martes, 25 de noviembre de 2014

¿Cómo descubrir una falsificación?

En el mundo de la estilográfica, falsificaciones ha habido siempre. Y si no directamente falsificaciones, cierta inspiración, homenaje o seguimiento de modelos. En todo caso se trata de simples operaciones comerciales de seguimiento del éxito y aprovechamiento del de otros. Nihil novum sub sole.

Hay que distinguir, ante todo, las falsificaciones de todo lo demás. ¿Cual es la diferencia? Pues que en un caso se pretende confundir al comprador y en el otro, no. Si yo compro la réplica de un determinado objeto y pago el precio correspondiente, nadie me engaña porque sé perfectamente que lo que he adquirido no es un original cuyo precio real sería muchas veces superior al que yo he pagado. Pero si yo pago el precio de un original por una simple copia, me estarán engañando o, por decirlo técnicamente, habré sido estafado.


Puede ocurrir que un objeto original se venda por un precio anormalmente bajo. Alguien que no conoce la cosa; un heredero despistado; un error de catalogación... alguna de estas cosas puede ocurrir, desde luego, aunque no es muy probable en nuestros días. No creo que haya nadie que posea, digamos, una Montblanc 139 y la venda por 15 euros. Este tipo de milagros ya no suceden porque hay tantas fuentes de información sobre cualquier cosa, que salvan cualquier defecto de conocimiento.

¿Cuales son los modelos copiados?. Naturalmente, los que experimentan mayor demanda. Este es un concepto dinámico, como es lógico. En los años 10 del siglo pasado se copiaban las Waterman; desde los 20 hasta los 60, las Parker; y actualmente las Montblanc que, como ya hemos tenido ocasión de decir, son las plumas más caras del mundo en catálogo estándar. La tentación de poseer una 149 que vale 700 euros, por solamente 100 es -se entiende- muy fuerte.

La estafa o el engaño tienen un componente subjetivo que es muy difícil de identificar. Si yo he pagado 100 euros por una cosa que vale 700 he de ser consciente, y generalmente lo soy, de que el objeto en cuestión no es original. Si lo he comprado fuera de los canales oficiales de distribución, no habrá duda alguna. Por tanto, no hay engaño porque sé lo que he adquirido. El engaño será el de los que me vean exhibiendo ése objeto, que es de lo que se trata, en esencia.



Pero puede ocurrir que el comprador actúe de buena fe y crea que lo que ha encontrado es una oportunidad, un milagro de aquéllos que citábamos. Es entonces cuando debemos aplicar una regla de oro: cuando algo es demasiado bueno para ser verdad es que no lo es. 139s a 200 euros o 149s a 80 son cosas que no pasan, admitámoslo. Por tanto, la primera regla para descubrir una falsificación es el precio. Anormalmente bajo equivale a evidentemente falso. Otro truco que revela una falsificación -la segunda regla- es pedir varios ejemplares. Si el vendedor no sólo vende 149 a 80 euros sino que tiene varios ejemplares, salgamos corriendo.

El verdadero peligro para el comprador de buena fe está en las falsificaciones de buena calidad y alto precio. No tan caras como el original ni tan baratas como para despertar sospechas. Es aquí donde campa el universo de la estafa.

Las falsificaciones de calidad son difíciles de descubrir por internet. Las fotografías, las subastas, la documentación reproducida... son imposibles de analizar a distancia. Ni el mayor experto del mundo es capaz de identificar una falsificación a partir de una mera fotografía cuidadadosamente realizada. Por tanto, la tercera regla para evitar estafas es no comprar este tipo de ofertas por internet a menos que provengan de un vendedor responsable y conocido.


Las falsificaciones de calidad de las modernas Montblanc hacen difícil su identificación, en parte porque da la sensación de que se sirven de elementos auténticos para redondear el engaño. El clip, por ejemplo, que en las 146 y 149 contiene diversos elementos identificativos bien conocidos (el número de serie, el prix al reverso, etc) puede ser auténtico siendo todo lo demás falso (cómo es posible obtener este tipo de recambios pertenece al mundo de lo paranormal). Pero hay otros factores reveladores: la ausencia de mecanismo de pistón y el uso del simples cartuchos o convertidores; la inferior calidad de los grabados en las bandas metálicas y, sobre todo, el plumín que aun siendo de oro, tiene un grabado más pobre que el original y suele hacer referencias que jamás hace la casa, como, por ejemplo, a su medida.

