jueves, 31 de agosto de 2017

Cómo suavizar un plumín. Seis pasos básicos

La sensación de un plumín que rasca es muy desagradable. Si hay algo que caracteriza a las estilográficas es la fluidez del trazo y su suavidad. A veces, sin embargo, el usuario se topa con una pieza que rasca, que suena o presenta un trazo irregular. En otras ocasiones nos hemos ocupado de pequeñas reparaciones que tienen que ver con estos problemas aunque hoy nos centraremos en el suavizado del plumín. Pero hemos de hacer las siguientes consideraciones previas:

1.- Un plumín que rasca puede ser un plumín mal alineado. 

Lo primer que debemos comprobar es que el plumín que rasca está bien alineado. Si no lo está, es decir, si los gavilanes están desparejos, habrá que colocarlos en su lugar. Esta es una operación absolutamente previa a cualquier proceso de suavizado. No todo plumín alineado es suave ni todo plumín que rasca está desalineado. Pero hay que descartar, en todo caso, que ése sea el problema.

2.- No todo plumín que suena tiene un defecto

Hay plumines que, al deslizarse sobre el papel, tiene más sonido que otros. Esto depende del tallado de la punta y de sus cualidades físicas. No significa que esté en malas condiciones. Lo hay muy suaves y silenciosos. Otros son, en cambio, suaves y sonoros. Ninguno de ellos tiene un problema. Es cuestión de gustos. A mí, personalmente, no me desagrada en absoluto el sonido de la punta de iridio deslizándose sobre un buen papel. Los plumines muy flexibles suelen ser también muy sonoros.

3.- La suavidad de un plumín responde a diferentes factores. 

Como hemos dicho, puede ser producto de un problema pero también consecuencia del diseño. Si la punta de iridio está tallada con esquinas agudas, será más sonora que una que sea redondeada. En puntos gruesos, o stub, el fenómeno puede agudizarse. Además, el uso de un papel o de otro puede contribuir a un deslizamiento mejor o peor. También la tinta tiene relevancia.

4.- El suavizado no tiene que ver con el flujo.

El exceso o defecto de flujo es un problema independiente de la suavidad del plumín. Los gavilanes pueden estar muy apretados aunque correctamente alineados. Habrá que abrir los hombros ligeramente, pero eso no tiene por qué afectar necesariamente a la suavidad del plumín.


COMO SUAVIZAR UN PLUMIN QUE RASCA Y QUE ESTA BIEN ALINEADO.

Lo primero que conviene saber es que la operación que sigue puede hacerse con materiales que están normalmente disponibles en cualquier hogar. Hay herramientas específicas pero no siempre son necesarias.

PASO 1.- Comprobar que los gavilanes están bien alineados. Hay que ayudarse con una lupa de buen aumento aunque no tiene que ser profesional. Si se aprecia desalineación, hay que proceder a corregir el defecto con los dedos y con sumo cuidado para no forzar el metal. Puede que los gavilanes estén alienados y, aún así, la punta de iridio sea irregular. Este es un caso típico que requiere suavizado mecánico. Si se tienen dudas sobre cómo proceder, es mejor pedir ayuda a alguien experimentado.

PASO 2.- Una vez alineados los gavilanes, comprobar si persiste el rascado. Si se ha corregido, no es necesario hacer nada más. Si continúa, pasaremos al siguiente paso.

PASO 3.- Para proceder al suavizado, es necesario usar algún tipo de abrasivo muy suave; lo mejor es papel de lija Micromesh de grano 4000, 8000 y 12000. Pero pueden usarse limas para uñas con diversos granos. Hay varias de estas limas que son muy suaves y tienen diferentes grosores en cada cara. Estas son las mejores.
(foto: aliexpress)

PASO 4.- Empezaremos con la lija 4000 para plumines que rascan mucho. Si no es tan grave, lo haremos con el grano 8000. Se moja el plumín en agua o se deposita una gota sobre la  lija.



A continuación, se dibujan cinco ochos sobre la lija. La pluma debe agarrarse como si se fuera a escribir, sin apretar demasiado. Es aconsejable ir girando/balanceando ligeramente la boquilla a medida que se dibujan los ochos, de manera que la lija alcance la mayor parte de la superficie del punto, incluidos los laterales. Así el pulido será más homogéneo. Con cuidado, también se pueden hacer círculos y algunas líneas, siempre girando el plumín para que el punto de iridio se pula de forma regular.


