Doy comienzo aquí a una nueva sección que podría caificarse de "pequeño diccionario de autoridades" parafraseando divertida y conceptualmente al genuino, basado en el uso de la estilográfica por parte personajes que las han tratado "con la mayor propiedad y elegancia: conociéndose por ellos su buen juicio, claridad y proporción, con cuyas autoridades están afianzadas».
Comienzo por Camilo José Cela quien escribía mucho a mano y casi siempre, al parecer, con estilográfica.
El testimonio que recojo es el de su hijo, Camilo Cela Conde, extraído de una conferencia que dictó en Murcia el año 20002, fecha en que falleció el primer marqués de Iria Flavia,:
"Para escribir la primera vez el Pascual Duarte mi padre utilizó una pluma estilográfica que conservo. Una Parker, tal vez –la marca ha desaparecido del plumín, borrada por el óxido-, de cuerpo jaspeado en tonos de nácar que tiran a verde. La pluma está deformada en su parte trasera, y él decía que era a causa del calor de la mano, pero el testimonio de un escritor puede ser puesto en duda cuando resulta tan literario. Las demás plumas de mi padre fueron ya las Mont Blanc de toda la vida, las de cuerpo grueso y negro y mucho más grandes.
El escritor se hizo vagabundo en el "Viaje a la Alcarria" y volvió a la vida de la ciudad en el "Pabellón de reposo", los libros siguientes si dejamos de lado las recopilaciones de artículos como "Esas nubes que pasan". Todos esos textos se escribieron en la casa de la calle de Alcalá, la misma en la que vivían mis padres cuando yo nací...
Al viaje por la Alcarria se llevó mi padre lápices y unos cuadernos como los de colegial para ir tomando notas. La pluma estilográfica le hubiese sido más bien inútil. Como tantas veces se ha dicho, Camilo José Cela la utilizaba al estilo de las plumas de ave de los recados de escribir de antes, mojándola en el tintero, y se limpiaba luego los dedos –para desesperación de mi madre- en los pantalones. En la mochila enorme que se llevó para el viaje cabían, cierto es, la pluma y el tintero, y hasta el escritorio mismo casi habría cabido, de haber hecho falta. Pero los equilibrios necesarios para andar del papel al frasco de la tinta en el viaje continuo de ida y vuelta, apoyándose en el equilibrio precario de las rodillas, hubiese sido demasiado artístico incluso para quien se vanagloriaba de escribir en cualquier parte."
La Parker, por la fecha en que se escribió el Pascual Duarte, 1942, podría ser una Vacumatic aunque parece mucho más probable que se tratase de una Duofold Junior de los años 20-30 por el tamaño y gama de colores perlados a que alude el hijo de Cela.
En cuanto a las Montblanc, la referencia está hecha a las 149 que, según confirman otras fuentes, era la pluma favorita del escritor.
Comienzo por Camilo José Cela quien escribía mucho a mano y casi siempre, al parecer, con estilográfica.
El testimonio que recojo es el de su hijo, Camilo Cela Conde, extraído de una conferencia que dictó en Murcia el año 20002, fecha en que falleció el primer marqués de Iria Flavia,:
"Para escribir la primera vez el Pascual Duarte mi padre utilizó una pluma estilográfica que conservo. Una Parker, tal vez –la marca ha desaparecido del plumín, borrada por el óxido-, de cuerpo jaspeado en tonos de nácar que tiran a verde. La pluma está deformada en su parte trasera, y él decía que era a causa del calor de la mano, pero el testimonio de un escritor puede ser puesto en duda cuando resulta tan literario. Las demás plumas de mi padre fueron ya las Mont Blanc de toda la vida, las de cuerpo grueso y negro y mucho más grandes.
El escritor se hizo vagabundo en el "Viaje a la Alcarria" y volvió a la vida de la ciudad en el "Pabellón de reposo", los libros siguientes si dejamos de lado las recopilaciones de artículos como "Esas nubes que pasan". Todos esos textos se escribieron en la casa de la calle de Alcalá, la misma en la que vivían mis padres cuando yo nací...
Al viaje por la Alcarria se llevó mi padre lápices y unos cuadernos como los de colegial para ir tomando notas. La pluma estilográfica le hubiese sido más bien inútil. Como tantas veces se ha dicho, Camilo José Cela la utilizaba al estilo de las plumas de ave de los recados de escribir de antes, mojándola en el tintero, y se limpiaba luego los dedos –para desesperación de mi madre- en los pantalones. En la mochila enorme que se llevó para el viaje cabían, cierto es, la pluma y el tintero, y hasta el escritorio mismo casi habría cabido, de haber hecho falta. Pero los equilibrios necesarios para andar del papel al frasco de la tinta en el viaje continuo de ida y vuelta, apoyándose en el equilibrio precario de las rodillas, hubiese sido demasiado artístico incluso para quien se vanagloriaba de escribir en cualquier parte."
La Parker, por la fecha en que se escribió el Pascual Duarte, 1942, podría ser una Vacumatic aunque parece mucho más probable que se tratase de una Duofold Junior de los años 20-30 por el tamaño y gama de colores perlados a que alude el hijo de Cela.
En cuanto a las Montblanc, la referencia está hecha a las 149 que, según confirman otras fuentes, era la pluma favorita del escritor.
mi estilografica ideal sería: un plumin EF sailor, capuchon de rosca para que no se abra por accidente, doble cartucho standar para no quedarme colgado. ¿qué me recomendais?.
ResponderEliminarSailor no usa cartuchos estándar y tampoco me consta que tenga adaptadores como sí hace Platinum. Por tanto, tendrás que elegir entre plumín o cartucho. Eso sí, cualquiera de los modelos de gama media de Sailor, como la 1911 L, tiene el capuchón a rosca. Vista la calidad de los plumines Sailor, yo no me preocuparía demasiado porque el cartucho fuera o no estándar. Es fácil llevar en el bolsillo tres o cuatro de repuesto.
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