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Plumas que hoy no compraría

...que no compraría yo, me apresuro a subrayar, pues en esto, como en todo, hay opiniones para todos los gustos. Y me apuro en aclarar también que no me refiero a plumas en concreto, sino a algunas clases que, con una cierta perspectiva de tiempo y experiencia, se me han acabado por revelar poco apetecibles. Eso no quiere decir, por desgracia, que no haya aprendido de la experiencia.


Plumas barrocas




(Foto:  Penporium)

Aunque tengo alguna monstruosidad en mi colección, fruto de juveniles insensateces y momentos de enajenación mental transitoria, cada vez me gustan menos esos diseños barrocos, rebuscados y casi diábolicos que parecen el fruto de una mala digestión o de una pesadilla veraniega. La limpieza de líneas y la sobriedad en el diseño son valores que cada vez aprecio más. En las estilográficas, como en tantas otras cosas, menos es más.


Plumas joya


(foto: luxurylaunches)

Pueden coincidir o no con el concepto anterior, pero, en todo caso, la idea de una estilográfica repleta de oro, diamantes y/o piedras preciosas, me resulta demasiado extraña. Ni sirven para escribir ni suelen ser un ejemplo de buen gusto. Sé que hay mercado para todo pero no acabo de comprender bien la conexión conceptual entre una joya y una estilográfica. Solo para regalos especiales.


Estilográficas con plumín de acero de más de 100 euros.


(foto: Hisnibs)

Puede haber excepciones, desde luego, pero no hay muchas plumas que justifiquen un precio semejante portando un plumín de acero. Hay magníficos ejemplares que se pueden encontrar por debajo de dicha cantidad, con plumín de oro y un desempeño formidable. Una buena pluma de acero, hermosa y funcional, se puede encontrar por 20 euros. Por encima de eso, ya se deben tener en cuenta otras cosas y, por encima de los 100 euros, resulta, generalmente, antieconómica.


Ejemplares únicos.



(foto: KMPN)

Hay algunas plumas cuyo precio supera todo lo previsible por tratarse de ejemplares verdaderamente raros; modelos excepcionales, pruebas, errores, lanzamientos frustrados, ejemplares únicos, etc. Son, muchas veces, plumas absolutamente vulgares, cuyo único valor es el de su escasez y la demanda del coleccionismo más extremo. Son como el penny black de la estilofilia. Solo para inversores con la bolsa bien llena.

Falsificaciones


(foto: sbrebrown)

Las hay de plumas caras y de plumas muy baratas. Al final, casi ninguna merece la pena porque no es fácil engañarse a uno mismo. Si alguien no puede comprarse una Montblanc 149, de poco le valdrá exhibir una mala imitación china porque, en el fondo, sabrá lo que tiene entre manos. Si es una imitación de pluma barata, no suele haber mucha ganancia salvo la mera curiosidad. Lo único aceptable sería comprar plumas inspiradas en otras; no dejan de ser réplicas, pero a veces dan sorpresas y en el peor de los casos, el coste suele ser ridículo.


Plumas tácticas. 




(foto: Schrade)

A veces tienen gracia, pero la pluma es más fuerte que la espada y, en todo caso, no acabo de encontrar la utilidad de una pesada estilográfica que puede transformarse en un punzón de ataque al estilo picahielos-en-manos-de-sujeto-sospechoso-con-trastornos-paranoides. Hace falta valor y mucha confianza en nuestro interlocutor para poner sobre la mesa una de estas plumas. Si alguien necesita alguna herramienta de defensa, debería procurarse otra.

Diseños decorativos.



(foto: novelli)

A veces, el ansia de los diseñadores por crear plumas nuevas y decorativas, cae en lo abominable. Una estilográfica es para ser usada y las formas incómodas, planas, irregulares o tan complejas que necesitan un manual de instrucciones para saber cómo deben agarrarse, no deberían siquiera formar parte de ningún proyecto. Un instrumento funcional debe regirse por ciertos principios inmutables, por mucho que quepan innovaciones técnicas, variaciones de estilo o toques de diseño.


Frankenplumas



(foto: personalgeographic)

Hay algunos aficionados dedicados a mezclar piezas de distintas plumas para crear una nuevas. A veces, el origen de esta mezcolanza de piezas o boda, tiene que ver con viejas reparaciones realizadas en los tiempos en que no había stocks de recambios. Otras veces, es debido a la desbordante imaginación del perpetrador. A veces, no es fácil darse cuenta del hecho delictivo. En general, estas plumas solo son aceptables en tanto último recurso antes de abandonar para siempre una pluma querida por falta de recambios. En todos los demás casos, no merece la pena.

