Japón es un país en el que se mezclan las tradiciones más vetustas con la más rabiosa modernidad. Uno de los ejemplos más conspicuos es el de la fabricación de estilográficas. Por un lado, tenemos a la industria más poderosa del mundo, con marcas de sobrada experiencia, amplitud de gama y calidad como Pilot, Platinum o Sailor. Por otro, existen fabricantes tradicionales que siguen produciendo ejemplares como hace más de cien años: totalmente a mano, sin electricidad y apenas redes de comercialización que no sean las del contacto personal. Uno de estos últimos ejemplos es Ôhasidô una empresa familiar que fabrica auténticas joyas de artesanía que parecen fantasmas de una vieja tecnología que se resiste a desaparecer.
Ohasido es una minúscula compañía creada en en Tokio en 1912 por Yoshiharu Uehara, el cual abrió un pequeño taller de reparación de estilográficas en el barrio de Asakusa de dicha capital. Tras el terremoto de Kanto, en 1923, el Sr. Uheara trasladó la tienda a Sendai, a unos 300 km al norte de Tokio. Tras el colapso económico en que quedó sumido Japón tras la Segunda Guerra Mundial, el pequeño taller del Yoshiharu Uheara sufrió grandes apuros pero su hijo, Eiichi Uheara, nacido en 1919, comenzó a fabricar estilográficas para compensar las magras ganancias del taller. Tenía entonces 13 años. En 1965, el Sr Uheara fundó la compañía Ohasido que significa "La Tienda cerca del Gran Puente", que era como se conocía al taller de su padre, situado cerca del rio Hirose en Sendai.
El Sr. Uheara fue declarado "tesoro cultural del Japón" poco antes de su fallecimiento en 2010. Hasta entonces, se encargaba de la fabricación a mano de todas sus plumas, incluido el plumín. Siempre y exclusivamente, trabajó con ebonita, ese viejo material hecho de caucho crudo, azufre y carbono tan querido por los estilófilos. También solía trabajar con urushi aunque distinguía entre urushi natural y urushi cultivado, viniendo este último de árboles crecidos en explotaciones industriales.
Tras el deceso del Sr. Uheara, tomó las riendas del negocio su hijo, el Sr. Yuuichi Uheara que comenzó a recorrer el país para dar a conocer sus productos. La filosofía de la casa es no vender a nadie que no conozcan en persona a fin de ajustarse a sus gustos y características y, así, poder ofrecer un producto adecuado a cada cliente.
La pluma que hoy presento es una Ôhasidô de última generación, es decir, fabricada por el maestro Yuuichi Uheara. Me ha sido amablemente facilitada por Inktraveler, cuidadosa y delicadamente empaquetada.
Viene presentada en una sencilla pero muy atractiva caja de madera de balsa con la marca impresa en dos colores.
Fiel a su esencia, la presentación carece de lujos y aparato. Solo una bolsita de tela para proteger la pluma y una tarjeta con el nombre de la tienda y la firma del Sr. Uheara. Esta es su máxima garantía de calidad.
Se trata de una pluma íntegramente realizada en ebonita negra. En su espectacular figura, destacan dos piezas metálicas, el clip y el anillo del capuchón.
Como ocurre con muchas estilográficas japonesas artesanas, incluso de altísimo precio como las Nakaya, el sistema de carga es por cartucho/convertidor. En nuestro caso, es de origen Sailor y, por tanto, los cartuchos a usar serán los específicos de la marca.
El pulido de la pieza es absolutamente soberbio. El brillo que luce, espectacular.
Se trata de una estilográfica de gran tamaño, 160 mm. Aquí la vemos comparada con una Safari.
La pluma está magníficamente torneada a mano, sin que se aprecie el mínimo defecto en la rosca o remates de la pieza. Eso sí, muestra la esencia misma del material y algún mínimo detalle revela su elaboración artesana.
La boquilla es tronconónica y ligeramente cóncava. La parte desmontable es relativamente pequeña pero se une al cuerpo con una pequeña prolongación inferior bajo la rosca, con lo que, al juntarse al cuerpo mediante el conector, se forma una boquilla más larga.
Aquí se aprecia cómo, al cerrarse la rosca, queda configurada la boquilla funcional.
