Si analizamos con detenimiento lo que ha ocurrido en los últimos años en el mundo de la estilográfica y de la escritura en general y lo contrastamos con el estado actual de la cuestión, resulta muy interesante pergeñar una pequeña prospectiva que nos permita jugar con el futuro y procurar adivinar cómo será el que nos espera.
A medio plazo, me parece muy probable que haya cinco movimientos básicos:
1.- El hundimiento definitivo de las marcas clásicas.
2.- El liderazgo tecnológico de la industria japonesa.
3.- La supervivencia del lujo.
4.- El vaivén de las marcas artesanales.
5.- La irrupción de China.
Creo que esta es la relación de fuerzas que determinará el futuro próximo y ello en base a lo siguiente:
1.- Las marcas clásicas. Me parece evidente su declive y el más que patente abandono del negocio orientado a la clientela básica. En la gama más sencilla y barata, el mercado se decanta hacia los productos japoneses y, próximamente chinos, contra los cuales no puede competir ni en calidad ni en tecnología.
En la gama alta, el mercado estará copado por los fabricantes alemanes y, a alguna distancia, por franceses e italianos, cuya producción está cada vez más especializada. Es muy probable que marcas históricas como Sheaffer, Parker Waterman o Cross acaben desapareciendo o, en el mejor de los casos, se reduzcan a una producción testimonial de ediciones limitadas. Ocurrirá lo mismo con marcas más modernas pero que han perdido mercado hasta convertirse en proyectos económicamente inviables. Es el caso de Marlen, Visconti, Stipula o Delta y, en menor grado, Omas. Ya ha ocurrido con la nueva Conway Stewart.
2.- Japón. Su enorme capacidad industrial, así como su liderazgo en investigación y desarrollo, no tienen igual en el mundo y han inundado el mercado con sus productos. Seguirá a la cabeza del sector en calidad e innovación aunque pronto se enfrentarán al coloso chino quien, no obstante, no podrá igualar su tecnología a medio plazo. En materia de estilográficas, se convertirá en el líder definitivo del mercado con sus magníficos modelos y precios competitivos.
(foto: bonham)
3.- El sector del lujo. Será el refugio para marcas asentadas, especialmente alemanas, como Montblanc o Pelikan y, tal vez, alguna otra como Dupont, Dunhill y Omas. Salvo ediciones limitadas o modelos icónicos, el resto de la producción desaparecerá. Aún así, estos modelos exclusivos tendrán que competir con el auge del maki-e y el urushi japonés que se convertirán en el nuevo paradigma.
(foto: infoluxe)
4.- Las pequeñas marcas, artesanales o de producción orientada al aficionado, aparecerán y desaparecerán intermitentemente aunque sin demasiada proyección. Marcas como las actuales Edison, Onoto, Twsbi, Franklin-Christoph, Retro, Conid o Noodler's serán capaces de atender este sector con productos de precio contenido y características apreciadas por coleccionistas y también nostálgicos de la industria local.
5.- China. Aprendiendo vertiginosamente de las muchas marcas que fabrican allí practicando outsourcing, dispone de la tecnología y la potencia industrial necesarias para convertirse en el primer productor mundial de instrumentos de escritura a poco que cuente con una distribución adecuada. En la gama baja, sus precios arrasarán el mercado tradicional europeo y norteamericano aunque no podrá con la tecnología y el diseño japonés. En la gama alta, tendrá que esperar algún tiempo antes de poder competir con los productos nipones. Mucho más les costará luchar contra las ediciones limitadas europeas.
A grandes rasgos, así veo yo el panorama para la próxima década, pero el tiempo es un juez sabio que da y quita razones y habrá que estar a su sentencia.
A medio plazo, me parece muy probable que haya cinco movimientos básicos:
1.- El hundimiento definitivo de las marcas clásicas.
2.- El liderazgo tecnológico de la industria japonesa.
3.- La supervivencia del lujo.
4.- El vaivén de las marcas artesanales.
5.- La irrupción de China.
Creo que esta es la relación de fuerzas que determinará el futuro próximo y ello en base a lo siguiente:
1.- Las marcas clásicas. Me parece evidente su declive y el más que patente abandono del negocio orientado a la clientela básica. En la gama más sencilla y barata, el mercado se decanta hacia los productos japoneses y, próximamente chinos, contra los cuales no puede competir ni en calidad ni en tecnología.
