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FPR Jaipur V2 Ultra Flex: Marquismo y flexibilidad

Tras la gran caída del negocio tradicional de la estilográfica en los años 60 del pasado siglo, se produjo el renacer de los 90 el cual, como ya hemos tenido ocasión de ver, discurrió por cauces sinuosos, muy de la mano de las ediciones limitadas y el coleccionismo de lujo. Tras la nueva crisis de este modelo de negocio que marcó su cenit antes de la crisis financiera del año 2007 y siguientes, asistimos a una reordenación de la industria, a la desaparición de muchas marcas que vivían del coleccionismo de lujo y los regalos y al ajuste de la producción en torno a nuevas iniciativas que consagraron a la industria japonesa como la primera del mundo, en compañía, ahora, de otros actores que han hecho gravitar el eje del negocio hacia oriente. La desaparición  de marcas históricas, el anquilosamiento y/o desolación de otras muchas, fueron acompañadas por la aparición de pequeñas industrias que, más que fabricar plumas, jugaban con el marquismo, es decir, el diseño de estilográficas que fabrican otros pero que se comercializan y distribuyen bajo sello propio. No es un fenómeno nuevo. En España, en los años 40 del pasado siglo, hubo muchos marquistas que distribuían plumas fabricadas en Alemania, Francia o Italia. Actualmente, los grandes fabricantes para empresas marquistas están en China. Pero que nadie piense que esto supone algún demérito. En realidad, hasta las grandes marcas japonesas fabrican bajo pedido para clientes extranjeros, generalmente estadounidenses, a los que permiten comercializar modelos creados expresamente para ellos.   En otro campo como es el de los plumines, la fabricación de la mayoría de ellos se lleva a cabo en Alemania y las compañías especializadas, como Bock, Schmidt o JoWo, son los verdaderos manufactores de los plumines de famosísimas marcas.  

Una industria que está despertando es la india. No está al mismo nivel que la China, desde luego, pero ya hace años que está produciendo estilográficas muy interesantes. Se dio cuenta de ello Kevin Thiemann, el propietario de Fountain Pen Revolution cuyo interés por las plumas comenzó con el deseo de mejorar su  caligrafía en el año 2009. Le gustaban las plumas de calidad pero sus precios resultaban desalentadores. Por entonces Kevin trabajaba en la India y allí compró muchas estilográficas, comenzando a venderlas a s a otros coleccionistas y aficionados. Así nació Fountain Pen Revolution. Con el tiempo, Kevin se asoció  con fabricantes indios para fabricar estilográficas según sus propias especificaciones. Su objetivo era ofrecer excelentes instrumentos a buen precio. FPR sigue siendo un negocio familiar, ahora con sede en Texas, USA, aunque su sistema de trabajo sigue siendo el mismo.

Uno de los modelos más importantes del catálogo de FPR es el Jaipur. En una primera versión, se trataba de una pluma sencilla y económica, pero sólida, de buen rendimiento y carga a pistón.


La versión 2 de esta pluma ha dado un paso al frente. El nuevo modelo, aunque apenas diferente en el aspecto exterior, dispone ahora de un conjunto plumín/alimentador de ebonita, formando un cuerpo unido a rosca con la boquilla, al estilo Pelikan; un cuerpo de resina de gran calidad y belleza y, finalmente, un sistema de carga a pistón totalmente desmontable.


La pluma no se presenta en caja, sino, simplemente, envuelta en papel de burbuja. En este caso, vino acompañada de otra pluma de regalo, una sencillísima pero simpática Muft, cuentagotas transparente, con alimentador de ebonita.

La Jaipur V2 es una pluma de diseño extremadamente clásico, con líneas que recuerdan a multitud de modelos pero sin que se parezca en exceso a ninguno. Las formas truncadas de los extremos se inscriben en la tradición de las flatops de los años 30 como Parker y Sheaffer. 

Llama poderosamente la atención la belleza de la resina acrílica con la que está construida. Es una resina de gran calidad y exquisitos reflejos. Se trata de un azul hielo con notas oscuras y perladas. Está cuidadosamente torneada y con una transparencia muy atractiva llena de matices y sugerencias de color.

La boquilla es casi cilíndrica, con un pequeño rebaje en el labio inferior para acoger el cartucho que contiene el plumín y el alimentador.

La pluma es de buen tamaño, 14 cm. En cambio es sumamente ligera, por lo que apenas se nota en la mano.


La mecanización de la resina es impecable. El remate superior del capuchón, en forma de cono achatado, carece de imperfecciones.

Se advierte, prominente, el visor de tinta a través del cual se aprecia igualmente el pistón de doble labio que se opera con el botón posterior del cuerpo.

En el cuerpo aparece un falso anillo negro superior que, en realidad, forma parte del mecanismo del pistón.

El remate posterior del cuerpo no es otra cosa que un capuchón ciego que esconde el mecanismo a rosca que mueve el pistón. 

El pomo, estriado, es de plástico, al igual que el resto del mecanismo. Se opera girándolo a derecha e izquierda para hacer que el pistón  baje y suba respectivamente.