El clip es muy tradicional, terminado en una bolita y con la inscripción JSU en sus parte superior. Significa Japan Sendai Uheara.
Aunque no siempre es así, el ejemplar que muestro lleva grabado en el cuerpo el nombre dorado de la marca.
El anillo dorado del capuchón es muy discreto y porta la leyenda Ohasido since 1912 J.S.U.
El chapado dorado del anillo es de igual color al del plumín.
Los plumines de Ohasido los fabrica Sailor, aunque están personalizados para la marca. El plumín, de oro macizo, carece de adornos y sólo muestra el texto. Tiene un cierto estilo antiguo que recuerda a las viejas estilográficas de primeros de siglo XX
Puede leerse la palabra "speciality" en los gavilanes y, en la parte superior, Ohasido, since 1912, J.S.U.14K.
No hay indicación alguna de su medida o dureza.
El plumín viene asistido por un alimentador de plástico, típico de Sailor.
El tallado de la pieza es, como cabía esperar, absolutamente exquisito.
La pluma es muy ligera, dado el material de construcción, y está perfectamente equilibrada. Anticipa un uso muy fácil y cómodo en largas sesiones de escritura. Dado que la pluma me ha sido prestada para su examen, no la he entintado ni probado aunque me consta que el fabricante lleva a cabo un control final de calidad probando cada plumín y su desempeño. Estoy seguro de que su funcionamiento es impecable.
Como todas las plumas de ebonita, es preciso tener cuidado con ella y no exponerla al sol, al agua ni a un calor excesivo que pueda deformarla.
La Ohasido es una reliquia del pasado que exhibe la belleza de la simplicidad, la calidad suprema y la mejor artesanía. Es una pieza muy exclusiva que los estilóficos mas exquisitos apreciarán en toda su grandeza.
Ohasido es una minúscula compañía creada en en Tokio en 1912 por Yoshiharu Uehara, el cual abrió un pequeño taller de reparación de estilográficas en el barrio de Asakusa de dicha capital. Tras el terremoto de Kanto, en 1923, el Sr. Uheara trasladó la tienda a Sendai, a unos 300 km al norte de Tokio. Tras el colapso económico en que quedó sumido Japón tras la Segunda Guerra Mundial, el pequeño taller del Yoshiharu Uheara sufrió grandes apuros pero su hijo, Eiichi Uheara, nacido en 1919, comenzó a fabricar estilográficas para compensar las magras ganancias del taller. Tenía entonces 13 años. En 1965, el Sr Uheara fundó la compañía Ohasido que significa "La Tienda cerca del Gran Puente", que era como se conocía al taller de su padre, situado cerca del rio Hirose en Sendai.
El Sr. Uheara fue declarado "tesoro cultural del Japón" poco antes de su fallecimiento en 2010. Hasta entonces, se encargaba de la fabricación a mano de todas sus plumas, incluido el plumín. Siempre y exclusivamente, trabajó con ebonita, ese viejo material hecho de caucho crudo, azufre y carbono tan querido por los estilófilos. También solía trabajar con urushi aunque distinguía entre urushi natural y urushi cultivado, viniendo este último de árboles crecidos en explotaciones industriales.
Tras el deceso del Sr. Uheara, tomó las riendas del negocio su hijo, el Sr. Yuuichi Uheara que comenzó a recorrer el país para dar a conocer sus productos. La filosofía de la casa es no vender a nadie que no conozcan en persona a fin de ajustarse a sus gustos y características y, así, poder ofrecer un producto adecuado a cada cliente.
La pluma que hoy presento es una Ôhasidô de última generación, es decir, fabricada por el maestro Yuuichi Uheara. Me ha sido amablemente facilitada por Inktraveler, cuidadosa y delicadamente empaquetada.
Viene presentada en una sencilla pero muy atractiva caja de madera de balsa con la marca impresa en dos colores.
Fiel a su esencia, la presentación carece de lujos y aparato. Solo una bolsita de tela para proteger la pluma y una tarjeta con el nombre de la tienda y la firma del Sr. Uheara. Esta es su máxima garantía de calidad.
Se trata de una pluma íntegramente realizada en ebonita negra. En su espectacular figura, destacan dos piezas metálicas, el clip y el anillo del capuchón.