En la gama alta, el mercado estará copado por los fabricantes alemanes y, a alguna distancia, por franceses e italianos, cuya producción está cada vez más especializada. Es muy probable que marcas históricas como Sheaffer, Parker Waterman o Cross acaben desapareciendo o, en el mejor de los casos, se reduzcan a una producción testimonial de ediciones limitadas. Ocurrirá lo mismo con marcas más modernas pero que han perdido mercado hasta convertirse en proyectos económicamente inviables. Es el caso de Marlen, Visconti, Stipula o Delta y, en menor grado, Omas. Ya ha ocurrido con la nueva Conway Stewart.
2.- Japón. Su enorme capacidad industrial, así como su liderazgo en investigación y desarrollo, no tienen igual en el mundo y han inundado el mercado con sus productos. Seguirá a la cabeza del sector en calidad e innovación aunque pronto se enfrentarán al coloso chino quien, no obstante, no podrá igualar su tecnología a medio plazo. En materia de estilográficas, se convertirá en el líder definitivo del mercado con sus magníficos modelos y precios competitivos.
(foto: bonham)
3.- El sector del lujo. Será el refugio para marcas asentadas, especialmente alemanas, como Montblanc o Pelikan y, tal vez, alguna otra como Dupont, Dunhill y Omas. Salvo ediciones limitadas o modelos icónicos, el resto de la producción desaparecerá. Aún así, estos modelos exclusivos tendrán que competir con el auge del maki-e y el urushi japonés que se convertirán en el nuevo paradigma.
(foto: infoluxe)
4.- Las pequeñas marcas, artesanales o de producción orientada al aficionado, aparecerán y desaparecerán intermitentemente aunque sin demasiada proyección. Marcas como las actuales Edison, Onoto, Twsbi, Franklin-Christoph, Retro, Conid o Noodler's serán capaces de atender este sector con productos de precio contenido y características apreciadas por coleccionistas y también nostálgicos de la industria local.
5.- China. Aprendiendo vertiginosamente de las muchas marcas que fabrican allí practicando outsourcing, dispone de la tecnología y la potencia industrial necesarias para convertirse en el primer productor mundial de instrumentos de escritura a poco que cuente con una distribución adecuada. En la gama baja, sus precios arrasarán el mercado tradicional europeo y norteamericano aunque no podrá con la tecnología y el diseño japonés. En la gama alta, tendrá que esperar algún tiempo antes de poder competir con los productos nipones. Mucho más les costará luchar contra las ediciones limitadas europeas.
A grandes rasgos, así veo yo el panorama para la próxima década, pero el tiempo es un juez sabio que da y quita razones y habrá que estar a su sentencia.
Totalmente de acuerdo, pero por desgracia no es más que el mismo problema que están sufriendo otros sectores, en mayor o menor medida. En relojería, salvando las distancias y la cantidad de marcas existentes, es algo similar; si cambiamos Alemania en estilográficas por Suiza en relojería, el artículo podría valer perfectamente. Habría que preguntarse por qué Japón puede hacer artículos asequibles con unos estándares de calidad altos y Europa no.
ResponderEliminarEs una buen pregunta y yo puedo imaginar algunas respuestas: inercia, aranceles y proteccionismo nacional, costes excesivos, poca inversión en I+D, escasa publicidad e imagen pública, defectos en la educación... muchos y sugestivos temas, Mario. Gracia por tu comentario
EliminarHola Pedro.
ResponderEliminarMe parece muy razonable tu predicción. De hecho, creo que el futuro nos alcanzará en determinados puntos muy deprisa.
Me gustaría añadir algo que tú también has comentado en otras entradas, y es el factor del posicionamiento online.
Las casas que se coloquen correctamente en un mercado en el que los intermediarios puedan evitarse en cierta medida puede ser un factor fundamental para prevalecer. Tener una buena presencia en internet, enseñar correctamente sus productos por este canal, etc.
Y dado que hablas de mercado, hago referencia a tu opinión acerca de las tiendas físicas versus el comercio online, que creo que es un punto que también podría incluirse en esta predicción.
Un saludo.
