En 2007 Pelikan puso en el mercado la Epoch P360, una pluma que, basada en las formas clásicas de la marca, pretendía acercarlas hacia un concepto más moderno y dinámico. La primera Epoch rememoraba las formas de la venerable serie N y los colores clásicos de la marca: el verde y el negro con fornituras doradas.
La Epoch es una pluma de tamaño pequeño, 130 mm. aproximadamente, aproximadamente el mismo que una M400 aunque más ancha. Las formas de la pluma corresponden con las de una Pelikan clásica, notoriamente más redondeada en sus extremos que las modernas Souverän.
Pero las diferencias con las demás Pelikan son mucho más profundas que las formas. Ante todo, se trata de una pluma de cuerpo metálico, concretamente de aluminio adonizado que la convierte en un ejemplar más pesado que las otras con relación a su tamaño. El aluminio tiene un bello acabado, aunque no es de la misma clase que el mate de una Tombow o una Platinum Plaisir. Éste es algo más brillante y totalmente liso.
El capuchón y el culote trasero del cuerpo son de resina, rematada por sendos anillos dorados típicos de la marca. El central del capuchón lleva grabadas las palabras "Pelikan" y "Germany". La calidad de los dorados no es buena y enseguida se aprecian los arañazos derivadas del uso.
El interior de la pluma depara la principal sorpresa. Se trata de una pluma que carga por cartucho aunque el sistema es francamente peculiar. Para empezar, porque prevé el uso de un cartucho estándar largo. También pueden utilizarse dos pequeños juntos, pero es mucho más cómodo y sencillo utilizar el largo. El cartucho se inserta en una camisa de plástico unida al culote que es el que se desenrosca para acceder al interior del cuerpo de la pluma. La pluma, pues, carece de boquilla de manera que el conjunto plumín-alimentador-soporte, se inserta directamente en el cuerpo.
El sistema de alimentación de la Epoch, aparte de original, no me parece demasiado eficiente. El cartucho, que queda solidariamente unido al soporte del culote, se conecta al tetón del alimentador cuando se rosca en el cuerpo pero no antes, de manera que siempre que abrimos el cuerpo de la pluma, el cartucho se desconecta con el riesgo que ello supone de pérdidas de tinta. El riesgo deriva de la necesidad de abrir el cuerpo para comprobar el nivel de tinta pues no hay otra manera de saberlo.
Este sistema tampoco admite ser sustituido por un convertidor o, al menos, no se me ocurre cómo pueda hacerse salvo que encaje en el interior de la camisa de plástico y, aún así, no parece fácil que pueda accionarse desde ahí. Por tanto, el sistema se centra casi exclusivamente en el cartucho largo, siempre adherido al culote y que, si se quiere rellenar con tinta embotellada, tendrá que ser con el auxilio de una jeringuilla.
El conjunto plumín-alimentador, como buena Pelikan, se desenrosca del cuerpo y, por tanto, puede ser sustituido por otro en cualquier momento.
El plumín es de acero chapado en color dorado. Es un plumín rígido y de diseño moderno aunque bastante chato. Lleva grabado muy superficialmente el logo de la marca y el tamaño del punto en un lateral. No es una pieza especialmente vistosa aunque sí tiene una apariencia muy robusta. Su rendimiento es correcto aunque carece de la suavidad de los plumines de oro de Pelikan. El flujo, por su parte, tampoco es excesivo siendo probable que tenga algo que ver en ello el sistema de carga.
La Epoch es una pluma interesante aunque no me parece que Pelikan haya dado un gran paso adelante en pro de una modernización de sus modelos clásicos. Aunque ha ido actualizando su gama de colores y materiales de acabado, el sistema de alimentación no resulta práctico y su precio ronda los 70 euros lo cual, a mi juicio, es su principal desventaja. Por esa cantidad, compite con rivales, mucho más atractivos y eficientes, incluso la veterana M200 o la más moderna Pura.
La Epoch es una pluma de tamaño pequeño, 130 mm. aproximadamente, aproximadamente el mismo que una M400 aunque más ancha. Las formas de la pluma corresponden con las de una Pelikan clásica, notoriamente más redondeada en sus extremos que las modernas Souverän.