Mi consejo final es que, si la oferta no es grande, es mejor comprar la pluma en un concesionario oficial o en un vendedor conocido. Y si es muy grande, no comprarla en absoluto pues se trata de una evidente falsificación. Dicho de otra manera más rústica: si lo que quiere uno es que le vean con una 149 en la mano aunque sea más falsa que un euro de madera, que pague por ella lo que vale una falsificación. Y si uno se puede permitir el lujo, o tiene el capricho, de lucir una auténtica, que no busque gangas y pague por ella lo que vale. En el mercado de segunda mano encontrará modelos asequibles en buenas condiciones y no será engañado.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Cesare Emiliano Casiopea: Atractiva turinesa.

CEsare Emiliano es una pequeña compañía italiana fundada por Giuseppe Bailetto en 1957 en los alrededores de Turín. Sus primeros modelos estaban fabricados en celuloide y otros materiales de la época. En 1987, el hijo de Giuseppe, Emiliano, dió nuevos bríos a la empresa introduciendo nuevos materiales para la construcción de estilográficas como la resina, el cuero, el brezo, la plata, la piel animal y hasta el cuerno de búfalo.

Actualmente, gran parte de las piezas de Cesare Emiliano tienen por base la plata y el vermeil. Los plumines, por su parte, suelen ser de acero aunque también cuenta con la opción de montar uno de oro en la mayoría de los modelos.



Las resinas de Cesare Emiliano son muy bellas y originales. La pluma que aquí se presenta es una Casiopea con resina marmorizada de color amarillo-azulada que viene formando parte de las colecciones de la marca desde hace más de veinte años.


La Casiopea es una pluma de tamaño contenido y muy ligera gracias a su construcción íntegra en resina. La forma de la pluma es muy clásica, con los extremos planos y el único detalle dorado del anillo del capuchón y el clip. El torneado del material es magnífico y la belleza de la resina, palmaria. En conjunto, la calidad de la pluma es notable si bien los dorados son ligeramente excesivos y patentes porque no están realizados en oro.


Tampoco el plumín es de oro si bien su tamaño y diseño son particularmente atractivos. Se trata de una pieza de gran tamaño, bicolor, conteniendo el logo y el escudo de la marca así como la indicación del grosor. A su lado trabaja un buen alimentador de plástico que cumple su función adecuadamente. El desempeño del conjunto es muy bueno, ofreciendo una línea segura y buen flujo. La alimentación de la pluma se realiza por cartucho o convertidor.


La Casiopea es una pluma poco conocida, de igual manera que lo es casi todo el catálogo de la marca pese a disponer de una enorme variedad de modelos. Se distribuye en todo el mundo aunque su mercado principal está en los Estados Unidos donde últimamente compite con fabricantes locales como Edison o Noodler's que, en general, la baten en precio. Sin embargo, frente a otros rivales de esa gama, como Conklin, el resultado es diferente y más ventajoso para la italiana.


Los precios de catálogo de Cesare Emiliano son contenidos pese a los materiales que usa y la Casiopea no le va a la zaga aunque no pertenece a la categoría de las plumas de estudiante. En su día, se comercializaba por apenas 30 euros lo cual, visto su desempeño y, sobre todo, la belleza de los materiales que la componen, es un precio justo. La Casiopea es una pluma que llama la atención por la extraordinaria belleza de su resina. En Italia, saben cómo tratarla.


domingo, 23 de noviembre de 2014

Kaweco Al Sport. Un clásico mejorado.

Kaweco es una vieja marca alemana que ha conseguido aguantar en las estanterías más de ciento veinte años pues se fundó en 1.883 La firma ha pasado por varias crisis y ha protagonizado notables avances en el mundo de la estilográfica siendo pionera, entre otras cosas, en el trabajo del plástico inyectado y en la difusión del pistón como mecanismo de carga de la pluma durante los años 30 del siglo pasado. De esos años data la primera Sport, una pluma pequeña de bolsillo que jugaba con el gran tamaño del capuchón para prolongar un cuerpo reducido y convertirlo en un instrumento perfectamente funcional.