PASO 5.- A continuación, se repite la operación con la lija de grano superior, 8000 o 12000 según el caso.

PASO 6.- Con la lupa, se comprueba que el pulido es homogéneo y que el desgaste no es excesivo. Si todo va bien, se comprueba en un papel normal si la pluma mejora en suavidad. Cuando se alcance el confort requerido, la operación habrá terminado.


PRECAUCIONES: 
  • No apretar mucho el plumín. Es preferible repetir la operación más veces, antes que arruinar el iridio
  • No utilizar granos gruesos. Menos de 4000 ocasiona un desgaste excesivo.
  • Vigilar el proceso con una lupa cada vez que se haga una serie de ochos.
  • El pulido es irreversible. Si desgastamos demasiado el plumín, no habrá manera de repararlo. 
  • Calma, cuidado y paciencia.

Espero haber sido útil con estas sencillas reglas que nos proporcionarán un plumín suave y placentero para nuestra escritura.


lunes, 28 de agosto de 2017

La tensión superficial y cómo eliminarla

Hoy trataré brevemente un fenómeno que tiene una relativa importancia en las estilográficas pues afecta al fluir de la tinta dentro de un espacio confinado como es, generalmente, un cartucho o  un alimentador.

En cierta medida, la tensión superficial y la capilaridad forman parte de un mismo fenómeno que consiste en que no todas las moléculas de un líquido tienen la misma cohesión. Las fuerzas cohesivas que se forman entre las moléculas de un líquido, son las responsables del fenómeno conocido como tensión superficial. Este fenómeno tiene su origen en las fuerzas intermoleculares o de Van der Waals. 

Una molécula inmersa en un líquido experimenta interacciones con otras moléculas por igual en todas las direcciones. Sin embargo, las moléculas situadas en la superficie acuosa sólo se ven afectadas por las vecinas que tienen por debajo. Así pues, las moléculas que están contacto con otras por todos lados, tienen una tensión. Las moléculas que están en la superficie, tiene otra, bastante más fuerte, haciendo que el líquido se comporte como si su superficie estuviera encerrada en una lámina elástica.  

En el esquema inferior puede apreciarse cómo las moléculas del interior, totalmente rodeadas por otras semejantes, mantienen la tensión hacia todos lados, mientras que las de la superficie solo lo hacen hacia dos y, por tanto, de manera más concentrada y potente.Esto hace que se forme una película  que hace mas difícil mover un objeto a través de la superficie, que cuando está completamente sumergido.

(foto: hyperphysics)

Todos conocemos ejemplos en los que se evidencia la tensión superficial. Si colocamos con cuidado una aguja en el agua, flotará a pensar de ser mucho más densa que el líquido. Pero si movemos la superficie del líquido para romper la tensión, la aguja se hundirá. Los insectos conocidos como zapateros pueden caminar por el agua gracias a que su peso es tan liviano que no consigue romper la tensión superficial del líquido elemento. Las gotas de agua sobre una hoja, las burbujas de jabón o la elevación de líquidos por un capilar, son otras manifestaciones de esta propiedad.



(foto: japac) 

La tensión superficial conlleva algunos problemas prácticos que pueden resolverse de diferentes maneras. Los tensoactivos, usados sobre todos en detergentes, disminuyen la tensión superficial del agua, de modo que ésta penetra más fácilmente en los poros y las superficies manchadas.

Cuanto más corta es la distancia entre las moléculas, mayor es la tensión superficial. En el ámbito de la estilográfica, una de las indeseadas manifestaciones de la tensión superficial es la que afecta a los convertidores. En ellos, es fácil que la tinta se quede adherida a los laterales del depósito y no baje hacia el alimentador. Aquí vemos un ejemplo.


Y aquí,  el convertidor desnudo.


Si este fenómenos se produce, la tinta se quedará en las paredes del convertidor y no llegará al plumín a través de alimentador, provocando que la pluma deje de escribir. La situación correcta es esta:


Y ahora, solo el convertidor.



Para eliminar el problema, muchos fabricantes introducen una o varias bolitas en el interior del depósito del alimentador. Dichas bolitas, al moverse, hacen que se rompa la tensión superficial y que la tinta descienda hacia la boca de salida.

