domingo, 21 de diciembre de 2014

Waterman Charleston: Provechosa mIrada atrás.

El avisado lector habrá descubierto a estas alturas que no soy un rendido admirador de la producción moderna de algunas marcas clásicas. Hay productos buenos, productos decentes, pero hay demasiadas plumas banales, anodinas o incluso de dudosa calidad. Hay marcas que viven de su glorioso pasado pero también hay modelos que echan la vista atrás para recuperar alguno de aquellos viejos valores que las hicieron ser lo que fueron y que aún pretenden recuperar.

La gama actual de Waterman, salvo pocas excepciones, no resulta especialmente atractiva. Pero hay una pluma que destaca sobre las demás y no es ni la más cara ni la más original. Es, precisamente, la más clásica y se llama Charleston.

Se trata de una estilográfica que homenajea a los años 20 en que reinó el estilo Art Deco. La Charleston se ha inspirado en un verdadero mito de Waterman: la Hundred Year Pen de 1939 diseñada por John Vassos.



(Wateman Hundred Year Pen. foto: rick conner)

La Hundred Year Pen fue la primera pluma fabricada en una resina que se llamó lucita y competía contra pesos pesados de la competencia como la Parker 51, la Sheaffer Triumph o la Eversharp Skyline. No tuvo el éxito de éstas pero fue muy apreciada por los usuarios gracias a su belleza, su eficaz sistema de carga por palanca y su fiabilidad de la que es buen indicio la garantía de 100 años que ofrecía la marca y de la que se derivó su nombre comercial.


La moderna Charleston es una versión actualizada de aquella fabulosa pluma y Waterman no lo ha hecho nada mal. No tiene el sistema de carga por palanca, claro, ni el enorme y fantástico plumín de la HYP, pero es una pluma seria, decente, muy bella y con un desempeño excepcional.


Se trata de una estilográfica de tamaño contenido, 132 mm. muy equilibrados. Es ligera pero no tanto como para no sentir su peso, notable por contener piezas interiores metálicas que aportan solidez y resistencia al conjunto.


Las formas de la pluma son muy similares a las de la HYP, modernizadas con la adición de un clip mucho más actual y de gran calidad, rematado en su parte superior por el logo de la marca. El mayor grosor  de la Charleston se encuentra en el capuchón y en la parte central del cuerpo; a partir de ahí el grosor se reduce hacia los extremos consiguiendo una línea muy fluida y elegante. 


La combinación de la resina negra y los detalles rodiados contribuyen a prestar al conjunto una presencia extraordinariamente refinada y sutil. El detalle más significativo de la pluma es su triple anillo central, en cuya parte más ancha aparece grabado los nombres "Waterman" y "France", enmarcados por una greca doble.


El plumín es de una suavidad extraordinaria. Su funcionamiento es óptimo, suave, delicado y con un trazo perfecto, sin titubeos ni cortes de flujo. Está grabado con un elegante dibujo art decó y el hexágono con el logo de la marca. Es un plumín de oro de 18K cuyo único defecto es su pequeño tamaño. Si este plumín tuviera el tamaño del de la antigua HYP, estaríamos ante una pieza única. Sin embargo, sus pequeñas dimensiones, aunque no afectan a su magnífico desempeño, quitan prestancia a la pluma y la convierten en una pieza mucho más sencilla de lo que sería con un plumín mayor y de lo que, en realidad, merece la calidad general del instrumento.


La Charleston es una pluma poco conocida aunque, a mi juicio, es la pluma más hermosa de la actual gama de Waterman. Pese a su pequeño plumín, es una soberbia recreación de una pluma clásica, una mirada atrás que actualiza perfectamente una estética intemporal y que escribe extraordinariamente bien. Casi escondida en el catálogo de Waterman, la Charleston es, probablemente, una pluma que echaremos de menos cuando deje de fabricarse. Por un justo precio aproximado de 130 euros, esta dignísima revisión de un clásico es todo un acierto.

9 comentarios:

  1. Gran entrada capitán! esta reseña me inspiro en la compra de este ejemplar, en pequeñas y cortas palabras, magnifico, supera con creces la expectativa que se tiene por el precio que se paga, excelente trazo, buen flojo, un engañoso punto fino que a mi me parece medio bastante generoso y una calidad de manufactura estupenda para el precio que se paga, el trazo comparable a los mejores ejemplares que he podido tener en mis manos alguna vez, comparándose contra ejemplares que fácilmente doblan el precio, la manufactura cuidada a gran detalle (aunque les falto un poco en la sección cercana al alimentador en la cual se aprecian los moldes de la pieza molde), pero excelente en cuanto a detalle, increíble creer que se puede obtener tan magnifica pluma de punto de oro (18k 750 (esto ultimo no se que signifique)) a tan bajo precio, gracias por la reseña capitán, inspiradora :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tus amables palabras, Jerry, y por compartir tu experiencia con esta buena pluma.un fuerte abrazo, amigo mío.

