viernes, 7 de agosto de 2015

Secretos Iniciáticos: Cinco cosas (y un preludio) por las que amar a las estilográficas.

Hemos visto lo menos bueno. Llegan ahora las buenas noticias. Los placeres que proporciona la estilográfica y los beneficios que reporta. Que aproveche.


0.- Preludio

Todas las desventajas que hemos visti anteriormente hacen de las plumas objetos como nosotros: imperfectas, temperamentales, impredecibles, sorprendentes, adaptables, únicas. Casi humanas. Ese es el secreto.

1.- Escribirás mejor.

No es necesario gastarse un Perú en cuadernos Rubio. Escribir con estilográfica supone descubrir que nuestra letra mejora de repente. No hay que apretar, el brazo se mueve con soltura, la mano actúa libremente y el plumín vuela sobre el papel dibujando líneas y volutas de inesperada gracilidad y belleza. La mejor escuela de caligrafía es una pluma bien temperada y el usuario descubre, repentinamente, que escribir es un ejercicio placentero y se ve a sí mismo embobado, practicando, haciendo ochos, probando tipos y ensayando letras. Para escribir, no hay nada como la estilográfica, la mejor maestra y la más barata.

(foto: wikipedia)

2.- Ahorrarás dinero.

Sí, hay algo más duradero que la carga de un Bic. Una estilográfica de calidad es para siempre. No hay que cambiarla, ni reponer piezas esenciales ni sustituir elementos. Salvo catástrofe, un cuidadoso mantenimiento hará que  nuestro querido instrumento de escritura nos sobreviva sin problemas. Hay muchas estilográficas en perfecto uso con más de cien años. Es posible que cada década haya que cambiar algún elemento fungible como un depósito de goma, pero su coste es absolutamente despreciable. Si los coches duraran como las plumas, la industria automovilística estaría en quiebra. El único coste es el de la tinta que usemos y, si no optamos por exquisiteces y la compramos a granel, su precio es ridículo.

3.- Podrás elegir (linea, grosor, peso...). 

Mejor que un traje a medida. Una estilográfica es un instrumento totalmente configurable. Podremos elegir el grosor de la línea, el mayor o menor flujo de tinta, el ángulo de escritura, el sistema de llenado, los elementos accesorios, el peso, el tamaño, las opciones de cierre... la pluma será como quiera su dueño. Hay ejemplares para todos los gustos y tamaños, de todos los colores y materiales, ajustables a cualquier tipo de escritura, aptas para cualquier trabajo, adecuadas hasta para zurdos. Una estilográfica será solo nuestra porque la habremos configurado exactamente a nuestro gusto. Las plumas son las Harley Davidson de la escritura.

(foto: wikipedia)

4.- Escribirás cómodamente

La suprema adaptabilidad de la estilográfica hará que nuestro trabajo sea infinitamente más cómodo que con cualquier otro instrumento. Adaptada a nuestra mano, a nuestra caligrafía y a nuestros gustos, no encontraremos obstáculo alguno que nos impida ejecutar largas sesiones de escritura, de notas, tomar apuntes, o acometer trabajos de gran extensión. La mejor pluma es la que no se hace notar tras largas horas de labor. Al contrario, acompañará al escritor como una amiga infatigable que costará volver a guardar en su estuche.

5.- Reforzarás tu imagen

No hablo de lujo ni de oropel vacuo. Una estilográfica -aun la más barata- dice mucho de quien la usa, de cómo estima el tiempo, de cómo valora los detalles. Escribir a mano supone pensar antes de decir, mirar antes que ver; del mismo modo que reflexionar antes de hablar es siempre un ejercicio salutífero. El escritor a mano, con pluma, es una persona generalmente cuidadosa, detallista, que disfruta de la lentitud y de la perfección de las cosas bien hechas. Es, si me permite la licencia, un artesano de lo necesario. Manejar la estilográfica, ejecutar con precisión la liturgia del llenado, del ajuste, de la escritura suave y rítmica como la de una partitura, son solo parte de la herencia que nos ha dejado el arte caligráfico que ha acompañado a la humanidad culta desde el principio de los tiempos históricos.


