Traigo hoy a la atención de mis amables lectores una comparativa que me parece especialmente oportuna. Las dos plumas que hoy presento son especialmente comparables dado que su forma, su concepción y su funcionalidad son esencialmente idénticas. Podría añadirse a ellas la Sailor 1911L, pero he preferido limitarme a un mano a mano para dejar, quizá para más adelante, la otra.
Dejaré aparte la vieja discusión sobre originales y copias. Es conocida mi opinión de que Montblanc no ha inventado casi nada aunque sí es cierto que convirtió su serie Meisterstuck en un prototipo de pluma de lujo que, indudablemente, tuvo su influencia en la industria. Pilot tiene, por su parte, un catálogo que hace palidecer a la alemana aunque es justo decir que, con este modelo, juega con un patrón estético similar que lleva a estas dos plumas a luchar en el mismo terreno.
La 146 pasa por ser una de las plumas más equilibradas de Montblanc. Es una pluma de buen tamaño pero discreto, ni demasiado grande ni demasiado pequeña; gruesa sin exageraciones y con una presencia suficientemente notoria sin llegar a la ostentación. Exhibe unas líneas suaves, elegantes y moderadas pese a sus adornos dorados, y su desempeño funcional es de lo mejor de la casa gracias a un plumín de gran calidad y una mecánica de razonable calidad aunque, últimamente, el público se queja de algunos defectos.
Por su parte, la 742 es uno de los modelos intermedios de la serie Custom Heritage de Pilot. Plumas contundentes, también sobrias y discretas, de líneas redondeadas o truncadas según las series, pero muy estilizadas y de apariencia estética clásica. Su desempeño, típico de la marca japonesa, es extraordinario y, siendo mecánicamente más sencillas que las Montblanc, son plumas enormemente funcionales.
El tamaño de ambas plumas es similar. La 742, más larga, mide 146 mm mientras que la Montblanc mide 143,5. No obstante, la experiencia de uso es muy parecida. Se trata de plumas de buen tamaño y confortable grosor. Ambas ofrecen un agarre muy cómodo y eficaz.
Pese a su tamaño, son plumas que pueden llevarse en el bolsillo ya que ambas, construidas de plástico, tienen un peso reducido. Se nota algo más el de la Montblanc ya que cuenta con un mecanismo interior de pistón, pero el mayor tamaño de la Pilot casi compensa esta diferencia. La mayor ligereza de la japonesa, supone mayor ventaja a la hora de escribir durante mucho tiempo.
Si estando cerradas se nota la diferencia, los cuerpos alineados acentúan el mayor tamaño de la 742 que, con su anillo más cercano al extremo superior resulta más estilizada y refinada. POr su parte, los plásticos utilizados en ambas estilográficas es de calidad, sin que la resina preciosa de Montblanc constituya ninguna diferencia apreciable.
El sistema de carga es la principal diferencia de estas dos estilográficas. La Montblanc, como se ha dicho, usa un pistón con una capacidad de 1.5 ml aproximadamente. La 742, por su parte, usa el fantástico Con-70 de Pilot, el mejor y más grande de los convertidores en el mercado, con, aproximadamente, 1 ml. de capacidad.
Los plumines de oro de ambas estilográficas son de tamaño muy similar; algo más ancho el Montblanc que presenta, sobre todo, una imagen más elaborada y rica al ser bitono. Ambos vienen acompañados de sendos alimentadores de plástico, más voluminoso el de la alemana.
El perfil de ambos plumines es igualmente parecido. Quizá el número 10 de Pilot sea ligeramente más esbelto porque los gavilanes son más estilizados, aunque, al ser monocolor, resulte menos llamativo.
Los adornos de estas plumas, dorados, difieren únicamente en el lugar en el que están colocados, en la anchura del anillo superior del capuchón y en la existencia de un tercer anillo en la base del mismo. La 742, como todas las Pilot, carece de este tercer elemento. En conjunto, la decoración de la Montblanc se nota más y los dorados resultan algo más prominentes. La Pilot resulta más sobria.
Los capuchones son de líneas parecidas aunque, aparte de las citadas diferencias en cuanto a los anillos, también exhiben los típicos clips de cada marca: el triangular acabado en bola de Pilot/Namiki y la tira en forma de espátula de Montblanc. Por supuesto, la alemana luce en el remate la cumbre nevada que constituye su famoso logo.
