Vivimos un momento de renacimiento para los viejos cuadernos de bolsillo. Sin que se sepa muy bien por qué, tal vez a la sombra del incontestable éxito de los Moleskine, todo el mundo parece haberse dedicado a fabricar estos humildes instrumentos de papelería que, siendo tan obsoletos como nuestras estilográficas, se han procurado un impresionante hueco en los usos actuales. Están en todos lados, en innumerables formas y colores y muy diferentes calidades. Todos son de bolsillo aunque cada vez se ven más modelos en tamaños diversos. El humilde cuaderno, el viejo compañero de nuestra infancia, florece en una nueva primavera.
Portugal es un país fascinante del que me gusta prácticamente todo. Además, conserva su amor por lo antiguo, por las tradiciones, incluso por viejas industrias que se mantienen aferradas a los usos de antaño y al gusto por lo propio, por la cultura y los modos inmemoriales. Esa antigua nostalgia, tan portuguesa.
Una de estas industrias, ya casi extenuada, es la de la papelería tradicional. Muy disminuida, como en casi todo el mundo occidental, pero que aún conserva artes sorprendentes. Una de ellas es la de los viejos cuadernos. Los modelos portugueses son de gran calidad porque están muy bien encuadernados. Son sencillos, robustos, llenos de entrañables detalles como los colores en los cantos de las hojas, las etiquetas artesanales y las guías para la escritura. Se advierte una fabricación armoniosa, rústica, siempre amorosa.
Los papeles que usan no son de gran calidad si nos fijamos en los mejores estándares modernos. Pero no importa. También los papeles parecen sacados de una vieja librería de la Rua Garret, rescatados de un pasado no tan lejano pero que habíamos olvidado por completo. Esos papeles recios y resistentes, tintados primorosamente en los bordes, hechos para durar, provienen de un tiempo en el que una hoja en blanco era un lujo y escribir una necesidad.
No hacía falta que Paul Auster hablara de sus "cuadernos portugueses azules" en La Noche del Oráculo para hacerlos famosos. Pero ahora se han convertido en casi un mito que ha hecho revivir a la empresa de papel Firmo que los fabrica. Pero no sólo hay cuadernos portugueses de Firmo. Hay otros que continúan por la misma senda y que incluso son mejores. El modelo "Galocha" de Emilio Braga es uno de ellos; un precioso cuaderno con las esquinas de las cubiertas cortadas en vivos colores. Pero también están los "Flecha", que aún se usan en contabilidad o en la empresa tradicional que se resiste a la gestión informatizada o que no quiere prescindir de un soporte físico como los de siempre.
Todos estros cuadernos se pueden encontrar en las viejas papelerías del Chiado, cerca de la Plaza Luis de Camöes y en algunas de la Rua Áurea y alrededores, en Lisboa.
Los viejos cuadernos portugueses, repletos de esos entrañables y vetustos detalles son una reliquia de un tiempo que pasó, de unas manos que apenas quedan. Son imperfectos, gloriosos. Tal vez alguno de ellos estuvo en manos del inmortal Pessoa, en sus inacabables días lisboetas, cuando plasmó estos deliciosos pensamientos sobre la escritura:
"Escrever é esquecer. A literatura é a maneira mais agradável de ignorar a vida. A música embala, as artes visuais animam, as artes vivas (como a dança e o representar) entretêm. A primeira, porém, afasta-se da vida por fazer dela um sono; as segundas, contudo, não se afastam da vida - umas porque usam de fórmulas visíveis e portanto vitais, outras porque vivem da mesma vida humana.
Não é o caso da literatura. Essa simula a vida. Um romance é uma história do que nunca foi e um drama é um romance dado sem narrativa. Um poema é a expressão de ideias ou de sentimentos em linguagem que ninguém emprega, pois que ninguém fala em verso." Fernando Pessoa. Libro del Desasosiego.
Portugal es un país fascinante del que me gusta prácticamente todo. Además, conserva su amor por lo antiguo, por las tradiciones, incluso por viejas industrias que se mantienen aferradas a los usos de antaño y al gusto por lo propio, por la cultura y los modos inmemoriales. Esa antigua nostalgia, tan portuguesa.
Una de estas industrias, ya casi extenuada, es la de la papelería tradicional. Muy disminuida, como en casi todo el mundo occidental, pero que aún conserva artes sorprendentes. Una de ellas es la de los viejos cuadernos. Los modelos portugueses son de gran calidad porque están muy bien encuadernados. Son sencillos, robustos, llenos de entrañables detalles como los colores en los cantos de las hojas, las etiquetas artesanales y las guías para la escritura. Se advierte una fabricación armoniosa, rústica, siempre amorosa.
Los papeles que usan no son de gran calidad si nos fijamos en los mejores estándares modernos. Pero no importa. También los papeles parecen sacados de una vieja librería de la Rua Garret, rescatados de un pasado no tan lejano pero que habíamos olvidado por completo. Esos papeles recios y resistentes, tintados primorosamente en los bordes, hechos para durar, provienen de un tiempo en el que una hoja en blanco era un lujo y escribir una necesidad.