(foto: Schmidt)

A falta de este recurso,  lo mejor es preparar una solución jabonosa al 10% (aproximado) con un producto que contenga tensoactivos. Cualquier lavavajillas servirá. Se llena el convertidor con este líquido y se carga y descarga unas cuantas veces. También se puede dejar el convertidor cargado con esta solución durante unas horas.

Una vez limpio el interior del depósito del convertidor, podrá apreciarse que la tinta no se queda adherida a sus paredes laterales, con lo que el flujo hacia el alimentador será el correcto. Esto funcionará en la inmensa mayoría de los casos pero puede ocurrir que algún producto de muy mala calidad no termine de dar un buen resultado. En este supuesto, no habrá más remedio que cambiar de convertidor.

Los problemas de tensión superficial no suelen darse en el interior de los pistones o los cuentagotas porque la distancia entre las paredes es mucho más grande. No obstante, si se apreciara el fenómeno, la solución será exactamente la misma. 





lunes, 21 de agosto de 2017

Lamy Aion: Belleza en aluminio

De Lamy sabemos que es una de las grandes compañías mundiales en la producción de estilográficas. También sabemos que sus diseños, a lo largo de los años, han ido desarrollando una línea peculiar basada en los principios estéticos alemanes que las vanguardias defendieron en el pasado siglo XX. Hoy, el eficientísimo sistema de distribución de la casa alemana, ha conseguido que haya una Lamy en casi cualquier lugar del mundo, por remoto que éste sea.

La mayoría de la producción de Lamy se concentra en la gama baja o intermedia. La marca cuenta con dos grandes éxitos que, a lo  largo de los años, se han constituido en paradigma de su estilo y su manera de hacer las cosas: la Safari, en el escalón inferior, y la 2000, en el superior. Por supuesto que Lamy tiene otros modelos, pero estos dos son el epítome de su industria y el símbolo de su estrategia comercial. Del éxito de la Safari no es necesario hablar; hasta el punto de que es el enemigo a batir por un sin fin de fabricantes rivales. La 2000, por su parte, se adentra cada vez más en terrenos exclusivos habiéndose convertido ya, por méritos propios, en una pluma histórica.

Lamy cuenta con otros modelos que le permiten diversificar la oferta y acercarse a otros nichos del mercado pero en casi ningún caso con el acierto de las dos plumas susodichas. En realidad, es posible rastrear algunos movimientos de la casa, algo erráticos, en la búsqueda de un nuevo modelo que resulte tan identificativo de la marca como la Safari o la 2000. Así es como nace la nueva Aion.




(foto: Lamy)

La Aion se sitúa en la gama intermedia de Lamy, entre la Safari, por debajo, y la 2000, la Dialog y la Emporium, por arriba. Por su estilo y características mecánicas, la Aion se coloca al lado de la CP1, de la Studio y de la Logo, plumas que, con independencia de sus buenas cualidades (especialmente la Studio)  no han destacado especialmente en su desempeño comercial. Con un precio de catálogo de 47 euros, la nueva Lamy se sitúa en un similar al de aquéllos modelos que, en principio, se seguirán comercializando a la espera de la acogida del público. Aunque ya se vende en Alemania, el lanzamiento mundial se hará en Septiembre de 2017

La nueva pluma de Aion goza de un exquisito diseño, en la mejor línea de la casa de Heidelberg. Estéticamente, parece una mezcla entre la Studio y la 2000.

Está fabricada en aluminio cepillado de gran belleza. Goza de una extremada simplicidad y pureza de líneas. El acabado del cuerpo contrasta con el de la boquilla, de aluminio chorreado, con más textura, y el acero brillante del plumín. El conjunto es sumamente atractivo.

El plumín es nuevo. Parece un Z50 pero si se mira con cuidado, se verá que los contornos son diferentes, siendo el de la Aion más ancho en la punta y más redondeado en torno al alimentador.



(foto: Imgur)

Dado que aún no he podido examinar la pluma ignoro si ambos plumines serán compatibles. Se ofrece en cuatro grosores, EF, F, M y B.

El clip es plano, con el logotipo de la marca en un lateral y un muelle de accionamiento de gran funcionalidad.