Como ocurre con muchas estilográficas japonesas artesanas, incluso de altísimo precio como las Nakaya, el sistema de carga es por cartucho/convertidor. En nuestro caso, es de origen Sailor y, por tanto, los cartuchos a usar serán los específicos de la marca.
El pulido de la pieza es absolutamente soberbio. El brillo que luce, espectacular.
Se trata de una estilográfica de gran tamaño, 160 mm. Aquí la vemos comparada con una Safari.
La pluma está magníficamente torneada a mano, sin que se aprecie el mínimo defecto en la rosca o remates de la pieza. Eso sí, muestra la esencia misma del material y algún mínimo detalle revela su elaboración artesana.
La boquilla es tronconónica y ligeramente cóncava. La parte desmontable es relativamente pequeña pero se une al cuerpo con una pequeña prolongación inferior bajo la rosca, con lo que, al juntarse al cuerpo mediante el conector, se forma una boquilla más larga.
Aquí se aprecia cómo, al cerrarse la rosca, queda configurada la boquilla funcional.
El clip es muy tradicional, terminado en una bolita y con la inscripción JSU en sus parte superior. Significa Japan Sendai Uheara.
Aunque no siempre es así, el ejemplar que muestro lleva grabado en el cuerpo el nombre dorado de la marca.
El anillo dorado del capuchón es muy discreto y porta la leyenda Ohasido since 1912 J.S.U.
El chapado dorado del anillo es de igual color al del plumín.
Los plumines de Ohasido los fabrica Sailor, aunque están personalizados para la marca. El plumín, de oro macizo, carece de adornos y sólo muestra el texto. Tiene un cierto estilo antiguo que recuerda a las viejas estilográficas de primeros de siglo XX
Puede leerse la palabra "speciality" en los gavilanes y, en la parte superior, Ohasido, since 1912, J.S.U.14K.
No hay indicación alguna de su medida o dureza.
El plumín viene asistido por un alimentador de plástico, típico de Sailor.
El tallado de la pieza es, como cabía esperar, absolutamente exquisito.
La pluma es muy ligera, dado el material de construcción, y está perfectamente equilibrada. Anticipa un uso muy fácil y cómodo en largas sesiones de escritura. Dado que la pluma me ha sido prestada para su examen, no la he entintado ni probado aunque me consta que el fabricante lleva a cabo un control final de calidad probando cada plumín y su desempeño. Estoy seguro de que su funcionamiento es impecable.
Como todas las plumas de ebonita, es preciso tener cuidado con ella y no exponerla al sol, al agua ni a un calor excesivo que pueda deformarla.
La Ohasido es una reliquia del pasado que exhibe la belleza de la simplicidad, la calidad suprema y la mejor artesanía. Es una pieza muy exclusiva que los estilóficos mas exquisitos apreciarán en toda su grandeza.
Una Maravilla. Gracias Pedro por mostrarla y gracias a Pepe por llevar a España esas exquisiteces del Japón.
ResponderEliminarGracias Leonardo. En efecto, es una pieza exquisita. Un fuerte abrazo, amigo mío
EliminarQué belleza, si es tan preciosa en fotos, no me la imagino
ResponderEliminaren persona. Es como una Pilot de fantasía, qué bonita es! Tal vez el plumín sea un pelín, sólo un poco, pequeño, o me equivoco? Pero no, seguramente estoy equivocado. Por cierto, hablando de ebonita y materiales. He visto el precio de unas varillas de celuloide, y no sabía que eran tan caros, pensaba que su precio estaría muy por debajo. Son de Montegrappa (ignoro si los produce la marca o sólo los vende bajo su nombre), de este celuloide de colores, que asemejan a los de una canica. Una varilla de 20 cms tiene un costo de 500 euros! Esto es así? No tenía idea. Como para intentar tornearlo sin experiencia. Bueno, mil gracias Capitán, ahora ya conozco un modelo más de estilográfica que nunca podré tener, teniendo en cuenta que sólo se puede comprar en persona. Tal vez sea mejor así. Saludos a todos, y un fuerte abrazo.
