jueves, 18 de febrero de 2016

Lamy Persona: Ida y vuelta.

Lamy es una de las marcas europeas cn mayor peso. Con relación a otros competidores de lujo por todos conocidos, Lamy es la empresa alemana que más plumas vende en el mundo y ello gracias, sobre todo, a su gama baja representada, sobre todo, por la espléndida Safari; una pluma que se ha convertido en un fenómeno de superventas y, de paso, en un icono mundial, en los treinta años que lleva en el mercado.

Pero la historia de Lamy no es solo la de sus exitosos modelos económicos. En 1990, decidió dar un salto hacia plumas de mayor categoría que representasen lo mejor de sus valores de diseño y la mejor de las cualidades asociadas a su soberbia perfección técnica. Así nació la Persona.


Mario Bellini fue el diseñador de esta fantástica estilográfica que hoy presento. La Persona era una pluma de gran tamaño y contundente presencia. Pretendía ser una pluma de diseño futurista, sin deudas con el pasado y con vocación de convertirse en la referencia de la estilográfica moderna.


Se presentaba en cuatro acabados: titanio, platino, óxido y makrolon. Las tres primeras eran totalmente metálicas, con el cuerpo estriado, mientras que la última tenía el cuerpo del mismo plástico que las primeras 2000 y el acabado era liso salvo en la boquilla, que mantenía el lobulado típico de sus hermanas metálicas aunque resultaba bastante más ligera que ellas con una presencia visual algo menos rompedora. La única referencia exterior a la marca es la que aparece en el clip.


El plumín es tubular; junto con el de la 2000, son los únicos plumines singulares de Lamy pues todos los demás tienen una forma más o menos igual. La forma del plumín no supone ninguna ventaja en términos funcionales pero sí constituye un ejemplar de gran belleza y elegancia. Realizado en oro de 14K, Lleva grabada la inscripción Lamy 585 14K.


Este plumín tubular supuso, sin duda, la apuesta más arriesgada por parte de Lamy puesto que se alejaba del estándar que venía utilizando para el resto de sus modelos lo que significaba mantener una línea de fabricación  más cara y nada homologable para el resto de su producción. Pero, al mismo tiempo, el plumín tubular constituía un ejercicio de diseño muy depurado pues seguía las lineas de la boquilla hasta la misma punta del plumín, como si fuera un cono muy estilizado sin ruptura de líneas excepto en lo tocante al alimentador, cuyas líneas se curvaban marcadamente hacia el plumín para resaltar el diseño tubular.


La boquilla lobulada resulta extremadamente cómoda puesto que proporciona un fantástico agarre que, al mismo tiempo, resulta muy cómodo porque no hay obstáculos que molesten a los dedos.


La pluma se alimentaba por cartucho/convertidor, quizá otra de sus características menos avanzadas pues la 2000 ya ofrecía un magnífico pistón. El convertidor usado por la Persona era el Z25, un elemento de calidad pero específico de la marca, o sea, no universal.


Lamy es una de las pocas casas que no se conforma con tener un convertidor propio, sino que tiene dos, lo que ha de ser tenido en cuenta por los usuarios a la hora de usar uno u otro dado que sus medidas son distintas.  Lamy no es marca para los amantes del estándar universal.


El clip de la Persona es su adminículo más particular. En reposo, está prácticamente hundido en un rebaje del capuchón del que apenas sobresale, pero si se empuja por su parte superior, desciende y, al mismo tiempo, sale hacia el exterior creando un hueco suficiente para sujetar la pluma. El mecanismo es muy ingenioso y sumamente atractivo. No añade gran cosa a su funcionalidad, pero se trata, sobre todo, de una cuestión de diseño y distinción.



La Persona se dejó de fabricar en 2004, posiblemente porque no pudo superar el éxito de la 2000 y porque su fabricación resultaba muy cara dado que sus piezas eran específicas y no podían aprovechar los sistemas de otras estilográficas de la marca. Para colmo, era una pluma cara que competía en el rango de precio de una Pelikan M800 o una Montblanc 146, lo que supone luchar contra pesos pesados de la industria mucho mejor situados.



Tras la desaparición de la Persona, Lamy dirigió sus esfuerzos hacia la Dialog 3 que convirtió en su buque insignia enla gama superior, aportando, además, un diseño más rompedor y una tecnología más complicada con relación a la Persona que, en definitiva, era una simple pluma de carga por cartucho/convertidor.

Pero una vez desaparecido de los catálogos, la Persona acabó por convertirse en una pluma de coleccionistas y allí donde no había triunfado comercialmente, lo hizo como pieza histórica.  Su precio en el mercado secundario subió y ello convenció a Lamy de que resultaba interesante recuperar sus hermosas formas. Así nació la moderna Imporium.

