viernes, 10 de julio de 2015

Diez características de la pluma (casi) ideal.

Ya hemos visto en numerosas ocasiones, que no existe la pluma perfecta; pero es inevitable, con el transcurso de los años, que la guía de nuestra afición y nuestra experiencia, nos haga seleccionar inconscientemente y nosconduzca hacia un modelo de instrumento que acaba por reunir, al menos estadísticamente, ciertos rasgos comunes. Cuando esos rasgos están bien definidos y se repiten a menudo, estamos ante nuestra pluma ideal. Sólo lo será para nosotros, desde luego, pero será ella, o casi.

Reflexionando sobre lo anterior, me he dedicado a compilar aquellos rasgos generales que se repiten en las plumas que más uso. Es necesario precisar cuanto antes que hablo de rasgos funcionales, prácticos, y, por tanto, no estéticos, si bien algunos elementos de diseño derivan de su propia función.

Estos son los rasgos de mis plumas casi ideales.


1. Clip. Creo que, aunque estéticamente pueda tener algún pero, el clip es un elemento imprescindible en mis plumas de trabajo. No sólo sirve para llevar la pluma con seguridad en un bolsillo sino que evita que ruede sobre las mesas. Los hay bellísimos.

(foto: penhome)

2.- Capuchón roscado. Impide aperturas inesperadas, manchas de tinta y pérdidas. Añade mayor protección para el plumín y permite jugar con la pluma como si fuera un pequeño puntero sin riesgo de caída. Además, la liturgia de abrir y cerrar la pluma es un placer en sí mismo.

3.- Resinas y celuloides. Para tener una pluma ligera con la que se pueda acometer cualquier tarea, lo mejor es que su cuerpo esté construido con materiales igualmente ligeros. La resina y el celuloide son idóneos y, además, añaden una enorme variedad de terminaciones y colores que aportan gran belleza.

(foto: nibs.com)

4.- Carga por cartucho/convertidor. No es el más elegante ni el de mayor capacidad, pero no hay otro sistema que le iguale en versatilidad, facilidad de mantenimiento y disponibilidad universal. Como segunda opción, fiable, capaz, segura y mecánicamente muy atractiva, la bomba de vacío.

5.- Plumín de oro. Su incontestable belleza, ductilidad, facilidad de reparación y resistencia a casi cualquier agente externo, lo convierten en algo imprescindible.


(foto: Sailor)

6.- Alimentador de ebonita. Las porosidad característica de este material hace que su entrega de tinta sea continua, homogénea y consistente. Lo mejor.

7.- Tamaño medio/grande. La pluma más cómoda no es ni la más grande ni la más pequeña, y si su destino es ser usada con frecuencia, lo que obliga a considerar su portabilidad, lo ideal es un tamaño medio pero generoso, de unos 145 mm. de largo. Esto facilita un agarre comodísimo con posibilidad de ser adaptado en cada momento con total seguridad y confort.


 (foto: pistonfulfilled-FPN)

8.- Punto M-B. La pluma ideal debe escribir al mero contacto con el papel, sin presión ni titubeo alguno. Además, me gustan los trazos jugosos y amplios que permiten disfrutar de los matices de las tintas y realzan la escritura. Lo puntos finos suelen ser demasiado secos y los B muy gruesos pueden dar problemas de skipping. Por tanto, un punto M generoso europeo o un B japonés, son los mejores para mi letra amplia y rápida.

9.- Boquilla plástica. Lo preferible es que sea del mismo material y color que el cuerpo; las boquillas metálicas son muy estéticas pero incómodas de usar por resbaladizas, especialmente en ambientes cálidos con dedos sudorosos.

(foto: penchalet)

10.- Diseño discreto. Una pluma de trabajo no debe ser una vedette sobre un escenario. Ha de ser bella pero contenida. Atractiva por elegante y no por ostentosa. Capaz de ser usada en cualquier circunstancia sin que el usuario sea tachado de zafio o, peor, de hortera. Como en cualquier complemento estético,  lo menos es más.

Estos son mis gustos particulares que, no por sorpresa, se repiten en muchas de mis estilográficas de uso cotidiano. Animo a mis curiosos lectores a que hagan su propia lista para descubrir su particulares preferencias.

10 comentarios:

  1. Coincido con usted en muchas de las cosas que expone, especialmente en lo de los cartuchos y especialmente si son universales. ¿Para cuando una entrada titulada "Las diez mejores plumas de cartuchos universales".