A partir de 1990, año en que la empresa fue adquirida por H&M Gutberlet, han reverdecido sus laureles y las Kaweco han recuperado fama internacional; hoy la marca está presente en todo el mundo con productos de gran calidad y buena presentación, siempre sutilmente basados en los modelos antiguos actualizados.


La gama Sport es uno de los caballos de batalla de Kaweco. Se trata de una pluma muy pequeña y compacta cuando está cerrada, apenas 101 mm. Cuando se coloca el capuchón en el cuerpo, el tamaño sube hasta los 130 que, si bien siguen correspondiendo a una pluma pequeña, la hacen perfectamente funcional. La gama de las Sport se ha expandido últimamente y presenta cuatro versiones: la Classic, la Skyline, la Carbon, la Ice y la que aquí se presenta: la AL.


La versión en Aluminio es, a mi juicio, la más lograda de todas las versiones. Se trata de una pluma realizada íntegramente en aquél metal y se ofrece en varios colores y terminaciones siendo la de aluminio crudo mi favorita.  El metal carece de brillos excesivos y con el uso adquiere fácilmente una pátina muy atractiva que la convierte en un objeto de apariencia casi vintage, susceptible de mostrar pequeñas huellas de roces y desgastes que, lejos de hacerla parecer un objeto gastado, revalorizan su extraña belleza. El capuchón ostenta un discreto grabado que reza: Kaweco AL Sport Germany y luce el logo de la marca en el extremo superior. Se cierra a rosca, sistema común en todas las Sport y no muy frecuente en plumas de esta categoría.


En su mecánica, la Al Sport es igual que sus hermanas. Se trata de una pluma que carga por cartucho estándar y, pese a su tamaño, admite un convertidor especial que no funciona con un pistón incorporado sino que es un depósito de silicona que se presiona para llenarlo de tinta como si fuera un cuentagotas.

El plumín es de acero, de pequeño tamaño y bellamente grabado con el logo de la marca y un elegante adorno en  los gavilanes. El alimentador es de plástico. Se presenta en una amplia variedad de medidas incluida la B.


El desempeño de la pluma es magnífico, demostrando ser una escritora eficaz e infatigable pese a su tamaño. El plumín escribe sin problemas, no presenta interrupciones de trazo o escasez de flujo. Como pluma de viaje o de bolsillo, muestra enormes virtudes sin añadir peso ni incomodidad alguna al usuario.


La AL Sport no es una pluma barata pues cuesta alrededor de 70 euros mientras que la versión básica de la Sport, la Classic, no supera los 20. Pero la belleza de este modelo y las cualidades de duración y resistencia que añade el aluminio al hermoso y práctico diseño de la Sport, justifican del todo el incremento de precio.  La marca cuenta con un buen número de accesorios y complementos incluyendo un clip de quita y pon y un estuche de cuero como el que se muestra.

La AL Sport es una pluma muy original y extremadamente práctica. Con el uso, gana en prestancia al convertirse en un objeto que muestra serenamente las huellas del tiempo. De todas las Sport, es la más bella.







sábado, 22 de noviembre de 2014

Tombow Object: El silencioso corredor de fondo.

Tombow es una compañía japonesa fundada en 1913 y sede en Tokio. Tiene a sus espaldas, por tanto, tanta experiencia como las grandes y más conocidas aunque nunca ha conseguido, como ellas, tanto renombre internacional. Se trata de una compañía pequeña, con apenas 300 empleados y cuenta con otra fábrica en Tailandia desde las que abastece al mundo entero.

Los productos Tombow tienen una calidad y un diseño dignos de admiración y que han sido premiados en numerosas ocasiones por su imaginativa y revolucionaria concepción.  Su catálogo es muy amplio e incluye lápices, bolígrafos, rollers, marcadores y numeroso objetos de escritorio. Pero también fabrica algunas plumas de exquisito diseño y sorprendente longevidad en el mercado.

Actualmente ofrece solo tres estilográficas: la veterana Havana, la Zoom 101 y la que aquí se presenta, la Object, una pluma que lleva en las estanterías más de treinta años sin apenas variación.


