Creo que todos los lectores conocen ya a Leonardo Izaguirre, un enorme estilófilo y mejor amigo de la hermana Venezuela que nos regala a menudo con sus interesantes comentarios. Leonardo ha tenido la amabilidad de atender mi ruego de redactar una entrada sobre una de nuestras plumas favoritas: la Parker 75. Y lo ha hecho con el rigor, la amenidad y la profundidad que todos podrán apreciar seguidamente.
Estimados
amigos, escribo estas pocas líneas por sugerencia de nuestro amigo Pedro, dueño
y artífice de este maravilloso espacio.
En febrero de
2014, Pedro escribió un artículo de gran factura sobre una estilográfica
querida de su colección (una de las primeras). Se trata de una Parker 75 Plâce Vendôme, hermosa estilográfica con acabado “Ecossais” enchapada en plata.
Al leer la entrada
y, siendo yo coleccionista de piezas americanas y reparador por obligación,
surgieron varios comentarios sobre los aspectos técnicos, resaltando entre
ellos el magnífico desempeño de esta estilográfica a pesar de tener un
minúsculo alimentador.
La evolución
hasta llegar a la 75.
La Parker 75 es digna
heredera de una fantástica estilográfica diseñada por Kenneth Parker. Desde los
años 50´s del pasado siglo, Kenneth había coqueteado con la idea de hacer una
estilográfica con plumín ajustable para satisfacer los diferentes gustos de
cada usuario y de los zurdos. La respuesta vino de manos de Don Doman y el
diseño en cuestión fue bautizado con el nombre de “VP”. Very Personal fue la
primera estilográfica con plumín ajustable que permitía la rotación del mismo
sobre la boquilla. Esta última, además, era triangular y con dos facetas
estriadas para facilitar el agarre. La “VP” incorporaba también una solución
técnica a una preocupación de Kenneth desde hacia años, las manchas de tinta en
los dedos de los usuarios. Esta solución fue un sistema de carga que denominaron
“Clean Filler”, que es básicamente un sistema aerométrico pero con la sección
de conexión al alimentador con forma de ampolla o aguja, esto para hacer que
el usuario lo desconectara para cargar desde el tintero y lo reconectara sin
necesidad de introducir el plumín en la botella de tinta y evitar derrames y
manchas.
Para entonces ya
se había lanzado la 61 al mercado con su sistema capilar, que tenia la misma
intención, pero que resultó un fracaso.
Por la fatiga
que suponía para el material el montaje y desmontaje del sistema de carga, o por
mala calidad de los plásticos, el sistema de carga “Clean Filler” de la VP
resultó otro fracaso y la fantástica VP, con su increíble colección de plumines, dejó de fabricarse a los 2 años de iniciada la producción. Hoy en día es una
pieza muy buscada por los coleccionistas.
Pero la VP dejó un legado, porque Parker, que ha sabido aprender de sus errores y que tomaba
nota atenta de las cualidades de una estilográfica, lanzó al mercado la que es
hoy otra leyenda de Parker, la 75, aquí en la versión “Vermeil” (Plata
esterlina chapada en oro).
Así, cuando la
misma dupla de propietario y jefe de diseño de la compañía lanzo la 75, lo hizo
aprovechando las bondades de la VP (su increíble plumín rotatorio y su
boquilla triangular ergonómica) y reemplazando el fracasado sistema de carga “Clean
Filler” por el de la Parker 45 (los cartuchos) que ya eran ampliamente
aceptados, ya que la 45 estaba en circulación.
Técnicamente la
75 es lo mejor de la VP y de la 45. El
resto es historia.
Sin embargo,
también desde el punto de vista técnico, muchos estilófilos siempre nos hemos
preguntado- así como lo hizo Pedro en su citada entrada- ¿cómo es que una pluma
con un alimentador tan simple, es capaz de dar un tan generoso y constante
flujo de tinta a su fantástico plumín?
En el único
taller de reparación existente en la capital de Venezuela (ya casi un museo) me
explicaron que la boquilla tenía una colmena a modo de colector “esculpido” en
las paredes interiores durante el proceso de termo-modelado de la pieza. Yo no
puse en duda esa información y hasta creo que puedo haber ocurrido así en
algunas generaciones de P75, pero siempre cuestioné esta versión, pues noté que
la porción final del alimentador quedaba “bailando” en el orificio del
convertidor/cartucho, de forma que el “tetón” debía estar adosado a otra pieza
que estaba faltando en el rompecabezas técnico de esta estilográfica.
