Me parece oportuno recordar aquí que la moderna industria de la estilográfica es muy dinámica y se acomoda a la demanda con increíble velocidad, modificando y reconstruyendo sus catálogos con una impresionante capacidad de adaptación. Me parece evidente, también, que el motor principal de la industria, tecnológicamente, pero también en términos de estrategias de producto, es Japón y que son sus movimientos comerciales los que determinan, en gran parte, la cuota de mercado que queda a disposición del resto de fabricantes.
De entre los fabricantes alemanes, Lamy es, a mi juicio, el que tiene una estrategia de mercado más parecida a la de los japoneses. Montblanc ha encontrado un nicho en el lujo, Pelikan en la inveterada tradición y Kaweco en la gama baja, pero Lamy es una empresa que actúa con criterios modernos de adaptación a la demanda y que ha conseguido colocar sus productos en el mundo entero creando una sólida impronta de calidad y rendimiento.
El éxito de Lamy se traduce, entre otras cosas, en la respuesta de la competencia. Por un lado, la más pedestre que consiste en copiar o remedar sus modelos. Por otro, la más sutil que consiste en atacar su nicho de mercado. En lo primero, son paradigmáticos los clones chinos y, en el segundo, la respuesta de fabricantes de calidad como TWSBI o cualquiera de las tres grandes japonesas. Ninguno de estos últimos ataca los conceptos de Lamy sino su posición en el mercado intentando apropiarse de sus clientes. TWSB atacó a Lamy con precios agresivos, igual o mejor calidad, inmejorable servicio y distribución universal. Los japoneses, lo hicieron con plumas baratas, desempeño extraordinario, y estética desenfadada a la par que hermosa.
Lamy, como es lógico, reaccionó adaptando su catálogo a las demandas del mercado y, sobre todo, a la competencia. Mantuvo su calidad y su bellísimo diseño y, en cuanto a su caballo de batalla real, que es la Safari, la convirtió en un arco iris de posibilidades y opciones acorde con el inmenso abanico de posibilidades que ofrecían los fabricantes japoneses. Incluso la convirtió en un objeto de acaparamiento y colección, con ediciones especiales, limitadas y novedades periódicas.
Pero Lamy se está batiendo en demasiados frentes. Aprovechando el 50 aniversario de la marca, se pusieron a la venta numerosas ediciones especiales conmemorativas, como la impresionante 2000 Black Amber y la no menos agraciada Scala Glacier. Con estas dos plumas, Lamy propuso al mercado un nada discreto incremento de precios. Tratándose de gamas intermedias o altas, la tendencia es sorprendente, pero el asunto da un paso más allá cuando vemos que es lo mismo que se ha hecho con la popular Safari.
La Safari ha sido siempre una pluma barata. Poco a poco, ha ido mejorando su gama introduciendo el aluminio, los plásticos transparentes y las ediciones especiales, de manera que la que fue una pluma de estudiante ha terminado por convertirse en algo más y, sobre todo, algo más caro. La estrategia de Lamy frente a sus competidores ha sido la de convertir a la humilde Safari en un objeto más caro, posiblemente en un momento en que sus clientes ya no son solo meros estudiantes, sino aficionados y coleccionistas.
La Lamy LX, (de luxus) otro producto del 50 aniversario, es un experimento singular. Se trata, en realidad, de una Al-Star normal y corriente, aunque revestida de colores especiales. El precio de esta pluma es, prácticamente, el doble del de una Al-Star normal. ¿Está justificado este incremento?
La LX es una Al-Star normal a la que acompaña un estuche de aluminio en el mismo color que la pluma. hay algunas diferencias mínimas entre ambos modelos pero la única sustancial radica en dicho estuche.
También se trata de colores nuevos, especialmente dos de ellos, de oro rosa o simplemente oro. Los otros son prácticamente iguales a los ya existentes y, desde luego, el plumín es idéntico, incluyendo a las Safari de plástico.
¿Corresponde el precio a las peculiaridades del nuevo modelo? Me atrevo a decir que no. Funcionalmente, porque la pluma es igual que una Safari de 18 y estéticametne, porque es una Al-Star de 25. Pero no basta con decir que el estuche justifica la diferencia. Creo que Lamy está tomando una nueva dirección que le ayude a ampliar el negocio hacia gamas intermedias que le reporten algo más de beneficio. Cuando todos sus competidores se afanan por competir con la Safari en el segmento que ha protagonizado durante décadas, es decir, bajando precios, Lamy se mueve discretamente hacia versiones más caras de la misma pluma que le permitan compensar sus pérdidas en las versiones inferiores, o sea, aumentándolos.