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    1. Gracias por la idea que asumo con entusiasmo. No es que pueda establecerse fácilmente esa selección porque la alimentación por cartucho no es un elemento definitorio esencial de las estilográficas pero puede ser un nexo común interesante. Un saludo muy cordial

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  2. Solo difiero en la parte del tamaño, a mi me gustan pequeñas. En cuanto al resto continuas demostrando tu maestria y profundo conocimiento. MIl gracias por estas letras.

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    1. Gracias a tí, Alfre, por tu amabilísimo comentario. Es un placer tenerte por aquí y conocer tus opiniones. Un fuerte abrazo

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  3. Buenos días, Sr. Capitán:

    Para comenzar por el principio, reconozco que todo lo más soy grumetillo en el arte de marear entre estas sirtes. Sea así desde el inicio.
    Disfruto con las plumas porque me ofrecen un entrañamiento que solo ellas y la escritura me procuran. Por trabajar con y dentro de los ordenadores, las plumas me llevan a un tiempo personal y propio, de modo que las utilizo, sobre todo, para tomar notas y redactar apuntes personales pues el resto lo confío a los procesadores de textos.

    Por esa razón las características de mis plumas son muy próximas a las suyas con algunos matices. El émbolo sobrepuja a los cartuchos (llenar una pluma saca de mí concentración y equilibrio, un cartucho me parece una acción reiterada, maquinal, eficiente), el tamaño grande, el plumín de oro y grande, ¡por favor, y el tacto, cálido, muy cálido, como el de la madera o la resina que Sailor sabe componer. El punto, F o EF.

    Quizá mi pluma ideal es la Pelikan M1000 a no ser por el precio (aquí he aprendido que la humildad es importante y es parte del periplo entre las sirtes y médanos); luego la TWSBI 580 puede ser el ideal si no es porque no tiene un plumín de oro y el tacto no es tan cálido.

    Ya ve Vd., capitán, que esto comenzó nomás hace unos instantes y no sé más.

    Disfruto mucho de una humilde sailor Sapporo y de una pilot Justus 95.

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    1. Estimado Diotima; muchísimas gracias por su comentario y sus reflexiones con las que, salvo en nimiedades, estoy plenamente de acuerdo. Que conste que yo soy un decidido amante de la carga por pistón... aunque no deje de tener sus inconvenientes prácticos pero aporte, en cambio y como Vd. muy bien dice, un placer litúrgico muy especial.
      Las plumas que Vd. tiene no le acreditan como grumete sino, por lo menos, como contramaestre.
      Un saludo muy cordial.

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  4. Qué razón tienes, Pajarete. Absolutamente de acuerdo en todas tus apreciaciones, plumin de oro, tamaño grande, no excesivo, de acuerdo con los 145 mm., sencillas que no menos hermosas (las hay verdaderamente hermosas pero recargadas, que son más de colección que de uso diario), prefiero punto F (para tomar notas (es mas rápido) y M/B (para firmar), cargador por convertidor (siendo posible, Pilot/Namiki: cinco pulsaciones y lleno.. el más perfecto del mercado) aunque si me permites una matización: con acabado urushi, la famosa laca japonesa, que, además de un brillo y hermosura destacable, le dan una calidez que no tiene la resina o el celuloide. . están siempre cálidas, calientes. .. y da gusto escribir con ellas, tocarlas, sentirlas. ... hummm!!!
    Mucius Scaevola

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    1. El urushi es una de mis más confesas debilidades, querido Mucius, pero me parece tan precioso, tan delicado, que me da algo de reparo usarlo fuera del escritorio. Pero sí, acepto la apreciación: proporciona unas sensaciones táctiles únicas y merece ser destacado. Un fuerte abrazo

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  5. Hola Pedro!

    ¿no te gustan las plumas de ebonita?

    No recuerdo haber visto ninguna tuya de ese material, pero seguro que alguna tienes.

    A mi me gusta bastante, ya viste mi W52V red ripple, y la que me fabricó Clavijo.

    Sobre el cierre de rosca y celuloide, quería comentarte que he notado que este tipo de cierre es un poco precario, al menos en las plumas que tengo de este material. Basta un giro sin apenas fuerza para que se libere del capuchón. ¿Lo has notado así alguna vez?

    Por lo demás, salvo lo del clip, coincido en líneas generales.

    Un fuerte abrazo y gracias por tu blog, me gusta muchísimo y la información que muestras es de gran valor.

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    1. Querido Angel; me gustan mucho las plumas de ebonita de las que tengo un buen número. Prometo hacer la revisión de alguna de ellas. Gracias por tu comentario y tus ánimos, ¡un caluroso abrazo!

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