Un servidor viaja mucho, especialmente por razones de trabajo. Ha habido años en los que el trasiego ha sido muy intenso y en todo tiempo acompañado de un juego de plumas estilográficas.
Viajar con estilográficas no ha tenido buena prensa. Especialmente por los riesgos derivados de las diferencias de presión en las cabinas de los aviones. El problema se produce porque el aire contenido en los depósitos, al sufrir diferencias de presión, especialmente durante el despegue y el aterrizaje, se expande o contrae con el riesgo de que empuje hacia afuera a la tinta que en el peor de los casos, puede acabar por salirse y provocar manchas. No es frecuente pero puede ocurrir.
Hay un método clásico para prevenir ésto que consiste en llevar las plumas totalmente cargadas para que el aire en el depósito sea mínimo y las compresiones y descompresiones que sufra no le permitan expulsar la tinta hacia afuera. Otra solución es llevarlas totalmente descargadas y hacerlo en destino. La última, más habitual, es utilizar cartuchos que sólo se usan fuera del avión. Yo he viajado infinidad de veces con estilográficas y nunca he tenido problemas pero conviene tenerlo en cuenta.
Cuando viajo, utilizo un pequeño estuche con espacio para doce instrumentos. Con eso cubro cualquier necesidad con muy buenos resultados. La carterita en cuestión puede encontrarse en internet por muy poco precio.
Como puede apreciarse, la mayoría de los instrumentos son estilográficas y casi todas de gama baja, pero de calidad, lo que garantiza una buena escritura y atenúa los disgustos de una posible pérdida. Además, se pueden regalar a quien merezca algún obsequio especial o a quien se quiera ofrecer un recuerdo personal. Al lado de las estilográficas de batalla, viajan otras dos más especiales, una sólida Urban que permite un uso formal y una Pilot 823, una pluma para todo de la que ya he hablado extensamente y que suelo reservar para escribir tranquilamente en mi alojamiento una vez acabado el día.
Junto con las anteriores va una Pelikan M205 Dúo, cargada con tinta fluorescente, para utilizarla como marcador. La acompaña una Hero 100 Flighter de fino y durísimo plumín apto para rellenar cualquier tipo de impreso o formulario autocopiativo. Muy cerca viajan dos Pilot Varsity que garantizan un tiempo de escritura interminable en sesiones maratonianas de apuntes o de notas, apoyadas por una Reform 1745 que sirve para todo.
Acompaña a las anteriores un magnífico lapicero Montblanc LeGrand que cubre la eventualidad de necesitar este tipo de instrumento.
Con una cartera como esta, cubro cualquier necesidad en el ámbito de la escritura, no arriesgo demasiado durante el viaje y ni siquiera necesito recambios de tinta que a veces resultan difíciles de conseguir en ciertos países. Además, el conjunto en cuestión suele ser objeto de atención, curiosidad o, en todo caso, conversación, allá por donde uno acabe recalando, lo que siempre es motivo de acercamiento y regocijo.
Viajar con estilográficas no ha tenido buena prensa. Especialmente por los riesgos derivados de las diferencias de presión en las cabinas de los aviones. El problema se produce porque el aire contenido en los depósitos, al sufrir diferencias de presión, especialmente durante el despegue y el aterrizaje, se expande o contrae con el riesgo de que empuje hacia afuera a la tinta que en el peor de los casos, puede acabar por salirse y provocar manchas. No es frecuente pero puede ocurrir.
Hay un método clásico para prevenir ésto que consiste en llevar las plumas totalmente cargadas para que el aire en el depósito sea mínimo y las compresiones y descompresiones que sufra no le permitan expulsar la tinta hacia afuera. Otra solución es llevarlas totalmente descargadas y hacerlo en destino. La última, más habitual, es utilizar cartuchos que sólo se usan fuera del avión. Yo he viajado infinidad de veces con estilográficas y nunca he tenido problemas pero conviene tenerlo en cuenta.
Cuando viajo, utilizo un pequeño estuche con espacio para doce instrumentos. Con eso cubro cualquier necesidad con muy buenos resultados. La carterita en cuestión puede encontrarse en internet por muy poco precio.
Como puede apreciarse, la mayoría de los instrumentos son estilográficas y casi todas de gama baja, pero de calidad, lo que garantiza una buena escritura y atenúa los disgustos de una posible pérdida. Además, se pueden regalar a quien merezca algún obsequio especial o a quien se quiera ofrecer un recuerdo personal. Al lado de las estilográficas de batalla, viajan otras dos más especiales, una sólida Urban que permite un uso formal y una Pilot 823, una pluma para todo de la que ya he hablado extensamente y que suelo reservar para escribir tranquilamente en mi alojamiento una vez acabado el día.
Junto con las anteriores va una Pelikan M205 Dúo, cargada con tinta fluorescente, para utilizarla como marcador. La acompaña una Hero 100 Flighter de fino y durísimo plumín apto para rellenar cualquier tipo de impreso o formulario autocopiativo. Muy cerca viajan dos Pilot Varsity que garantizan un tiempo de escritura interminable en sesiones maratonianas de apuntes o de notas, apoyadas por una Reform 1745 que sirve para todo.
Acompaña a las anteriores un magnífico lapicero Montblanc LeGrand que cubre la eventualidad de necesitar este tipo de instrumento.
Con una cartera como esta, cubro cualquier necesidad en el ámbito de la escritura, no arriesgo demasiado durante el viaje y ni siquiera necesito recambios de tinta que a veces resultan difíciles de conseguir en ciertos países. Además, el conjunto en cuestión suele ser objeto de atención, curiosidad o, en todo caso, conversación, allá por donde uno acabe recalando, lo que siempre es motivo de acercamiento y regocijo.
Me gusta MUCHO ese estuche... Y las opciones que nos das, también. Yo escojo plumas económicas para viajar, básicamente por el riesgo de pérdida o daño. Gracias por compartir tu selección.
ResponderEliminarAunque las plumas que muestro no son caras, con alguna excepción, perder cualquiera sería un desastre. ¡Esto sí que es un vicio!
EliminarEl estuche lo puedes encontrar en internet por un precio muy asequible.
Si ya lo creo es un vicio aunque tenga solo plumas baratas igual las quiero y apreto los dientes cada vez que alguien me pide una para ver como escribe aunque siempre le de antes algun tip para saber tomar una pluma. Buen tip ya que no estaba segura si se podria salir la tinta de alguna en un avion en algun viaje futuro (o muy futuro) ya que estoy en quiebra gracias a mis nuevas adiciones de plumas y cartuchos, tintas entre otros.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Sakura. Ánimo para salir de esa quiebra selectiva. Muchas plumas nos aguardan. Un saludo muy cordial
EliminarY este estuche lo cargas en cabina o dentro de tu equipaje que documentas??
ResponderEliminarSiempre en cabina, por si acaso. Un cordial saludo
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