La Object es una pluma de tipo medio. No pretende ser barata y no compite con las plumas de estudiante. En realidad, tanto su concepción como su naturaleza la sitúan en un plano intermedio, en la franja de los 30-40 euros, en la que compite con plumas como la Lamy Alstar, la Platinum Plaisir o la Pilot Metropolitan (Urban) que la baten en precio aunque ninguna en calidad.

La Object de hoy es exactamente igual que la de sus primeros momentos salvo en la gama de colores que se ha ido extendiendo y variando en función de los gustos del mercado y en algunos de los materiales utilizados. Actualmente, se ofrece en siete bellos colores muy vívidos y llamativos porque la pluma no pretende ser discreta. Pero el principal valorq ue tiene es su sólida construcción y su bellísimo diseño.


La estilográfica está construida en aluminio, lo que garantiza una duración y una ligereza extraordinarias. El diseño de la pluma es muy original. Partiendo de una forma tradicional de puro u oblonga, destaca por sus extremos elegantemente adelgazados tanto en el extremo del capuchón como en el del cuerpo que le hacen parecer más pequeña y ligera de lo que es en realidad.  Añade así, unas sutiles líneas curvas que enriquecen su figura y le añaden un notable rasgo de originalidad. Es un diseño muy armonioso y equilibrado.

Se presenta en una bella caja metálica negra, forrada de gomaespuma, que tiene un diseño sorprendentemente moderno y minimalista que anticipa, en cierta medida, lo que luego han hecho otras marcas como Twsbi o Lamy.


El acabado exterior de la pluma es extraordinario. El aluminio cepillado mate es el mismo que el usuario encuentra, por ejemplo, en los ordenadores o tabletas de Apple; cálido, elegante, sutil y al mismo tiempo con una cierta textura que lo hace muy agradable el tacto. El tratamiento anodizado aporta, además, gran resistencia a arañazos y manchas, de manera que la pluma parece siempre recién estrenada. El capuchón cierra a presión, pero de forma estanca y segura.


El clip es negro. Sencillo y discreto, sirve perfectamente a su destino sin reproches. La pluma no es de gran tamaño, 138 mm, y la sensación al tomarla es de pluma con fundamento, no excesivamente ligera aunque en absoluto pesada. Su contundencia deriva de un detalle sorprendente: su boquilla está construida enteramente en latón. Los modelos modernos son de resina pero los originales, como el que se presenta, eran metálicos lacados en negro. La duración y resistencia de este conjuntos es impresionante.


El plumín es de acero, sin agujero de ventilación y talla M. Únicamente lleva grabado esta letra y el nombre Tombow. Es un plumín muy rígido pero que escribe intachablemente, proporcionando una línea segura, húmeda y constante. Le acompaña un alimentador de plástico que cumple su función adecuadamente.


La alimentación de la pluma es también un punto a su favor puesto que usa cartuchos universales que se insertan en la boquilla de manera firme y segura, protegido el conjunto por el hueco que forma la rosca a su alrededor.



Frente a sus competidoras, la Object es una pluma de diseño mucho más original, menos visto e inmune al paso del tiempo. En calidad no pierde frente a ninguna de sus competidoras si bien su precio la coloca en cierta desventaja frente a ellas. No obstante, por una pequeña diferencia, el aficionado puede disfrutar de una pluma magnífica y poco vista que, a lo largo de los años, tenaz como un corredor de fondo, conserva la belleza y la eficacia con la que sorprendió al mercado hace tres décadas.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Omas Arte Italiana Art Decó, Edición Certificada. La Belleza de un clásico.

Esta edición de Omas salió al mercado en 2.012 Se basa, una vez más, en la colección Arte Italiana y en su celebérrima forma facetada de 12 caras que diseñó Armando Simoni en 1.930 La Edición Certificada consta de tres colores, rojo, negro y amarillo, en número de 1.931 ejemplares cada uno, guarismo que se corresponde con el año en que Simoni creó la Paragón. También se fabricó una Edición Especial de 931 ejemplares.


El material con el que está construida la pluma es la resina vegetal, otro clásico de la marca, que aporta una extraordinaria ligereza al instrumento así como gran intensidad de color. La pluma completa pesa 20 gramos lo que la convierte en una escritora infatigable.