Reparaciones desastrosas



(foto: factory jackson)

En ocasiones, las plumas son sometidas a reparaciones que dejan más huella que problemas evitan. Un caso paradigmático es el borrado de grabaciones. Para eliminar un nombre se llegan a cometer verdaderos crímenes contra las inocentes estilográficas. Yo prefiero el nombre, aunque no sea el mío, a tener una pluma con un ostentoso hueco, o rebaje, donde antes aparecía la ominosa grabación. Otros ejemplos son los pulidos inmisericordes que eliminan acabados originales, las terribles huellas de herramientas en algunas piezas y las roturas reparadas con pegamento epoxi. Me hace llorar.

Plumas metálicas.


(foto: hisnibs)

Hay plumas metálicas de gran ligereza, como las realizadas en aluminio, o lo suficientemente equilibradas en peso y tamaño como para resultar cómodas y funcionales, como ocurre con las clásicas flighter. Pero una pluma completamente metálica y poco equilibrada puede convertirse en un arma  cuyo uso requiera entrenamiento específico y/o ejercicios avanzados de musculación. Hay algunas que, además de metálicas, son de gran tamaño, para que no quede duda acerca de su carácter bélico. Vade retro.

Con esto concluyo. Estoy seguro de que cada uno hace, aunque sea inconscientemente, una lista parecida de erratas. El ensayo y el error siempre han constituido una fuente de conocimiento.


Comentarios

  1. Una muy buena entrada, sintética y precisa. En efecto, todos tenemos una lista, corta o larga, de errores cometidos. Y, en efecto, se aprende. Ya lo creo que se aprende. Aunque no mencionas las de colección, las supongo incluidas aquí: esos tiempos en que leíamos el periódico en papel, aquel pasar por el kiosco, ver una pluma por un precio irrisorio (y no tiene mal aspecto, no....), caer en la tentación, volver a casa y toparse con la cruda realidad.
    Un saludo cordial.

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    1. Gracias por el comentario, FPC: buena aportación la de las colecciones. En realidad, he sido comedido porque, además de todas esas, tengo otras clases de plumas infames que no volvería a comprar. Quizá dé para una segunda entrada... Un saludo muy cordial

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    2. Notable artìculo Don Pedro: me reì bastante pero entre broma y broma... ¿En el futuro podrìa ser sòlo parcialmente comedido? ¡espero ansiosa una segunda parte para màs adelante! Cariños, Raquel.

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    3. Gracias por tus palabras, amiga Raquel. Tomo nota de tu sugerencia con un fuerte abrazo.

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  2. Precisamente acabó de leer un reportaje sobre 2 plumas ediciones especiales, una Montegrappa de varios miles de dólares que su único plus es contener una gota del coñag mas viejo del mundo en un recipiente particular empotrado en el culote... Nada mejor que beber un buen coñag en una copa especial para ello y agradable compañía de por medio, una pluma que para mí raya en la futilidad. La otra pluma que me causó cierto malestar fue la Montblanc totalmente cubierta de piedras preciosas, pero lo que raya en la locura es su precio, 30 millones de pesos por una pluma se me hace una salvajada más que descabellada por decirlo de una forma elegante... Sobre los diseños barrocos, creo que ya tengo las suficientes pesadillas en el día a día como para llevar una pluma que me las recuerde a cada momento. En mis manos tuve una Waterman W5 que pensé comprar, una pieza preciosa hasta que llegue a ese maldito rebaje que le había extirpado el anterior nombre del propietario, "un pequeño detalle" me decía el vendedor, pero de pequeño no tenía nada era un pésimo corte, una tajada del cuerpo había desaparecido, no la compre aunque el color era formidable. Y así podemos seguir, el tema da para mucho. Saludos.

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    1. Gran aportación, querido Miguel. La calenturienta imaginación de los diseñadores da para todo, como se puede comprobar. Un fuerte abrazo, amigo mío.

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  3. Reconsidera lo de las plumas tácticas. Algún día una podría salvarte la vida.

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    1. Francamente, no lo creo. Un cordial saludo y gracias por el comentario

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    2. Estoy como Pedro, no sabría qué hacer con una pluma táctica. Si no has recibido entrenamiento específico usar algo así no sirve para nada, sólo para empeorar las cosas

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    3. Además, están consideradas en el reglamento de armas como "armas prohibidas", te puedes buscar un buen problema sólo por tenerlas.