(foto Lamy)

El diseño de esta pluma pertenece al británico Jasper Morrison, titular de tres oficinas de diseño, una en Londres, otra en París y otra en Tokio. JasperMorrison Ltd. ofrece un amplio abanico de servicios, desde mobiliario hasta vajillas, productos de cocina e iluminación, dispositivos electrónicos de diseño, diseños para espacios públicos y, últimamente, relojes de muñeca y de pared y zapatos.


(foto Lamy)

La Aion es una pluma mecánicamente sencilla que se alimenta por cartucho/convertidor.  Cartucho T10 o convertidor Z27

Siendo como es una pluma muy atractiva, el diseño no es del todo rompedor. No sólo tiene elementos de la Studio o de la 2000 sino de otra plumas que la han precedido con un estilo francamente similar como la Wancher Forward.

(foto: Engeika)

Parece plausible suponer que la Aion será un lanzamiento destinado a probar la fortaleza de otros modelos de la marca situados en un rango similar de precios. De cómo responda el mercado resultará la posible sustitución de algunos y la mejora de otros. Mientras tanto, somos los aficionados los beneficiarios de un nuevo y atractivo modelo de Lamy





lunes, 14 de agosto de 2017

Pilot Custom Urushi. Una Obra Superlativa.

Como ya imaginarán los perspicaces lectores, esta es la pluma que ha viajado conmigo desde Tokio la semana pasada. Se trata de la Pilot Custom Urushi, una pluma que solo puede calificarse de superlativa en todos sus aspectos. Una pieza soberbia en la que todo resulta digno de alabanza y mucho antes, de admiración.

La Custom Urushi salió al mercado en 2016 y hasta ahora ha sido distribuida muy escasamente fuera del mercado japonés, hasta el punto de ser prácticamente imposible de encontrar en los catálogos de los importadores norteamericanos, generalmente muy bien surtidos, y, desde luego, en los europeos, en los que resulta casi desconocida.

La falta de ejemplares ha resultado en unas escasísimas referencias técnicas entre los aficionados. La primera fue la del maestro Bruno Taut en sus crónicas estilográficas y puede consultarse  aquí.

Aparte de esto, nos encontramos ante una ausencia casi absoluta de revisiones. No he leído ninguna y me complace sobremanera que los lectores de El Pajarete, tengan, pues, la primicia de ésta.


La Pilot es una pluma que se sitúa en el tope de gama del catálogo de Pilot. Por encima de ella, tenemos que acudir a los modelos Namiki, cuyo equivalente natural sería la Yukari Royale de la cual hablaremos más adelante.


Pese a esta posición, la pluma se presenta en una caja relativamente modesta y de reducido tamaño.


Es una caja negra de cartón, con un lecho satinado que esconde la documentación correspondiente.


La Pilot Custom Urushi es una pluma que comparte el diseño básico de la serie custom, es decir, plumas clásicas, de buen tamaño y extremos truncados. La Urushi es, en cuanto a sus líneas, una fiel representante de la serie aunque, desde luego, en términos superlativos. Mide 155 mm de largo, lo que la convierte en una de las plumas estándar de mayor tamaño del mercado. Una Pelikan 1000 tiene 145 mm de largo y una Montblanc 149, 148 mm. La Namiki Yukari Royal, se queda en 149 mm.


En su segmento, y ya por encima de los 150 mm, la igualan la Platinum Izumo, con 155 mm. y  la Sailor KOP de ebonita, con 152 mm y la Namiki Emperor con sus siempre impresionantes 173 mm. Aquí la vemos junto a una 845 que aparece sorprendentemente empequeñecida.


Y aquí con una Twsbi 580


Hasta la Sailor KOP Standard resulta minimizada a su lado.


La Urushi es, por tanto, una pluma de formidables dimensiones, acompañada en su longitud por un extraordinario grosor de cuerpo perceptible, sobre todo, en su poderoso capuchón.


Véase con más detalle la diferencia entre el capuchón de la Urushi y el de la Sailor  KOP


La pluma está construida en ebonita y resulta, lógicamente, muy ligera en la mano, pese a su imponente tamaño.


Los remates en los extremos se han realizado con un tapón embutido, al estilo de las 845.



La pluma se adorna, elegantemente, con tres anillos dorados de magnífica factura. Como buena Pilot, los acabados son impecables.