Para extraer el mecanismo, lo que puede hacerse sin herramienta alguna, solo es preciso llevar el pistón hasta el extremo inferior del cuerpo y, a partir de ahí, forzar el giro un poco más para desbloquear el sistema y proceder al desatornillado. Es sumamente sencillo.

El mecanismo consta de dos partes, enteramente construidas en plástico. La rosca del pistón inferior es interior y también de plástico.

Todo el sistema viene perfectamente cubierto con grasa de silicona.

El capuchón, a rosca, es una pieza cilíndrica muy bien mecanizada. Las fornituras metálicas, en color plata, son correctas, aunque, a mi juicio, no gozan de especial belleza o atractivo. El clip es fuerte, sencillo y funcional. El remate tiene forma de gota y resulta esbelto y elegante.

El anillo decorativo, plateado al igual que el clip, contiene la leyenda F.P.R. No aparece el nombre del modelo ni cualquier otro detalle. Se trata de una pieza demasiado rudimentaria, casi anodina. Casi hubiera sido mejor reducir su anchura al mínimo y dejar más espacio para mostrar la hermosa resina, o eliminarlo del todo. Tampoco el acabado es el mejor. El grabado de las letras es muy rústico y poco preciso.

El conjunto plumín/alimentador es muy ostensible al extraer el capuchón. El plumín se ve grande y contundente.

El plumín es un número 6 ultra flex que se sirve como extra y a un precio superior al estándar (14 dólares más). Desde arriba, este gran plumín resulta algo tosco. No está muy pulido y su dibujo resulta algo  elemental. Longitudinalmente se lee: FPR Flex. 

La pieza es de acero pero está recortada en sus laterales para facilitar la flexibilidad de los gavilanes.

El alimentador, también algo simple, es de ebonita, lo cual facilita el flujo de tinta, una cualidad especialmente importante en plumines flexibles que necesitan de un gran caudal so pena de secarse rápidamente y trazar líneas vacías.


El uso del cartucho es una de las grandes novedades de esta segunda versión de la Jaipur. Como se sabe, es el sistema típico de Pelikan y de muchas otras marcas de calidad. Facilita enormemente, tanto el cambio de plumín en cualquier momento, como  la limpieza del conjunto. Es algo tradicional en marcas prestigiosas. El  conjunto plumín/alimentador se extrae muy fácilmente girando simplemente el cartucho de plástico que los contiene. Este cartucho es de un plástico bastante sencillo y presenta algún defecto de remate en sus bordes.


Sabido es que no soy un gran aficionado a los plumines flexibles. Para más allá de caligrafías específicas como la cancilleresco o a la copperplate, no les encuentro demasiada utilidad y sí algunos problemas prácticos.  Para una caligrafía ordinaria, el plumín no aporta gran cosa.


Sin embargo, presionando adecuadamente, se obtienen variaciones de trazo muy significativas, lo que añade indudable expresividad a la escritura. 


La ultraflex de FPR es una pluma muy eficaz para conseguir variaciones en el grosor del trazo porque el flujo de tinta se mantiene generosamente incluso apurando las posibilidades del plumín. A cambio, será preciso usar papeles muy opacos porque la cantidad de tinta depositada es muy grande y se producen capilaridades y traspasos.


A favor del sistema juega el alimentador de ebonita muy húmedo y eficaz. Tanto que hay que tener cuidado para que no caigan gotas si se agita la pluma inadvertidamente.


Apurando las líneas, sobre todo en trazos largos y ágiles, el plumín muestra sus excelentes cualidades.


En defintiiva, ¿se trata de una pluma de primera línea? Aún no. Adolece de algunos defectos de terminación y de acabado . La relativa tosquedad de la industria india aún se puede apreciar en algunas partes del producto. La resina es de magnífica calidad y su torneado es perfecto pero las fornituras no tienen el nivel de acabado y precisión de otras marcas. Por su parte, y a pesar de su espectacular desempeño,  el plumín sigue pareciendo demasiado rústico, los materiales de la mecánica son totalmente de plástico y algunos ajustes pueden mejorarse. 

Tampoco es una pluma barata. Con el plumín ultra flex, asciende a unos 70 dólares, una cantidad ya respetable. El modelo estándar baja hasta los 55 dólares, que es un precio más competitivo, pero donde encuentra muchas rivales. En todo caso, la Jaipur es una pluma atractiva y eficaz que, sobre todo para los amantes de la flexibilidad,  no defrauda. No es poco.







Comentarios

  1. Pués sí,parece que después de los chinos,las plumas de la India van mejorando poco a poco.Ya no solo hacen esos enormes trastos de ebonita y cuentagotas.A poco que afiknen en los acabados y los plumines, serán instrumentos a seguir.Eso sí,mejorando la calidad y dejándose de cuentagotas.

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  2. Desde luego la resina resulta preciosa.El sistema de pistón lo veo mejorable, en cualquier caso es un avance respecto a las plumas, pocas, indias que he visto y a la mayoría de chinas. No puedo opinar sobre el plumín aunque por la muestra de caligrafía tiene buena pinta, yo sigo siendo de palillero (dibujo a tinta china básicamente). Lo que me ha llamado la atención es el alimentador de ebonita.

