Estoy seguro de que la mayoría de los lectores se habrá dado cuenta de un sutil movimiento comercial que se está instalando en el mundo de la estilográfica. Se trata de un progresivo estancamiento, si no retroceso, de las Ediciones Limitadas en favor, primero, de las Ediciones Especiales y, segundo, de la simple multiplicación de versiones. El coleccionismo como pulsión humana ya ha sido suficientemente explicado por antropólogos y sobradamente experimentado por los amantes de cualquier producto el cual sentimos a menudo la tentación de acumular aunque el objeto en cuestión carezca de utilidad práctica alguna. Desde sellos hasta automóviles pasando por camisetas, imanes de nevera o botecitos de arena, todo vale. Esta pulsión coleccionista es la que sirve, fundamentalmente, para justificar la fabricación de Ediciones Limitadas en el mundo de la estilográfica, un fenómeno que apareció con fuerza en los años 80 del pasado siglo y que llegó a su cénit en los años anteriores a la gran c
Plumas Estilográficas y Otras Cosas