Los 10 mejores plumines de todos los tiempos (y uno fuera de categoría)

 Comenzaré por tranquilizar al lector advirtiendo que los tiempos a los que se refiere el pomposo título de esta entrada son los míos. Es decir, que no pretendo hacer una referencia a todos los plumines que se han fabricado desde que se inventó la estilográfica. Tampoco se trata de una comparativa sino de una modesta lista que contiene los que, a mi juicio, son los mejores plumines que he probado jamás y que, teniendo en cuenta que la mayoría aún se pueden encontrar, puede servir de guía y contraste para el  aficionado.

Precisamente porque pretendo servir de cierta utilidad, me he limitado a plumines relativamente modernos y he excluido los de las plumas clásicas, históricas o desaparecidas. Menciono algunos que ya no se fabrican, es cierto, pero se pueden encontrar con relativa facilidad en el mercado secundario.  

El universo de los plumines es prácticamente inagotable. Estoy seguro de que mis amables lectores echarán en falta buenos ejemplares como los Faber-Castell, algún Lamy, algún Delta, los Dupont, Waterman, Sheaffer... Tienen razón, pero esta selección que hoy presento está hecha de la materia etérea con la que se construyen los gustos personales y lo que cada usuario encuentra en cada herramienta es algo muy particular. Es posible que quien guste de los plumines que suenen abominen de los muy suaves, y que quien escriba mucho prefiera los muy ligeros y casi resbaladizos. Cada usuario construye su propio universo adaptado a sus exclusivas necesidades, por lo que es preciso ser comprensivo con este tipo de listas. 

Como se verá, la mayoría de estos plumines son  japoneses. En  mi opinión, desde hace más de veinte años, no hay nadie que los fabrique como ellos. Su originalidad, variedad, eficacia y belleza, los coloca inexorablemente en los primeros lugares de cualquier comparativa. Pero también hay espacio para clásicas europeos, alemanes e italianos, aunque cada vez queden menos.

Una precisión final: cuando me refiero a "mejores" quiero decir a los que presentan, para mi gusto, un mejor desempeño. No los he elegido por su tamaño, su diseño o su belleza, aunque, como se verá,  sobresalen en casi todos estos aspectos. A lo que no me he atrevido es a hacer una lista por orden de preferencia ya que me considero incapaz de elegir a una de estas joyas por encima de otras. Todas son, sencillamente, inmejorables y deberían formar parte de la colección de cualquier estilófilo de pro.

Espero que los lectores disfruten de este pequeño desfile y que, al menos, les sirva para contrastar su experiencia con la mía. 

1.- OMAS ARCO BROWN edición limitada. (1991)

Los plumines de Omas siempre fueron espléndidos, pero el de la ARCO BROWN de 1991, alcanzó unos límites de excelencia difíciles de igualar y, de hecho, pocos modelos posteriores de la ya mítica marca consiguieron igualar la suavidad, elegancia y belleza de este incomparable plumín. Escritor infatigable, perfecto hasta en sus mínimos detalles de ejecución y, sobre todo, sólido y fiable como pocos. Un pedazo de bellísima historia.

De perfil, el Omas es un plumín elegantísimo, especialmente por el precioso tallado del iridio en forma de lanza, muy esbelta,  que permite un trazo muy húmedo y jugoso, de flujo constante.

2.- PELIKAN M805 (2004) 

Pelikan fabrica plumines de la mejor calidad pero el que conjuga mejor que ninguno las cualidades del fabricante alemán es el de la 800. Ni tan aparatoso como el de la 1000 ni tan contenido como el de series inferiores, el de la 800 es el paradigma de los plumines de buena pero no apabullante presencia, precioso diseño e intachable desempeño en toda ocasión. Seguro, fiable y siempre dispuesto, es un compañero fiel para todo tipo de escritor. Si la 800 es casi una pluma perfecta, su plumín es aún mejor.

El esbelto perfil de este plumín permite apreciar su cuidadoso tallado en forma triangular con curvas muy marcadas que garantizan una escritura muy fluida y uniforme.