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    1. Estoy de acuerdo en que el pistón es mejorable. Demasiado plástico aunque muy fácil de mantener y manipular. Gracias por tu comentario, amigo Artur.

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  3. Buenos días Capitán. Desando estoy leer la segunda parte que va a dedicar a las Sailor 1911. Le agradecería que entrara a valorar ese plumín icónico. El modelo Simply Black me tiene, tras su última revisión, para pedírselo a los Reyes. A pesar de que suelo escribir con plumines itálicos u OM, el desempeño y la belleza de la pluma me atraen.
    Muchas gracias por volcar su sabiduría en estas entradas, que muchos leemos como una guía para nuestra pasión esilófila. Un saludo cordial.

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    1. Es un placer saludarle amigo angeljavier; pronto tendrá esa segunda entrada de las 1911. Un saludo muy cordial y gracias por sus amables palabras.

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  4. Interesante comentario. Tengo alguna pluma Himalaya y alguna Darjeeling de Fountain Pen Revolution y sí creo que, ciertamente, aún les queda recorrido para igualar a las marcas chinas. Un poco recuerdan lo que eran las marcas chinas de hace unos años (no tantos, por cierto). Las plumas de la India son interesantes y pueden tener un buen futuro, pero aún les queda "pulir los detalles" -¡literalmente, casi!-. Por lo demás, sus plumines flexibles son un tanto problemáticos con según qué papeles (en los mismos ejemplos escritos que pones ya se aprecian claras ramificaciones). Aunque eso, quizás, sea propio de ese tipo de plumín y no privativo del de las hindúes (no tengo mucha experiencia con plumines flexibles). A ver si te animas algún día con los plumines flexibles de Noodler's, otra marca interesante y peculiar. Un cordial saludo y muchas gracias por tu análisis, siempre apreciado.

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    1. Gracias por tu comentario, amigo Nauta. En efecto, a la industria india aún le queda recorrido para mejorar. Tendré en cuenta lo que me dices de Noodler's. Un saludo muy cordial.

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  5. Una pluma preciosa y de buen tamaño. Como ya sabes, los tonos azules son mi debilidad y la resina de este ejemplar luce, por las fotografías, muy bonita. El precio, es verdad, que es un poco alto pero, por lo que dices que merece la pena. Los plumines flexibles de las estilográficas modernas me tienen intrigado sobre su resultado. A ver si consigo probar uno a ver qué resultado dan.

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    1. Gracias po tu comentario, amigo Fausto. Si te gustan los azules, esta resina es de las mas bonitas que he visto últimamente. Un cordial saludo

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  6. Interesante producto de FPR. Estoy seguro de que lo mejorable, se hará. El tema es que en ese rango de precios hay otras marcas que ya han conseguido quizá un mejor acabado??. En todo caso, gracias Pedro una bonita presentación como todas a las que ya nos tienes acostumbrado. Por cierto, preciosa la tinta escogida para las pruebas.

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    1. Gracias por tus palabras, querido Leonardo. Habrá que estar atentos a la evolucion de la industria indis. La tinta es una humilde pero preciosa Pilot azul de gama estándar. Un fuerte abrazo

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    2. Gracias por tus palabras, querido Leonardo. Habrá que estar atentos a la evolucion de la industria indis. La tinta es una humilde pero preciosa Pilot azul de gama estándar. Un fuerte abrazo

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  7. Muy buenas Capitán y permítame en esta entrada también felicitar a Leonardo por sus entradas anteriores... yo tengo dos Ranga de ebonita, pero con plumones Jo Wo... obviamente la escritura está garantizada con un plumín fiable... la plumas son grandes, no son toscas porque tienen buen acabado... son sencillas y la ebonita es francamente bonita... creo que la industria india es como Bollywood... intenta fascinar con colores llamativos pero aún le falta mucha calidad. En el momento que quieran invertir mejorarán el producto. La duda que tengo es si les interesa precisamente eso... acabar pareciéndose a plumas chinas o japonesas o seguir manteniendo esa identidad de plumas hermosas y con cierta tosquedad. Un saludo

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    1. Gracias por tu comentario, amigo Jaime. Estoy contigo en aún tiene recorrido la industria china. Ojalá consiga mantener su originalidad y su belleza pero con mayor calidad. Un saludo cordial

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  8. Muy buenas Capitán y permítame en esta entrada también felicitar a Leonardo por sus entradas anteriores... yo tengo dos Ranga de ebonita, pero con plumones Jo Wo... obviamente la escritura está garantizada con un plumín fiable... la plumas son grandes, no son toscas porque tienen buen acabado... son sencillas y la ebonita es francamente bonita... creo que la industria india es como Bollywood... intenta fascinar con colores llamativos pero aún le falta mucha calidad. En el momento que quieran invertir mejorarán el producto. La duda que tengo es si les interesa precisamente eso... acabar pareciéndose a plumas chinas o japonesas o seguir manteniendo esa identidad de plumas hermosas y con cierta tosquedad. Un saludo

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