El diseño de la colección Arte Italiana es un verdadero icono en la historia de la estilográfica. Sus formas clásicas, rotundas pero ligeras, y la gran belleza del fuste facetado, se han convertido en la seña de identidad de la marca. En este caso, la recuperación del viejo modelo se ha visto acompañada por la introducción de algunas pequeñas variantes entre las que destaca, naturalmente, el plumín de titanio que más adelante examinaremos.


Antes, conviene recordar que la colección Arte Italiana se compone de dos versiones básicas: la Paragón, que es la más grande con 149 mm y la Milord con 146, aunque según el año de fabricación hay pequeñas variaciones.  Esta edición certificada es más pequeña puesto que mide 142,4 mm.


El clip de esta pluma es el viejo modelo con la ruedecita engastada al final, pero no al estilo de las versiones modernas, mucho más aparatosas, sino girando sobre un mínimo bastidor que resalta su extraordinaria belleza. Este clásico diseño de Omas es, además de original y eficaz, de los más  hermosos que se pueden encontrar. Si a ello unimos la artística greca que rodea la base del capuchón, obtendremos una de las plumas más elegantes jamás producidas en la historia de la estilográfica.


Al clasicismo se une la modernidad gracias al plumín -en tamaños F y M- realizado en titanio, metal que le aporta una considerable flexibilidad aunque no llega a la de los antiguos. Y la flexibilidad va acompañada de una sorprendente suavidad que convierte la escritura es un agradabilísimo ejercicio. El alimentador de ebonita contribuye a proporcionar un flujo poderoso y seguro, digno de una Omas. La carga se realiza mediante el  tradicional y contrastado pistón de la marca que proporciona una autonomía notable pese al gran consumo de la pluma.


La Art Decó EC salió a un precio muy ventajoso (unos 300 euros) en comparación con la Milord, y Omas la dotó de elementos muy atractivos: el bellísimo clip, el cuerpo facetado, la triple banda con greca en el capuchón y la boquilla de resina en lugar de metálica. Por si fuera poco, en el Penshow de Madrid pudo conseguirse a un precio aún más ventajoso gracias a la generosa iniciativa de Cruzaltpens, casa con la que no tengo más relación que el agradecimiento que debo a su inigualable servicio.

martes, 18 de noviembre de 2014

Platinum Izumo: El otro lado.

Nakaya es una filial de Platinum, lo sabemos. Nakaya, de vez en cuando, vende las mismas plumas que Platinum como, por ejemplo las Briarwood o las de celuloide. Esto es menos conocido. Los plumines de ambas compañías son idénticos o, en todo caso, están fabricados por Platinum. ¿Hasta qué punto cooperan estas dos compañías actualmente? Es difícil de saber.

Lo que sí resulta patente es que hace ya algunos años que Platinum comienza a competir contra Nakaya, es decir contra sí misma,  en dos formidables terrenos: el maki-e y el urushi, dos campos de batalla que proporcionan pingües beneficios provenientes de su mejor cliente: los Estados Unidos.

En mi opinión, Platinum está intentando cubrir los huecos que Nakaya no puede asumir dada su condición artesanal. Esto permite ofrecer productos de magnífica calidad a los aficionados que no pueden pagar los altos precios de Nakaya o que no desean soportar el tiempo de espera en la entrega de sus estilográficas. Nakaya sigue siendo el paladín de lo artesano, el campeón del "for your hands only" y el receptor de los pedidos "custom made". Pero, al otro lado de la calle, Platinum atiende a los clientes que demandan un producto disponible, a un precio sensiblemente inferior al de Nakaya y con una calidad igual o mejor que la de esta compañía. Estrategias comerciales; aprovechar el momento; diversificar la oferta... probablemente haya de todo un poco, aunque lo seguro es que de ello nos beneficiamos los amantes de estas fabulosas estilográficas.

(foto: maki-e Platinum)

Los modelos maki-e de Platinum son magníficos pero hoy hablaremos del urushi,  materializado en una fantástica pluma: la Izumo. Cuatro modelos de una perfección técnica absoluta y una desconcertante y cautivadora belleza, coronados por una quinta, la Yagumonuri, una soberbia Izumo maki-e.