Vayamos a la prueba de escritura. Ambas se comportan como dos grandes estilográficas. La calidad de la escritura es, en ambos casos, notable. Pero hay diferencias.
La Montblanc lleva un plumín fino lo que hace que se deslice sobre el papel con cierto mordiente. La suavidad no es su mejor baza aunque ello no significa que no cuente con un trazo preciso, continuo y seguro. El flujo es siempre adecuado (aunque no excesivo) y su puesta en marcha, instantánea. La escritura es, en todo momento, correcta y cómoda aunque quizá no tan fluida como cabría esperar.
La Pilot 742, pese a montar un plumín doble B, no muestra el mínimo titubeo al ponerse en marcha y el flujo es, en todo momento, enormemente eficaz. Traza una línea segura, amplia y jugosa que transmite seguridad al usuario. Lo mejor de todo es su suavidad. La pluma se desliza sobre el papel como sobre el cristal, sin resistencia alguna y con extraordinaria facilidad. Si a ello unimos su ligereza y la riqueza de su alimentación, tendremos una escritora soberbia.
PRECIO: La Montblanc 146 puede conseguirse nueva por unos 450 euros. Es un precio elevado para una pluma que no cuenta con nada especial a su favor. Es de pistón y tiene el plumín de oro, pero ahí acaban sus cualidades más destacadas. La Pilot 742 se puede conseguir por unos 125 euros en internet.
CONCLUSIONES: La 742 es una pluma mecánicamente más sencilla que la 146 y tiene menos capacidad de tinta. Además, el plumín de la alemana es más vistoso lo que, en el fondo, no constituye ninguna ventaja práctica, pero sí es más elegante y llamativo que el discreto Pilot. Ahí acaban las diferencias. Ambas son plumas funcionalmente idénticas que proporcionarán a sus propietarios largas sesiones de cómoda escritura con seguridad y comodidad. La Montblanc es algo más arisca y la Pilot mucho más suave, pero hay gustos para poder disfrutar de ambas sensaciones. En la práctica diaria, no hay diferencias entre las dos y, en cuanto a la estética, prácticamente ninguna. Pero una Montblanc es siempre un objeto de lujo y la Pilot es mucho menos conocida. Si alguien quiere regalar algo especial, se decantará por la alemana, porque, en estos casos, el valor es el del regalo y no el de la utilidad práctica del instrumento. En cualquier caso, por el precio de una 146 se pueden comprar casi cuatro 742 y aquí es donde radica, a mi juicio, la principal diferencia. Para un estilófilo, el coste de la Montblanc puede resultar disparatado ya que, no sólo la 742 sino muchas otras plumas, incluidas europeas de primera línea, son iguales o mejores que la Montblanc, a una fracción de su precio. Aquí se han intentado mostrar todas sus intimidades para que el lector avisado tome su propia decisión.
Dejaré aparte la vieja discusión sobre originales y copias. Es conocida mi opinión de que Montblanc no ha inventado casi nada aunque sí es cierto que convirtió su serie Meisterstuck en un prototipo de pluma de lujo que, indudablemente, tuvo su influencia en la industria. Pilot tiene, por su parte, un catálogo que hace palidecer a la alemana aunque es justo decir que, con este modelo, juega con un patrón estético similar que lleva a estas dos plumas a luchar en el mismo terreno.
La 146 pasa por ser una de las plumas más equilibradas de Montblanc. Es una pluma de buen tamaño pero discreto, ni demasiado grande ni demasiado pequeña; gruesa sin exageraciones y con una presencia suficientemente notoria sin llegar a la ostentación. Exhibe unas líneas suaves, elegantes y moderadas pese a sus adornos dorados, y su desempeño funcional es de lo mejor de la casa gracias a un plumín de gran calidad y una mecánica de razonable calidad aunque, últimamente, el público se queja de algunos defectos.
Por su parte, la 742 es uno de los modelos intermedios de la serie Custom Heritage de Pilot. Plumas contundentes, también sobrias y discretas, de líneas redondeadas o truncadas según las series, pero muy estilizadas y de apariencia estética clásica. Su desempeño, típico de la marca japonesa, es extraordinario y, siendo mecánicamente más sencillas que las Montblanc, son plumas enormemente funcionales.
El tamaño de ambas plumas es similar. La 742, más larga, mide 146 mm mientras que la Montblanc mide 143,5. No obstante, la experiencia de uso es muy parecida. Se trata de plumas de buen tamaño y confortable grosor. Ambas ofrecen un agarre muy cómodo y eficaz.