(foto: Lamy)

La nueva Imporium es una curiosa mezcla entre la Persona y la Studio. De la primera lo tiene casi todo menos el clip, que ahora es fijo en lugar de desplazable, y de la segunda tiene el plumín que, por cierto, es el típico de Lamy con su conocidísimo alimentador plano. Lamy ha optado, pues, por la economía de escala a la hora de utilizar un plumín estándar y eliminar el curioso pero complicado mecanismo del clip.


(foto: Lamy)

Todo ello ha permitido reducir el precio de la Imporium hasta unos 300 euros aproximadamente que, siendo una cantidad nada desdeñable, resulta mucho más adecuada que los casi 400 que costaba la Persona en su momento.
Entre la Persona y la Imporitum han pasado más de 15 años; pero es un modelo de ida y vuelta que, a la postre, demuestra que la acogida del público es un elemento decisivo que los fabricantes modernos tienen en cuenta a la hora de elaborar o actualizar sus catálogos. Que dure.



13 comentarios:

  1. "Que dure" amigo Pedro. Fuerte abrazo, excelente revisión. Gracias

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  2. Gracias por la información, siempre calculé a la persona unas decadas más de vida.
    Me gustan mucho ambos modelos, de poder elegir me quedaba con la de los noventas por decisión dividida. Yo soy gran admirador de la marca por su apuesta a la busqueda constante, pero creo que le ayudaría ir ofreciendo distintos plumines o algún extra según se va subiendo de gama. En el caso específico de la imporium te llevas el mismo plumín y sistema de alimentación que puede ofrecer una CP1 o una Studio por la mitad de precio.
    Saludos Pedro siempre un placer leerte.
    Martín

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    1. Gracias por tus interesantes apreciaciones Martin. Un abrazo

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  3. Pluma de coleccionista y artículo de lujo, dos conceptos que poco a poco van liquidando marcas históricas. Hace unos meses cayó Conklin, y hace un rato me he enterado que Omas echa el cierre, lástima.

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    1. Perdón, me refería al cierre de Conway

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    2. De Omas se vienen oyendo rumores hace tiempo pues, como sabéis, ha sido comprada por un consorcio chino que está evaluando si merece la pena adentre una empresa en pérdidas. Pero, de momento, no hay nada determinado.

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    3. Última Hora de Omas: Según Bryant, de Chatterley Luxuries, en Instagram, un grupo de empleados de Omas trabaja, sobre todo en el área de las reparaciones y el mantenimiento. La firma está a la espera de las negociaciones de sus propietarios chinos con posibles compradores.

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  4. Alfonso, no nos des esos sustos... Lo del persianazo de CS se veía venir... Espero algún viaje a Londres por ver si me puedo hacer con algún saldo aunque no soy optimista.
    Y añado la Persona a mi lista de deseos. No conocía el modelo pero me ha cautivado. Gracias Pedro por tu conocimiento compartido.

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    1. Lo de CS se vería venir, pero lo de Omas es una sorpresa.

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    2. CS ya anunció su cierre hace meses. De hecho, hace tiempo que está vendiendo su stock de resinas que ya han puesto en el mercado los distribuidores clásicos de estos productos, por si alguien se quiere animar.

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  5. Hola, quiero empezar diciéndote que soy un gran seguidor de tu blog por la gran cantidad de datos que proporcionas y lo ameno que nos lo explicas, creo que tiene mucho merito. Gracias por ilustrarnos. También decirte que como me uní tarde a las lecturas me está costando la vida leer todas las entradas antiguas debido a tu increíble ritmo de aportaciones.

    Creo que sobre la Imporium hay un error sobre lo que indicas de la utilización del plumín estándar por dicha pluma ya que según el catálogo Lamy 2016 el plumín “estándar” de oro es el Z 55 y los plumines que se han diseñado exclusivamente para la Lamy Imporium sería el Z 56 bicolor dorado-plateado y el Z 57 en negro-oro y por lo que sé no hay compatibilidad entre el Z 55 y el Z 56/Z 57. Además si te fijas la parte dorada en el plumín de Z 55 que montan la Studio, Dialog3, CP 1, Accent, etc. acaba en forma redondeada en parte contraria a la punta del plumín mientras que el Z 56 de la Imporium acaba con forma recta.

    Un cordial saludo.

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    1. Gracias por tu comentario, amigo mío. En efecto, no he querido decir que fueran intercambiables sino que su mecanización se puede llevar a cabo con la misma maquinaria lo cual abarata mucho los costes. Muchas gracias por los datos y un cordial saludo

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