No voy a descubrir ningún secreto pero sí creo que pocos aficionados saben el verdadero origen de los plumines que adornan y dan vida a nuestras estilográficas. El plumín es, como se ha dicho siempre, el alma de la pluma. Las características esenciales del instrumento son las de esta pequeña pieza que, como la aguja del tocadiscos, pone en contacto la fuente de las ideas con el soporte que las recoge. La calidad de la escritura depende totalmente del conjunto que forman el plumín y el alimentador.
(foto: thepencompany)
Hasta hace unas pocas décadas, cada fabricante de estilográficas confeccionaba sus plumines. Actualmente, como veremos, muy pocos. Ocurre aquí como con cualquier producto complejo en el que sus diversos componentes provienen de fabricantes especializados. Usamos la convención de que un automóvil, por ejemplo, es inglés, alemán o norteamericano porque se ha ensamblado en tal país, sin reparar en que una enorme cantidad de sus piezas esenciales ha sido fabricada por empresas dispersas por todo el mundo.
Con las estilográficas pasa algo parecido y mucho más desde los años 70 del pasado siglo, en los que la producción tradicional experimentó una profunda transformación, subieron los costes de fabricación, desapareció un cierto sistema industrial y apareció, en cambio, un gran número de nuevas marcas que tenían buenas ideas, pero escasa capacidad financiera como para crear una fábrica total al estilo de las Parker o Sheaffer de los años 30. La producción de estilográficas se convirtió en algo más cercano al diseño que a la producción. Los nuevos modelos se diseñaban en Italia, en Inglaterra o en Estados Unidos, pero sus componentes llegaban de todas partes.
(foto: JoWo)
La especialización es lo que justifica la existencia de fabricantes de plumines cuya complejidad y coste material obligan a disponer de una maquinaria muy específica que solo se amortiza con una gran producción. Los plumines, pues, dejaron de fabricarse en las casas matrices y se fueron concentrando en unos pocos productores especialistas que hoy surten a todo el mundo.
(foto: Bock)
En nuestros días, la mayoría de la producción de plumines la realizan dos firmas alemanas: JoWo y Peter Bock los cuales fabrican los plumines de muchas marcas famosas, en realidad, casi todas. Ni Delta, Omas ni Visconti, por hablar de Italia, hacen sus plumines. Pero tampoco Edison o Bexley en Estados Unidos; Conway Stewart u Onoto en Inglaterra; Faber Castell y Kaweco en Alemania; Twsbi y Laban en Taiwan o Sheaffer vaya usted a saber dónde. Todas estas, además de Astoria y David Oscarson, las hace Bock. Jowo, por su parte, fabrica para Marlen, Stipula, DaniTrio, Montegrappa y Conklin entre otras muchas.
(foto: Bock)
En realidad, sería más fácil decir qué marcas sí fabrican sus plumines y esto solo puede predicarse con total seguridad de Lamy, Cartier, Dupont, Ancora, Aurora y, sobre todo, de las tres grandes japonesas: Pilot, Sailor y Platinum. Se dice que Pilot fabricó incluso para algunos modelos de Cross como la Verve o la Solo y, desde luego, para las Dunhill Namiki. Por otro lado, hay testimonios de que las dos grandes alemanas, Montblanc y Pelikan, también usan plumines Bock; esto no quiere decir que todos lo sean pero sí parece que para algunos modelos han recurrido a esta solución del mismo modo que algunas motocicletas BMW tienen motores fabricados en China.
¿Un dato final? La española Inoxcrom fabricaba sus propios plumines. También lo hace Romillo.
(foto: FPN)
Schmidt es otra marca asociada a al producción de estilográficas que suele citarse como fabricante de plumines pero no es así. Schmidt compra plumines a Bock o a Jowo y luego los monta con sus alimentadores y sistemas completos. Bock ha comenzado a hacer lo mismo y ya ofrece lo que denomina sistemas dobles o triples, es decir, el plumín con el alimentador y con la pieza de plástico que recoge a ambos y se inserta como un todo en la boquilla al estilo Pelikan.
