por sus ciudades y por sus calles, sentirá palpitar la herencia de siglos de pasión por el arte. Igual ocurre con la estilográfica. Dejando aparte la perfección mecánica de cada pieza, los fabricantes italianos cuidan mucho su estética porque no pueden dejar de ver la pluma como un objeto artístico. Omas es el paradigma de estos fabricantes porque hace décadas que fabrica algunas de las plumas más bellas, entre las que destacan por mucho las construidas en celuloide. Nadie trabaja el celuloide como Omas, un material noble que la empres

Bexley: Made in U.S.A.

Cuando uno piensa en plumas norteamericanas, no puede dejar de recordar que las tres grandes del siglo pasado nacieron en ése país: Sheaffer, Waterman y Parker, fueron las grandes protagonistas de la golden era de la estilográfica. Hubo otras marcas importantísimas como Conklin o Cross, por ejemplo, pero aquéllas sintetizan el momento supremo de la industria de la escritura en el nuevo continente. Aquellos tiempos volaron y hoy las tres grandes son la sombra de lo que fueron y, desgraciadamente, también sus productos: correctos pero, en el mejor de los casos, banales. No son ya ni la sombra de aquellas compañías tecnológicamente punteras que revolucionaron con sus diseños el mundo de la estilográfica en apenas veinte años y que inundaron el mundo con productos magníficos convertidos hoy en iconos del diseño industrial y de la modernidad. La primera potencia mundial era también la primera en todo lo relacionado con la escritura. A la muerte de los clásicos, sucede el retoñar de sus

Waterman Charleston: Provechosa mIrada atrás.

El avisado lector habrá descubierto a estas alturas que no soy un rendido admirador de la producción moderna de algunas marcas clásicas. Hay productos buenos, productos decentes, pero hay demasiadas plumas banales, anodinas o incluso de dudosa calidad. Hay marcas que viven de su glorioso pasado pero también hay modelos que echan la vista atrás para recuperar alguno de aquellos viejos valores que las hicieron ser lo que fueron y que aún pretenden recuperar. La gama actual de Waterman, salvo pocas excepciones, no resulta especialmente atractiva. Pero hay una pluma que destaca sobre las demás y no es ni la más cara ni la más original. Es, precisamente, la más clásica y se llama Charleston. Se trata de una estilográfica que homenajea a los años 20 en que reinó el estilo Art Deco. La Charleston se ha inspirado en un verdadero mito de Waterman: la Hundred Year Pen de 1939 diseñada por John Vassos. (Wateman Hundred Year Pen. foto: rick conner) La Hundred Year Pen fue la

Inoxcrom Caravel 1920. Sangre española.

Inoxcrom es una empresa española que fabricó plumas desde 1953 hasta la actualidad si bien la empresa ha sufrido graves vicisitudes que hoy la han convertido en apenas una marca comercial. Inoxcrom se fijó, desde el comienzo, en la pluma americana que se había convertido por entonces en el símbolo de la calidad y la representación: Parker.  El primer modelo de Inoxcrom, que entonces se llamaba Industrial Mava (por Manuel Vaqué, su fundador) , fue una imitación de la Parker 21 que por entonces era el modelo más popular de la empresa norteamericana. La pluma se llamó "Inoxcrom 41" y fue un éxito que más adelante ratificó la siguiente "Inoxcrom 55", uno de los modelos más importantes en la historia de la marca. Hasta 1985, todos los modelos de la marca seguían mostrando su deuda estética con las Parker 21 y 51. A partir de entonces, las cosas cambiaron y aparecieron nuevos diseños con nuevos materiales. La Caravel fue un modelo que Inoxcrom presentó en el año 19