Traigo hoy a los curiosos lectores dos plumas situadas en la cúspide de la gama de dos consolidadas firmas estilográficas. Una alemana y otra japonesa. Una claramente dedicada al mundo del lujo y la representación y otra a la innovación constante. Se trata de dos plumas de apariencia clásica, intemporal, equipadas con lo mejor de cada casa y orientadas a un público selecto. Son, la icónica Montblanc 149 y la no menos impresionante Sailor King of Pens, Professional Gear.
Poco se puede decir de la 149 que no se haya dicho ya. Es la pluma que cualquier aficionado identifica con el lujo, el éxito profesional y los instrumentos exclusivos. La Sailor, por su parte, es una pluma mucho más moderna, apoyada en la impecable tecnología japonesa y en la legendaria perfección de sus plumines. Ambas son, en cuanto a plumas estándar se refiere, el tope de gama de ambos fabricantes.
La apariencia de ambas plumas es, como puede apreciarse, similar en cuanto a los conceptos básicos de diseño. Una tiene los cantos redondeados y la otra truncados, pero son plumas de resina negra y detalles metálicos. La 149 solo se ofrece en acabados dorados mientras que la KOP ofrece adornos tanto dorados como rodiados.
La Montblanc que presento tiene ya unos años y presenta algunos puntos negros en el clip como consecuencia de una pérdida del chapado. El capuchón tampoco cierra con la precisión que debiera y baila ligeramente sobre la rosca. La KOP es nueva y se muestra inmaculada en cuanto a terminación.
Las dimensiones de las plumas son similares. Es algo más larga la Montblanc, por sus extremos redondeados, aunque apenas unos milímetros.El grosor, por su parte, es algo mayor en la Sailor.
El plumín de la Montblanc se ha convertido en todo un clásico y posiblemente sea el producto más cuidado de la marca. De tamaño y presencia formidables, va acompañado de un alimentador de gran calidad. su desempeño es acorde con su imponente presentación bitonal.
La KOP se ofrece con una variedad de plumines mucho mayor que la 149. El estándar que aquí se muestra es el de mayor tamaño de la marca, similar al de la alemana. Pero, además, se ofrecen los modelos especiales Cross, Naginata Togui y King Eagle, formidables creaciones del maestro Nagahara ante las cuales palidecen los clásicos pero algo monótonos plumines europeos.
También hay diferentes modelos de KOP. Desde la estándar con extremos redondeados hasta la versión Pro Gear que aquí se presenta. Además de la espléndida resina negra, también hay acabados en ebonita y, finalmente, en urushi de variados colores. Los precios se incrementan si incorporamos estos últimos materiales, pero la forma de la KOP sigue siendo la misma.
Los sistemas de carga también difieren. Montblanc presenta su clásico pistón que cada vez monta más componentes de plástico pero que sigue ofreciendo una enorme capacidad de carga. Sailor, en cambio, se mantiene fiel al universal cartucho/convertidor que ofrece menor capacidad aunque mayor sencillez de uso y mantenimiento.
Ambas plumas tienen un magnífico desempeño. Ambas resultan comodísimas al uso pese a su aparente gran tamaño que, en realidad, facilita el agarre y da aplomo a la escritura sin necesidad de adoptar posturas forzadas. Los plumines son, en ambos casos, soberbios. El Montblanc se muestra más contundente, el Sailor, es un prodigio de suavidad y dulzura. Ambos instrumentos proporcionan horas de escritura perfecta y feliz.
El precio de catálogo de la Montblanc es de 745 euros y el de la Sailor -en esta configuración- de unos 600. En internet pueden encontrarse precios algo mejores.
Conclusiones: La Montblanc 149 es una pluma magnífica, de presencia imponente y espléndido plumín. La KOP, por su parte, presenta un diseño más moderno, poderoso, con un plumín no menos impresionante y una calidad de acabado sin parangón. Su enorme variedad de acabados multiplica las posibilidades de elección del usuario que puede encontrar piezas lacadas en urushi de singular belleza.
La Montblanc puede presentar algunos problemas relativos a la calidad de los chapados, la poca fortaleza de la resina y cierta fragilidad en el sistema de alimentación. La pluma no es desmontable ni reparable por un usuario normal de manera que el recurso al servicio oficial es casi ineludible. Y no es precisamente barato.
La Sailor es una pieza sólida y resistente de la que no se conocen defectos de acabado en cuanto a los dorados o rodiados. Es fácilmente desmontable porque sus mecanismos son más sencillos que los de la alemana. Su calidad global de acabado es magnífica.