Pese a su tamaño, son plumas que pueden llevarse en el bolsillo ya que ambas, construidas de plástico, tienen un peso reducido. Se nota algo más el de la Montblanc ya que cuenta con un mecanismo interior de pistón, pero el mayor tamaño de la Pilot casi compensa esta diferencia. La mayor ligereza de la japonesa, supone mayor ventaja a la hora de escribir durante mucho tiempo.
Si estando cerradas se nota la diferencia, los cuerpos alineados acentúan el mayor tamaño de la 742 que, con su anillo más cercano al extremo superior resulta más estilizada y refinada. POr su parte, los plásticos utilizados en ambas estilográficas es de calidad, sin que la resina preciosa de Montblanc constituya ninguna diferencia apreciable.
El sistema de carga es la principal diferencia de estas dos estilográficas. La Montblanc, como se ha dicho, usa un pistón con una capacidad de 1.5 ml aproximadamente. La 742, por su parte, usa el fantástico Con-70 de Pilot, el mejor y más grande de los convertidores en el mercado, con, aproximadamente, 1 ml. de capacidad.
Los plumines de oro de ambas estilográficas son de tamaño muy similar; algo más ancho el Montblanc que presenta, sobre todo, una imagen más elaborada y rica al ser bitono. Ambos vienen acompañados de sendos alimentadores de plástico, más voluminoso el de la alemana.
El perfil de ambos plumines es igualmente parecido. Quizá el número 10 de Pilot sea ligeramente más esbelto porque los gavilanes son más estilizados, aunque, al ser monocolor, resulte menos llamativo.
Los capuchones son de líneas parecidas aunque, aparte de las citadas diferencias en cuanto a los anillos, también exhiben los típicos clips de cada marca: el triangular acabado en bola de Pilot/Namiki y la tira en forma de espátula de Montblanc. Por supuesto, la alemana luce en el remate la cumbre nevada que constituye su famoso logo.
Vayamos a la prueba de escritura. Ambas se comportan como dos grandes estilográficas. La calidad de la escritura es, en ambos casos, notable. Pero hay diferencias.
La Montblanc lleva un plumín fino lo que hace que se deslice sobre el papel con cierto mordiente. La suavidad no es su mejor baza aunque ello no significa que no cuente con un trazo preciso, continuo y seguro. El flujo es siempre adecuado (aunque no excesivo) y su puesta en marcha, instantánea. La escritura es, en todo momento, correcta y cómoda aunque quizá no tan fluida como cabría esperar.
PRECIO: La Montblanc 146 puede conseguirse nueva por unos 450 euros. Es un precio elevado para una pluma que no cuenta con nada especial a su favor. Es de pistón y tiene el plumín de oro, pero ahí acaban sus cualidades más destacadas. La Pilot 742 se puede conseguir por unos 125 euros en internet.
CONCLUSIONES: La 742 es una pluma mecánicamente más sencilla que la 146 y tiene menos capacidad de tinta. Además, el plumín de la alemana es más vistoso lo que, en el fondo, no constituye ninguna ventaja práctica, pero sí es más elegante y llamativo que el discreto Pilot. Ahí acaban las diferencias. Ambas son plumas funcionalmente idénticas que proporcionarán a sus propietarios largas sesiones de cómoda escritura con seguridad y comodidad. La Montblanc es algo más arisca y la Pilot mucho más suave, pero hay gustos para poder disfrutar de ambas sensaciones. En la práctica diaria, no hay diferencias entre las dos y, en cuanto a la estética, prácticamente ninguna. Pero una Montblanc es siempre un objeto de lujo y la Pilot es mucho menos conocida. Si alguien quiere regalar algo especial, se decantará por la alemana, porque, en estos casos, el valor es el del regalo y no el de la utilidad práctica del instrumento. En cualquier caso, por el precio de una 146 se pueden comprar casi cuatro 742 y aquí es donde radica, a mi juicio, la principal diferencia. Para un estilófilo, el coste de la Montblanc puede resultar disparatado ya que, no sólo la 742 sino muchas otras plumas, incluidas europeas de primera línea, son iguales o mejores que la Montblanc, a una fracción de su precio. Aquí se han intentado mostrar todas sus intimidades para que el lector avisado tome su propia decisión.
