viernes, 10 de junio de 2016

Parker T1: Portentoso fracaso

Hay modelos de estilográficas que se convierten en mitos a causa de, precisamente, su fracaso comercial. Como ocurre con cualquier objeto sometido al tráfico mercantil, la escasez en el mercado suele convertirse, pasado el tiempo, en todo un presupuesto de la demanda y lo que en su día fue todo un desastre comercial, acaba por devenir un éxito histórico. Es la escasez, por tanto, el primer requisito de su tardío retoño.Pero no el único.

La T1 de Parker fue una pluma fracasada por varias razones siendo la primera de todas el hecho evidente de que si un plumín que forma parte de la boquilla resulta dañado, toda la pluma se convierte en inservible. Esta debilidad en el diseño se reveló pronto como insuperable para un uso cotidiano.


La T1 salió al mercado en Abril de 1970 bajo el nombre de "La Pluma Espacial". Costaba 20 dólares, un precio respetable para la época. En principio, iba a ser un homenaje al primer hombre que puso el pie en la Luna pero ya desde el primer momento se advirtieron serias dificultades. La primera es que el titanio con el que estaba fabricada resultó ser un material caro que, para colmo, resultaba duro e inflexible y proporcionaba un resultado muy pobre en  cualidades dinámicas. Se rompía con enorme facilidad, incluso durante el proceso de fabricación, lo que incrementaba sus costes de producción hasta el punto de que el precio de venta no llegaba a cubrirlos. Parker subió el precio y con ello consiguió que la demanda se retrayera ante una pluma frágil por la que, además, había que pagar demasiado.


El segundo problema, que ya hemos apuntado, es que el plumín de la T1 estaba integrado en la boquilla. La belleza del diseño es innegable y es el mismo que puso en marcha la Pilot Myu en versión de acero. Pero el riesgo de roturas se multiplicaba, con el desastroso resultado de que la pluma quedaba inservible o tenía que sufrir la sustitución completa  de su componente más caro. El titanio, por su parte, era un material muy duro pero muy poco flexible lo que, por un lado, garantizaba una rotura casi segura al mínimo trauma y, de paso, la imposibilidad de cualquier tipo de reparación.


Antes de que transcurriera un año desde que se puso a la venta, la T1 se retiró del catálogo de Parker tras haberse fabricado en número de 104.000 unidades, casi una edición limitada de las de hoy en día.


La pluma es de tamaño contenido y, desde luego, exhibe unas líneas muy elegantes en las que destaca la portentosa integración del plumín en la boquilla. Dejando aparte esta solución para la boquilla,el resto de la pluma se basa, casi toda, en el diseño del modelo 75 del que hereda las formas del cuerpo, del capuchón y del clip. El titanio, por su parte, ofrece una sensación novedosa a la mano y un tacto sedoso a la vez que muy perceptible, muy diferente al del acero.


El sistema de alimentación se verifica mediante un convertidor aerométrico Parker


El capuchón es mucho más tradicional y en él destaca un clip típico de Parker, en este caso dorado. El capuchón se sujeta a la boquilla gracias a tres pequeñas zarpas o piezas metálicas situadas en la parte superior de ésta y que se expanden contra las paredes interiores de aquél. En el labio inferior del capuchón se puede leer "Parker" y "Made in USA"


El capuchón y el cuerpo están rematados con sendas joya de colo rojo. En la del capuchón se trasluce el logo de Parker.


En medio del alimentador, se sitúa un tornillo que, al ser girado, permite variar el flujo. Se trata de una solución muy novedosa que tampoco tuvo continuidad en otros modelos.


La pluma resulta extraordinariamente ligera y, casi se podría decir, frágil. Entre las dificultades derivadas del material ya descritas y esta sensación, las T1 supervivientes no suelen ser usadas por sus afortunados poseedores. Tampoco lo he hecho yo, de manera que no puedo aportar datos sobre sus cualidades funcionales.


Muy pronto la T1 se convirtió en una pluma deseada por los coleccionistas. Sus depuradísimas líneas e incontestable belleza la convirtieron en objeto de deseo para muchos, aunque no tanto como para ser usada. Parker reacción a los 7 años lanzando una nueva estilográfica con plumín integrado, la Falcon, o Parker 50, una pluma de acero que resolvía algunos de los problemas de su ilustre predecesora pero con un resultado estético mucho menos atractivo.


La T1 se ha convertido en un modelo legendario por su originalidad, su belleza y, paradójicamente, por su estruendoso fracaso. Sin embargo, hoy es difícil resistirse a la espléndida pureza de sus líneas
y la hermosa ligereza de su diseño.