El capuchón, de grandes dimensiones y sorprendente grosor, está adornado con un gran anillo dorado, doble, donde aparece, grabada en negro, la leyenda Pilot Made in Japan Custom Urushi. Dentro, se puede apreciar una rosca perfectamente elaborada, así como un capuchón interior de plástico que garantiza la estanqueidad de la pluma una vez cerrada.


Este capuchón, al contrario de lo que ocurría con la 845, carece del anillo de fieltro en el labio interior para proteger la laca en caso de colocar esta pieza sobre el cuerpo. Probablemente sea porque no es funcional utilizar así una pluma de estas dimensiones.


El clip, típico de Pilot, con la bola en el extremo, está primorosamente terminado y está anclado al anillo superior del capuchón.



El cuerpo se remata con el tercer anillo, más estrecho que los dos anteriores.


El lacado en urushi es sencillamente inmaculado. No se aprecia el mínimo defecto o imperfección. Todas las piezas encajan primorosamente con el brillo incomparable de esta laca mágica.


La pluma se abre y cierra a rosca. El cuerpo, una vez desenroscado, a su vez, muestra una boquilla en la que se inserta la rosca metálica de buen grosor, que se remata con una pieza más reducida que permite insertar el convertidor CON-70 con el que viene dotada la pluma.


Todo el conjunto interior presenta un mecanizado excelente. La pieza rezuma calidad por todas partes.


Tanto el capuchón como el cuerpo de la estilográfica son de un notable grosor, típico de las piezas de ebonita, aunque en este caso, se advierte un trabajo finísimo en el acabado del labio del capuchón, en ligero ángulo con respecto a sus líneas superiores, hasta hacerlo más delgado y sutil que el del cuerpo, de paredes más macizas.


La pieza esencial de esta pluma y el motivo principal de su enorme atractivo es su plumín número 30. Se trata de una novedad absoluta de Pilot cuyo catálogo anterior terminaba en el ya de por sí magnífico plumín 15. El 30 que monta esta Urushi, es un plumín de extraordinario tamaño, equiparable o ligeramente mayor que al de la Montblanc 149, la Pelikan M1000 o la KOP de Sailor. Es, desde luego, más grande que el nº 20 que monta la Namiki Yukari Royale.


Se trata de un plumín de oro de 18K, bicolor, parcialmente rodiado, de líneas exactamente iguales a las de sus hermanos menores, con el acabado y el grabado típicos de la marca. Solo que en tamaño superlativo.


Con este tamaño, el plumín de la Urushi brilla con luz propia convirtiéndose en una pieza de incontestable belleza.


Este 30 solo se sirve en tres medidas: FM, M y B. Probado en la tienda, resulta ser una plumín con una notable flexibilidad. Sin poder equipararse a un clásico, sí proporciona una variación de línea apreciable a poco que se cargue el trazo. Viene acompañado por un eficiente alimentador de plástico.


Es, también, un plumín extraordinariamente jugoso, hasta el punto de que en medida B, o gruesa, es prácticamente equiparable a un occidental. Si la pluma se va a usar para escribir mucho y no se tiene una letra exageradamente grande, es aconsejable el M, o medio, mucho más adecuado.


La Urushi es una pluma con un desempeño sencillamente fantástico. La comodidad de su tamaño, la facilidad de agarre, la ligereza del modelo y el fabuloso desempeño del conjunto plumín/alimentador, hacen de esta estilográfica una pieza ciertamente extraordinaria.


La pluma cuesta en Japón 88.000 Yenes, es decir, 676 euros. A este precio habría que añadir el 8% de impuestos pero, siendo el comprador extranjero, la mayoría de las tiendas los devolverán. Es un  precio relativamente importante pero, dada la calidad y las prestaciones de esta pluma, resulta perfectamente adecuado. Salvo la Izumo de Platinum y las Nakaya más sencillas, cualquier estilográfica de ebonita y lacado urushi, incluida las Sailor KOP,  resulta más cara.

En términos comerciales, con todo, no es fácil entender a qué sección del mercado se dirige esta pluma. Por un lado, es evidente que compite con la KOP de Sailor. Está en un rango de precio parecido y ofrece prestaciones y estética equiparables. No ocurre lo mismo con la Platinum Izumo, parecida en planteamiento aunque más barata y con un plumín mucho menos vistoso. También es una rival más que seria para las europeas Montblanc 149 y Pelikan M1000 a las que, a mi juicio, supera en todo salvo en el pistón de la última.