¿Significa algo que la mayoría de las plumas usen plumines ajenos?; ¿son todos los plumines alemanes de la misma calidad?. No, a ambas preguntas.
Tanto Bock como Jowo, como es lógico, hacen plumines en función de las especificaciones de los distintos comitentes. Bock, por ejemplo, fabrica plumines muy a la medida para Conway Stewart, Stipula o Visconti, los cuales requieren piezas de mucha calidad. Otros fabricantes, necesitan plumines inferiores o más genéricos. Si Pelikan hace un encargo a Bock, es seguro que exigirá un estándar elevado. Si lo hace Lepine, quizá no tanto.
Por tanto, la calidad final de un plumín no solo dependerá del fabricante sino de las especificaciones que le haga la marca que va a usarlo. Cuanto más altas, mayor será la calidad del producto. Apple fabrica en China, por ejemplo, pero su control de calidad y exigencias finales son muy altas, lo que redunda en el producto final. Muchas marcas chinas o indias fabrican sus plumines con el desastroso resultado que cualquiera puede apreciar. Pero siempre es bueno saber quién hace qué y con qué medios, para conocer el terreno que uno pisa.
(foto: thepencompany)
Hasta hace unas pocas décadas, cada fabricante de estilográficas confeccionaba sus plumines. Actualmente, como veremos, muy pocos. Ocurre aquí como con cualquier producto complejo en el que sus diversos componentes provienen de fabricantes especializados. Usamos la convención de que un automóvil, por ejemplo, es inglés, alemán o norteamericano porque se ha ensamblado en tal país, sin reparar en que una enorme cantidad de sus piezas esenciales ha sido fabricada por empresas dispersas por todo el mundo.
Con las estilográficas pasa algo parecido y mucho más desde los años 70 del pasado siglo, en los que la producción tradicional experimentó una profunda transformación, subieron los costes de fabricación, desapareció un cierto sistema industrial y apareció, en cambio, un gran número de nuevas marcas que tenían buenas ideas, pero escasa capacidad financiera como para crear una fábrica total al estilo de las Parker o Sheaffer de los años 30. La producción de estilográficas se convirtió en algo más cercano al diseño que a la producción. Los nuevos modelos se diseñaban en Italia, en Inglaterra o en Estados Unidos, pero sus componentes llegaban de todas partes.
(foto: JoWo)
La especialización es lo que justifica la existencia de fabricantes de plumines cuya complejidad y coste material obligan a disponer de una maquinaria muy específica que solo se amortiza con una gran producción. Los plumines, pues, dejaron de fabricarse en las casas matrices y se fueron concentrando en unos pocos productores especialistas que hoy surten a todo el mundo.
(foto: Bock)
En nuestros días, la mayoría de la producción de plumines la realizan dos firmas alemanas: JoWo y Peter Bock los cuales fabrican los plumines de muchas marcas famosas, en realidad, casi todas. Ni Delta, Omas ni Visconti, por hablar de Italia, hacen sus plumines. Pero tampoco Edison o Bexley en Estados Unidos; Conway Stewart u Onoto en Inglaterra; Faber Castell y Kaweco en Alemania; Twsbi y Laban en Taiwan o Sheaffer vaya usted a saber dónde. Todas estas, además de Astoria y David Oscarson, las hace Bock. Jowo, por su parte, fabrica para Marlen, Stipula, DaniTrio, Montegrappa y Conklin entre otras muchas.
(foto: Bock)
En realidad, sería más fácil decir qué marcas sí fabrican sus plumines y esto solo puede predicarse con total seguridad de Lamy, Cartier, Dupont, Ancora, Aurora y, sobre todo, de las tres grandes japonesas: Pilot, Sailor y Platinum. Se dice que Pilot fabricó incluso para algunos modelos de Cross como la Verve o la Solo y, desde luego, para las Dunhill Namiki. Por otro lado, hay testimonios de que las dos grandes alemanas, Montblanc y Pelikan, también usan plumines Bock; esto no quiere decir que todos lo sean pero sí parece que para algunos modelos han recurrido a esta solución del mismo modo que algunas motocicletas BMW tienen motores fabricados en China.