Pero las diferencias con las demás Pelikan son mucho más profundas que las formas. Ante todo, se trata de una pluma de cuerpo metálico, concretamente de aluminio adonizado que la convierte en un ejemplar más pesado que las otras con relación a su tamaño. El aluminio tiene un bello acabado, aunque no es de la misma clase que el mate de una Tombow o una Platinum Plaisir. Éste es algo más brillante y totalmente liso.
El capuchón y el culote trasero del cuerpo son de resina, rematada por sendos anillos dorados típicos de la marca. El central del capuchón lleva grabadas las palabras "Pelikan" y "Germany". La calidad de los dorados no es buena y enseguida se aprecian los arañazos derivadas del uso.
El interior de la pluma depara la principal sorpresa. Se trata de una pluma que carga por cartucho aunque el sistema es francamente peculiar. Para empezar, porque prevé el uso de un cartucho estándar largo. También pueden utilizarse dos pequeños juntos, pero es mucho más cómodo y sencillo utilizar el largo. El cartucho se inserta en una camisa de plástico unida al culote que es el que se desenrosca para acceder al interior del cuerpo de la pluma. La pluma, pues, carece de boquilla de manera que el conjunto plumín-alimentador-soporte, se inserta directamente en el cuerpo.
El sistema de alimentación de la Epoch, aparte de original, no me parece demasiado eficiente. El cartucho, que queda solidariamente unido al soporte del culote, se conecta al tetón del alimentador cuando se rosca en el cuerpo pero no antes, de manera que siempre que abrimos el cuerpo de la pluma, el cartucho se desconecta con el riesgo que ello supone de pérdidas de tinta. El riesgo deriva de la necesidad de abrir el cuerpo para comprobar el nivel de tinta pues no hay otra manera de saberlo.
Este sistema tampoco admite ser sustituido por un convertidor o, al menos, no se me ocurre cómo pueda hacerse salvo que encaje en el interior de la camisa de plástico y, aún así, no parece fácil que pueda accionarse desde ahí. Por tanto, el sistema se centra casi exclusivamente en el cartucho largo, siempre adherido al culote y que, si se quiere rellenar con tinta embotellada, tendrá que ser con el auxilio de una jeringuilla.
El conjunto plumín-alimentador, como buena Pelikan, se desenrosca del cuerpo y, por tanto, puede ser sustituido por otro en cualquier momento.
El plumín es de acero chapado en color dorado. Es un plumín rígido y de diseño moderno aunque bastante chato. Lleva grabado muy superficialmente el logo de la marca y el tamaño del punto en un lateral. No es una pieza especialmente vistosa aunque sí tiene una apariencia muy robusta. Su rendimiento es correcto aunque carece de la suavidad de los plumines de oro de Pelikan. El flujo, por su parte, tampoco es excesivo siendo probable que tenga algo que ver en ello el sistema de carga.
La Epoch es una pluma interesante aunque no me parece que Pelikan haya dado un gran paso adelante en pro de una modernización de sus modelos clásicos. Aunque ha ido actualizando su gama de colores y materiales de acabado, el sistema de alimentación no resulta práctico y su precio ronda los 70 euros lo cual, a mi juicio, es su principal desventaja. Por esa cantidad, compite con rivales, mucho más atractivos y eficientes, incluso la veterana M200 o la más moderna Pura.
Baaaah... No me parece nada interesante ese sistema de carga. Una desventaja considerable. Eso unido al tema de los dorados de calidad mediocre ya no la hacen candidata ni de lejos :(
ResponderEliminarQué pena ese desacierto de Pelikan, con la cantidad de piezas fiables y hermosas que tiene...
Totalmente de acuerdo, Papish. No creo que se corresponda con la categoría general de la marca.
EliminarSólo admite cartucho de pelikan largo o dos cortos de pelikan o bien dos de inoxcrom. lo que no admite es waterman, que son los que por un extraño mini milímetro no encajan bien y se deslizan de modo que la tinta se sale. sobre el convertidor yo hice un apaño a uno que tenía, le puse un tope para que no se deslizara a la altura justo del cartucho largo de pelikan. el asunto es sencillamente que hay que darle volumen, con un poco de esparadrapo o lo que imaginéis, pero se puede hacer apaño.
ResponderEliminarun saludo
Gracias por la interesante información, amigo mío. El ingenio es siempre de agradecer. Un saludo muy cordial
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