No hacía falta que Paul Auster hablara de sus "cuadernos portugueses azules" en La Noche del Oráculo para hacerlos famosos. Pero ahora se han convertido en casi un mito que ha hecho revivir a la empresa de papel Firmo que los fabrica. Pero no sólo hay cuadernos portugueses de Firmo. Hay otros que continúan por la misma senda y que incluso son mejores. El modelo "Galocha" de Emilio Braga es uno de ellos; un precioso cuaderno con las esquinas de las cubiertas cortadas en vivos colores. Pero también están los "Flecha", que aún se usan en contabilidad o en la empresa tradicional que se resiste a la gestión informatizada o que no quiere prescindir de un soporte físico como los de siempre.
Todos estros cuadernos se pueden encontrar en las viejas papelerías del Chiado, cerca de la Plaza Luis de Camöes y en algunas de la Rua Áurea y alrededores, en Lisboa.
Los viejos cuadernos portugueses, repletos de esos entrañables y vetustos detalles son una reliquia de un tiempo que pasó, de unas manos que apenas quedan. Son imperfectos, gloriosos. Tal vez alguno de ellos estuvo en manos del inmortal Pessoa, en sus inacabables días lisboetas, cuando plasmó estos deliciosos pensamientos sobre la escritura:
"Escrever é esquecer. A literatura é a maneira mais agradável de ignorar a vida. A música embala, as artes visuais animam, as artes vivas (como a dança e o representar) entretêm. A primeira, porém, afasta-se da vida por fazer dela um sono; as segundas, contudo, não se afastam da vida - umas porque usam de fórmulas visíveis e portanto vitais, outras porque vivem da mesma vida humana.
Não é o caso da literatura. Essa simula a vida. Um romance é uma história do que nunca foi e um drama é um romance dado sem narrativa. Um poema é a expressão de ideias ou de sentimentos em linguagem que ninguém emprega, pois que ninguém fala em verso." Fernando Pessoa. Libro del Desasosiego.
Me ha gustado mucho tu artículo Pedro. Yo reconozco que uso Moleskine, pero voy a intentar conseguir uno de estos por internet y si no pues la próxima vez que aparezca por Lisboa intentaré conseguir alguno para probarlos.
ResponderEliminarSeguro que te gustan, Javier. Merece la pena probarlos. Un cordial saludo y gracias por tu comentario.
EliminarGracias, ya me has dado otro motivo para volver a Portugal. Si ya no tenia poco con las cremas de afeitar, su rica gastronomia y sus agradables mujeres ahora tengo que añadir otra cosa a la lista.
ResponderEliminarPortugal siempre vale la pena, querido amigo. ¡Gracias por tu comentario!
EliminarHola Pedro.
ResponderEliminarEl artículo es muy bueno. Además las fotos hacen que apetezca probar esos cuadernos que tan bien has descrito. Unos bodegones muy sugerentes.
Yo soy fan de exaclair es su dos marcas y les doy algo de calidez a base de unas tapas de cuero tipo midori compradas en etsy, pero no descarto pedir un favorcillo a un compañero lisboeta tras leer esto.
Un saludo.
Gracias por tu comentario y tus ánimos, rfueris, siempre es un placer verte por aquí. Si te animas a probar algún cuaderno portugués, estoy seguro de que te encantarán aunque el papel no sea un Clairfontaine. Tienen algo especial...
EliminarEl mejor papel viene de Portugal. Tienen unas fábricas con lo último en tecnología y es el que mejor consigue un papel de calidad con base de eucalipto. Ayer me pasé por la imprenta para hacerme con tres o cuatro cuadernos de papel Inapa portugués de 100 gramos, satinado y con una buena blancura para garabatear con los pilot; para batalla lo ideal. Mejor sustrato que el optik, a años luz. Además, Inapa distribuye a Navigator. Para otras cosas, Antalis, que se ha especializado en gamas de "lujo".
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias por la información Iván. Sabía que Inapa trabajaba en España a través, sobre todo, de Ebix pero no estaba seguro de que distribuyera a algún fabricante de cuadernos. Muchas gracias por tu comentario.
EliminarEstos cuadernos proceden de un excedente de producción para un cliente corporativo que imprimimos hará cosa de dos años. Sobraron varios palés de artículos ya terminados y proceden de una fabricación ex profeso de Inapa de cuatro toneladas. Desconozco sí suministra papel a fabricantes de cuadernos, pero no me extrañaría que fuese así si buscan cierta calidad con un coste contenido. Es un papel excelente, con una fibra muy estable y una blancura con un punto azulado que a mí me gusta mucho. En ese rango de calidad media, hay pocas alternativas nacionales. Tienes que ir a más precio.
EliminarUn saludo.
Gracias de nuevo por los datos, Iván, Muy útiles.