Los plumines, dejando a parte los especiales de Sailor, son perfectamente homologables. Pero si a la belleza de la Sailor unimos algún plumín especial Nagahara o, ya puestos, lo elegimos junto con algún modelo lacado, el conjunto final se convierte en una pieza única ante la que la Montblanc se queda sin argumentos.
En mi opinón, la Sailor KOP PG es una de las plumas más bellas del mercado y no puede estar mejor acabada. La Montblanc es un clásico siempre apreciado. Pero, aparte de los gustos personales, hay dos factores que pueden ser determinantes para elegir una u otra: el carácter representativo -que aporta principalmente la Montblanc y no tanto la KOP- y el precio. Si la pluma se va a usar para ser visto con ella entre no aficionados y nos da igual lo que cueste, la Montblanc puede ser la elegida. Todo el mundo la reconocerá. Si lo que interesa es la perfección mecánica, la calidad de la escritura, la belleza del diseño y un plumín perfecto, será la Sailor que, además, costará bastante mens que la alemana.
Poco se puede decir de la 149 que no se haya dicho ya. Es la pluma que cualquier aficionado identifica con el lujo, el éxito profesional y los instrumentos exclusivos. La Sailor, por su parte, es una pluma mucho más moderna, apoyada en la impecable tecnología japonesa y en la legendaria perfección de sus plumines. Ambas son, en cuanto a plumas estándar se refiere, el tope de gama de ambos fabricantes.
La apariencia de ambas plumas es, como puede apreciarse, similar en cuanto a los conceptos básicos de diseño. Una tiene los cantos redondeados y la otra truncados, pero son plumas de resina negra y detalles metálicos. La 149 solo se ofrece en acabados dorados mientras que la KOP ofrece adornos tanto dorados como rodiados.
La Montblanc que presento tiene ya unos años y presenta algunos puntos negros en el clip como consecuencia de una pérdida del chapado. El capuchón tampoco cierra con la precisión que debiera y baila ligeramente sobre la rosca. La KOP es nueva y se muestra inmaculada en cuanto a terminación.
Las dimensiones de las plumas son similares. Es algo más larga la Montblanc, por sus extremos redondeados, aunque apenas unos milímetros.El grosor, por su parte, es algo mayor en la Sailor.
El plumín de la Montblanc se ha convertido en todo un clásico y posiblemente sea el producto más cuidado de la marca. De tamaño y presencia formidables, va acompañado de un alimentador de gran calidad. su desempeño es acorde con su imponente presentación bitonal.
La KOP se ofrece con una variedad de plumines mucho mayor que la 149. El estándar que aquí se muestra es el de mayor tamaño de la marca, similar al de la alemana. Pero, además, se ofrecen los modelos especiales Cross, Naginata Togui y King Eagle, formidables creaciones del maestro Nagahara ante las cuales palidecen los clásicos pero algo monótonos plumines europeos.
También hay diferentes modelos de KOP. Desde la estándar con extremos redondeados hasta la versión Pro Gear que aquí se presenta. Además de la espléndida resina negra, también hay acabados en ebonita y, finalmente, en urushi de variados colores. Los precios se incrementan si incorporamos estos últimos materiales, pero la forma de la KOP sigue siendo la misma.
Los sistemas de carga también difieren. Montblanc presenta su clásico pistón que cada vez monta más componentes de plástico pero que sigue ofreciendo una enorme capacidad de carga. Sailor, en cambio, se mantiene fiel al universal cartucho/convertidor que ofrece menor capacidad aunque mayor sencillez de uso y mantenimiento.
Ambas plumas tienen un magnífico desempeño. Ambas resultan comodísimas al uso pese a su aparente gran tamaño que, en realidad, facilita el agarre y da aplomo a la escritura sin necesidad de adoptar posturas forzadas. Los plumines son, en ambos casos, soberbios. El Montblanc se muestra más contundente, el Sailor, es un prodigio de suavidad y dulzura. Ambos instrumentos proporcionan horas de escritura perfecta y feliz.
El precio de catálogo de la Montblanc es de 745 euros y el de la Sailor -en esta configuración- de unos 600. En internet pueden encontrarse precios algo mejores.
Conclusiones: La Montblanc 149 es una pluma magnífica, de presencia imponente y espléndido plumín. La KOP, por su parte, presenta un diseño más moderno, poderoso, con un plumín no menos impresionante y una calidad de acabado sin parangón. Su enorme variedad de acabados multiplica las posibilidades de elección del usuario que puede encontrar piezas lacadas en urushi de singular belleza.
