La compañía Marlen fue creada en 1982 por los hermanos Mario y Antonio Esposito. Es, por tanto, una marca moderna, como lo son Visconti y Delta. Su irrupción en el mercado supuso un soplo de aire fresco en el diseño de las estilográficas de la época. Marlen no solo miraba al pasado clásico en cuanto a los materiales de las plumas sino que daba un paso al frente haci un diseño absolutamente singular, sin apenas precedentes. El gran éxito que consiguieron las primeras Marlen guardaba estrecha relación con sus formas revolucionarias, casi extrañas, con unos acabados clásicos, limpios y nada vulgares que parecían dirigidos a consagrados estilófilos. Sin concesión alguna a los brillos, los lujos o el gusto fácil, las Marlen de la primera época era plumas enormemente atractivas que en cierta medida, anticiparon el regreso de la ebonita y la clásica pureza de líneas de tiempos pretéritos a las mejores estilográficas de hoy en día, apartándose, al mismo tiempo, de los excesos barrocos de otros fabricantes italianos que pretendían asaltar el segmento de lujo.
Al mismo tiempo, Marlen hacía gala de unos acabados magníficos a los que acompañaba, generalmente, una mecánica simple de cartucho/convertidor pues solo hasta tiempos recientes se han visto algunos modelos con pistón que, por otro lado, no deja de ser una especie de convertidor fijo.Uno de los signos de identidad de las primeras Marlen fue su capuchón en forma de capital corintio. Realizado en plata como el resto de los detalles metálicos de sus plumas, sobresalía entre las curiosas formas de capuchones y cuerpos con una personalidad muy acusada.
Con el paso del tiempo, Marlen hubo de enfrentarse a poderoso rivales italianos: Omas, Aurora, Visconti, Stipula y Delta, estrecharon sus posibilidades de crecer y aquella primitiva originalidad se fue diluyendo en modelos cada vez más convencionales dentro de lo que podríamos denominar el lujo italiano, hasta el punto de parecerse a todas las demás.
La pluma que hoy presento es excepcionalmente rara; ni siquiera tiene un nombre comercial o, al menos, yo no he sido capaz de encontrarlo. Se trata de un ejemplar datado ca. 1992, en una época en que Marlen fabricaba algunos modelos en ebonita como la edición limitada Matisse o la más conocida Chagall, plumas originalísimas, de formas insólitas en aquel tiempo y que hoy son muy difíciles de encontrar.
El manejo de la ebonita por parte de Marlen fue sencillamente magistral en aquellos modelos. Pero la deriva comercial de la marca la condujo por derroteros algo chocantes, hasta el punto de haberla convertido hoy en una marca con una estética que me atrevo a calificar de desorientada; lujosa, sin duda, pero de formas complejas, barrocas y, en algún caso, francamente incomprensibles viviendo de una marca cuyas señas iniciales de identidad fueron una imaginación asombrosa y un clasicismo íntimamente unido a una incontestable pureza de líneas.
La pluma que aquí se presenta es de tamaño contenido, () y formas singulares. Los extremos del capuchón y del cuerpo son cónicos, con ángulos notablemente apuntados, hasta terminar en una figura prominente.
Los detalles metálicos que adornan la pluma están elaborados en plata de ley como todos los de aquella época de Marlen. En este caso, se trata del clip y de una banda en el extremo superior del cuerpo con la leyenda: Marlen
Como hemos visto, el clip que usaba Marlen era un diseño singular que pretendía ser uno de sus rasgos distintivos. Se trata de una columna corintia estilizada, de gran belleza. En términos funcionales, el accesorio resulta muy práctico, fuerte y bien proporcionado.
El plumín, de oro de 14K, no es de gran tamaño pero no desentona con la pluma. Es algo monótono porque carece de detalles que le den algo más de relieve pero su color dorado casa bien con la calidez de la ebonita naranja; algo menos con la plata de las fornituras. En conjunto, me habría parecido más armónico si hubiera estado rodiado haciendo juego con la banda plateada del cuerpo pero en aquella época, no era una solución estética habitual.
La ebonita es de gran calidad y está muy bien trabajada. Las paredes del cuerpo y del capuchón son gruesas y sólidas, dando una gran sensación de robustez. Adviértase el perfecto torneado de la rosca y sus gruesas paredes.
La pluma se presentaba en una espléndida caja de falso cuero, con interior de seda, y un tintero.
La escritura con la Marlen es muy suave y eficaz. Se trata den punto medio y su trazo es permanente, fluido y seguro. Como se trata de una pluma muy ligera, escribir con ella resulta muy cómodo, a lo cual contribuyen las formas de la boquilla que se ajustan muy bien a la mano del usuario.
Las Marlen de los primeros años están entre mis plumas favoritas, no tanto por sus cualidades funcionales que son correctas pero nada excepcionales, sino por sus curiosas formas, originales sistemas de carga y atrevidos diseños. Quizá estas que a mí me parecen virtudes a otros les parecieron defectos pues lo cierto es que esta primitiva línea estética de la casa italiana acabó desapareciendo pronto para ser sustituida por esa moderna concepción del lujo barroco que, particularmente, no me parece tan atractiva.
No obstante, aquellos intentos de Marlen por revivir las formas y los materiales clásicos, quedarán por siempre en la memoria de los aficionados más entusiastas.
No obstante, aquellos intentos de Marlen por revivir las formas y los materiales clásicos, quedarán por siempre en la memoria de los aficionados más entusiastas.
No conocía esta marca, y aunque este modelo no me gusta especialmente, reconozco que tiene algo que llama la atención. Por curiosidad, y para validar tus comentarios, me he dado una vuelta por su web para ver modelos actuales, y efectivamente, me han parecido recargados y feos con avaricia.
ResponderEliminarAlfonso, la Marlen Aleph no está mal.
EliminarLa Aleph es una pluma muy bonita, casi parece una Omas... ;-)
EliminarPedro ... off topic y dusculpa por el atrevimiento ... Estoy leyendo acerca de la reciente polémica sobre la "censura" que al parecer perpetra una conocida marca de estilográficas de lujo sobre un conocidísimo foro. En los comentarios la gente habla de que la cosa no queda ahí. Que si una conocida marca británica que hace poco cerró, que si una archiconocida marca de tintas ... Podrías dar tu opinión sobre los foros de estilográficas, sus relaciones con las empresas y las presiones para "moderar" comentarios ? Un saludo.
ResponderEliminarEstimado Dr. hoy mismo publicaré una entrada al respecto que he preparado a raiz de los acontecimientos que mencionaas. Un saludo muy cordial
EliminarSupongo que este es uno de los motivos por los que Pedro no quiere publicidad en su blog, ni siquiera recomienda tiendas, así es libre de opinar como le viene en gana sin tener que soportar presiones de nadie.
EliminarTodos los foros son iguales, los de estilográficas no son ninguna excepción, encontrarás personas con las que chocarás y moderadores que te borrarán comentarios, o te bloquearán la cuenta, por motivos absolutamente peregrinos.
Tienes razón Alfonso; los foros terminan siendo una fuente de ingresos para alguien. Por eso yo prefiero un blog, con absoluta libertad para cualquier comentario que se haga con respeto.
EliminarExcelente criterio el tuyo, Pedro. Por eso es un placer leerte, porque aúnas independencia, claridad, honestidad en tus opiniones...y por supuesto, conocimiento y buen gusto.
EliminarGracias por tu amabilidad Juan Carlos, es un placer tenerte por aquí. Un saludo muy cordial.
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