El problema es que la Urushi también compite con la Namiki Yukari Royale, una pluma de prestaciones idénticas y un precio que casi dobla al de la Pilot. La Namiki es mucho más clásica, de líneas redondeadas; es metálica y pesada y está íntegramente sacada en urushi. La Pilot es más vistosa, más ligera, más moderna, cuesta la mitad y tiene un plumín de mucha mayor presencia. ¿En qué medida afectarán las ventas de la Urushi a la Namiki? Es pronto para saberlo, pero sospecho que lo hará notablemente.

La Pilot es una pluma superlativa en todos sus aspectos. No sólo impone su tamaño sino que su desempeño es absolutamente excepcional. El plumín 30 atrae las miradas como un imán y la belleza del urushi, en las modernas y agraciadas líneas Custom, combinan de manera singularmente perfecta. La nueva Pilot se acerca mucho a una obra maestra.




miércoles, 9 de agosto de 2017

Tokio

Este verano he vuelto a Japón después de muchos años. La ciudad no ha cambiado gran cosa aunque sí se ven edificios más altos y que la ciudad se ha extendido hacia la bahía. En cuanto al ambiente general, parece el mismo.

Tokio es una ciudad fascinante. No tiene grandes monumentos ni demasiado que ver en el sentido occidental, pero sus calles siguen siendo un escaparate lleno de vida en el que todo pasa, la gente rebosa por las aceras, y el metro sigue siendo un mundo en sí mismo.


La noche tokiota se llena de luces.


Junto al hormigón, se ven algunas de las manchas de verde más intenso que el viajero puede encontrar en una ciudad global como la japonesa.


Además, Tokio cuenta con algunas de las mejores tiendas del mundo para los amantes de las estilográficas. Todo buen aficionado las conoce pero yo estuve acompañado del mejor anfitrión: Bruno Taut.  En su compañía, visité Itoya, Sekaido y algunas de las mejores tiendas situadas en grandes almacenes.



Las papelerías de estos lugares son, sencillamente, formidables.


El surtido de todo tipo de productos desborda los anaqueles.


Y hay todo tipo de productos para la escritura y el scrapbook.



Hay estilográficas de todas las marcas pero, como es lógico, el viajero centra su atención en las japonesas.


Casi todo el catálogo de las tres grandes están a disposición del estilófilo. Con una gran ventaja: que se pueden probar con total libertad.


Todo se puede fotografiar y examinar sin problemas.


La atención al cliente en estas tiendas es sencillamente incomparable. El mimo y el cuidado con el que los dependientes manejan las plumas y facilitan al interesado probar cualquier tipo de punto, es algo inédito en el resto del mundo.


Los precios son, casi todos, de catálogo. Es decir, que un modelo vale lo mismo en el lujoso Ginza6 que en Maruzen o Isetan.


Ha de recordarse que todos los precios son en yenes y que, sobre ellos, se aplica luego el impuesto del 8%.


Hay algunas tiendas en las que se consiguen descuentos de hasta un 20%, pero en estos lugares no deducen los impuestos a los turistas.


El maki-e está presente en todos los expositores. Los precios son mejores que en el resto del mundo, pese a ser siempre muy respetables.


Hay obras de arte con mayúsculas e incluso se venden plumas japonesas realizadas en otras partes como las Taccia o las suizas Manu Propria.


Tampoco pueden faltar algunas Pelikan o Parker.


Ni, desde luego, las Sailor KOP


O, por último, las Nakaya. No se ofrecen en la gama completa de plumines ni hay demasiados modelos en los almacenes, pero sigue siendo una buena manera de hacerse con una de manera inmediata


Disfruté en estas tiendas como todo buen estilófilo sabría hacer. Lo hice, además, en la inmejorable compañía de mi buen amigo y maestro Bruno Taut quien me dedicó su tiempo y su siempre instructiva conversación. Quiero darle desde aquí las más expresivas gracias.

Y como es lógico, anticiparé que esta visita concluyó con una adquisición muy especial que me propongo presentar en breve. Es probable que se trate de la primera pluma de este modelo que entra en España y estoy seguro de que concitará el interés de los lectores. Hasta entonces, les dejo con una última imagen de esta increíble ciudad.