No sé yo si una comparación con la 743 sería más acorde. El plumín #15 de esta quizás se parezca más en tamaño al de la 146, ¿no?
ResponderEliminarNo estoy muy seguro; la 743 es aún más larga que la 742 lo que la hace dispareja de tamaño. Por su parte, el plumín nº 15 de Pilot, si bien bicolor,es notablemente más grande que el de la Montblanc, Me parece que, al menos en tamaño, hay menos diferencia con el 10 . Un cordial saludo y gracias por tu comentario, Rafa
EliminarTe confieso que nunca he visto una Montblanc 146. Por eso no me hago idea del tamaño de su plumín. Eso sí, la 743 es sólo un par de milímetros más larga que la 743. El cuerpo es igual. Además del tamaño del plumín las diferencias entre 742 y 743 están en los anillos. Por cierto, tienes una errata, cuando hablas del plumín de la Pilot dices que es una 743. :-)
EliminarHe encontrado este hilo comparando las dos
Eliminarhttp://www.fountainpennetwork.com/forum/topic/101033-pilot-custom-743-vs-742/
Gracias por la información Rafa. Yo tengo los dos modelos y la 743 es de mayor empaque. No sólo por esos milímetros más sino porque, como bien dices, los anillos son más gruesos. El plumín, en cambio, es bastante más grande que el de las otras dos. La diferencia de precio entre las dos Pilot se debe, evidentemente y en su mayor parte, a este plumín. Pero, a cambio, la 742 ofrece más modelos que la 743 porque en tamaño 15 Pilot no tiene tanta variedad. un saludo
EliminarBuenas noches, en primer lugar agradecer su labor divulgativa y enormemente didáctica. Quería compartir mi experiencia al adquirir recientemente mi primer modelo de Pilot, una Justus. Lo primero que me ha llamado la atención es que contrariamente a lo expuesto en su blog la calidad del producto en su conjunto no me parece comparable al de estilográficas europeas de precio efectivamente muy superior. Comparto su mayor relación calidad precio pero no me resultan equiparables desde un inicio.Por otro lado pido ayuda con el Con 70, me resulta engorrosa la carga con una mano y al cargarlo se queda lleno de pequeñas burbujas, como si la carga estuviera atomizada, resultando que al cabo de varios minutos sólo ha cargado algo más de las dos terceras partes.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias por tu comentario JGG; yo soy un gran admirador de la Justus que me parece una pluma muy original y de gran acabado. No es una pluma de alta gama, desde luego, pero su calidad es palpable y, a mi manera de ver, perfectamente homologable a cualquier pluma alemana de su misma gama. En cuanto al Con-70, da la sensación de que toma aire, lo cual puede deberse a una defectuosa inmersión de la boquilla en la tinta. Prueba también a lavarlo bien con una solución jabonosa para que la tinta fluya mejor. A mí el sistema de botón me parece muy cómodo pero entiendo que cada cual se adapta mejor a uno u otro mecanismo. Un saludo muy cordial, amigo mío.
EliminarHola Pedro, gracias por esta nueva entrada en tu blog, como siempre muy interesante, acabo de comprar una Sailor 1911L, ¡Que pluma!, ¡me encanta!, el plumín es MF, y apesar de ser un punto pequeño su desempeño es fantástico, es mi mejor estilográfica hasta el momento, me decidí en comprarla luego de varios días revisando tu blog. Por mi poco presupuesto es la que me pareció mejor opción. Espero algún día comprarme la Realo porque después de usar estilográficas con pistón integrado como la lamy 2000 y la pilot 92, uno se acostumbra a su agradable uso.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿En cuanto conseguiste la Sailor 1911? un saludo
Eliminar165 dólares
EliminarEnhorabuena por la Sailor Miguel ángel; para mí, es una de las mejores plumas del mundo. La Realo es otro ejemplar que te encantará pues añade el pistón a sus ya conocidas bondades. Un fuerte abrazo
EliminarPedro
ResponderEliminarMandei um mail pelo blog com algumas indicações acerca do Porto.
Não sei se será entregue.
Se quiseres que os mande directamente dá-me um endereço de email para carloscalbrandao@gmail.com
Abraço
Obrigado Carlos, hei de responder lá. Vou te escrever loguinho. Forte abraço com amizade.