Izumo es el nombre de un santuario y de una provincia en la que nació el fundador de la compañía Sunichi Nakata y  en la cual tiene profundas raíces. Esta pluma es el modelo más alto de toda la producción de Platinum exceptuando las maki-e.  Unas y otras están muy por encima de los modelos estándar que carecen de acabados especiales a mano.

La Izumo es, además, una pluma que no se basa en ningún modelo anterior de la marca y que aporta un diseño inédito. Su originalidad se basa en la absoluta carencia de líneas rectas y en  el armonioso vaivén de las elegantísimas curvas que la conforman. Algo parecido a lo que hizo Pilot con su Bamboo. La voluptuosidad de sus formas se adapta prodigiosamente bien a la mano del usuario, haciendo de la escritura con ella un auténtico placer.

La Izumo es de gran tamaño, incluso desprovista de su capuchón. Mide 164 mm, más que una Montblanc 149 aunque menos que una Nakaya Cigar Long. Es una pluma poderosa que no pasa desapercibida.



El modelo que presento es el último aparecido: el Biwatame. Junto con la Izumo totalmente negra (Kuro), hay tres colores base diferentes: rojo (Aka), verde (Sora) y amarillo (Biwa). En todos ellos, el color base se deja entrever elegantemente en los extremos de las piezas, el borde superior e inferior del capuchón, la cornisa del cuerpo y los resaltes de la boquilla. Con el tiempo, la laca negra se irá haciendo más transparente y permitirá entrever con más claridad el amarillo de fondo. El lacado urushi e esta pluma es, sencillamente, suntuoso. No hay una mácula o una irregularidad. Perfecto.


La pluma es de madera, no de ebonita como suele creerse. La madera en cuestión es la Tagayasan, también conocida por Madera Negra de Bombay,  extremadamente dura y resistente y parecida al ébano que, como sabemos, es la madera cuyas propiedades pretendía emular, en origen, la ebonita.


La Izumo es, como todas las Platinum, mecánicamente simple puesto que se carga por cartucho o convertidor, de impecable funcionamiento. El clip es único para este modelo, también de formas curvas aunque de notoria presencia. En su parte superior se lee "Platinum". con todo, me quedo con las ganas de ver una Izumo sin clip, modelo que intuyo elegantísimo.


El plumín, por su parte, no es original sino que se trata del mismo que montan las President, un plumín de soberbio desempeño pero que en esta pluma resulta algo pequeño. La formidable presencia de la Izumo parece pedir un plumín de gran tamaño, pero Platinum sigue aquí la misma filosofía que en  Nakaya y opta por montar ejemplares estándar, al contrario de lo que hacen Pilot en sus grandes modelos  maki-e o Sailor en sus KOP, dotadas de plumines grandes y vistosos.


La Izumo es una pluma de altísima calidad y precio asequible. En esta categoría, un coste aproximado de 400 euros es una verdadera oportunidad. La Nakaya más sencilla cuesta cien euros más y cualquier maki-e de este tamaño y calidad, dobla el precio de una Yagumo que se puede conseguir por unos 650 euros aproximadamente. Más barata que una Montblanc 149

Las modernas líneas especiales de Platinum con las Izumo y las 3776 maki-e, están atendiendo a un mercado ansioso de modelos de gran calidad y precio asequible que, hasta ahora, sólo contaba con las otras dos grandes japonesas. Nakaya queda al margen por sus pequeñas dimensiones y por su concepción totalmente artesanal de producción a medida. La matriz se ha dado cuenta y, al otro lado de la misma calle, está asombrando al mundo de la estilográfica con sus soberbios productos.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Madrid, Penshow 2014

En el Hotel NH Eurobuilding de  Madrid, los días 14, 15 y 16 de noviembre, se celebra la XI Feria de la Estilográfica con la asistencia de más de sesenta expositores y numeroso público.

Los aficionados podemos contemplar y probar los magníficos ejemplares presentes y, sobre todo, disfrutar de la reconfortante presencia de grandes especialistas y la mejor compañía de los buenos amigos del mundo de la estilográfica.