La Montblanc puede presentar algunos problemas relativos a la calidad de los chapados, la poca fortaleza de la resina y cierta fragilidad en el sistema de alimentación. La pluma no es desmontable ni reparable por un usuario normal de manera que el recurso al servicio oficial es casi ineludible. Y no es precisamente barato.
La Sailor es una pieza sólida y resistente de la que no se conocen defectos de acabado en cuanto a los dorados o rodiados. Es fácilmente desmontable porque sus mecanismos son más sencillos que los de la alemana. Su calidad global de acabado es magnífica.
Los plumines, dejando a parte los especiales de Sailor, son perfectamente homologables. Pero si a la belleza de la Sailor unimos algún plumín especial Nagahara o, ya puestos, lo elegimos junto con algún modelo lacado, el conjunto final se convierte en una pieza única ante la que la Montblanc se queda sin argumentos.
En mi opinón, la Sailor KOP PG es una de las plumas más bellas del mercado y no puede estar mejor acabada. La Montblanc es un clásico siempre apreciado. Pero, aparte de los gustos personales, hay dos factores que pueden ser determinantes para elegir una u otra: el carácter representativo -que aporta principalmente la Montblanc y no tanto la KOP- y el precio. Si la pluma se va a usar para ser visto con ella entre no aficionados y nos da igual lo que cueste, la Montblanc puede ser la elegida. Todo el mundo la reconocerá. Si lo que interesa es la perfección mecánica, la calidad de la escritura, la belleza del diseño y un plumín perfecto, será la Sailor que, además, costará bastante mens que la alemana.
Hola Pedro.
ResponderEliminarNo se me ocurre una forma más educada de dar la opinión que subyace en esta comparativa. Has estado auténticamente versallesco. Felicidades por ello. Opinión, claridad y educación.
Una duda con respecto a sailor y las equivalencias en ergonomía principalmente.
Si la KOP pro gear es a la mano una 149, la pro gear sigma sería una 146?
Ando dando vueltas a la compra de una de las dos. Como no posteo me preocupa quedarme corto con la sigma. La diferencia de precio es sustancial -el doble de hecho-
Gracias, y un saludo.
Gracias por tus palabras, amigo mio.
EliminarLa 149 mide 147 mm y la 145 mide 140
Por su parte, la KOP mide 143 y la estandar, 135 mm
Ambas son cómodas y prácticas aunque depende del gusto o la costumbre de cada cual elegir una más o menos grande. La estándar es una pluma magnífica. La Kop, solo una maravilla.
Un abrazo
Apostilla: la Sigma mide, más o menos, lo mismo que una Pelikan M600, una Phileas o una Targa. Todas plumas de tamaño suficiente.
EliminarGracias Pedro.
EliminarEsa referencia me es muy útil, porque tengo una M600... y siempre me he quedado con la duda de si no debería haber comprado la 800.
Ahora a deshojar la margarita. Magnífica contra maravilla. Esta decisión va a costar :)
Desde el mayor de las alegrías, corroboro.
ResponderEliminarEs una m-a-r-a-v-i-l-l-a
Gracias por tu consejo.
Me alegro muchísimo, amigo mío; cuidado, porque crea adicción...
EliminarBuenos días Pedro,
ResponderEliminarPrimero darte las gracias por tu gran trabajo, los que vivimos en un mundo de bics y v-pens, somos unos incomprendidos que no podemos comparar nuestras plumas con otras y necesitamos nuevos puntos de vista, hay entras tú y lo haces genial.
Después de darte elogios vienen las peticiones...
He visto comentario tuyos sobre la KOP como la probable mejor pluma del momento. A mi me está llamando mucho su compra y me gustaría tú opinión.
Quiero una pluma para todos los días, para mi trabajo (una firma por aquí, una nota por allá y cuatro líneas cada 30 min), para estudiar (aquí con uso más serio), para TOMAR APUNTES (resalto esto, necesito comodidad y velocidad). Y puestos a pedir que si la uso en una posición en la que no tengo un apoyo perfecto no me destroce la mano.
¿Es la KOP mi pluma?
Por último me podrías decir si alguno de los plumines especiales dan alguna ventaja general o son solo específicos para determinados usos.
Un saludo y muchas gracias por tú trabajo.