EliminarHola Pedro, soy un lector habitual del blog, y me ha ayudado a aclarar muchas ideas de este mundo que me parece apasionante. Quería preguntarte qué tipo de papel y tinta me aconsejarías para el aso que te expongo a continuación. Voy a iniciar un libro de familia, en el que puedan escribir nuestros miembros. Para ello, necesito un papel tradicional, similar al que usaban los clérigos en sus actas, que me sirva para encuadernar en un gran volumen, y de la máxima duración posible (libre de ácidos). Además, necesitaré escribir por las dos caras. Un saludo y enhorabuena por este magnífico (y hasta cierto punto sibarita, ;) jeje) blog.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. No soy un gran experto en papeles, pero, por lo que cuentas, te recomendaría uno de buen gramaje (mínimo 100) que no amarillease. Hay muchísimas alternativas y fabricantes y me resulta difícil recomendarte uno pues necesitaría saber si lo quieres en hojas sueltas, en qué tamaño y cómo van a ir encuadernados. No debería ser demasiado satinado para evitar dificultades de secado, especialmente si vas a usar estilográficas siendo éste otro dato de importancia a la hora de elegir.
EliminarEn cuanto a las tintas, si quieres que lo escrito tenga una cierta garantía de durabilidad, optaría por alguna tinta pigmentada, ferrogálica o resistente al agua. Encontrarás productos así en casi cualquier fabricante.
Quedo a tu disposición con un cordial saludo
Tenía pensado comprar DIN A3, doblarlo por la mitad, y llevarlo a encuadernar en vitela (en blanco, antes de escribir nada en él), a la manera clásica, cosido y todo. Me gustaría un papel verjurado porque estéticamente es mi preferido y porque a la estilográfica le irá mejor que el satinado, como tú dices, pero me vuelvo loco para escogerlo: soy un ignorante completo en el tema y no sé cómo comprobar si está libre de ácidos (porque en ese caso la tinta podría comérselo, ¿no?), o cuáles son los más duraderos (supongo que cuanto más algodón y menos celulosa más duraderos, pero no lo sé). Por otra parte, mis tintas favoritas con diferencia son la Perle Noire de Herbin y la Aurora Black, ¿qué te parecen?
ResponderEliminarComo bien te ha comentado Pedro, busca un buen gramaje, 100 gramos/m2 es una buena opción, Acid Free, que ya son casi todos en mayor o menor medida. Hoy en día el algodón no influye en la durabilidad, sino el carbonato de calcio añadido al papel. Le otorga reserva alcalina. Necesitas un rotulador con rojo de clorofenol para detectar el Ph, pero no te gastes el dinero en esas cosas. Pide el papel adecuado y ya está. Visita la web de Antalis y mira variedades.
ResponderEliminarLa tinta no se come el papel, bueno, sí si es ferrogálica. El papel ácido se autodestruye. Con una buena tinta de registrador sin ácidos debería de ser suficiente. Tienes papel certificado para 200 años con un uso normal.
Un saludo.
Muchas gracias por vuestras contestaciones. ¿Crees que el Conqueror Connoisseur 110 gr o el Conqueror Antique 100 gr irían bien?. En lo referente a la tinta, será mejor que me agencia una de registrador, quizás la Sailor Kiwaguro. ¿Qué opinas?.
ResponderEliminarSobre tintas de estilográfica, yo creo que Pedro tiene muchos más conocimientos que yo.
ResponderEliminarSobre el papel, me parece una excelente elección. Son gama premium, ambos. Los dos tienen algodón en su formulación, creo, lo que asegura buen envejecimiento y cumplen la ISO 9706, esto es, libres de ácido de larga duración. Yo uso conqueror de 100 gr. para cartas a los clientes y 300 gr. en mis tarjetas de visita. Es un papel que me gusta mucho. Aunque el otro día estuve viendo uno de bambú y me enamoró el tacto. Cuestión de gustos.
Ese libro, con esos materiales, nos sobrevivirá a todos, no lo dudes.
Saludos.
Gracias a Ivan, que sabe de papeles más que nadie, tienes la mejor respuesta a tus dudas. En cuanto a la tinta, la Kiwaguro es una magnífica elección. Es una tinta permanente de calidad aunque el precio es proporcional a su singularidad. Ese cuaderno, como dice Ivan, nos sobrevivirá a todos.
EliminarMuchas gracias a los dos. Me habéis sido de gran ayuda. Ahora ya lo tengo claro: usaré papel Conqueror Connoisseur 110gr, que es 100% algodón, plegado en firmas, y la tinta Kiwaguro; aunque ésta supone una importante inversión, como muy bien dices, Pedro.
EliminarGracias a ti por tu interés y a Iván por su inapreciable contribución. Espero que nos permitas pronto compartir tu proyecto.
EliminarHola! Bastante tarde leo tu artículo, que me gustó mucho!
ResponderEliminarY es que porfin se me va a cumplir el sueño de ir a Portugal! Y claro, averiguando qué hay en el tema de escritura en ese país hermoso! Muchas gracias por las recomendaciones. Hay alguna marca buena de plumas portuguesas? Gracias!!
Gracias por tu comentario. Estoy seguro de que disfrutarás de tu viaje a Portugal. No hay marcas portuguesas actuales aunque, en mercadillos de viejo podrás encontrar algunos modelos que se fabricaron allí en el siglo pasado. Ninguno es de gran calidad pero sí del estilo de las plumas españolas de los años 40 en adelante. Un cordial saludo
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