Si la compañía consigue transformar la Al-Star en una pluma de mayor categoría y precio con el mismo coste de fabricación, el beneficio será evidente y, además, mejorará la imagen del modelo transformándolo en algo superior que compita con otras marcas de renombre. Así pues, contra la tendencia de todos de rebajar sus precios para competir con Lamy, la alemana los sube para salir del segmento en busca de nuevos campos de batalla.
No estoy muy seguro de que este movimiento de Lamy se veo coronado por el éxito. A los coleccionistas, y son muchos, les gustarán los nuevos modelos y se verán tentados de adquirirlos. El usuario normal no será tan fácil de convencer, porque conseguirá lo mismo, de la misma marca, a mitad de precio. Si la operación de Lamy tiene recorrido, terminará por concentrar su oferta en modelos Safari de gama alta. Si puede resistir los embates de sus competidores en la franja más barata, tendremos multicolores Safaris de plástico durante mucho tiempo. Si no puede y la casa tiene éxito en esta dirección, asistiremos a nuevos lanzamientos de plumas cada vez más caras que se irán apartando poco a poco de su una vez humilde origen.
(todas las fotografías son de Lamy)
De entre los fabricantes alemanes, Lamy es, a mi juicio, el que tiene una estrategia de mercado más parecida a la de los japoneses. Montblanc ha encontrado un nicho en el lujo, Pelikan en la inveterada tradición y Kaweco en la gama baja, pero Lamy es una empresa que actúa con criterios modernos de adaptación a la demanda y que ha conseguido colocar sus productos en el mundo entero creando una sólida impronta de calidad y rendimiento.
El éxito de Lamy se traduce, entre otras cosas, en la respuesta de la competencia. Por un lado, la más pedestre que consiste en copiar o remedar sus modelos. Por otro, la más sutil que consiste en atacar su nicho de mercado. En lo primero, son paradigmáticos los clones chinos y, en el segundo, la respuesta de fabricantes de calidad como TWSBI o cualquiera de las tres grandes japonesas. Ninguno de estos últimos ataca los conceptos de Lamy sino su posición en el mercado intentando apropiarse de sus clientes. TWSB atacó a Lamy con precios agresivos, igual o mejor calidad, inmejorable servicio y distribución universal. Los japoneses, lo hicieron con plumas baratas, desempeño extraordinario, y estética desenfadada a la par que hermosa.
Lamy, como es lógico, reaccionó adaptando su catálogo a las demandas del mercado y, sobre todo, a la competencia. Mantuvo su calidad y su bellísimo diseño y, en cuanto a su caballo de batalla real, que es la Safari, la convirtió en un arco iris de posibilidades y opciones acorde con el inmenso abanico de posibilidades que ofrecían los fabricantes japoneses. Incluso la convirtió en un objeto de acaparamiento y colección, con ediciones especiales, limitadas y novedades periódicas.
Pero Lamy se está batiendo en demasiados frentes. Aprovechando el 50 aniversario de la marca, se pusieron a la venta numerosas ediciones especiales conmemorativas, como la impresionante 2000 Black Amber y la no menos agraciada Scala Glacier. Con estas dos plumas, Lamy propuso al mercado un nada discreto incremento de precios. Tratándose de gamas intermedias o altas, la tendencia es sorprendente, pero el asunto da un paso más allá cuando vemos que es lo mismo que se ha hecho con la popular Safari.
La Safari ha sido siempre una pluma barata. Poco a poco, ha ido mejorando su gama introduciendo el aluminio, los plásticos transparentes y las ediciones especiales, de manera que la que fue una pluma de estudiante ha terminado por convertirse en algo más y, sobre todo, algo más caro. La estrategia de Lamy frente a sus competidores ha sido la de convertir a la humilde Safari en un objeto más caro, posiblemente en un momento en que sus clientes ya no son solo meros estudiantes, sino aficionados y coleccionistas.
La Lamy LX, (de luxus) otro producto del 50 aniversario, es un experimento singular. Se trata, en realidad, de una Al-Star normal y corriente, aunque revestida de colores especiales. El precio de esta pluma es, prácticamente, el doble del de una Al-Star normal. ¿Está justificado este incremento?