Emprendí así la
búsqueda de información en todas las páginas especializadas sin encontrar
respuesta ya que por ningún lado vi los planos originales que acompañan a las
patentes de esta estilográfica.
Una tarde, tras
la reparación y reemplazo del saco de goma del cargador aerométrico de una de
mis 75, al colocarlo de nuevo en su posición, noté como la boca del convertidor
quedaba excesivamente justa en el tetón, al punto de no permitir su retirada
por simple fricción.
Así que empecé
a intentar extraer el convertidor dando vueltas al mismo en sentido anti-horario, hasta que cedió y pude extraerlo, pero al salir de la boquilla, “sorpresa”,
adosado a él estaba un bello colector, que se posiciona a rosca en la parte
interna de la boquilla.
El colector es
una pieza vital de muchos de los mejores diseños de la “era dorada de Parker” y
aunque no es un invento de la casa de Janesville, ya que fue comprada a su
creador Russel T Wing por un minúsculo porcentaje de las regalías, esta pieza
es la que garantiza el excelente flujo de la Parker 51 en todas sus versiones y
secuelas como la 21, 41, etc, en las ya mencionadas P61 y P45, en la VP y por
supuesto en la protagonista, nuestra Parker 75.
He mencionado en
algún sitio que desde que Parker eliminó el colector, la única estilográfica que
funciona correctamente, es la Duofold moderna.
De forma. pues, que nuestra increíble Parker 75 guardaba un secreto, que evidentemente muchos
lo suponíamos, pero que no habíamos tenido la oportunidad de ver. Seguro de que
este no es un descubrimiento para muchos, dejo estas líneas para los curiosos
que ignorábamos este hallazgo.
Para darnos una
idea más exacta de como es la anatomía de la unidad colector/alimentador, podemos
hacer un ejercicio observando con detenimiento del sistema de alimentación de
una Platinum Preppy, quien comparte no solo la filosofía del colector rodeando
el alimentador, sino que además permite extraer y rotar el plumín que esta
ensamblado de manera muy similar al de la Parker 75 en un alimentador pequeño.
Este conjunto, no solo por las similitudes, sino por tratarse de una boquilla transparente permite incluso darse una idea de su funcionamiento.
Parker 75, es una de las mejoras estilográficas de todos los tiempos. De su precursora, la VP, solo hay 8 versiones aunque 15 distintos plumines intercambiables. De la 75, en cambio, se hicieron múltiples versiones, en enchapados de oro y plata con diversos patrones de rayas, en metales preciosos y luego, al terminar su fabricación en Francia, esta sucursal también produjo bellas versiones de la misma, así que coleccionar esta obra de arte se hace difícil y costoso, pero no imposible.
Creo que aquí
estemos muchos de acuerdo; funcionalmente es una pluma increíble, de altas
prestaciones e impecable desempeño tanto en carrera corta como en carrera
larga.
Gracias Pedro
por prestarme este invaluable órgano de difusión y espero os interese y os
anime a tenerla ya que con solo una, su colección y usted, serán diferentes.
Leonardo
Izaguirre Barrios
Caracas-Venezuela
(Todas las fotografías son del autor)
Espero que todos los lectores hayan disfrutado del trabajo de Leonardo tanto como yo lo he hecho. Los detalles que nos ha dado acerca de nuestra querida 75 son enormemente valiosos. Le doy las gracias más efusivas desde aquí, en la esperanza de que ésta no sea sino la primera de futuras colaboraciones.
(Todas las fotografías son del autor)
Espero que todos los lectores hayan disfrutado del trabajo de Leonardo tanto como yo lo he hecho. Los detalles que nos ha dado acerca de nuestra querida 75 son enormemente valiosos. Le doy las gracias más efusivas desde aquí, en la esperanza de que ésta no sea sino la primera de futuras colaboraciones.
Muy buen artículo, de Leonardo Izaguirre, sobre la inigualable Parker 75, desde las sencillas en acero, hasta las suntuosas en oro y en platino de edición especial, con hasta 26 tipos de plumín. De fabricación sencilla pero impecable terminados, de alta calidad. Puedo dar fe de esto, pues tengo dos, con una tengo 35 años escribiendo.
ResponderEliminarUsted si que es un adulto en esto de la relación con la "75". Que bueno conocer de personas que gustan de las americanas que tanto dieron y seguirán dando de que hablar. Ciertamente la "75" es la estilográfica precursora de lo que ahora es una moda en las casas fabricantes-las ediciones especiales y limitadas-pues la primera vez que se hizo esta estrategia fue con la "Parker 75 Spanish Treasure". Una historia aparte.