El otoño de Madrid se viste de gala para recibir la XI edición del Penshow

viernes, 14 de noviembre de 2014

Plumas de Otoño

El otoño es la estación de los colores.

Aquí pongo algunas imágenes, por el mero placer de disfrutar de esa gama de amarillos, rojos y marrones con que que se adornan nuestros campos y parques. También nuestras plumas...

Que sirva como adivinanza para identificar las que se muestran.






jueves, 13 de noviembre de 2014

Las Mejores Plumas del Mundo

El mundo de la estilográfica es enormemente variado y se ha desarrollado durante más de cien años. En este lapso de tiempo y con el volumen de piezas fabricado, se han podido ver auténticas obras maestras del diseño, de la mecánica o del arte. A veces, de las tres cosas a la vez.


(Plumín Sailor King Cobra)

Hoy en día, la industria de la estilográfica es residual aunque asistimos al curioso fenómeno del coleccionismo y al del aficionado. Ahora que la pluma es un producto obsoleto, renace para unos pocos entendidos y amantes de esta manera tan especial de escribir y de entender la vida. No es un fenómeno aislado y, así, junto a él, vemos reverdecer los viejos discos de vinilo, el afeitado a navaja, los relojes manuales, los coches antiguos o la encuadernación manual, todo ello cosas superadas pero con las que se recuperan ciertos valores o experiencias que el mundo actual no contempla.


(Sailor 1911 Realo)

La escritura a mano, reducida hoy a los años de formación, discurre por un sendero oscuro hacia un más que probable destino liminar, arrinconado, apenas testimonial. La comunicación del futuro será -si no lo es ya- completamente digital, en el que ni siquiera la firma personal será la prueba máxima de la personalidad. Grabaciones, dictados, huellas, chips, todo esto es lo que late en el futuro de los contratos y de las relaciones jurídicas relevantes. En este ámbito, la estilográfica es un grito de afirmación y una reivindicación de ciertos valores que no interesa perder. Como en el arte o en la belleza, la utilidad no siempre es el baremo ni la garantía.



(Maki-e de Nakaya)

El resurgir de la estilográfica en un mundo digital se ha visto encuadrado por esta nueva concepción del instrumento. Ya no se trata de encontrar la funcionalidad sino el placer de la artesanía, la belleza de lo perfecto. Y en este orden de cosas, surgen dos grandes ramas industriales contemporáneas: la del lujo, que se centra, sobre todo, en la exclusividad y en la belleza, y la de la funcionalidad que se centra en la perfección. Hay un lugar donde ambas cosas se hacen a la par.


(Sailor Professional Gear)

Plumas bellas las hay por todas partes y es cuestión de que cada aficionado seleccione la que se adecue a sus gustos o preferencias. Plumas perfectas hay menos, si por ello entendemos aquéllas que cumplen su cometido con absoluta eficacia y funcionalidad. Y aunque hablando de modelos, sería posible escoger aquí y allá un gran número de ellos que cumplen este requisito, hay marcas enteras que lo consiguen con todos y cada uno de sus productos que son, al mismo tiempo,  bellos y  perfectos. De estas plumas hablaré ahora.


(Sailor King of Pens)

Las mejores plumas del mundo son, a mi juicio, las japonesas. Las tres grandes marcas, Pilot, Sailor y Platinum, fabrican instrumentos de incomparable perfección y, cuando de ello se trata, de suprema belleza. No hay nada que haga una marca europea o americana que no sea superado en todos sus parámetros comparativos por una japonesa que, al mismo tiempo, se ofrece a un precio sustancialmente menor.


(Pilot: modelos Emperor maki-e)

Hay grandes plumines alemanes, pero ninguno como los Sailor Nagahara. Hay bellas creaciones italianas, pero ninguna resplandece como el urushi de las Nakaya o las Pilot Emperor. Hay mecánicas sólidas en Europa pero ninguna con la fiabilidad de una humilde Pilot 823 o la robustez y eficacia de una Realo. Y eso sin contar con la infinidad de diseños novedosos y creativos, capaces de ofrecer desde una Pilot Vanishing Point hasta una  Petit pasando por las Murex, los increíbles plumines especiales Sailor o las extraordinarias creaciones de Platinum y Nakaya que, junto con el mundo maki-e, ofrecen genuinas maravillas en el humilde cuerpo de una estilográfica.


