Ya hemos visto cómo los japoneses adaptaron la pluma estilográfica a sus necesidades y, especialmente, cómo intentaron sustituir al pincel caligráfico tradicional. La escritura con kanjis, o ideogramas, se realizaba con pincel en vertical lo cual, apretando o aflojando la presión, confería al trazo la variación necesaria y la flexibilidad requerida para que cada línea tuviera el diseño perfecto.
(foto. calligraphywriting.blogspot)
Hemos de recordar que, al contrario de lo que sucede en la escritura moderna, la variación de grosor en el trazo es algo fundamental en aquellos sistemas en los que la caligrafía posee una entidad artística más acusada como ocurre con la árabe, la china y la japonesa.
(Atribuido a Ono no Michikaze, S. X)
En estos tres sistemas, el experto calígrafo es algo más que un escritor pues la riqueza plástica de los ideogramas o de los trazos arábigos, otorga a la obra una enorme capacidad expresiva que trasciende el mero significado de las palabras para convertirse en un arte por sí mismo.
(caligrafía por M Had'dad)
El pincel sigue usándose en la escritura tradicional japonesa, china y arábiga, pero la comodidad de los nuevos sistemas ha originado otras soluciones. Actualmente, hay dos: los pinceles alimentados y los plumines caligráficos. Los primeros son puntas de pelo o de fibra incorporadas al cuerpo de una estilográfica o un depósito, es decir, que simplemente sustituyen el plumín metálico por un pincel.
(foto: typophile)
La segunda solución, más antigua, es la de los plumines caligráficos. Para ello, se parte de uno estándar al que se le hacen las necesarias adaptaciones que permiten usarlo de la manera más parecida a un pincel. Se trata, pues, de que aporte la misma capacidad de variación de trazo. Pero, a diferencia de lo que ocurre con ciertos plumines especiales, como los Sailor, no se busca una mayor expresión o polivalencia en la escritura ordinaria sino, exclusivamente, en la de ideogramas. Pretenden ser, en definitiva, el sustituto barato del pincel.
(foto: inkofmefondly.blogspot)
Fude, en japonés, significa pincel y han sido los japoneses los que han popularizado este tipo de plumín. Actualmente, también lo fabrican en China, en la India y en Pakistan pues en éste último país se dieron cuenta rápidamente de su utilidad para escribir caracteres arábigos.
(caligrafía de Osman Ozcay)
Las plumas fude pertenecen a la gama baja y son, por tanto, sorprendentemente baratas. La razón es, precisamente, su vocación de sustituir al sencillo y económico pincel por un sistema más ventajoso gracias a la carga por cartucho o convertidor, la facilidad de uso y la limpieza y comodidad general del sistema. Según parece, han tenido éxito y, aunque no han arrinconado definitivamente al pincel, son muy usadas.
Se pueden encontrar plumines fude en Japón, fabricados sobre todo por Sailor; en China, en prácticamente cualquier fabricante (por ejemplo, los modelos Duke 209, Hero 9018, Jinhao 250, 500 y X700 entre otros, Kaigelu 300), y en Pakistan (Dollar 717i). Se trata, en todo caso, de plumas baratas que oscilan entre los apenas 5 euros de algunas Chinas hasta los 15-20 de las Sailor.
No todos los plumines fude son iguales pues sus posibilidades expresivas dependen de su longitud y del ángulo de inclinación de la punta. Con 40º, la escritura es más gruesa, mientras que con 55º, las posibilidades se amplían.
En una segunda y próxima entrega analizaremos con más detalles cómo se usan estos plumines y veremos algunos modelos concretos con ejemplos de escritura.
(foto. calligraphywriting.blogspot)
Hemos de recordar que, al contrario de lo que sucede en la escritura moderna, la variación de grosor en el trazo es algo fundamental en aquellos sistemas en los que la caligrafía posee una entidad artística más acusada como ocurre con la árabe, la china y la japonesa.
(Atribuido a Ono no Michikaze, S. X)
En estos tres sistemas, el experto calígrafo es algo más que un escritor pues la riqueza plástica de los ideogramas o de los trazos arábigos, otorga a la obra una enorme capacidad expresiva que trasciende el mero significado de las palabras para convertirse en un arte por sí mismo.
(caligrafía por M Had'dad)
El pincel sigue usándose en la escritura tradicional japonesa, china y arábiga, pero la comodidad de los nuevos sistemas ha originado otras soluciones. Actualmente, hay dos: los pinceles alimentados y los plumines caligráficos. Los primeros son puntas de pelo o de fibra incorporadas al cuerpo de una estilográfica o un depósito, es decir, que simplemente sustituyen el plumín metálico por un pincel.
(foto: typophile)
La segunda solución, más antigua, es la de los plumines caligráficos. Para ello, se parte de uno estándar al que se le hacen las necesarias adaptaciones que permiten usarlo de la manera más parecida a un pincel. Se trata, pues, de que aporte la misma capacidad de variación de trazo. Pero, a diferencia de lo que ocurre con ciertos plumines especiales, como los Sailor, no se busca una mayor expresión o polivalencia en la escritura ordinaria sino, exclusivamente, en la de ideogramas. Pretenden ser, en definitiva, el sustituto barato del pincel.
(foto: inkofmefondly.blogspot)
Fude, en japonés, significa pincel y han sido los japoneses los que han popularizado este tipo de plumín. Actualmente, también lo fabrican en China, en la India y en Pakistan pues en éste último país se dieron cuenta rápidamente de su utilidad para escribir caracteres arábigos.
(caligrafía de Osman Ozcay)
Las plumas fude pertenecen a la gama baja y son, por tanto, sorprendentemente baratas. La razón es, precisamente, su vocación de sustituir al sencillo y económico pincel por un sistema más ventajoso gracias a la carga por cartucho o convertidor, la facilidad de uso y la limpieza y comodidad general del sistema. Según parece, han tenido éxito y, aunque no han arrinconado definitivamente al pincel, son muy usadas.
Se pueden encontrar plumines fude en Japón, fabricados sobre todo por Sailor; en China, en prácticamente cualquier fabricante (por ejemplo, los modelos Duke 209, Hero 9018, Jinhao 250, 500 y X700 entre otros, Kaigelu 300), y en Pakistan (Dollar 717i). Se trata, en todo caso, de plumas baratas que oscilan entre los apenas 5 euros de algunas Chinas hasta los 15-20 de las Sailor.
No todos los plumines fude son iguales pues sus posibilidades expresivas dependen de su longitud y del ángulo de inclinación de la punta. Con 40º, la escritura es más gruesa, mientras que con 55º, las posibilidades se amplían.
En una segunda y próxima entrega analizaremos con más detalles cómo se usan estos plumines y veremos algunos modelos concretos con ejemplos de escritura.
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