EliminarDesmontando una Parker 45 encontre la misma pieza, salio de casualidad al desmontar el plumín y su alimentador. Ya son dos modelos con la misma pieza. Es bueno saberlo.
ResponderEliminarAsí es Emiliano, la 45 tiene colector como se menciono. De la 75 se suponía, pero no lo había visto y debo confesar que era de suponer, pero los expertos de este lado del charco nos habían dicho que estaba fundido en la boquilla. Ciertamente P45 y 75 tienen el mismo insignificante alimentador con grandes prestaciones gracias a "el colector". Eslabón esencial de aquellas maravillas. Gracias por tu aporte y anímate a enviarnos fotos.
EliminarEstupendo artículo, Leonardo y, sin duda, una maravillosa pluma. Tengo una, regalo de mi padre, en acabado de laca china (supongo que de la época francesa) y va de auténtico lujo.
ResponderEliminarGracias José Manuel. Como dije, con solo una en la colección es suficiente. El modelo tuyo es hermoso y de los mas preciados
EliminarCaramba qué agradable sorpresa. La 75 es una de mis plumas preferidas. Caí rendido ante ella desde que el kiosquero del barrio le ofreció una a mi padre a un precio muy favorable para la época porque se la quería quitar de encima y ¡mi padre no aceptó porque le parecía cara! Eran si no recuerdo mal 15.000 pesetas de la época (mediados de los 80) y debía de ser un capricho caro cuando ya escribir con pluma era una rareza. Claro a mis 12 o 13 años no disponía yo de esa cantidad... No descansé hasta conseguir una a un precio razonable en un penshow de Madrid. En mi caso se trata del modelo clásico de cuadraditos cincelados en la plata que es el que yo recordaba. Y he de decir que cuando la uso sigue llamando la atención. He disfrutado mucho de tu artículo Leonardo ya que desconocía yo esa particularidad de mi querida 75. Un cordial saludo.
ResponderEliminar...disculpen...
Eliminar"...DEBÍA SER UN CAPRICHO CARO..."
Incurrí en el deísmo.
Qué gran anécdota. Esa es la historia de casi todo coleccionista con alguna de nuestras plumas. Celebro que en tu caso fuera con una "75". También celebro que te haya gustado la entrada. Los detalles de esta y otras estilográficas americanas dicen mucho del apogeo de la era industrial norteamericana y merece la pena compartirlos, más aún con gente tan selecta y conocedores como ustedes. Gracias joker.
EliminarCompañero The_joker: no había deísmo. ----- Debía de ser = conjetura (duda); debía ser = obligación (era necesariamente).Yo entiendo que lo que Vd. expresa es conjetura, suposición.
EliminarLamento ver la entrada con tanto tiempo de retardo, pero por si aún hoy le sirve de algo, hago el envío.
Fdo. Miguelángel
Una pregunta, ¿cómo se mNdam las fotos?
ResponderEliminarSalvo error por mi parte, no pueden cargarse fotos en los comentarios. Lo mejor es enviarlas directamente a quien las requiera. Un saludo cordial
EliminarMaravilloso artículo, Leonardo!!!... te felicito como también felicito a Pedro por "haberte reclutado" para este magnífico blog... y espero, con permiso de Pedro, que sigamos disfrutando de posteriores entradas tuyas.
ResponderEliminarCierto es que la P75 llama poderosamente la atención por su sencillez, hermosa linea, acabados (la mayoría en plata repujada, vermeil o chapados en oro)... y principalmente por la fluidez de su trazo. Hermosa estilográfica.
Mucius Scaevola
Gracias Mucius por tus palabras. Yo soy un aprendiz en este "ruedo". Un fuerte abrazo
Eliminar"En el único taller de reparación existente en la capital de Venezuela (ya casi un museo)" ¿Dònde se puede ubicar este taller acà en la ciudad de Caracas? ¡Muchas gracias!
ResponderEliminarLEONARDO, buenas tardes: Soy JACKSON ORTIZ, tengo una pluma PARKER 75, la heredé de mi Mamá (ya Fallecida), me gustaría saber en cuanto puede estar avaluada...mi E mail es jackson.ortiz@economistas.com
ResponderEliminarEstoy atento a sus comentarios LEONARDO.
Se consigue el repuesto de la pluma u hay otro que le sirva,saludos
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