(Platinum Izumo)

Cuando el aficionado colecciona plumas de todo el mundo, es porque su interés o su peculio le permiten adquirir las piezas que le gustan o que encajan en el diseño de su colección. Pero si un usuario desea encontrar la pluma perfecta, la que le acompañará toda su vida y aún más allá, con un desempeño impecable y fiel como una vieja amiga, deberá mirar a Oriente. De su presupuesto dependerá que esta pluma sea un simple aunque formidable ejemplar o, además,  una auténtica obra de arte.

(todas las fotografías son propiedad de las marcas)


miércoles, 12 de noviembre de 2014

Platinum President. El buque insignia.

Hasta 2009, Platinum, la gran firma japonesa matriz de Nakaya y fabricante de algunas de las mejores plumas del mundo, tenía  a la 3776 como modelo básico y, desde ahí, apenas se podían encontrar modelos intermedios antes de llegar a sus fabulosos maki-e o la soberbia Izumo. La President vino a convertirse en el nuevo buque insignia de la compañía, dentro de la gama estándar.

Como la Sailor 1911 Large con la cual pretende competir, la President hubo de crecer y pasar de las pequeñas medidas tradicionales a un modelo notablemente más grande. También se aprovechó la ocasión para llevar a cabo dos modificaciones básicas importantes: el diseño del plumín y el del clip que, a mi juicio, no han supuesto una gran mejora respecto a los originales.

La President introdujo también una gran variedad de colores y acabados. Frente a la simplicidad cromática de la 3776 tradicional, la President ofrece múltiples opciones, de manera que el usuario tiene una gran abanico de posibilidades para elegir la que mejor se adapte a sus gustos.


La forma de la pluma es, con todo, muy tradicional. Forma de cigarro con extremos redondeados y bandas de metal como adorno. El detalle más sobresaliente, por novedoso, es el clip que resulta más elaborado que el tradicional de Platinum y al que se ha dotado de un diseño aterrazado que culmina en una especie de plumas de flecha al estilo Parker aunque sin relieve.


No me parece que este plumín haya mejorado el tradicional de Platinum que me sigue gustando mucho y que aún se utiliza en muchos otros modelos, entre ellos, los de Nakaya. Pero parece que la marca está intentando ensayar nuevos diseños de clip como los que ya se ven, además de en la President, en las Izumo y las 25G o las Metal Body. Sin embargo, la sencillez y elegancia del clip tradicional sigue teniendo una enorme aceptación por parte de los aficionados.


La pluma es de respetable tamaño, ligera de peso y con un  nivel de acabado de gran calidad. No llega al de la 1911 Large, en mi opinión, aunque por muy poco. Y aunque la resina es mucho mejor que la que se usaba en las 3776 antiguas, tampoco alcanza el nivel de la Sailor.


El plumín también es nuevo pero su diseño tampoco me parece que mejore el de los hermosos y tradicionales plumines de la marca a los que únicamente se podría reprochar un tamaño algo reducido. El de la President -que también usa la Izumo- no impresiona y debería hacerlo viniendo de donde viene. Pero su belleza queda en un segundo plano cuando tratamos su desempeño. Es un plumín fantástico con unas cualidades funcionales formidables. La escritura con la President es una verdadera delicia, suave, húmeda, continua, intachable. Como buena japonesa, un modelo de perfección.

La carga de la pluma se hace a través del clásico cartucho/convertidor. El de Platinum, bellamente diseñado y de impecable funcionamiento me gusta más que el resto de los japoneses excepto el Con-70 de Pilot. Sus formas curvas y detalles metálicos le dan una gran personalidad. Por cierto que si se desean usar con una pluma transparente con acentos rodiados en lugar de dorados, es posible pulir la tapa para restituirle un bello tono plateado.


La President es una gran pluma. No podía ser menos viniendo de una marca tan eximia como Platinum. Sus novedades de diseño no añaden gran cosa a lo que podría ser una 3776 ampliada pero sus cualidades funcionales son absolutamente soberbias y harán de su adquisición, por un adecuadísimo precio que ronda los 150 euros, una compra de rotundo éxito.