(Thomas Mann. foto: wikipedia)

Cuando un estilófilo encuentra a otro, se establece siempre un sorprendente vínculo de afinidad que va más allá del gusto por el mero objeto. Cuando alguien ve a una persona con estilográfica puede estar casi seguro de que se encuentra ante alguien especial.




14 comentarios:

  1. Hola, disfruté mucho de estas relfexiones, totalmente de acuerdo con ellas. Amí la pluma me deja también la sensación de poseer realmente un objeto, no solo por haberlo personalizado a gusto sino por el compromiso que nos exige.
    Algo equiparable al reloj al que tenemos que dar cuerda.
    Saludos
    Martín

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  2. Soy seguidor de tu blog, es fantástico y para mí, una referencia. Me gustaría que escribieras más artículos sobre plumas españolas de calidad y de las gamas más altas de las marcas españolas, como la Inoxcrom Sirocco, las Montjoy, la Styb Minister, etc. Tu entrada sobre la Caravel fue excelente.

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    1. Gracias por tu comentario, amigo mio; tomo nota de tu sugerencia. Un abrazo

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  3. Fantásticas reflexiones y maravilloso el último párrafo.

    Feliz verano.

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  4. Magnífico argumentario. Cierto en todos su puntos y en especial el quinto
    No me arrogaría yo tantas virtudes, pero sí las intuyo al que veo frente a mí con una pluma.
    Es una devoción que al contrario de otras no exige bandos, ni tiene guerras santas.
    Repasaré el punto dos porque en algo estoy fallando... Tal vez la afición haya derivado en algo más pernicioso :)
    Un saludo

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    1. Seguro que tienes esas virtudes Rafael; voto por ello... Un abrazo

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  5. A colación de las plumas para zurdos que se mencionan en el punto tres, os comentaré que si soy estilófilo es gracias a ser zurdo, y me explico: uno de mis mejores recuerdos de la infancia que tengo es en preescolar, donde la profesora detectó que era zurdo. Yo me sentía raro porque no usaba la mano derecha, como el resto de niños, sin embargo esta profesora me dio una pluma que todavía conservo, una Inoxcrom Sakyo, con la cual me enseñó a escribir bien, sin retorcer la mano y otros vicios de escritura que pueden desarrollar las personas zurdas.

    Sin embargo, mi experiencia con plumines LH no es buena. Un buen plumín, independientemente de su grosor, funciona tanto para diestros como para zurdos. Los LH, desde mi percepción, simplemente son un término medio entre un M y un B.

    ¡Saludos!

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    1. Graciad por tu interesantísimo comentario, Unai. Confirma la idea con mucha amenidad. Un saludo muy cordial.

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  6. En linea con tus artículos"porque si y porque no"...estas dos entradas son excelentes.Aunque de alguna forma lo sugieres en el punto uno,añadiría si me lo permites,que ningún instrumento de escritura transmite como una estilográfica el relieve y la textura del papel,su calidad,su idoneidad, sobre el que usa una pluma derrama ese hilo de tinta que hipnotiza

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    1. Muchas gracias Ophys2 y agradezco tu apunte que, en efecto, es un factor importantísimo en la experiencia de escribir.

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  7. Hay que ver Pedro, como de un grano desarrollas todo un tema. Sin conocerte me atermino a decir que eres una persona imaginativa.
    Al margen de esto, estoy de acuerdo con quien ha dicho que las plumas y los relojes tienen similitud. Es cierto, por lo menos a mi juicio, las dos cosas exigen disciplina. Al reloj hay que darle cuerda, observar su puntualidad, la cual se puede ver afectada por el clima y si hace falta corregir su exactitud.
    La pluma exige buscar el ángulo de ataque con el papel, elegir un buen papel y regular la presión ejercida en el papel, así como cuidar el trazo al escribir, pero eso es lo que hace especial estas cosas. Tú tienes que poner tu grano de arena y al tiempo esto te da satisfaciones.

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    1. Generosas e interesantes palabras, amigo Emiliano. Muchos aficionados a las estilográficas lo son también a los relojes, corroborando tu impresión. Un saludo muy cordial

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