Traigo hoy a la consideración de los lectores dos conocidas plumas: La Platinum Izumo y la Sailor King of Pens. Ambas estilográficas compiten en la gama alta de sus respectivos fabricantes; ambas son plumas que se ofrecen en acabado
urushi; ambas son de gran tamaño y ambas se cargan por cartucho/convertidor.
Me parece obvio que estas dos soberbias plumas ocupan un mismo nicho de mercado, el que corresponde al tope de gama de cada casa, orientado hacia un lujo
moderno que simboliza para el mercado el acabado
urushi. Frente a los excesos más dignos de la joyería que de la escritura, me parece que los usuarios se van inclinando hacia formas estéticas más depuradas y, al mismo tiempo, representativas y exclusivas como el
maki-e o el
urushi. Quizá en ciertos ámbitos que no voy a nombrar, pero que casi todos serán capaces de representarse, aún tenga predicamento la pluma forrada de diamantes y precio muy superior a cinco cifras. Pero a un buen aficionado, incluso a aquéllos que gustan del lujo, el arte y la exclusividad, le tentarán probablemente más los grandes productos japoneses de bellísima e intemporal estética, algo de lo que ya se han percatado algunos fabricantes europeos que incorporan modelos en
maki-e o
urushi en sus catálogos, como hacen, por ejemplo, Dunhill, Pelikan o Visconti.
Prueba de todo ello es que las susodichas técnicas japonesas se están extendiendo como una benéfica plaga estética por todo el mundo cuando, hasta hace apenas unos pocos años, apenas nadie las conocía o, mucho menos, las apreciaba.
Pues bien, en el tope de gama de dos de las tres grandes compañías japonesas, están situadas estas dos plumas que constituyen el paradigma del
nouvelle gôut sin suponer, a cambio, una subida a la estratosfera tarifaria ni dejar de ser, en definitiva, plumas estándar. Creo que tanto la Izumo como la KOP
urushi son perfectamente homologables en cuanto a nicho de mercado y excluyo del mismo, aunque por poco, la Pilot 845
urushi que, por estética y acabado, aunque no por rendimiento, pertenece a un escalón ligeramente inferior.
Obsérvese que tanto la Izumo como la KOP, a diferencia de la 845, son plumas de estética enormemnte parecida y esto tiene, a mi juicio, una razón de ser: que ambas son producto, más o menos declarado, del éxito de los modelos
urushi de Nakaya. Esta filial de Platinum ha protagonizado, a mi parecer, una de las mayores revoluciones empresariales habidas en el mundo de la estilográfica. Lo más sorprendente no es su modelo económico del que ya hemos hablado en otras ocasiones, sino su paradigma estético. De sopetón, el estilo Nakaya ha conquistado el mercado y sus diseños han pasado a ser internacionalmente reconocidos. En otras palabras; lo que era un producto minoritario y caro, ha pasado a convertirse en el nuevo modelo del refinamiento, de la artesanía, del buen hacer y de la estética más elegante y exclusiva.
A este fenómeno no han tardado en responder las grandes firmas japonesas y tanto la Izumo como la KOP
urushi son su consecuencia. Sin embargo, ambas parten de premisas diferentes. Sailor ofrece un producto que pretende competir con las Nakaya de gama alta y, de paso con las Pilot Yukari Royale e incluso Emperor. Sailor reserva una KOP en ebonita para poder ofrecer un producto más asequible, este es el modelo que aquí se muestra para la comparativa aunque, como ya se ha dicho, es exactamente igual a la
urushi salvo en su acabado.
Platinum, por su parte, no desea canibalizar las Nakaya de gama baja que, a la postre, no dejan de ser productos de su filial. por tanto, su Izumo ocupa un escalón de precios notablemente inferior. Es así como la KOP se ofrece a un precio elevado mientras que la Izumo se queda bastante por debajo de la más barata de las Nakaya.
Ambas plumas son estructuralmente idénticas: Cuerpo de ebonita lacado en
urushi, plumín de oro y carga por cartucho/convertidor. ¿Cuales son las diferencias entre estas plumas?
Estéticamente, la Sailor es más recta de formas mientras que la Platinum resulta mucho más sinuosa. El tamaño es, en cambio, muy parecido, Ambas son plumas grandes, de comodísimo uso y sólida presencia.
El lacado es, en ambos casos, magnífico. La Izumo estándar se ofrece en cuatro acabados, tres de ellos bajo la técnica de dos colores, es decir, un primero que sirve de base y luego un negro que cubre el anterior aunque dejando traslucirlo: amarillo, verde, rojo. El cuarto es un negro absoluto.
El formidable lacado de la KOP está compuesto por 12 capas dadas a mano y se ofrece en 8 colores diferentes muy originales. Hasta la boquilla, realizada en resina, está cubierta por
urushi. En el modelo de ebonita, el brillo resulta igualmente impresionante y el acabado, espléndido, aunque las virtudes de esta pluma se concentran en el plumín.
El plumín de la Sailor y, en especial, la posibilidad de montar algunas de las piezas especiales Nagahara, otorgan a la KOP una versatilidad y una riqueza funcional que la Izumo no tiene. La Platinum dispone de los plumines estándar que, además, resultan de pequeño tamaño con relación a la imponente presencia de la pluma. Los enormes y fastuoso plumines Sailor son muchísimo más proporcionados e impresionantes en la KOP.
El clip en ambas plumas es de altísima calidad. Me gustan más las formas más limpias del de la Sailor aunque la funcionalidad en ambos es magnífica.
El sistema de carga en estas dos plumas es un modesto cartucho/convertidor, algo que choca algo con la entidad de las piezas. Cualquiera de ellas, con un pistón, incrementaría en mucho su consistencia y su apreciación por parte del mercado. Con todo, el sistema de la Sailor es más completo, con un alojamiento para el cartucho muchísimo más elaborado, seguro y elegante, en el que no falta una ventana para comprobar el nivel de tinta.
La principal diferencia es, como se ha anticipado, el precio. La Sailor KOP de ebonita ronda los 700 euros y las de
urushi, superan los 1.500. Por su parte, la Izumo se puede conseguir, en las condiciones más favorables, por unos 350 euros. ¿Se justifican estas cantidades? En mi opinión, no. La Izumo es una pluma funcionalmente idéntica a la Sailor a menos que ésta cuente con un plumín Nagahara pero ello multiplicará aún más la diferencia de precio. En términos estándar, ambas plumas son espléndidas y ofrecen un comportamiento idéntico.
Estéticamente, me parece más lograda la Sailor. No sólo por sus líneas más puras sino por su clip más armónico, su magnífico alojamiento para el convertidor y, sobre todo, su enorme y bellísimo plumín. Pero nada de ello justifica un precio que es en el mejor de los casos, dos, o, en el peor, cuatro veces superior a la Platinum. Comparando ambos modelos
urushi, la Izumo gana por enorme diferencia pues constituye, a mi juicio, una de las plumas con la mejor relación calidad/precio del mercado. Por menos de lo que cuesta una Montblanc 146 estándar, se puede conseguir una formidable pluma de ebonita lacada a mano en
urushi y con una presencia estética impresionante.
Sailor ha hecho un gran trabajo con su soberbia KOP de ebonita y
urushi pero Platinum ha dado un paso decisivo a la hora de ofrecer productos de élite a precios asequibles.