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Grandes Marcas. Por qué sí y por qué no: Parker

PARKER

No creo que sea necesario dar muchos datos de la compañía que ha sido el abanderado de la renovación tecnológica de la pluma estilográfica durante el Siglo XX. Parker no inventó la pluma, pero merecería haberlo hecho. Ha sido la compañía que, durante cincuenta años, se mantuvo en la cabeza de los fabricantes y divulgó el uso de la estilográfica por todo el mundo convirtiendo algunos de sus modelos, especialmente la 51, en un auténtico paradigma del instrumento.
Desde los años 20, Parker ha ido presentando grandes plumas por cada década. La Duofold, la Vacumatic, la 51, la 45... verdaderos hitos en la industria de la escritura y grandes éxitos en su momento. Hoy, aquellas plumas siguen siendo buscadas, usadas y mantenidas como tesoros por aficionados y coleccionistas de todo el mundo.
La aparición del bolígrafo en los años 60 supuso el inicio del fin de la estilográfico como instrumento universal de escritura. Y como para tantos otros fabricantes, Parker comenzó a deslizarse desde entonces  por la penosa cuesta abajo de las pérdidas y la lucha por la supervivencia empresarial. Nuevos modelos, búsqueda de mercados y de nichos de gama que, al final, en 1.993, no pudieron evitar su venta a Gillete y, de ésta, a Rubbermaid, una multinacional que fabrica desde cacharros de cocina hasta plumas pasando por todo tipo de herramientas.
Actualmente, Parker es una división más de Rubbermaid y fabrica en varias plantas, incluyendo China y la India.
Lo triste es que, cuando alguien habla de Parker, casi siempre lo hace pensando en modelos que ya no se fabrican desde hace décadas.









¿Por qué comprar?

Parker sigue siendo una marca muy popular, bien conocida por todos y de inmediato reconocimiento entre los aficionados. Sus productos se encuentran en todo el mundo y son prácticos, sencillos y fáciles de mantener. Los precios, salvo en ediciones especiales o en la gama más alta, son asequibles.
La serie Duofold ha tenido un éxito merecido. Se trata de plumas de lujo pero muy bellas y bien acabadas y, aunque mecánicamente sencillas, tienen una relación calidad-precio aceptable.  Son objetos representativos y perfectamente útiles como regalo.
Las Parker modernas suelen ser objetos sólidos y resistentes, muy bien adaptados para un uso continuo que no requiera de especiales cuidados. Ofrecen una amplia gama de productos para todas las opciones y bolsillos. Y sigue siendo una Parker.
El servicio técnico es correcto y asequible.







¿Por qué no comprar?

Los modelos Duofold, los más representativos, pueden parecer demasiado simples para su precio. Salvo en este caso, casi todos los intentos de Parker por reverdecer viejos laureles se han visto condenados al fracaso. No hay sustitutas modernas para las eternas 51, 45, 75, Vacumatic...
Los modelos intermedios presentan a menudo problemas de ajustes y una mediocre calidad en la escritura.
Los diseños actuales resultan algo extraños a la tradición de la marca y no parecen gozar de especial predicamento entre el público. Otros, carecen de personalidad y resultan decididamente anodinos.




Salvo en pocos modelos, Parker compite con marcas que ofrecen mucha más calidad a igual o inferior precio.
Cuando algún aficionado se compra una Parker, suele ser casi siempre una vintage.

(Todas las fotografías pertenecen al fabricante. Se usan aquí a efectos puramente ilustrativos)

Comentarios

  1. ¡Qué pena de Parker! Coincido totalmente en todo lo que has comentado.

    Por motivos sentimentales (mi primer acercamiento al mundo de la estilográfica fue con una Parker regalada por mi padrino) era un apasionado de la marca. Tengo varios de sus más conocidos modelos y suspiro por una Duofold Mandarin.

    Por desgracia, mi idilio se ha visto seriamente mermado cuando, recientemente, he podido adquirir una Big Red Centennial a un precio tremendamente ventajoso. Mi desilusión fue máxima cuando abrí la caja. La pluma, en la mano, no presenta grandes diferencias de una Kaigelu con un precio 40 veces inferior. Definitivamente Parker está desnortada (otro día hablamos del engendro 5th TM) y está condenada a la desaparición dentro del conglomerado Rubbermaid.

    Una vez descargada mi rabia por el devenir de una de las empresas más importantes del mundillo, aprovecho para felicitarte por tu blog, descubierto hace escasos días y que seguiré con atención.

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    1. Querido Javier: tu decepción es, de una u otra manera, la que hemos sufrido muchos amantes de esta histórica marca en los últimos años. Un fenómenos que no solo afecta a Parker sino a otras firmas clásicas. Pero siempre nos quedan los modelos antiguos de los cuales yo soy un rendido admirador. Ojalá consigas pronto esa preciosa Mandarin y me la puedas enseñar para que te envidie sanamente. Un cordial saludo.

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  2. Es una lástima sí, pero ya que se habla del tema, ¿Qué opinión merece la Sonet?, y de las que ahora se hacen, alguna se libra de la quema?

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    Respuestas
    1. Hay una entrada sobre la Sonnet en este msmo blog. Te recomiendo su lectura por si resuta ilustrativa. Un saludo muy cordial

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