¿Un dato final? La española Inoxcrom fabricaba sus propios plumines. También lo hace Romillo.
(foto: FPN)
Schmidt es otra marca asociada a al producción de estilográficas que suele citarse como fabricante de plumines pero no es así. Schmidt compra plumines a Bock o a Jowo y luego los monta con sus alimentadores y sistemas completos. Bock ha comenzado a hacer lo mismo y ya ofrece lo que denomina sistemas dobles o triples, es decir, el plumín con el alimentador y con la pieza de plástico que recoge a ambos y se inserta como un todo en la boquilla al estilo Pelikan.
¿Significa algo que la mayoría de las plumas usen plumines ajenos?; ¿son todos los plumines alemanes de la misma calidad?. No, a ambas preguntas.
Tanto Bock como Jowo, como es lógico, hacen plumines en función de las especificaciones de los distintos comitentes. Bock, por ejemplo, fabrica plumines muy a la medida para Conway Stewart, Stipula o Visconti, los cuales requieren piezas de mucha calidad. Otros fabricantes, necesitan plumines inferiores o más genéricos. Si Pelikan hace un encargo a Bock, es seguro que exigirá un estándar elevado. Si lo hace Lepine, quizá no tanto.
Por tanto, la calidad final de un plumín no solo dependerá del fabricante sino de las especificaciones que le haga la marca que va a usarlo. Cuanto más altas, mayor será la calidad del producto. Apple fabrica en China, por ejemplo, pero su control de calidad y exigencias finales son muy altas, lo que redunda en el producto final. Muchas marcas chinas o indias fabrican sus plumines con el desastroso resultado que cualquiera puede apreciar. Pero siempre es bueno saber quién hace qué y con qué medios, para conocer el terreno que uno pisa.
Muy buena recopilación de información. Se agradece.
ResponderEliminarMuchas gracias, amigo mío! Me alegra ser útil.
EliminarHola, muy interesante exposición, hasta ahora pensaba que cada fabricante hacía sus propios plumines, excepto Twsbi. Muchas gracias.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Extrafino. Un saludo muy cordial
Eliminar¿Sabes si Inoxcrom sigue fabricando sus plumines? Creo que STYB si lo sigue haciendo?
ResponderEliminarInoxcrom cooperativa no, porque tiene tda la producción externalzada en China, según mis fentes. IXC, es decir, la antigua casa, conserva la maquinaria aunque tengo entendido que tampo fabrica ya plumines porque se ha centrado más en los bolígrafos comerciales. Un saludo muy cordial
EliminarDe primera. Me deja perplejo lo de Pelikan y Montblanc, pero no me extraña para nada. Agradecido de tan excelente entrada Pedro. Siempre en el ánimo de aportar algo al resto de la comunidad, Clavijo manda a hacer sus plumines con la Alemana Jowo. He encargado dos de sus bellas obras de arte y el mismo Gabriel me ha comentado de la procedencia de sus plumines y me ha dicho además que su punto se comportaba como el de los de Pelikan. Fuerte abrazo.
EliminarGracias Leonardo. Especialmente por el detalle sobre Clavijo. Un fuerte abrazo
EliminarBuenas quería sabes donde puedo encontrar un plumín para una pluma seffer antigua ya que la he recuperado pero sin su plumín original.
ResponderEliminarEn Madrid, Julia Gusano es una buena fuente de repuestos. Un cordial saludo
EliminarInteresantísimo articulo,me has aclarado muchas dudas,una pena lo de Inoxcrom pues aquí se fabricaban los plumines de toda la vida con una calidad y precio exquisitos.
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