La LX es una Al-Star normal a la que acompaña un estuche de aluminio en el mismo color que la pluma. hay algunas diferencias mínimas entre ambos modelos pero la única sustancial radica en dicho estuche.
También se trata de colores nuevos, especialmente dos de ellos, de oro rosa o simplemente oro. Los otros son prácticamente iguales a los ya existentes y, desde luego, el plumín es idéntico, incluyendo a las Safari de plástico.
¿Corresponde el precio a las peculiaridades del nuevo modelo? Me atrevo a decir que no. Funcionalmente, porque la pluma es igual que una Safari de 18 y estéticametne, porque es una Al-Star de 25. Pero no basta con decir que el estuche justifica la diferencia. Creo que Lamy está tomando una nueva dirección que le ayude a ampliar el negocio hacia gamas intermedias que le reporten algo más de beneficio. Cuando todos sus competidores se afanan por competir con la Safari en el segmento que ha protagonizado durante décadas, es decir, bajando precios, Lamy se mueve discretamente hacia versiones más caras de la misma pluma que le permitan compensar sus pérdidas en las versiones inferiores, o sea, aumentándolos.
Si la compañía consigue transformar la Al-Star en una pluma de mayor categoría y precio con el mismo coste de fabricación, el beneficio será evidente y, además, mejorará la imagen del modelo transformándolo en algo superior que compita con otras marcas de renombre. Así pues, contra la tendencia de todos de rebajar sus precios para competir con Lamy, la alemana los sube para salir del segmento en busca de nuevos campos de batalla.
No estoy muy seguro de que este movimiento de Lamy se veo coronado por el éxito. A los coleccionistas, y son muchos, les gustarán los nuevos modelos y se verán tentados de adquirirlos. El usuario normal no será tan fácil de convencer, porque conseguirá lo mismo, de la misma marca, a mitad de precio. Si la operación de Lamy tiene recorrido, terminará por concentrar su oferta en modelos Safari de gama alta. Si puede resistir los embates de sus competidores en la franja más barata, tendremos multicolores Safaris de plástico durante mucho tiempo. Si no puede y la casa tiene éxito en esta dirección, asistiremos a nuevos lanzamientos de plumas cada vez más caras que se irán apartando poco a poco de su una vez humilde origen.
(todas las fotografías son de Lamy)
El modelo Safari es a Lamy, lo que la "45" fue para Parker. Al igual que ésta comenzó siendo una estilográfica de estudiante (School pen), y termino diversificándose con versiones en muchos y diversos acabados. Los 50 años de historia de la alemana aún tienen mucho que contar, sólo espero un mejor destino para ésta que el que tuvo Parker, no en términos financieros, sino en prestaciones para los amantes de las plumas. Una entrada para reflexionar. Agradecido Pedro.
ResponderEliminarAcertada referencia a la 45, querido Leonardo. También creo que puede ocurrir algo parecido con la Safari aunque, en este caso, me parece una pluma de concepto menos versátil. Un fuerte abrazo, amigo mío, y gracias por tu comentario.
EliminarA mí también me ha sorprendido la jugada por parte de Lamy. Me encantan las Lamy -y no solo las Safari, de las que tengo varias-, pero me parece exagerada la subida de precio por muy bonito que sea el estuche. A decir verdad, creo que también el plumín tiene un diseño un poco diferente del de las simples safaris de aluminio... Pero, todo eso ¿justifica ese subidón? No sé, me gusta más la idea de una marca que, aunque tenga también algunos modelos caros, tiene un nivel de entrada muy digno en cuanto a la relación calidad/precio y caracterizado por su peculiar "belleza industrial". Espero que el experimiento este no dé al traste con las safari de plástico o aluminio tradicionales.
ResponderEliminarUn saludo y gracias por tu bloc, Pedro Haddock.
Gracias por tus reflexiones, Nauta; en efecto, tendremos que esperar algún tiempo para ver por dónde derivan estos movimientos estratégicos. Un fuerte abrazo
EliminarOlvide comentar, lo referente a los términos "coleccionar" y "acaparar". Si lo que se busca es esto ultimo, entonces mi recomendación (especulativa), es comenzar a adquirir Al-Star, porque los estuches siempre se pierden o deterioran y una Lx sin su estuche perderá valor respecto a su homologa. Nuevamente gracias Capitán.
ResponderEliminarSin duda lo perderá. Hay que tener en cuenta que la verdadera novedad del modelo es su estuche. Un abrazo fuerte, querido amigo.