Gracias por tus palabras amigo Vsakay. La elección de la pluma depende de muchos factores; te sugiero que revises la entrada "consejos prácticos para encontrar plumas idóneas"; verás que el tamaño de la mano, la letra y la función a que va destinada la pluma pueden inclinar la balanza a uno u otro lado. Por lo que me cuentas, la KOP sería una pluma espléndida aunque algo cara. Para una función parecida, puedes comprar la 1911 Largue que es una pluma todo terreno, de enorme calidad. Pero si te gustan las plumas grandes que se sientan en la mano y con un equilibrio perfecto, la KOP es tu pluma y además, tiene un plumín maravilloso. Finalmente, en cuanto a los plumines especiales, no te los recomiendo como primera opción porque requieren una cierta experiencia y, como bien dices, cierta especificidad de la función. En todo caso, comienza con los plumines zoom o naginata togi. Un saludo muy cordial.
EliminarGracias por tu ayuda.
EliminarConsideras la PG Imperial Black igual a una 1911 Largue, mejor o peor para este desempeño? He leído alguna crítica del plumin y no entiendo la diferencia con el normal de la 1911.
Respecto a la comodidad ¿la 1911 largue, la PG citada o la 1911 realo?
Y otra pregunta más, una de estas 3 o seguir con mi Dupont Defi (me encantaría que me dieras la comparación con estas si la conoces), y esperar 4 meses para comprar la KOP PG o mejor aun esperar 6 meses y una KOP Ebonite.???
La PG, incluso las ediciones especiales, son como las 1911 pero con los extremos planos. Es decir, son más cortas e igual de gruesas. Los plumines son idénticos a menos que optes por alguno especial. La PGIB se diferencia del plumín normal en que el suyo está revestido. Por lo demás, es idéntico a un 1911/PG estándar. En comodidad, todas las plumas que citas son iguales, aunque la PG es más corta (tienes una comparativa de tamaños en éste mismo blog).
EliminarNo tengo la Dupont Defi y no puedo hacerte una comparación aunque los plumines Sailor superan a los Dupont en todo.
La KOP PG es una de las plumas más bonitas y con mejor desempeño del mundo y, además, tiene un tamaño fantástico para mi gusto. Lo malo es que resulta bastante más cara que una PG normal. Si tienes tiempo y presupuesto, yo esperaría, naturalmente, por la Ebonita. Es otra categoría. No obstante, recuerda que el desempeño de todas estas plumas es prácticamente idéntico: soberbio.
Muchas gracias por todo, en estos últimos días me he leído creo que el 95% de tus entradas :-D. Acabo de comprar la Imperial Black PG, he basado mi decisión en tu conclusión (necesitaba oírlo de alguien que ha probado todas) y en los precios. Siendo tan parecidas me ha costado casi 200€ (con envío) en una tienda japonesa recomendada y la KOP sale por casi 600€, buen precio pero si por utilidad son tan parecidas, son tres veces más de precio. (Compro pluma y sacrifico arte) Lo que si sacrifico es el sistema de alimentación por la apariencia, espero no arrepentirme.
EliminarPedro yo soy Salmantino, si vienes por algo o por que te sientes tentado ahora. Aquí tienes una ST Dupont Defi de Fibra de Carbono para hacerle un análisis, prueba y lo que haga falta. Sinceramente creo que este plumín está infravalorado, pero ahora lo podré comparar, en un par de semanas.
Lo dicho, gracias y te espero con la Defi y su plumín de acero, duro como un cuchillo y a mi parecer y desde mi ignorancia increíblemente suave sobre el papel.
Gracias, un saludo.
Gracias. Vsakay; me alegra haber sido útil. En cuanto a tu generoso ofrecimiento, lo tendré en cuenta tanto para un viaje a mi querida Salamanca como para una posible revisión de esa interesante pluma. Un fuerte abrazo.
EliminarHolaveo que cuentas con muchos conocimientos sobre Montblanc, tengo una duda:
ResponderEliminarUn amigo tiene 2 plumas 149 en perfectas condiciones, la primera medice es de finales de los 80s me dice no trae no. de serie y la segunda si tiene no. de serie y es del 1998, cual tiene más valor la que no tiene no. de serie?
Es difícil valorar una pluma solo por su fecha de fabricación. Su estado es también un factor esencial. En general, un coleccionista suelen valorar más las plumas antiguas en igualdad de condiciones. En el caso de Montblanc, los modelos antiguos están fabricados con más calidad y mejores materiales que los modernos. Con todo, una valoración ajustada requeriría examinar ambas plumas a la vez. Espero haber sido útil.
EliminarThanks for sharing, nice post! Post really provice useful information!
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