El comercio online ha sido, probablemente, el factor básico que ha desencadenado todos los demás. y, en efecto, las tiendas virtuales con éxito (hay varias) han cambiado el modelo de distribución tradicional. Los llamados "grey channels" o distribuidores e importadores paralelos, también constituyen un sistema alternativo que ha provocado una bajada general de precios. El conflicto entre tiendas físicas y venta online se resolverá, me parece, a favor de ésta última.
EliminarUn saludo muy cordial
Creo que el comercio tradicional sobrevivira muchos años pero tiene que adaptarse y superespecializarse. Con la especializacion el comercio tradicional ha aguantado la embestida de las grandes superficies que por su propia concepcion no pueden especializarse tanto como otros comercios.
EliminarEl tema del comercio tradicional es que nos tiene que ofrecer algo mas. Vas a muchos comercios preguntando por una cosa en concreto y te miran con la misma cara que ven las vacas pasar el tren. Sirva de ejemplo que hace un par fui con mi hija a una papeleria y preguntamos por la IXC 77 (que aparece en el catalogo de IXC) ya que a ella le encanta coger la mia y como la niña saco buenas notas pues se lo merecia. Contestacion del dependiente: huy!!! pero si eso hace años que no se fabrica pero para una niña mejor una kukuxumuxu.
Yo estoy encantado de pagar un plus, pero un plus por algo como puede ser un asesoramiento, probar la pluma, un servicio tecnico, etc.
Coincido con tu análisis. Si revisas la entrada "Madrid, capital de la estilográfica" verás que comparto tu opinión. Solo la especialización y el valor añadido salvarán a las tiendas físicas.
EliminarEse es el problema del comercio tradicional, tanto en el mercado de las estilográficas como en cualquier otro. Si no das un servicio que te diferencie de ebay o de una gran superficie, sólo compites en precio, y ahí están perdidos, y creo que no lo quieren entender.
EliminarEn efecto, ése es el riesgo y el motivo del cierre de tantas tiendas. Las que ofrecen ése "plus" de servicio, apoyo, garantía o información, tendrán mayores garantías de sobrevivir.
EliminarYo pongo otra prediccion encima de la mesa: se esta recuperando un poco el volver a escribir con pluma al igual que vuelven los vinilos (que nunca se han ido, la verdad) y creo que con esa recuperacion las marcas volveran a ofrecer cosas muy interesantes.
ResponderEliminarEs cierto pero no seamos demasiado optimistas. La venta de estilográficas es algo residual dentro de la industria papelera mundial. Afortunadamente, permite mantenerlas en el mercado, pero casi siempre orientadas hacia el mundo del aficionado, del lujo, o del coleccionista. No obstante, fíjate en que el foco principal de producción se orienta cada vez más hacia oriente. Es un datos para reflexionar.
EliminarHola, en primer lugar enhorabuena por el blog y gracias por proporcionar estos ratos tan agradables leyéndole a todas las personas aficionadas a las estilográficas. No puedo estar más de acuerdo en su ejercicio de prospectiva. Lo que usted apunta es particularmente cierto (y en mi caso concreto desagradable) en el caso de Parker. Tras las azarosas aventuras empresariales que al fin han hecho que Parker-Waterman sea parte del emporio Newell-Rubbermaid, esta casa ha perdido para mí todo su atractivo. Hace años que no lanzan modelos nuevos y lo último de Parker, para mí, que soy un poco radical, es un abominable engendro. Sí, me refiero a ese roller con plumín de pega que no hace sino ejemplificar la decadencia de una marca señera. Por su parte los últimos modelos de pluma no están a la altura de los clásicos. Yo poseo una Sonnet Gift edition y una Duofold Checked. Muy bonitas, pero en cuanto a desempeño no están a la altura de modelos venerables como mis otras Parker (75, 61, 51 (esta es de mi esposa) e incluso las muy modestas Vector o 45). En fin, para mí que me inicié en este mundo con una 45 heredada de mi abuelo, el ocaso de Parker supone una gran lástima. Un cordial saludo.
EliminarGracias por su comentario Joker. Estoy de acuerdo con su sentimiento respecto a la vieja Parker. Su colección de clásicas es envidiable y espero que la disfrute como merece. Lo del 5th, en cambio, es un invento abominable. Un saludo muy cordial
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