EliminarBuenos días
ResponderEliminarHace unos días sólo pude conseguir dos Lamy Safari y una all star ya que necesito conseguir estilográficas de cartuchos, pero todas son con plumin M. Mi duda es si merece la pena comprar el plumin por separado o mejor una estilográfica,
¿Lamy LX tiene mismo plumìn que una Safari o All Star?
¿Lamy Safari y All Star tienen mismo plumín que Lamy 2000?
Saludos
Los plumimes Lamy de repuesto se encuentran a partir de los 6 euros aproximadamente. Estos son los Z50 y sirven para las Safari y las Al-Star. Para la LX han propuesto uno nuevo, el Z52, que es perfectamente intercambiable con los Z50 aunque el nuevo tiene una decoración específica.
EliminarLos plumines de la 2000 son diferentes de los de las Safari.
Un cordial saludo.
Excelente análisis como siempre. Sin ánimo de parecer pedante, me tomaré el atrevimiento de corregirle:
ResponderEliminar"Si puede resistir los embites de sus competidores en la franja más barata, tendremos multicolores Safaris de plástico durante mucho tiempo."
Creo que lo correcto en esta frase sería o bien "envites" o, acorde con su rango de Capitán, "embates". Espero que mi pequeño aporte no le sea molesto pues de ninguna manera lo he pretendido. Un muy fuerte abrazo.
Oportuna corrección, en efecto. Lamentable ejemplo de "lapsus linguae". Un fuerte abrazo, amigo Joker.
EliminarMe parece mucho pagar por una Lamy Safari Lx cuando es en sí una Al Star. Lamy a hecho de su Safari la pluma más coleccionable de toda su gama, con sus mil y un combinaciones de color, pero... No encuentro la estrategia nada plausible; pagar el doble por una Lx solo por el estuche de aluminio, no lo sé, me suena muy arriesgado. Pero como se dice, solo el tiempo dirá. Cómo dato específico: en México en tiendas especializadas una Safari Al Star ronda los $1000 pesos, ahora si hay que pagar el doble se complica cómo primera pluma para alguien que quiera una Safari como primera opción, por esa cantidad uno puede comprar la gama completa de Pilot Metropolitan animals, (al menos en México)... No lo sé, difícil mercado tendrá la Lx.
ResponderEliminarGracias por tu comentario y por la información, amigo Miguel. El tiempo nos dirá si Lamy ha acertado o no. Un fuerte abrazo
EliminarGracias por la entrada, fenomenal como siempre.
ResponderEliminarLa Safari, en todas sus variantes, no es una estilográfica que me agrade. Ni en estética (subjetivo) ni en desempeño (correcto sin más). Este festival de colores, nuevos materiales y publicidad más elegantona no hacen sino reforzar la cierta manía que les tengo.
La Lamy 2000 es, sin embargo, en diseño y desempeño, una de mis estilográficas favoritas. Mi modelo en Makrolon (punto F) está básicamente siempre cargado y funcionando, especialmente con tintas negras u oscuras. Estoy tentado de comprar el modelo metálico, mucho más pesado (me sorprendió cuando lo cogí en el Pen Show, madre mía, es una auténtica mancuerna), también en F. Las ediciones especiales, sin embargo, se me hacen carísimas.
Gracias por tus palabras, amigo Nobokakin. Comparto tu gusto por la Lamy 2000,una pluma soberbia.
EliminarBuenas tardes; favor de informarme de ser posible, si el plumin de lamy 1 (makrolon) es intercambiable con el de la lamy 2000 stell y viceversa. Muchas gracias!!
ResponderEliminarEntiendo que la "Lamy 1" es la CP 1 y lmaneto indicarle que no es intercambiable con la Lamy 2000. Un cordial saludo.
EliminarBuenas tardes estimado Pedro;
EliminarMe he expresado mal. Tengo una Lamy 2000 de acero con pulmin B.La pregunta sería si este pulmin puede colocarse en otra Lamy 2000, pero de makrolon(creo que así se escribe). Le pido me disculpe pues he realizado similar pregunta en otro de sus apreciados -y esperados- artículos. Muchas gracias!!!
Cordial saludo
EliminarGracias por la aclaración, amigo mío. Puedes cambiar un plumín por otro porque, en lo que se me alcanza, no hay diferencias entre las diferentes 200 de Lamy. Un cordial saludo
Eliminar