      Eliminar
    2. 18K y 750 significan lo mismo: la proporción de oro en la aleación. 18K de 24K posibles (o sea el 75%) o 750 milésimas de 1000 posibles (o sea, el 75%).

      Eliminar
  2. Soberbia reseña como siempre. Lo felicito!, este espacio es extraordinario; da gusto verlo y leerlo. Mucha gracias por su esfuerzo y dedicación.-

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario. Espero que sigamos encontrándonos por aquí Un fuerte abrazo, amigo mío.

      Eliminar
  3. Estimado Haddock,

    Soy lector bastante asiduo de tu blog, pero esta es la primera vez que me animo a hacer un comentario. Es un comentario negativo, por eso quiero dejar escrito por delante que el blog me gusta mucho, lo disfruto asiduamente y me ha servido de referencia en más de una ocasión.

    Dicho lo cual, vayamos a lo que me empuja a escribir... Me parece muy injusta la entrada de este artículo sobre la gama actual de Waterman. Estoy de acuerdo en que Waterman no renueva mucho su gama, que digamos. Y en que son plumas caras, comparadas con lo que se puede conseguir por internet de marcas japonesas. No así en una papelería española: pregunté por una Pilot 74 y pedían más de 200€. Pero se fabrican en su propia fábrica en Nantes (que fabrica también las Parker, según creo), a diferencia de otras marcas americanas.

    En general la gama de Waterman huye del típico diseño acigarrado inspirado en la Meisterstück, tan habitual, tan repetitivo, tan predecible (y tan feo a veces, como en el caso de la susodicha Pilot 74). Hay dos plumas que me gustan particularmente.

    La Perspective, muy bella, muy bien acabada, y bastante original en su diseño. Incluso muy original en esta época en que las plumas cilíndricas parecen haber caído en desuso. Si no te molesta que un plumín sea rígido (como dicen los angloparlantes, "it's a nail"), el desempeño de una Perspective en punto M es sencillamente perfecto, desde la primera carga. Rebuscando en internet, se encuentran de segunda mano desde +/-45€, sin estrenar o apenas estrenadas.

    La Carène consigue algo difícil de ver: una pluma acigarrada diferente. Lleva más de 20 años en el mercado y sigue siendo más original que el 95% de lo que se vende con esa forma básica. El desempeño también es fabuloso, en este caso incluso con un plumín F (en la Carène el plumín es de oro). El plumín también es rígido, aunque no tanto como el de la Perspective. Según Orientaprecios, una Carène de segunda mano se negocia alrededor de los 70€.

    Sinceramente, he comprado plumas japonesas y creo que no hay color. He tenido una Pilot 74 y una Sailor 1911 Standard y he revendido ambas. La Pilot por fea, y la Sailor por incómoda. Lo mismo me sucedió con una Waterman Charleston que también revendí: no se adaptan a mi mano; tal vez el cuerpo se ahúsa demasiado hacia el final. No así la Platinum 3776: he encargado otra, con plumín musical, que estoy esperando recibir pronto.

    Hace tiempo compré una Perspective con plumín M y desde entonces he acumulado media docena (lo cual es absurdo, lo sé; pero bueno, son todas de segunda mano); además de otras dos que regalé. Siempre tengo 4 plumas entintadas en la oficina, y es raro que no haya una Perspective en el lote.
    Hace no mucho compré mi primera Carène (F) y desde entonces no he parado hasta conseguir una M a buen precio. Y hoy mismo tengo que retenerme para no comprar otra más en Wallapop...

    Aprovecho para hacer un inciso e invitarte a escribir otra entrada. Mi pluma favorita es la Sheaffer Targa. Ahí lo dejo...

    Un saludo, Haddock, gracias por tu blog y adelante con él. Seguiremos disfrutándolo.

    Mikel


    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estimado Mikel, gracias al simpático aviso de Renart, me he dado cuenta de que no había contestado tu comentario lo cual es doblemente grave, por el tiempo transcurrido y por la extensión y amabilidad que has demostrado dedicándome tu tiempo. Admito tu crítica que me parece bien fundada. Como he dicho muchas veces, la pasión estilófila nos hace, en ocasiones, razonar poco y sentir más, lo que quiere decir que lo que a uno le parece fabuloso, a otro le puede parecer simplemente pasable. En tal sentido, es perfectamente razonable que te gusten las Waterman a las cuales, en esencia, achaco poca originalidad y demasiado conformismo con ideas recurrentes. Pero entiendo que a quien le gusten las plumas carenadas, le apasione la Carène, por ejemplo. En cualquier caso, siempre es enriquecedor contar con opiniones contrastadas y amables como la tuya. Un saludo muy cordial con mis disculpas por el retraso

      Eliminar
  4. Pero capitán, con lo sumamente Cortes que es usted, ¿cómo no ha respondido a Mikel, que le ha dedicado un buen tiempo a su entrada?
    Un afectuoso saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lamentable lapsus, estimado Renart. Subsanado a destiempo pero espero que a satisfacción del remitente. Un cordial y agradecido saludo

      Eliminar