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  4. Pero, Capitán, ¿qué tiene usted en contra de las Pilot Myu y Murex o de las Parker T1 y Falcon?

    Gracias por mantener vivo El Pajarete.

    Saludos japoneses.

    BT

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    1. Al contrario, querido maestro; todo a favor de esas ilustrísimas excepciones que ojalá se transformaran en regla. Un fuerte abrazo.

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  5. Como me he divertido con esta entrada. hahahaa. Solo por eso vale la pena de vez cuando pasar por el Pajarete.
    Agradecido Pedro. Con las ilustres que acota el maestro BT, pasa como con muchas otras que se labran por si solas un "camino de devoción". Nadie ignora el hecho de que ni Parker, ni Pilot les han inflado el precio y son maravillas del diseño que por las razones que sea se convierten en estrellas cotizadas, pero el solo hecho de que se lo hayan ganado, merece mi respeto al menos. Otra cosa es que uno, como coleccionista, no quiera ostentar o tener una de ellas.
    Lo que globalizó las "arias de opera" para tenores, fue precisamente lo que hizo que subieran astronómicamente los precios de un concierto de Pavaroti o Domingo o Bocelli y ese legado lo heredan jóvenes tenores ahora. Efectivamente ya no están a nuestro alcance y aunque lo estuviera, yo no compraría una entrada de uno de esos "shows mediáticos", porque para mi, se aleja de lo que debería ser. Pero eso no cabe duda de que son maravillosos cantantes. Un fuerte abrazo. "El pajarete esta vivo y muy saludable".

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    1. Muy interesante tu reflexión sobre las plumas que se han ganado su puesto por sus cualidades y no por otros motivos. Estoy plenamente de acuerdo y cito, además de las que refieres, el caso de la 51, una pluma que se fabricó por millones y que ha conseguido ir reivindicando su lugar en la historia hasta consagrarse como un mito aún en desarrollo. Ni su precio ni su escasez son necesariamente elementos a tener en cuenta. Un fuerte abrazo, amigo mío.

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  6. Pedro, hablas del mito de las 51 aún en desarrollo. ¿Crees por tanto que seguirá aumentado la cincuentiunomania y subiendo los precios?
    ¿Para cuando un artículo dedicado a tus 51?

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    1. Gracias por tu comentario. Que las 51 se están revalorizando poco a poco es un hecho puramente experimental. Hace 5 años era fácil encontrar modelos en pleno funcionamiento por precios que rondaban los 50 euros y hoy, ese rango ha subido casi hasta los 100. No hablo de modelos raros, sino de los más habituales. En cuanto a las mías, tomo nota para una futura entrada. Un fuerte abrazo

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  7. Buenas,
    Muy buena entrada, aunque no termino de estar de acuerdo en el apartado de los metales.
    Quizás sea yo, pero de las americanas, mi favorita es Cross debido, en parte, a sus construcciones en dicho elemento.
    De hecho, la mayoría de las plumas que uso en mi día a día son metálicas, y un gran ejemplo de ello es mi inagotable Inoxcrom Wall Street.
    Espero impaciente el día en que aparezca en su blog dicha estilográfica.
    He de decir, ya por último, que no hace falta salir del ámbito nacional para encontrar grandes plumas.

    Un saludo.
    PD: ¿Qué ocurre con la casa (ahora dividida) catalana? Llevan meses ambas webs "en mantenimiento".

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    1. Gracias por tu comentario, Bokeron. Las Cross son buenas plumas aunque su estética me sigue pareciendo algo limitada. En cuanto a la Wall Street, puedo anunciarte que tu espera está a punto de concluir porque tengo casi terminada una entrada sobre ella. Ahí trataré también el asunto de la marca. Un fuerte abrazo.

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    2. Justo hablo y justo abren la web de Inoxcrom.com...
      Aún así, soy incapaz de ver los modelos de esta última...

      En cuanto a la WS, hace unos días subí mi propia reseña a un foro para quitarme el gusanillo.
      Un saludo.

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    3. Intentaré localizarla para leerte,. Un cordial saludo.

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    4. Le pasaré el link por correo, pues no quiero hacer publicidad de otras webs.
      Un cordial saludo.

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  8. Divertidísimo el comentario de las plumas metálicas. Huyo de ellas siempre que puedo. Las barrocas me dan horror también!!!

    Gracias por esta simpática entrada.

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