Eliminar!Qué trabajo fotográfico Capitán!, sin duda, las comparaciones se ven totalmente complementadas gracias a su aguzado ojo, esa macro de los aros dorados de cada pluma... Grandioso.
ResponderEliminarMuchas gracias, Miguel, me alegra de que te guste. Un fuerte abrazo, amigo mío.
EliminarEstimado, buenas tardes,
ResponderEliminarMucho le agradeceré su ayuda para poder desmontar el plumin de una pluma cartier pasha que es necesario limpiar porque se encuentra ostruida. como es posible el contacto con Ud.
mi correo electrónico es gasnieto@hotmail.com
estoy preocupado porque puedo estropear la pluma con una limpieza inadecuada
de antemano le estoy agradecido
Buenos días, le he contestado en su anterior comentario. Un saludo muy cordial
EliminarTremenda entrada, que de no ser porque el titulo advierte todo "Comparaciones odiosas", seria muy polémica. Las apariencias engañan Pedro y, aunque estéticamente parecidas, creo que estas dos plumas no son comparables. Independientemente de quien salga mejor parada y, pongo un ejemplo: Si se comparara una MB 146 con igual grosor de punto (o su equivalente), con una Sailor Realo, es posible que la Realo bata a la MB, no solo en precio sino en prestaciones. Pero al ser dos estilográficas con estética similar y mecanismos similares, estoy seguro que a pocos les quedarían dudas de que la diferencia de precio se debe al nombre y a la estrella blanca y lo que eso representa. Pero me temo que la 742 por muy con-70 en sus entrañas, al ser una pluma que debe ser abierta para hacerla funcionar queda relegada a otro lote donde seguramente sera una campeona. Es una humilde opinión. Gracias
ResponderEliminarLa Sailor Realo es una pluma a la que solo puedo alabar. Pero la he dejado aparte porque la comparación sería menos "odiosa", como muy bien apuntas. Puedo anticipar, en todo caso, que, a mi juicio, bate a la MB en todos los campos salvo en capacidad. Pero, en el resto, no hay comparación posible. Un fuerte abrazo
EliminarEstimado Pedro, cuenta la leyenda que de origen Catalán, y ya tratada en la entrada del domingo 21 de diciembre de 2014 de este mismo blog. Dicha estilográfica superó a la MB.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Moli. En efecto, las Caravel de Inoxcrom fueron grandes plumas. No me atrevería a decir que tienen la misma calidad general que las MB, pero su rendimiento es excepcional para su rango de precio. Un saludo muy cordial.
EliminarEstimado Pedro, ahí va una crítica afectuosa: no me parece bien que compares en cuanto a suavidad de escritura dos plumas con plumines de grosores tan diferentes: un F la MB146 y un BB la Pilot (y supongo que has usado la misma tinta).
ResponderEliminarEs lógico que un BB que funcione como debe sea más suave que un F, seguro que estás de acuerdo. Un saludo
Sin duda, y es un factor que he considerado a la hora de valorar cada ejemplar; pero, quizá más por viejo que por sabio, he aprendido a apreciar la suavidad de los plumines con independencia de su grosos nominal. En realidad, una cosa es el flujo y otra la suavidad. Pueden confundirse, como muy bien dices, pero el diablo está en los detalles. Un saludo muy cordial y gracias por tu comentario.
EliminarHola Pedro, pues te cuento, que ya me compré igual la 742 en FM. Me fascina su plumin que es de color amarillo bajo , y su desempeño es súper suave. Es casi del mismo grosor que mi salir 1911L h-mf. Estoy súper contento con esta pluma. Gracias por esta información que siempre me ayuda a decidir que comprar. Ahora bien, te confieso que comparando las dos plumas siento mejor agarre o no se como definir a la sailor. Me he dado cuenta que la parte de la punta (no recuerdo cómo se llama, pido disculpas) el plumín el alimentador y dónde va el convertidor es más pesado en la sailor que en la Pilot. Ese peso adicional me gusta más. Te mando un abrazo
ResponderEliminarGracias por tu generoso comentario, querido Miguel Angel. Felicitaciones por esa gran adquisición y, con referente al peso de la boquilla (imagino que te refieres a esta pieza), es debida a que Sailor utiliza elementos metálicos más consistentes, pero la diferencia no debería ser grande. No obstante, cada escritor es capaz de detectar detalles relevantes para sus propias características de uso. Esa es la grandeza de las estilográficas. Un fuerte abrazo
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