3.-   VISCONTI VOYAGER ANNIVERSARY (1999)

Los primeros plumines Visconti eran de una calidad impresionante. Fabricados por Bock pero con unas especificaciones técnicas y estéticas de primerísimo nivel, fueron el producto de la imaginación de Dante del Vecchio que era, ante todo, un aficionado exquisito. Una de sus primeras ediciones limitadas fue esta Voyager que aparecía provista de un plumín de oro de 18K cuidadosamente preparado para dar un rendimiento espectacular. Suave y firme, es capaz de proporcionar un trazo impecable, húmedo y equilibrado, durante horas de gozosa escritura.

El perfil del Visconti es clásico y muy elegante. El tallado del iridio es en forma de gota muy estilizada y con curvas alargadas. Ello permite una escritura muy suave.

4.- MONTBLANC 149 (1992)

Pese a todo lo que suelo decir de Montblanc y de mi conocida opinión acerca de su orientación al lujo y la pérdida de algunos de sus valores tradicionales, el plumín de la 149 sigue siendo una pieza esplendorosa. Nunca la casa alemana ha podido igualar la belleza, el impresionante tamaño y el extraordinario desempeño de este fabuloso plumín. Cuenta con una soberbio tallado del iridio y un rendimiento que jamás defrauda. El resto de la pluma es cosa distinta, especialmente en los últimos tiempos, pero el plumín de la 149 pertenece al museo imaginario de la estilográfica como pieza absolutamente imprescindible.

El perfil del Montblanc es un modelo de elegancia y estilo. El tallado troncocónico, con la nariz ligeramente levantada, facilitan la suavidad del trazo y permiten un uso eficaz en cualquier posición.

5.- SAILOR 1911 (ca 2002)

Los antiguos modelos 1911 de Sailor eran una curiosa mezcla de las formas redondeadas de hoy en día,  con el capuchón flat top de la professional Gear que salió al mercado más tarde. Los plumines de 21 K de aquellas primeras 1911 fueron absolutamente soberbios. Todo lo que hoy significan los legendarios plumines Sailor,  ya estaba presente en las modestas 1911 de los primeros años 2000. El plumín de este ejemplar es el más sedoso, aterciopelado y suave que he encontrado jamás. Se desliza sobre el papel con una ligereza asombrosa y, al contrario que algunos modelos actuales, carece por completo de feedback o sensación de rozamiento sobre el papel. Es un verdadero prodigio de finura, elegancia y delicadeza. Otorga sensaciones incomparables.

El perfil típico de los Sailor es menos curvilíneo que otros y muestra un tallado en forma trapezoidal que confiere un trazo muy dulce con un enorme flujo de tinta.

6.- AURORA AFRIKA (2002)

Una de las pocas casas italianas que siempre ha fabricado sus plumines ha sido Aurora. Y lo ha hecho de manera extraordinaria. La veteranísima marca, fundada en 1919, ofrece uno de los mejores y más exquisitos plumines del mundo. Su belleza es solo comparable con su impecable funcionamiento. El plumín de la edición limitada AFRIKA es el mismo que la casa utiliza para sus plumas de segmento superior. una pieza de oro de 18K con un rendimiento absolutamente perfecto, ligero y tierno en el trazo,  preciso y constante en el flujo. Un regalo perteneciente a los mejores tiempos de la añorada industria italiana.

El perfil de la Afrika muestra unos hombros poderosos y una gran gota de iridio tallada en forma de esfera achatada, perfectamente mecanizada.

7.- NAKAYA (ca. 2007)

Cuando Nakaya comenzó a producir, utilizaba plumines Platinum a los que decoraba con motivos específicos y a los que denominaba (ahora no siempre) NAKATA, apellido del fundador de la casa Platinum. Cuando comenzó su andadura comercial, la divisa de la marca era "hecho para su mano"  porque, a la hora de hacer un pedido, era preciso rellenar un cuestionario sobre la forma particular de escritura de cada cliente. De esta manera, se daba un toque final al plumín, para cubrir sus gustos o necesidades. Aún continúan haciéndolo aunque ya hay muchas plumas que no se compran de encargo lo que elimina, de hecho, esta adaptación al consumidor. Con todo, los plumines Nakata son de lo mejor que el aficionado puede encontrar; su rigidez permite sentir el papel y cada trazo surge de la pluma con una naturalidad incomparable, otorgando un control excepcional al amanuense. Siendo de tamaño contenido, esos plumines son vistosos y elegantes. Su funcionalidad está fuera de cualquier duda: no fallan nunca y escriben con una precisión extraordinaria. Imprescindible.