Esta revisión se debe a la generosidad de Leonardo Izaguirre quien, además, es el autor de todas las fotografías.




15 comentarios:

  1. Con cada nueva entrada aprendo algo. No sabía lo del tornillo regulador de fluo. A ver si encuentro como funcionaba. Muchas gracias.

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    1. Gracias a ti, Rafael; es un placer tenerte por aquí, Un fuerte abrazo.

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  2. Agradecido Pedro, solo resta decir que ciertamente he dejado de usarla desde hace apenas algunos meses. Siempre se ha dicho que no es la mejor escritora. Pero tu objetividad es un virtud que se agradece. Yo puedo decir que no es la peor pluma en términos funcionales, pero es una obra de arte novedosa en casi todo, quizá eso hizo que pagara un precio muy alto, la extinción". el tornillo es una genialidad que permite dar mas o menor tensión entre alimentador y plumín, modificando así el flujo de tinta.Pero en honor a la verdad, eso jamás lo he tocado por temor a cargarme el plumín. Salieron con dos puntos, F-M y M-B, la mía es del M-B y no rasga el papel va super suave y con buen flujo. Al momento de la interrupción de la producción por los costes elevados del titanio, no disponer de herramientas adecuadas en la cadena de montaje y por falta de un proveedor que diera las laminas del grosor adecuado, se habían hecho 104 mil (numero ínfimo para un fabricante como Parker), pero cuando la adquirí en los estados unidos el dueño de la tienda en Boston, un experto en plumas americanas, me dijo que no se sabia exactamente, pero que se calcula que hay menos de 80 mil en funcionamiento. De nuevo, eso es del mundo de las especulaciones. Lo cierto que por esta y por las muchas razones que Pedro expuso en esa maravillosa entrada, la T1 "the Space Pen", es mítica y deseada, pero al ser una pluma de vitrina, pierde para mi, el gusto de interactuar con ella. Gracias Pedro por tu generosa entrada. Fuerte abrazo a todos.

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    1. Es un placer y un honor contar contigo, Leonardo. Gracias por todo y por esta coda que nos ilustra acerca del funcionamiento de esta estilográfica inmortal. Un fuerte abrazo.

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  3. Una pluma ciertamente bonita, lástima de funcionalidad.

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  4. Según estaba leyendo el artículo un nombre me ha venido a la cabeza cada vez con más fuerza: DeLorean.
    Otro ejemplo de lo que explicas. Un diseño excepcional con una cualidad funcional que lo hacía imposible de vender. Hacer la carrocería de acero inoxidable dificultaba las reparaciones y encarecía el producto. Su precio en el mercado de segunda mano ha subido exponencialmente. En este caso hay que sumar el hecho de ser un icono de la cultura de la generación de naranjito, pero creo que hay muchos paralelismo con el ejemplo que nos presentas en la entrada.
    Por cierto, qué belleza de estilográfica.
    Un abrazo.

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    1. En efecto, es un ejemplo parangonable. Hay grandes productos comercialmente poco exitosos pero igualmente fascinantes. Un fuerte abrazo, Rafael.

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  5. ¡Ay! Qué grande la T1. Condensa lo mejor (innovación, originalidad, sobriedad...) y lo peor (nula visión comercial, eclipsada justo por las virtudes antes comentadas) de Parker. Sin duda es uno de mis "Santos Griales" que queda para el extra de verano de la ONCE o quizá para alguna de mis siguientes vidas.
    Fíjate que a mí me ha surgido el símil automovilístico pero con un ejemplar menos glamuroso: el Citroën GS.

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    1. Pues si te toca, aún es posible encontrarla. Mucho ánimo y un fuerte abrazo, amigo mío.

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  6. La verdad es que sí. Mi padre tuvo uno que adquirió en el 1975 y era un coche absolutamente adelantado a su época. Suspensión hidroneumática que permitia regular la altura al suelo y lo convertía en un auténtico todocamino. Maletero enorme. Salpicadero del futuro. Lástima que con lo que se gastó mi padre en el taller podría haberse comprado el coche cuatro veces...

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    1. El GS fue el primer coche que hizo sombra a Mercedes en las autopistas. Una joya, sin duda alguna. Un saludo muy cordial

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  7. Y tanto que se ha convertido en una joya. Encontrar uno en estado funcional es una "rara avis", de ahí que al leer la entrada de la Parker T1 se me viniera inmediatamente a la cabeza. Abrazo cordial.

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    1. Otro fuerte para tí. Siempre es un placer tenerte por aquí.

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