Gracias por tu comentario, amigo Carlos. El plumín no resulta pequeño, es el mismo que el de la 1911. No tiene la imponente presencia de la serie KOP, pero no desentona con la estilográfica ya que su limpieza de líneas hace que destaque.En cuanto al celuloide estás en lo cierto, es un material caro que puede llegar a serlo mucho más en función de modelo, exclusividad y características. Si te animas con la Ohasido, estoy seguro de que podrás encontrar la manera de hacerte con una. Puedes preguntar a Pepe quien te aconsejará adecuadamente. Un fuerte abrazo
EliminarQué belleza. Deja sin palabras. ¿Sabes si hay muchos artesanos de este tipo en Japón? Imagino que en Europa y Norteamérica no habrá casi ninguno. Cerca de Madrid tenemos a Miguel Ángel, de Antigua´s.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, amigo Fausto. Hay varios así, en efecto, y puedes ver como trabajan en algunos videos de Youtube. En nuestros pagos no hay nada parecido si bien es cierto que hay bastantes artesanos que hacen plumas a mano. Sin embargo, su técnica y materiales son notablemente diferentes. UN cordial saludo
EliminarQué gran presentación Pedro. No conocía estas plumas Ohashido. Gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias, amiga Gabriela y un cordial saludo para ti
Eliminar¡ Maravillosa!. Iniciar el día viendo una pluma tan bella consuela el hecho de saber que no voy a poder disfrutarla. Espero que quien pueda hacerlo la disfrute plenamente, con todos los sentidos.
ResponderEliminarGracias por tu comentario amigo Jesús. Si quieres información sobre cómo podrías hacerte con una, Pepe puede ayudarte. Un cordial saludo
EliminarUna pieza absolutamente soberbia. Si todos los estilófilos lo somos en parte porque la nostalgia de otra forma de hacer las cosas y de entender la vida nos ha llevado hasta esta afición, disfrutar de una pluma como esta es ya el summun.
ResponderEliminarUn auténtico placer para la vista con unos no menos agradables comentarios, lo cual le agradezco haya compartido con nosotros.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias por su comentario, amigo Joker. Tiene mucha razón con que la estilofilia es, en alguna medida, nostalgia. Un cordial saludo
EliminarUn artículo fantástico, como todos. Gracias por acercarnos esta maravilla del mundo artesanal, frente a modelos hechos en serie.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus amables palabras, amigo Jose Luis. Un fuerte abrazo
EliminarLa belleza de lo sencillo, limpio, puro y hermoso. Me ha impresionado que a esa familia de artistas artesanos les reconocieran como patrimonio cultural de Japón y el que solo vendan a clientes que conocen, para ofrecer un producto de la mejor tradición japonesa. Un artículo que llena de belleza y nostalgia de la excelencia desde lo sencillo. Muchísimas gracias Pedro, y en especial a Pepe de Inktraveler, por mostrarnos una pieza maravillosa, fruto del gusto por lo bien hecho. Me ha encantado.
ResponderEliminarSí, lo de que solamente vendan a quien conocen también me ha llamado a mí la atención. El hecho de que la transacción sea algo más que una venta, como "el inicio de una hermosa amistad" o algo parecido... Pura nostalgia de otros tiempos...
EliminarGracias, amigo Javier, por tu amable comentario. Me alegra haber podido contribuir a divulgar este tipo de productos tan especiales y que tanta pasión commportan. Un fuerte abrazo
EliminarThank you Pedro, for the great and informative article. I had a pleasure of buying an Ohashido fountain pen at Mr. Yuuchi Uehara's workshop in Sendai last year. It was not easy to find the workshop on the tenth floor or residential building and with only Japanese signs, but it made it all the more special. Mr. Yuuchi Uehara is a true master craftsmen and it was a wonderful experience all together. A fountain pen to cherish.
ResponderEliminarWith any doubt, for sure!
EliminarEnjoy it!
Thank you Sanjinp for your kind comment. Glad to know you own an Ohasido, a pen really to cherish and enjoy. Cheers
EliminarUna presentación muy interesante y curiosa, buscando por internet he visto algunos foros donde la gente sube fotos de sus modelos y los hay realmente bellos. Muchas gracias por compartir esta maravilla. Saludos!
ResponderEliminarGracias por tu comentario amigo Cristian. Un cordial saludo
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