El perfil Nakaya es el mismo que el de Platinum: plano y estrecho, reforzando el diseño longitudinal. El tallo del iridio, en forma de gota estilizada y pulida, favorece un flujo constante y una escritura muy precisa. 

8.- SAILOR 1911 NAGINATA TOGI (ca. 2003)

Conocida es la capacidad innovadora y  creativa de los nibmeister japoneses. Sailor es el prototipo de marca que ha hecho todo tipo de esfuerzos por ofrecer al usuario plumines con capacidades sencillamente colosales bajo el apartado specialty nibs. El maestro Nagahara ofreció durante décadas plumines fascinantes que hoy forman parte de las mejores colecciones del mundo y que, mucho me temo, no volverán a ser reproducidos. Pese a todo, el denominado Naginata-Togi, sin llegar a ser considerado en su día un plumín especial,  fue (y sigue siendo) un soberbio modelo de calidad, belleza y desempeño. Su rendimiento, suavidad y fiabilidad, siguen siendo asombrosos y la calidad de la escritura con él, gracias a las posibilidades de variación de trazo que proporciona el tallado, difícilmente igualable.

el perfil del Naginatam con sus gavilanes alargados en la punta, presenta una bellísima línea rematada por un tallado triangular que permite al usuario una increíble versatilidad de trazo.

9.- PLATINUM 3776 MUSIC (ca. 2002)

El humilde plumín music de Platinum comenzó siendo una simple opción para el modelo 3776 pero tuvo tantísimo éxito y se demostró tan versátil y creativo, que terminó convirtiéndose en una pieza especial con sobreprecio. El excepcional rendimiento y la suavidad de este plumín son ya legendarios y los que gustan de tamaños gruesos, stub o muy variables, no encontrarán nada mejor. Para firmar, dibujar, escribir música o jugar con la variación en el trazo, este plumín de Platinum es el hallazgo definitivo.

El perfil de ls Platinum, como el de las Nakaya, es plano y rectilíneo, acentuando su ligereza. El tallado del iridio es casi plano, lo que facilita la ejecución de trazos anchos y jugosos.

10.- SAILOR KING OF PEN (2015)

Si solo fuera por su hermosura, ya merecería la pena tener uno, pero el gran plumín de Sailor es un prodigio de eficacia, suavidad y belleza. Todo lo que tiene de bueno el 1911 se multiplica y crece en un tamaño descomunal hasta en su atractivo. Su rigidez permite sentir el papel mientras el iridio deposita un trazo perfecto,  invariable y seguro. Siempre dispuesto, húmedo y eficaz, no se interrumpe ni se seca jamás. Este plumín es uno de los paradigmas de la perfección. 

El perfil del Sailor, como es tradicional en la marca, es más rectilíneo y plano que otros y muestra un soberbio tallado en forma casi esférica, lo que le permite ser usado en casi cualquier ángulo con total seguridad.

FUERA DE CATEGORIA : PILOT CUSTOM URUSHI (2017)

Cuando Pilot puso  a la venta su descomunal Custom Urushi, lo más sorprendente no fue el delicioso lacado en urushi de la pluma,  sino su nuevo plumín. El gigantesco y poderoso  #30 de Pilot/Namiki es un portento en toda la extensión de la palabra.

El robusto perfil, perfectamente acompañado por la línea del alimentador, muestra unos gavilanes muy esbeltos y soberbiamente alineados, rematados por un iridio tallado cuidadosamente.

Como se puede apreciar, la forma de gota del iridio presenta en su extremo un acabado ligeramente más aplanado, para poder realizar un trazo húmedo y generoso.

La  escritura de este plumín es perfecta: suave, delicada, dulce, y al mismo tiempo elástica y versátil. porque goza de notable flexibilidad. Pareciera que su espectacular tamaño le permite reunir todas las virtudes predicables de un plumín. A mi juicio, ni siquiera el Emperor de Namiki iguala las soberbias cualidades mecánicas y funcionales de esta maravillosa pieza.  Hoy por hoy, me parece el mejor plumín del mercado y escribir con él es, simplemente, disfrutar.

Los plumines son el alma de las estilográficas y su  personalidad y desempeño determinan la calidad final del instrumento. Espero haber podido ofrecer una pequeña muestra de algunos de los mejores ejemplos.